Capítulo #30 Todo gracias a el arma encogedora

Despertamos en la misma habitación de hotel, Marce y Gwen despertaron antes que yo y habían pedido de desayunar, y yo lo recibí mientras Marce le ponía pomada a Gwen

Más tarde regresamos al barrio y conversamos sobre la experiencia mientras tomábamos un café

Mina: ¡Hola!

Gwen: ¿Cuánto tiempo llevas ahí?

No nos habíamos fijado que Mina estaba parada fuera de la ventana

Mina: Apenas llegue, ¿De qué tanto hablan? Se sonrojaron en cuanto les hable

Gwen: Hablamos sobre los planes que tienen ellos para su boda ¿Sabías que piensan salir de la ceremonia colgados de un helicóptero?

Mina: Creo que no, suena increíble su idea

Marce: Si...

Mina entró por la ventana y se fue a hacer un café y Marce le ayudo

Mez: ¿No quieres que se entere de lo que hicimos?

Gwen: No, si se entera aprovechará cada oportunidad para preguntarme por la experiencia, y si respondo las preguntas, hablará sobre las mismas cada que pueda, además si Sara se entera me va a regañar, se que no tendría por que, pero una vez que le comenté la idea no la aprobó, dijo "No deberías meterte en un trío con otras dos personas que sean pareja, puede generar problemas", y lo dijo, ya sabes, con ese tono serio que en ocasiones la caracteriza

Mez: Entiendo, en ese caso no diré nada al respecto, al menos no delante de alguien que no haya participado en ese jaja

Gwen: Bien, ahora no hables de eso, ya vienen

Mez: Claro

Mina: Entonces, sigue en pie el plan de que sea en Cancún ¿Cierto?

Marce: Si, será en la terraza de la casa de Ana y Greg

Mez: Será una boda doble, cuando termine la ceremonia ellos bajarán por una tirolesa que da hacia un auto, y se irán al aeropuerto, mientras nosotros seremos recogidos por el helicóptero y nos veremos en la autopista para ir juntos, no recuerdo a donde irán de luna de miel, pero nosotros iremos a Francia

Mina: Que romántico

La conversación terminó en una propuesta de Mina por salir a pasear con Gwen y Marce, ellas aceptaron y se fueron en poco tiempo, por mi parte decidí entretenerme nuevamente con la pistola que altera el tamaño, me hice de un tamaño pequeño y antes puse un temporizador, para que en tanto tiempo regrese a mi tamaño normal, estando ya de un tamaño pequeño, subí a un helicóptero a control remoto que compre para este tipo de cosas, volé por arriba del barrio y me tire en un paracaídas, como en una película de acción, el plan era saltar a la casa de Risia, pero una ventisca de aire me hizo dar vueltas por todo el barrio y termine entrando por la ventana del cuarto de Siamara, ella se estaba quitando la ropa para entrar a bañar, y entre en el momento justo donde se despojó de unas lindas bragas blancas, dejándome una bella perspectiva de su trasero, corrí y me colgué de su toalla, entre al baño al mismo tiempo que ella y aún no le notaba, cuando ella colgó su toalla yo caí a la regadera, y al entrar casi me pisa, pero por suerte encontré un sitio donde el agua no me iba a tocar y podía ver su cuerpo desnudo perfectamente, ella se empezó a lavar el cabello con sensuales movimientos que la caracterizan, luego empezó a jugar son sus pechos

Sia: ¿Acaso estarán más grandes? Definitivamente los noto más pesados... ¿Será que si?

Se estuvo preguntando la misma cosa por un rato, hasta que no aguanto y se estiró por una cinta para tomarse la medida de los pechos y de paso la del trasero, sólo por que casi resbaló no escuche aquel número

Sia: Si... Como lo sospeche, no es un cambio tan grande pero igual es un cambio al fin y al cabo

Ella siguió con el baño, se enjabono suave y sensualmente, se metía los dedos y creo que estaba a punto de masturbarse, y yo estaba tan concentrado que no vi el temporizador que me decía cuanto tiempo queda para que regrese a mi tamaño real, y justo llegaba a cero... Regresé a mi tamaño y caí de mi escondite, casi caí sobre ella, ambos nos quedamos con los ojos como platos por un momento hasta que me arrojó algo y yo sólo salí corriendo

Me quedé en la sala a esperar a que salga, no quisiera que se enoje conmigo, aunque era de esperarse que si, pero por suerte no

Sia: Mira... Sólo buscabas espiar y no pensabas pasar de eso ¿Cierto?

Mez: Si...

Sia: Entonces está bien, no estoy molesta, sólo me asusté

Mez: Entiendo, lo lamento de todas formas

Sia: No sabía que conservabas el arma que altera el tamaño

Mez: Jeje, así es

Sia: Me gustaría espiar a los demás vecinos, quiero ver como son Risia y su novio a puerta cerrada

Mez: ¿El esta con ella en este momento?

Sia: Si

Mez: Andando entonces

Recordé que teniendo en cuenta el incidente donde todos los vecinos terminaron reducidos en tamaño, Peter me dio un pequeño botón que activa el arma y hace que dispare, con eso podría hacerme grande y pequeño sin necesidad del temporizador

Sia y yo nos hicimos pequeños y subimos al mismo helicóptero, lo estacione en el techo de la casa de Risia, y con ayuda de unas cuerdas bajamos hasta la ventana de la habitación, Risia tenía un sujetador negro y una tanga del mismo color, note que esos colores se le ven muy bien, estaba acostada boca arriba con las manos detrás de la cabeza, John estaba acostado junto a ella, estaba de lado y apoyaba la cabeza sobre su mano izquierda, y con la derecha le daba suaves caricias al vientre de Risia

John: Te vez hermosa

Risia: Creo que lo dices por que estoy semi desnuda

John: No importa que tengas o no tengas puesto, te vez hermosa

Risia se sonrojo ante tales palabras

Risia: Gracias... Y eso que aún no vez mi cuerpo entero...

John: No puedo esperar por verlo, pero todo a su tiempo, cuando tu estés lista

Risia: Podríamos ir paso a paso, con algo simple antes de hacer algo desnudos y pasar a tener sexo como tal

John: Haré lo que tu me pidas

Risia: Desde que me rompí el brazo nadie me ha azotado... ¿Quisieras... Azotarme?...

John trago saliva

John: ¿Estas segura?

Risia: Si... ¿Lo harías?... Si dices que no... Esta bien

John: No Me voy a negar, lo haré

Los ojos de Risia brillaron y rápidamente lo acomodo para que se sentará, ella estiró sus bragas y se aplicó a si misma un calzón chino atómico, se recostó bocabajo sobre las piernas de John, y el, sumamente sonrojado le dio una sonora nalgada, que dejo una marca de color rosa, Risia soltó un leve gemido, lo que le dio a John mas ganas de seguir con los azotes

Este día estuvo impresionante, y todo gracias a el arma encogedora

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