第4章 | Uno y nadie


¡¡FUAAAAAA!!

En efecto, yo soy el que metió a Rengoku en su fic porque no supera que su vida acabase tan rápido...

¡¡ASÍ QUE SACRIFIQUEMOS ALGUNAS MENTES!!

Este es el más largo que he escrito, espero que les guste :D



Y así, sin más... empecemos este capítulo... con una pequeña frase

que queda perfecta para este suceso...




















"Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo, no sé!" —César Vallejo


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Era de tarde en el pueblo, un hombre con capucha caminaba por la zona de puestos de comida.

Ya habían pasado casi cuatro años desde la llegada de los demonios, el pueblo obviamente había tenido que avanzar.

El tumulto de gente a esas horas era inmenso a tal punto que le dificultaban el caminar al hombre, iba chocando hombros con toda la gente que pasaba en frente suyo.

Pero era siempre esa misma gente la que se movía para seguir caminando, nunca él. 

Seguía siempre recto hasta llegar a la localidad más grande.

Un restaurante, de los pocos en todo el pueblo, siempre lleno de gente a todas horas, así como siempre abierto a darle de comer al que lo necesitara, aunque miraran mal al hombre pues no llevaba ropa común para la gente del lugar.

– Lamentamos esto señor, pero ¿Le molestaría compartir mesa con otras personas? Estamos llenos en este momento – Con amabilidad, uno de los meseros se acercó para ubicar al hombre y que no se quedara parado viendo como todos disfrutaban de su comida.

Parejas de enamorados, familias compartiendo tiempo, niños que venían hambrientos luego de jugar juntos, todos felices degustando los platillos del local.

El encapuchado asintió.

– Por supuesto, será un placer comer en compañía.

– Entonces sígame – El hombre siguió al mesero en silencio.

Sin embargo, ajeno a lo demás, el encapuchado sentía una gran molestia. 

– [¿Cómo te atreves a darme órdenes?]

Caminaron al lado de toda la gente, sus sonrisas eran el adorno perfecto para el ambiente de relajo en el lugar.

Ambos pararon al llegar a una mesa redonda donde había dos personas bebiendo, un hombre alto y robusto junto con lo que parecía ser su amigo.

Otro hombre de estatura normal el cual parecía estar levemente en estado etílico, ambos bebían de dos grandes jarrones de espumeante cerveza con una gran sonrisa.

Una típica reunión de amigos un fin de semana por la tarde.

El hombre se sentó en frente mientras que el mesero se retiraba.

Los amigos reían y hablaban a grandes voces, comiendo de manera descuidada hasta que una mancha de comida llegó a la chaqueta del encapuchado.

– Aaah... lo siento hombre qué descuidado de mi parte, déjame limpiarlo por ti.

El chico esbozó una sonrisa tenue por lo bajo.

– No te preocupes, mi vida no se acabará por una mancha de suciedad.

– ¿Qué cosas dices? Mm, ahora que te veo mejor no reconozco ese tipo de ropa – Musitó el hombre robusto mientras limpiaba la chaqueta del encapuchado.

– Es verdad, seguro es un nuevo estilo, es algo raro... ¡Hip! – El otro hombre no pensó en lo que dijo.

– ...

– Lo digo enserio, ni siquiera puedo ver tu rostro, te ves tan tonto.

El ambiente se ponía pesado de a poco.

– Hey... no seas grosero – Le replicó el grandote.

Nadie dijo nada.

– ¿Qué sucede hombre? ¿Tienes miedo?

Ante la pregunta, el ebrio escuchó una pequeña risa del encapuchado.

– ¿De qué te ríes?

– De la hermosa ofrenda que le haré a mi señor... pero antes... ¿Quién es la tal Ai-chan? – Preguntó el encapuchado, sacando de su mano una carta.

– ¿Cuándo lo- ¡Dámela! 

– Dime, si un ser inferior viniera y tratara de asesinarte... ¿Qué harías? – El encapuchado tomó el hombro del tipo borracho.

– O-oye... ¿Qué estás diciendo? Suéltalo – El hombre robusto se puso serio.

– ¿Qué haces? Sigue limpiando tu desastre, mono... – El encapuchado tenía un tono de voz despreciativo y burlesco.

El hombre robusto se paró firme, tratando de intimidar al encapuchado.

Aunque no lograría nada.

– Hey... ¿Quién te crees que eres para hablarle así? ¿No sabes quién es él? Es un cazador... discúlpate si no quieres que te retire a la fuerza... – El alcohol en el hombre se había disipado de su sistema, ahora estaba molesto. 

Cortó el contacto entre ellos de un manotazo.

– ¿De dónde conoces a su hija? – Preguntó el más grande.

De repente, ya no había risas en el lugar, nada de bullicio.

Solo silencio.

Ambos hombres se pararon rodeando al encapuchado, iba a decir algo, pero fue interrumpido por el mesero que vino a calmar la situación.

El mismo chico que lo atendió al inicio.

– Oigan oigan, ¿Qué está sucediendo? Si tienen problemas vayan afuera.

– El problema es este tipo, está metiéndose conmigo – Dijo el hombre robusto.

– Lo siento ya mismo hago algo, disculpe señor ¿Podría acompañarme a otra mesa? – Preguntó el mesero con algo de miedo.

Era su primer día de trabajo y tendría que lidiar con tres hombres problemáticos.

– El... manchó mi ropa, y luego ese otro me insultó e incluso tú viniste aquí, me interrumpiste y me diste órdenes... ¿Cómo unos monos pueden ser tan insolentes? 

La risa del hombre era tan ajena al ambiente presente, como si no sintiese que podía acabar con la paciencia de gente capaz de mandarlo al hospital.

El mesero estaba más nervioso ahora, parecía que en cualquier momento habría una pelea, aunque para su suerte el hombre robusto mantuvo la calma.

– Solo retírate, hay una mesa vacía para ti... ahora – Ordenó con una profunda voz, haciendo temblar a mucha gente ahí dentro.

El encapuchado no se movió.

– Hmm, este pueblo es bastante grande, ¿Hay más animales como tú aquí? De solo pensarlo quiero vomitar... encima de sus cadáveres.

– ¡Ya basta, yo también soy un cazador y no permitiré que un imbécil como tú me falte el respeto!

– Cálmate hombre, tu esposa me envió aquí para evitar que te pelearas de nuevo, por eso te prohibieron seguir-

– Ahora me insultas, más de lo que ya lo hiciste... ¡Bien! Ya lo decidí – El tono serio del encapuchado cambió de un momento a otro a uno animado.

Parecía que tuviera un trastorno de identidad múltiple... 

De inmediato, el encapuchado sacó de la nada un gran instrumento de cuerda parecido a una guitarra.

La ausencia de boca y la caja de resonancia en forma de gota con cuatro cuerdas le daba un aspecto agresivo.

– Se-señor ¿Qué está haciendo?

Si el hombre robusto había hecho temblar a todos ahí dentro.

Aquel encapuchado haría retumbar todo el pueblo.

– ¿Saben? De todas formas, solo hacía tiempo para delimitar una zona que cubriera todo el pueblo jajaja...

– ¿De qué estás- ... ¡TODOS AL SUELO! – El hombre robusto entró en pánico cuando el encapuchado tocó el instrumento.

– ¡Biwa...! ¡¡Muéstrale a estos monos la melodía de su final!! – El hombre se paró dejando caer su capucha.

Mostrando la máscara de calavera negra que llevaba en el rostro...






































| 𝕮 𝖆 𝖑 𝖔 𝖗     𝖉 𝖊 𝖘 𝖈 𝖔 𝖓 𝖔 𝖈 𝖎 𝖉 𝖔 |


[... 未知の熱 ...]

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Como todas las tardes desde hace casi cuatro años, Bon hacía un reporte a la oficina de operaciones del cuerpo de los cazadores.

Durante ese lapso de tiempo el muchacho de cabello café ha obtenido gran fama entre los cazadores novatos. 

A pesar de su corta edad es alguien que fácilmente podría colocarse como uno de los más fuertes, un prodigio en toda regla.

Todos lo adulan, atribuyendo su gran poder a un regalo de Dios, aunque en realidad sea solo su mero esfuerzo y una determinación poderosa.

Bon caminaba por la zona comercial del pueblo, llegando al sector de negocios de comida luego de un día ajetreado como lo es el de uno de los más fuertes.

El chico tenía hambre, aunque no sabía dónde, siempre fue muy indeciso con la comida, para su suerte y por azares del destino, se topó con cierto viejo cochino.

– ¿Cómo va el hambre Bon? – Saludó el hombre a su alumno recomendado para cazador.

– Rui-san, le diría que buen trabajo el día de hoy pero seguramente no hizo nada de eso, aunque me gustaría que si – Bon también saludó, como si fuera casual en un fin de semana de ambos, comenzaron a caminar por los puestos.

– Si bueno, tu sabes que la edad y esas cosas no me dejan ejercer mis deberes como cazador tan bien como tú – El viejo estaba algo nervioso, no quería revelar que se quedó dormido en un árbol.

– Pero nadie te respeta, eres tan fuerte y aun así hay personas que ignoran este hecho. Todo porque tú no te haces respetar... – Hablar de ese tema alteraba al cafecito.

– Bon, está bien, después de todo es su forma de expresar que están cómodos en mi presencia – Por primera vez, el viejo admitía que era consciente de su fuerza, esto sorprendió al menor.

Bajó la cabeza con pena al pensar un poco las cosas, quizá se había precipitado.

Solo quiero que te valoren tanto como yo... – Susurró Bon mirando hacia abajo, aunque Rui lo escuchó y solo atinó a sonreír.


"Quisiera que te admiraran tanto como yo lo hago papá"


Ante un bonito recuerdo, el anciano solo atinó a sonreír.

Bon y Rui hablaron por algo de tiempo hasta que el hambre los atacó de nuevo, acordaron cenar con algo de lujos esta vez y fueron a cenar a uno de esos nuevos "restaurantes". 

El tumulto de gente era increíble por esos lugares, pero al menos disfrutaban de que esas personas pudieran vivir sin miedo.

Ya que tendrían a cazadores tan buenos como Bon y Rui para protegerlos...

Si...





































































– ¡¡Muéstrale a estos monos la melodía de su final!!






















































Bon y Rui se tensaron, por un segundo sintieron una abrumadora presión.

Pero tenían que regresar en sí, y un fuerte estruendo los haría darse cuenta de aquello, aunque un poco tarde.

Las ventanas del restaurante en frente suyo se rompieron, mostrando a decenas de "demonios" saliendo de estas como una estampida de animales salvajes.

Tan solo la presión de estar tantos dentro provocaba que la gente fuese aplastada y asesinada.

Los primeros demonios en salir tenían rastros de sangre que no era suya por todo su cuerpo.

Los siguientes arrastraban trozos de cuerpos muertos de la gente que estaba dentro al salir.

Era una imagen horrible, pero por suerte los cazadores reaccionaron, salvando a cientos de personas, todas las que pudieran.

Gracias al quirk de Bon la gente se elevaba hasta los tejados de las nuevas estructuras hechas de concreto, aunque otras muchas murieron durante ese corto lapso de tiempo.

Rui, dando todo de sí comenzó a moverse en zigzag a una velocidad increíble destrozando a los demonios con sus puños.

– Rui-san, cúbreme – Anunció Bon centrándose en salvar a las personas.

El viejo asintió, despejando la vista de Bon hacia donde hubiera gente viva.

Luego de poner a salvo a los sobrevivientes, rápidamente Bon comenzó a comprimir aire a tal punto que pudiese perforar demonios.

– ¡Tch! [Estos son mucho más duros que cualquier otro... me va a costar, pero ¡Máximo esfuerzo!]

En cierto momento un demonio iba a lanzar algo hacia el viejo, pero Bon lo impulsó con su aire directamente contra el demonio, atravesándolo de un golpe.

Aún si les costaba lidiar con tantos a la vez ellos no perdían la coordinación, sabían que sería su fin en ese momento.

E incluso así, notaron que algunos demonios estaban escapando ese segundo de distracción les iba a costar.

De la nada, un demonio con unas manos en espiral apareció, tocándolos en el estómago y enviándolos a volar a toda velocidad contra el edificio que tenían a sus espaldas.

Hubieran perecido en ese momento.

Por suerte, Bon utilizó su aire generando una corriente tan fuerte que redujo su impacto, dejándolos parados a escasos metros del edificio.

Aunque este se destrozó por completo.

Ni siquiera lo pensaron y avanzaron corriendo, esquivaban los ataques a larga distancia que les mandaban los demonios.

Saltaron impulsados por corrientes de aire y comenzaron a avanzar pisando a los demonios.

En plena carrera muchos de ellos comenzaron a alzarse encima de ellos, pero por suerte había algunos cazadores que llegaban a ayudar.

Entre todos les hacían frente como podían, sin embargo, en medio de ello muchos también perdían la vida.

Continuaron a pesar de todo el caos, persiguiendo a los que se escapaban, no tenían tiempo de dudar ni arrodillarse a dudar por sus compañeros caídos.

La cantidad poco a poco se iba reduciendo, pero seguían causando destrozos, no sabían cómo es que tantos se habían metido en tan poco tiempo.

O como habían salido todos de aquel local, donde de seguro ya todos habían perecido al instante.

Avanzaron decapitando y destrozando las cabezas de los demonios más altos los cuales cada vez eran más y parecían más fuertes.

Con ayuda de Bon, Rui lanzó un gran corte con el borde de su mano mientras volaba entre los demonios. 

El quirk del viejo, daño adyacente, y el de Bon, dominio de aire, eran vitales para su persecución, aunque los demonios no se quedaban atrás pues era realmente rápidos.

Cuando salieron, habían perdido de vista a los que se escaparon de la calle principal, hasta que oyeron el grito de una señora desesperada.

Los demonios casi la asesinan de no ser por Rui quien los destrozó de un golpe. 

Bon llevó a la señora al punto improvisado que establecieron los cazadores para proteger a la gente.

Tanto el anciano como el joven continuaron peleando hasta llegar al límite, no darían su brazo a torcer mientras hubiera algo a que cazar y gente que proteger.

Exactamente en el instante en que se detuvieron, ambos fueron expulsados hacia el aire por el mismo demonio de la espiral.

Sin embargo, esta vez el enemigo fue destrozado por un ataque en conjunto que lanzaron ambos antes salir volando.

Y fue entonces que lo vieron.

Todo el pueblo estaba siendo masacrado por los demonios, uno había iniciado un incendio y ahora también estaba en llamas.

Bon y Rui sudaron frío al recordar algo importante, sintiendo como bajaba la presión más rápido que al presenciar tal muestra de sangre.

Gente preciada para ellos estaba en peligro.

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Kyojuro se encontraba corriendo a través del bosque, decapitando decenas de demonios a su paso.

Venía de un viaje a una ciudad cercana a Shizuoka junto con Senjuro y Kanroji, los cuales se quedaron en esta pues muy pronto Senjuro sería inscrito en una academia.

El rojizo tuvo que volver antes para entrenar a Kai, hasta que sintió la amenaza colosal que provenía del pueblo, por lo que se encaminó a toda velocidad.

– [Hay muchos más demonios que de costumbre, ¡Debo apresurarme!]

Kyojuro aumentó la velocidad, y en poco tiempo ya se encontraba a las afueras de su casa donde había cientos de demonios alrededor. 

Respiración de la llama-Quinta postura: Tigre de fuego – Kyojuro comenzó a liberar miles de cortes llameantes por segundo que tomaban la forma de un tigre.

Al finalizar su ataque, miles de partes de demonios volaron por todas partes.

Soltó un suspiro rápido y se encaminó al pueblo.

En su camino salvó a muchas personas, sin embargo, notó que los demonios habían aparecido instantáneamente en los límites.

Lejos de poder deducir cómo había sucedido algo como eso, rodeó el pueblo para eliminarlos antes de que sucediese una tragedia mayor.

Los cazadores que se encontraban en los límites ya no aguantarían mucho tiempo pues la masa de enemigos seguía aumentando, pero no se rendirían.

Si ellos fallaban en contenerlos, no habría lugar para evacuar a la gente, sería el fin del pueblo.

¡Eso no podía suceder!

El lado sur estaba por colapsar, por suerte Bon y Rui llegaron, aunque los demonios solo estaban siendo puestos a raya.

Debían acabar con todos los que se acumularan en algún punto para poder establecer una ruta de evacuación segura para los pobladores.

– Impresionante, pueden lidiar con tantos nomus al mismo tiempo... eso me desespera – Justamente encima de ellos, había un hombre parado en el cielo.

Este mismo presenciaba como lidiaban con los denominados "demonios".

Y su voz llegó a los oídos de todos en tierra.

– Esa voz... – Bon la reconoció.

Fue aquel que gritó en el restaurante.

– Debería hacer algo al respecto... – El tipo en cuestión, nuevamente tocó su instrumento.

E instantáneamente después, todos los cazadores de esa zona ahora se encontrarían a su misma altura en el cielo.

Rui vio como el sujeto desaparecía delante de él en un parpadeo.

El miedo a morir no era algo que no tuvieran ya en ese momento, pero, aun así, ellos darían todo hasta el último momento.

Comenzaron a pelear contra los demonios que se transportaron junto con ellos, aun sabiendo que perderían la vida en ese momento, no se dejarían amedrentar por ello.

Para suerte de algunos, Bon podía reducir su caída con su quirk, pero no para todos, y esto desesperaba a Bon más de lo que ya estaba.

Comenzó a hiperventilarse, su corazón no iba a soportar dejarlos morir.

– Bon, hijo tranquilízate, haces lo que puedes y más, ellos lo saben – Rui trataba de calmar a Bon, quien dejaba salir lágrimas de frustración por todo lo ocurrido.

No podría salvarlos a todos.

– Esta bien Bon-kun, estoy listo para lo que venga – Uno de los primeros cazadores que conoció en su vida se acercó a calmarle.

Yaga-san... – Susurró Bon, al sentir su cálida mano en su hombro.

No destacaba mucho, pero era buena persona, luego de Yaga, muchos otros comenzaron a hablarle, al final todos mostraron apoyo con Bon.

– Oye Bon no te preocupes, salva a quienes creas conveniente.

– Nada de esto es tu culpa, estamos orgullosos de dar nuestra vida Bon-kun.

– No tengas remordimiento, tienes que salvar a todos los que puedas así que concéntrate.

– Fue un honor luchar a tu lado Bon, todos te apoyaremos donde sea.

El menor no tenía palabras, hasta el final, sabría que aquellos hombres comprenderían lo que él haría, no lo odiarían.

No lo culparían.

Bon lo supo en ese momento, él era un niño afortunado.

Aquellos con los que luchó, aunque por poco tiempo, no dejarían su vida en sus manos.

Esas aún eran demasiado pequeñas como para tomar esta decisión.

– G-gracias... muchas gracias... – Bon lloró un poco y luego se concentró.

Usando su quirk, redujo la velocidad de caída de un cuarto de los cazadores que caían.

Los demás solo veían a Bon, se despedían, algunos con remordimientos y otros sin ellos.

Todos en silencio y con una sonrisa, Yaga cerró sus ojos esperando su final.





– ¡¡Respiración de la llama-Segunda postura: Cielo en llamas ascendente!!





Ni Bon ni nadie daba crédito a lo que veía, una gran llama circular se elevaba con rapidez hasta llegar a ellos.

– Así que mis compañeros cazadores lucharon incluso en el final de sus vidas... ¡¡ESE ES EL ESPÍRITU!!

Yaga abrió los ojos abruptamente, incrédulo de lo que veía, estaba en el suelo junto con todos los demás cazadores que anteriormente estaban en el aire, todos vivos.

– Como cazador, me siento muy avergonzado por haberles dejado todo este trabajo a ustedes, pero ahora me redimiré.

Iluminado por la casi iridiscente luz de las llamas de aquel hombre, el cazador vio la silueta de una imponente figura.

– Shinjuro... no, ¡Su hijo! ¡Rengoku Kyojuro!

– ¡¡DEJENMELO A MI!! Respiración de la llama-Tercera postura: Espíritus ardientes – Motivado por los cazadores balanceó su espada de arriba hacia abajo mientras avanzaba.

Rápidamente el sector sur que estaba desbordando de demonios fue limpiado por completo impresionando a todos en el lugar.

– Bien, ahora hay una ruta segura para sacar a todos del pueblo, asegúrense de eliminar a todos los demonios que vengan, yo iré a lidiar con los infiltrados dentro del pueblo.

– ¡E-espere! – Kyojuro fue detenido por Bon, quien estaba agotado por usar tanto su quirk

– En el... sector comercial de comida... muchos demonios salieron de ahí, cerca hay un orfanato, puede que no hayan salido, p-por favor sálvalos – Suplicó el chico.

– Hmm, bien iré enseguida, protege esta ruta de escape muchacho – Con eso, Kyojuro se dirigió al lugar señalado por Bon.

Mientras Kyojuro avanzaba, Sid, el chico enmascarado, los veía librarse de los nomus los cuales eran muchos menos gracias a Kyojuro.

Ese hombre había volteado la situación en un instante.

– [No no ¡¡NO NO!! Ujiko dijo que podíamos llevarnos a todos los nomus que queramos, pero a este paso... se quedará sin ellos... ¡¡Malditos monos!!]

Sid chasqueó la lengua antes de sacar el biwa nuevamente.

– Se los dejo a ustedes chicos... – Con una voz seria y profunda, tocó su instrumento y desapareció.

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En lo que antes era el lugar de reunión de Kai y Kyojuro, ahora estaban un Kai de trece años y un robusto hombre peliblanco. 

Era Per.

– Ehmm, ¿Hola?

– ... – El peliblanco, por la diferencia de altura debía mirar a Kai bajando su cabeza, en silencio.

– ¿Estás perdido? Nunca vi esa ropa – Aunque Kai hablara con tranquilidad por fuera, la sensación por dentro era similar a aquella vez con el demonio cuchilla.

Una abrumadora sensación de terror recorriendo su ser.

Pero esta vez no se dejaría vencer por el miedo, no luego de todos los esfuerzos Kyojuro.

El hombre quiso tocar la cabeza de Kai, lo cual lo alarmó.

Inmediatamente y casi por acto reflejo, esquivó la mano prendiendo en fuego sus pies para retroceder con el corazón latiendo de manera insana.

Todo el cuerpo de Kai se había tensado en tan solo un instante.

La mente del hombre comenzó a trabajar con rapidez, un pensamiento cruzó su mente.

– [No puede ser, no podría con ese nomu, pero...]

El hombre dio la vuelta y comenzó a alejarse, Kai vio esto y entró en pánico, se dirigía al pueblo.

 Luego de que el hombre se perdiera entre los árboles el pelinegro volvió en sí.

Desesperado, el chico se propulsó con sus pies, en dirección a la casa de Kyojuro para buscarlo.

Saltando entre los árboles, pudo notar que había muchos más demonios que usualmente, tuvo que derrotar a la mayoría mientras avanzaba.

Estaba tan metido en sus pensamientos que no pudo reaccionar al golpe que impactó en su rostro.

– Supongo que ese nomu no era la gran cosa...

El impacto del golpe empujó a Kai unos metros atrás, quien levantó la vista con dolor desde el suelo viendo de quien se trataba.

Y en ese momento, las pupilas de Kai se contrajeron de la impresión.

– Entonces tu quirk tiene que ver con fuego... 

Era el mismo hombre de antes.


¡¡PUUM!!*


Kyojuro quien corría en dirección al orfanato, Bon y Rui quienes evacuaban a las personas, todos vieron como una nube de polvo se generaba desde una colina cercana y de ella salía volando una figura a toda velocidad.

Luego de que se dispersara el polvo se pudo observar que lo que salió volando no era ni más ni menos que Kai. 

Kyojuro con rapidez se dirigió a donde caería, aunque cuando llegó notó que el pelinegro se salvó de la caída impulsándose con su fuego.

– ¡Rengoku-san! Hay un tipo súper fuerte vinien- ¡¡¿QUÉ PASÓ AQUÍ?!!

Kai no daba crédito al caos en el que se había envuelto su pueblo, no pudo evitar pensar en su familia al instante.

– Escúchame muchacho, de alguna manera muchos demonios se infiltraron en el pueblo, me dirijo a un orfanato cerca de aquí, puede que haya personas cerca.

– ¿Orfanato? Tengo familia cerca de ahí ¡Vamos rápido!

– Alto ahí – El peliblanco aterrizó frente a ambos, con una mirada amenazante.

De pronto, el ambiente se puso realmente pesado.

– Kai mi muchacho, ve a salvar a la gente que se encuentre cerca y llévalos al sector sur del pueblo, yo me encargo del militar.

– B-bien, confío en ti aniki – Kai se marchó del lugar en busca de su familia.

El hombre trató de ir por él, pero sin siquiera poder avanzar y, en menos de un segundo, su cuello se encontró con la hoja de Kyojuro a escasos centímetros.

Retrocedió velozmente y se puso en posición de pelea de inmediato.

– Eres rápido, tendré que matarte primero y luego al niño – De repente, el militar cambió su humor, sonriendo levemente con lo último que dijo.

– Es la primera vez que nos vemos, pero ya te odio – La tensión era tal, que no cualquiera podría estar siquiera viendo esta interacción.

Y por suerte no había mucha gente alrededor.

– Yo odio los problemas, los débiles como ese niño y gente como tú me dan problemas, ahora quiero verlos bañados de sangre – Amenazó Per, posicionándose para atacar.

– [No vale la pena, pero haré tiempo hasta que me asegure de que todos estén a salvo]

Se veía que su enemigo daría chance para hablar en medio de la batalla.

– Parece que tenemos diferentes valores morales en ciertas cosas, ¿Cuál es tu objetivo en este lugar? – Kyojuro agarraba fuertemente el mango de su katana.

– No viene al caso ahora, creo que me puedes ayudar a desahogarme un poco antes del niño – Luego de decir eso, Per avanzó con rapidez, dejando un cráter detrás suyo.

Kyojuro obligó a Per a desviar su golpe haciendo girar su espada de abajo hacia arriba con intención de cortarlo.

Deteniéndose bastante cerca de Kyojuro, Per quiso golpearlo usando su antebrazo, pero tuvo que retroceder cuando el flameante tajo de Kyojuro se antepuso a este con velocidad dejándole un corte que recorría todo su extremidad.

– ¿Cómo te llamas? Podría volverme adicto al dolor que me causas – El peliblanco lamió la sangre que salía de su brazo y se regeneró.

[Irradia una intensa sensación de presión y miedo... y ese quirk es muy problemático] Pensó Kyojuro.

– Tu también puedes hacer fuego, pero tu técnica maneja la espada, está claro que ese niño venció al nomu media gama... – Mientras intercambiaban golpes y corte a gran velocidad, estos contendientes parecían tener una charla.

– Respondiendo a lo anterior, mi nombre es Rengoku Kyojuro, pero no es un placer, Respiración de la llama-Quinta Postura: Tigre de Fuego.

El tigre de fuego de Kyojuro le dio de lleno a Per, el cual volvió a regenerarse bebiendo su sangre. 

– Bien bien... mi nombre es algo raro, creo que aquí en su cultura me llaman Hachi-

Antes de terminar, el peliblanco golpeó el suelo con gran fuerza provocando un temblor para detener a Kyojuro quien no le dejaría hablar.

Fue tan solo un segundo, en el cual Per aprovechó y lo aprisionó con su brazo derecho queriendo estamparlo contra una casa.

Por suerte Kyojuro se libró hiriendo su hombro con su katana y ejerciendo más fuerza.

– Déjame ir con ese niño, luego de eso podremos pelear hasta que mueras, de todas maneras, su vida no es tan valiosa como la tuya.

De un momento a otro, Per sintió como el ambiente se calentaba gradualmente, sintiendo un calor amenazante provenir de su oponente.

– Hmm, le falta pulir su espíritu – Dijo Kyojuro mientras esquivaba un golpe de Per yendo hacia atrás, cabe decir que el golpe terminó en el suelo agrietándolo en el proceso.

– ¿También lo viste? Es solo un debi-

– Pero mientras lo instruya bajo mi ala, ¡¡Ese muchacho florecerá!! ¡¡No dejaré que su corazón se apague!! – Kyojuro generó fuego desde atrás suyo evaporando una especie de picos hechos de sangre.

– Fascinante... 

– Tu quirk te otorga una gran fuerza de ataque al igual que tu condición humana, pero no eres consciente de ella – Kyojuro empuñó su espada en diagonal. 

– Respiración de la llama-Segunda postura: Cielo en flamas ascendente. 

Esta vez con mucha más fuerza, Kyojuro lanzó un corte veloz a larga distancia contra Per quien sin poder esquivarlo tuvo que defenderse con sus manos, aunque estas resultaron cortadas y cauterizadas al instante.

– Esta vez... me impediste usar mi quirk, ¡Eres mi oponente perfecto! – Per gritó con rabia y emoción, una combinación que aunada al dolor lo enloquecía.

El albino corrió en dirección de Kyojuro, esta vez en zigzag de manera veloz hasta llegar a su costado, golpeó a su derecha en la cabeza a lo que Kyojuro lo esquivó agachándose y cubriéndose con su espada de manera que incluso bloqueó el siguiente golpe.

En el momento en que iba a cortarlo de nuevo Per retrocedió y de una patada empujó a Kyojuro, el cual cubrió sus pies con fuego para evaporar la sangre que se arrastraba detrás suyo para atravesarlo.

– Eres demasiado fuerte Kyojuro, incluso predices cuando usaré mi quirk contra ti, pero aun así yo lo soy más, ¡¿Quieres saber por qué?! – Per golpeó ferozmente contra el filo de la espada, pero esta apenas y llegó a cortar el nudillo del peliblanco. 

Kyojuro solo observaba.

– Porque eres demasiado humano Kyojuro, tienes que pelear protegiendo la vida de todos los que estén aquí... Incluso podría decir que no quieres matarme – Per golpeó el estómago de Kyojuro, haciéndolo retroceder.

El peliblanco iba a encestar otro golpe en cadena de no ser porque Kyojuro casi le rebana la cara.

– ¿Lo ves? Ese tajo fue más lento, ¡¡Abandona tu humanidad y pelea conmigo sin restricciones Kyojuro!! – Per golpeó descuidadamente a Kyojuro el cual le clavó su espada en su brazo.

La sangre de Per escurrió por debajo de su brazo, solo que esta vez no se regeneró pues las sangre se secó instantáneamente y se convirtió en púas carmesí que persiguieron a Kyojuro el cual dio un salto hacia atrás sacando su espada y partiendo el brazo de su oponente.

La sangre saltó del brazo de Per en todas direcciones, tintando el lugar de rojo.

Esta se convirtió en humo rojo el cual cubría al robusto hombre, Kyojuro se puso en guardia y calcinó las púas carmesíes que lo perseguían.

De un momento a otro Per salió del humo con su brazo recubierto en sangre y arremetió contra Kyojuro el cual hizo fuerza en sus pies para no ser empujado.

De inmediato se barrió en el suelo y se levantó con un giro horizontal para cortar el abdomen de su enemigo. 

Per lo esquivó rápidamente saltando hacia atrás y desde el aire, lanzó de sus puños dos chorros de sangre como si fueran cuchillas, las cuales Kyojuro bloqueó, aunque de alguna manera le provocaron daño.

El peliblanco aterrizó, agrietando el suelo en frente de Kyojuro y girando en forma de remolino con su brazo ensangrentado para golpearlo, cuando Kyojuro se cubrió del ataque salieron chispas y sangre del roce entre los puños y su espada, fue ahí que pudo verlo.

– [Cuando bloqueo la sangre, esta pasa a ser líquida en un instante y las gotas que salpican se vuelven agujas tan finas que me atraviesan, aunque no es mucho, el daño existe, será peligroso para mí si mantengo esta distancia]

El rojizo apretó el mango de su espada.

– Si ese es el caso, ¡Entonces tendré que acercarme más! – Kyojuro dejó salir mucho calor de su cuerpo y en menos de un segundo se acercó peligrosamente a Per, quien no tuvo tiempo de cubrirse y aterrizar al mismo tiempo.

¡¡Respiración de la llama-Primera postura: Mar de llamas!! – El corte en lugar de ir contra su cabeza, impactó en diagonal desde el hombro hasta el abdomen de Per, dejando un enorme corte en aspa pues fue tan rápido que dio dos cortes.

Aunque Kyojuro también fue herido debido a que inconscientemente Per usó su quirk en el uniforme manchado de sangre que llevaba Kyojuro.

No pudo atravesarlo, pero si golpearlo, rápidamente Kyojuro secó la sangre y se recompuso, cosa que no pudo hacer Per.

– Bien... creo que debería ir un poco más en serio... ¿Verdad? – El peliblanco estaba encorvado regenerando las partes que no fueron cauterizadas por Kyojuro, aunque este notó que por alguna razón estaba saliendo demasiada sangre del uniforme roto de Per.

– Esas eran...

– Si... como se esperaba de Kyojuro, esas eran bolsas con mi sangre....

– ¿Sabes? Hay un idiota con el que trabajo... él me llama Per... intenta adivinar porqué... – Per le sonrió con una siniestra felicidad en su rostro.

Kyojuro sujetó con más fuerza su espada... el combate daría para rato.

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Kai se encaminaba con toda la gente que sobrevivió hacia el bosque, y junto a él estaba su familia.

– Hermano... ¿Qué está pasando? – Hideaki jaló a Kai de su pantalón.

Aunque fuese un niño perspicaz, ahora estaba muy perdido, y eso lo inquietaba.

– Hideaki... – El hermano mayor recordó las palabras de Kyojuro antes de hablarle.

Su hogar estaba destruido.

– Probablemente nos cueste un poco volver, pero no te preocupes, mientras estemos juntos todo estará bien, te lo dice tu hermano – Con una sonrisa, Kai le dio una palmadita a Hideaki.

Aquel acto tranquilizó no solo al menor, sino que también a Rika y a su madre, no todo estaba perdido ahora.

– Esta bien, confío en ti hermano – Le sonrió Hideaki.

– Kai-kun, protegeré a nuestra familia – Afirmó Rika con una linda expresión de felicidad.

No obstante, la chica vio como Kai volteaba la mirada avergonzado.

– Vaya, nos espera una familia grande al parecer... – Con una mano ocultando su expresión, la madre de Kai acarició la cabeza de los enamorados.

La familia se la pasó así mientras seguían el camino mientras los cazadores iban explicando el plan entre las personas.

Simple y sencillo, lejos de los límites del pueblo había una gran montaña la cual tenía un terreno plano y amplio, allí aguantarían hasta que llegaran los cazadores que se quedaron a despejar el pueblo.

Estaba separado por un río que rodeaba la montaña, pero si lo cruzaban se encontrarían con un lugar idóneo para todas las personas que habían allí.

El cuerpo médico trasladaba a quienes estuviesen heridos mientras que los pobladores que pudiesen cargaban recursos de supervivencia.

Al frente iban Bon y Rui los cuales se encargaban de los demonios que estuvieran por ahí, aunque no era la gran cosa debido a que estaban lejos del pueblo. 

Avanzaron rápidamente, muchas de las personas que eran atendidas estaban muriendo. 

Era desesperante para todos, aún sin demonios atacando la gente moría, sin embargo, lograron llegar a la montaña unos minutos después.

Lo que no esperaron fue que, al cruzar el río que dividía el bosque y la montaña encontraron una especie de puerta de metal bastante grande, incrustada dentro de la montaña.

La gente se detuvo mientras que algunos cazadores iban al frente, al igual que Bon y Rui.

La puerta al parecer estaba sellada, además de ser de metal, por suerte había muchos cazadores por lo que abrirla no fue muy trabajoso. 

Dentro había tubos gigantes con demonios dentro, además de tableros en cada uno, pantallas con datos que daban el estado de los demonios, aunque en ellas eran llamados "nomus".

– ¿Qué es... acaso, ¿Los demonios fueron creados? – Rui no daba crédito a lo que veía, una pantalla que mostraba el estado de tres nomus.

"Creación de nomu-Nueva gama-60%" era lo que decía la pantalla.

Sin esperar que alguien más estuviese observándolos desde el aire.


– Que monos tan impertinentes...















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Con los sobrevivientes


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En los alrededores de la montaña, Kai y todos los pobladores estaban desconcertados, por alguna razón no avanzaban, y el hermano mayor ya estaba algo ansioso.

Luego de informar que había una puerta de acero dentro de la montaña tuvieron que esperar, aunque esto no contaba para Kai quien se encaminó a ver qué ocurría.

– ¡Kai espera! ¿A dónde vas? – Su madre lo detuvo, aun así, algo le daba mala espina al chico.

– No veo a ningún cazador cerca, veré donde están.

– Kai-kun... vuelve pronto – Rika sonaba algo preocupada, esto hizo que Kai se calmara, no era momento de hacer tonterías.

– Si, lo prometo – Kai sonrió y se encaminó al frente del tumulto.

Estaban en la orilla del río que separaba el bosque de la montaña, preguntó por los cazadores, al parecer estaban inspeccionando alrededor. 

[¿Eh...?]


Llegó la hora de Tom...


[¿Qu-qué es esta sensación...] – Aquello que sentía era diferente de lo que sucedió con el demonio cuchilla o el militar llamado Per.

Ausencia de calor.

Eso es lo que se sentía en el ambiente, o al menos lo que él sintió.

Debía regresar ahora mismo con su familia.

Cuando estaba por voltear notó como un cazador cayó a sus pies con un gran corte en su cuello, dejando a Kai congelado en su lugar .

Estaba muerto.

El pánico no se hizo esperar entre la gente, el pelinegro fue empujado por las personas que corrían despavoridas tratando de cruzar el río.

Aunque otros simplemente huyeron hacia donde más pudiese.

Y sin más remedio, Kai encendió sus pies y saltó hasta llegar con ellos. 

Todos allí tenían miedo, estaban viendo morir a mucha gente, Kai trató de calmarlos, si al menos ellos no sucumbían podrían controlar la situación.

Porque ellos eran su situación.

Que mal que, para Kai, no iba a ser tan fácil, no después de que le lanzaran el cuerpo de otro cazador.

Kai evadió el cuerpo con miedo creyendo que estaba muerto, aunque el mismo se levantó y se puso en posición de pelea.

– ¡¡Salgan de aquí, rápido!! – Gritó el cazador, aunque esto solo alarmó más a las personas las cuales comenzaron a empujarse una a otras. 

El caos comenzaba a consumir el lugar.

Kai fue con su familia y las alejó del tumulto de gente, estaban alterados, muchas personas que conocían murieron en el pueblo, y ahora la poca gente que quedaba era presa del miedo.

Pero no podían evitarlo, dentro de la oscuridad que la noche otorgaba se dieron cuenta de que alguien los asechaba, esto no podría ponerse peor.

Si no fuera porque nuevamente, el hombre con máscara de calavera hizo presencia, esta vez para sacar a los cazadores y reunirlos a todos en la zona aplanada de la montaña. 

Ahora las personas estaban solas contra lo que los estuviese acechando.

Los cazadores intentaron volver con la gente, pero fueron encerrados en una especie de estructura de diseños japonés.

Una fortaleza flotante se alzaba en el claro de la montaña a partir de la nada.

Y luego cayó.

Matando a todas las personas que, en su desesperación, habían cruzado el río hacia la montaña.

El rocoso suelo fue prácticamente pintado de rojo en su totalidad.

Todo ante los ojos de Kai.

En ese momento, una estaca voló hacia la cabeza de una señora, estaría muerta si no fuera porque el pelinegro estaba cerca, pateando con fuerza la estaca a un lado donde no había gente.

Entonces tres estacas más se dirigieron a él, pero fueron fácilmente destruidas por sus pies de fuego.

Y fue en ese momento que la criatura se dejó ver.

Era un demonio de piel color verde, tenía una figura humanoide de brazos largos y piernas cortas, pero lo que más resaltaba era su rostro el cual esbozaba una sonrisa siniestra.

Las personas se paralizaron, un demonio no podía tener una sonrisa, no los que se conocían, Kai ignoró esto y se puso en guardia. 

Pero su madre se alarmó mucho.

– ¡¡Kai!! ¡Vuelve aquí! – Ordenó Mai con terror.

Estaba por ir por su hijo, sin embargo, no se esperaba que éste la detuviera con su mano en su mejilla.

– Mamá... por favor mírame – No pudo voltear a verla, si lo hacía lo más probable es que muriera en ese instante de una estaca en la cabeza.

Pero ella no era su madre por nada, pues en aquel momento; ella pudo sentir el calor que desprendía la mano de su hijo.

Y también su dolor.

Al ver a su hijo darle la cara al peligro de tal manera, en aquella madre, miles de sentimientos comenzaron a desbordarse.

[Estos brazos... ya no pueden protegerte más... porque tú eres el dueño de tu felicidad...]

Kai se sintió mal al oírla, pero luego se disculparía profundamente por hacerla llorar. 

Con los nervios de punta, el chico hizo el primer ataque el cual fue una posición de carrera tocando el suelo.

Inmediatamente después, Kai salió despegado con sus pies en fuego acortando distancia con el delgado demonio. 

La marca de un pie en llamas se grabó en la piel del estómago del demonio el cual no pudo reaccionar a la velocidad de Kai.

Esto hizo que el demonio tosiera, luego de eso volvió a sonreír.

Abrazó sus brazos y de ellos salieron muchas estacas, las cuales fueron lanzadas con fuerza hacia Kai el cual las desvió todas excepto una.

Nuevamente Kai tuvo que alejarse del demonio para que la estaca no matara a nadie, esto solo hizo que otras dos le rozaran la mejilla y el hombro... 

Su corazón se detuvo en ese instante. 

No quiso mirar hacia atrás y ver que dos personas habían muerto por su incompetencia.

Kai respiró hondo y generó mucho calor, el demonio sonrió y lanzó muchas estacas las cuales no podría esquivar.

Eso es lo que pensó el demonio hasta que vio como Kai se paraba de manos y con sus pies carbonizaba todas las estacas con una gran llamarada de fuego. 

La sonrisa se había convertido en una mueca de desgrado.

Rápidamente Kai volvió a acortar distancia con el demonio, quien nuevamente no pudo reaccionar por lo que su caja torácica fue quebrada por la patada en llamas de Kai.

El demonio pegó un grito desgarrador como si de un humano se tratase, sin embargo, esto no le importó en lo más mínimo a Kai.

Pero justo cuando iba a reventarle el cráneo de un pisotón... el demonio comenzó a hablar.

– ¡ESPERA! ¡ESPERA-cough cough! – Kai se detuvo, no podía creerlo, el demonio había hablado.

Tal y como... ¿Tal y como una persona?

– Q-que...

– Por favor, no me mates, no quiero que- – La conversación habría seguido de no ser porque Kai fue transportado al cielo junto con la mitad del cuerpo del demonio.

El rostro de Kai mostró una mueca de asco y aflicción, hasta que fue tomado del cuello por alguien, impidiéndole respirar.

– Pies de fuego... tú debes ser el mismo que quemó al "Nueva gama" de Ujiko... ¡Y AHORA DESTROZASTE OTRO! – El chico calavera sonaba furioso.

– T-tu... tú lo partiste en dos... perdedor – Kai era ahorcado por el enmascarado, Sid comenzó a reír.

– Ha... ha, HAAAAH JA JA JA JA JA, eso es lo que tú crees niño de mierda, ¡¡UNIÓN EN ZONA!! – Luego de gritar aquello, la mitad del demonio que estaba en tierra desapareció y se unió con la que estaba en aire.

– Que quirk tan... complicado, nerd – Kai le sonrió al enmascarado, el cual lo lanzó con fuerza hacia el techo de la estructura donde se encontraban los cazadores. 

Kai evitó morir por la altura propulsándose en el último segundo, esquivando las estacas que le enviaba el nomu desde el cielo.

– Hmm hmm, esta vez ya no me confiaré, te perforaré maldito niño – El nomu envió muchas estacas desde todo su cuerpo.

– Aun si dices eso... [Yo he practicado esquivando las cosas que me lanzaba el tipo del orfanato, soy un as del-] – Kai se quedó sin palabras al ver lo que se avecinaba.

Millares de estacas eran las que venían, apenas pudo esquivarlas cuando muchas más le llegaron.

No podría esquivarlas todas.

Por suerte una gran ráfaga de viento destrozó el techo de la estructura desviando las estacas, y probablemente mandando a volar al demonio.

Kai agradeció mentalmente a su amigo y echó un vistazo dentro, el paisaje visto era el de muchos nomus y cazadores muertos, una masacre de ambos lados.

No tuvo tiempo de horrorizarse cuando resbaló y cayó dentro, aterrizando encima de un nomu el cual fue atravesado por un golpe. 

Su sorpresa fue grande cuando en medio de todo el caos pudo encontrarse inmediatamente con Rui.

El viejo se asustó al ver a Kai dentro, sin embargo, luego de verlo destrozar a un nomu detrás suyo se disipó su sentir.

– [Así que no te quedaste atrás eh...] – Pensó Rui.

Rui soltó una carcajada de gran felicidad mientras giraba sus puños como un tornado, peleando mano a mano junto a Kai, ambos cuidándose las espaldas.

El sentimiento de calidez recorrió su ser como una profunda felicidad.


"Ya verás anciano seré tan fuerte que algún día me necesitarás para salvar tu vida"

"¿Acaso la vida de pescador no es suficiente para ti, Kai-kun? ¿Y por qué crees que estaría en riesgo?"

"¡No seas tonto viejo! ¡En cualquier momento desfalleces al ver mujeres!"

"Ah jaja... ¿Y-y lo otro?"

"¡Ah si, es que quiero ser pescador porque le voy a comprar una casa junto al río a mi mamá! ¡Pero también quiero proteger su sonrisa!"

"Jajajaja, déjame proteger tu sonrisa entonces..."

"¿Dijiste algo?"

"Que ese pez de allá te está sonriendo"

"¡VAMOS A SACARLE LAS TRIPAS!"


– ¡Viejo! Busquemos a Bon, abrió el techo así que todos podremos salir

– Espera Kai-kun – El chico se detuvo, Rui le señaló una de las paredes, la cual se supone que daba a la montaña.

– Del otro lado de esa pared, hay demonios artificiales durmiendo – Kai se sorprendió de sobremanera, pero antes de decir algo Rui siguió hablando.

– Es difícil de creer, pero no podemos perder tiempo, podrían despertar – Kai asintió, mantendría la cabeza fría si quería salir rápido y sin riesgos.

De un salto, trató de romper la pared con una patada, aunque solo logró que todo su cuerpo vibrara por el dolor extendido de la patada. 

Kai cayó de espaldas sujetando la planta de su pie, Rui llegó con él y lo ayudó a levantarse, entre ambos trataron de romper la pared, pero al parecer esta no cedía.

– Maldición, ¡Viejo! Tú pegas más fuerte así que trata de romperla, yo iré a buscar a Bon – Rui asintió.

Esquivando todo lo que viniese en su dirección, Kai corría lo más rápido posible en busca de su amigo.

Y en medio de todo el caos logró ver que los nomus eran cada vez menos, pero aun así el hecho de dejar a su familia afuera sin ningún cazador cerca lo hacía apurarse más.

De un momento a otro logró divisar a un cazador el cual estaba por ser golpeado por un nomu con cabeza de martillo, rápidamente fue en su dirección para salvarle la vida.

Que coincidencia que su mejor amigo pensaba lo mismo y entre ambos lanzaron una ráfaga de aire junto con una tremenda patada que terminó por quebrar el duro martillo que tenía el nomu por cabeza.

– ¡¿Qué haces aquí dientes de tiburón?! – Preguntó Bon mientras destrozaba a los demonios que se acercaban.

– No hay tiempo para explicaciones sígueme – Kai jaló a Bon y ambos fueron en dirección de Rui, el cual había logrado agrietar un poco la pared.

– Resumen: Rompe la pared – Explicó Kai con una hilarante mirada seria.

– ¿PERO QUE CLASE DE RESUMEN ES ESE? Ugh... olvídalo – Aunque sonase molesto, Bon tenía una sonrisa en su rostro, hace mucho que no hablaba así con su mejor amigo.

– Espera Bon, mira – Rui señaló hacia arriba, el enorme agujero en el techo se estaba cerrando.

– Se reconstruye... entonces tenemos que abrir la pared y matar a esos demonios de manera rápida, preferiblemente si es de un solo golpe... pero ¿Cómo? – Bon y Rui estaban pensando.

Kai tenía una cara póker.

– ¿Y por qué no mejor hacemos un ataque en conjunto? – Ambos miraron a Kai, entonces golpearon su palma con su puño en señal de comprender.

– Bien... prepárate, dientes de tiburón.

– Siempre estoy listo, ¡Encenderé mi corazón! 

Ambos muchachos se colocaron uno al costado del otro, con su vista en frente hacia a la pared.

Entonces, como si supieran lo que el otro pensaba, golpearon al aire en dirección a la pared, Bon con su puño y Kai con su pie. 

Una gran llama se generó la cual creció por la tremenda corriente de aire y se dirigió directamente hacia la pared con ferocidad, destrozándola por el impacto y derritiendo muchas de las cosas del otro lado.

Rui solo los miraba, una extraña, pero nostálgica felicidad lo invadía. 

Por un momento, pudo ver a los pequeños niños de espaldas pescando en el mismo río de siempre.

– [En que momento habrán crecido tanto, Mai-san... Kana-san... ¡Sus hijos son sorprendentes!]

Bon retrocedió por el impacto y se juntó con Rui mientras Kai ya se adentraba al laboratorio, avanzaron unos pasos hasta que, en un instante, ya no se encontraban en la montaña.

– ¿Dónde se supone que están esos demonios? – Kai inspeccionó el lugar, no parecía haber nada más que objetos en llamas y otros ya derretidos.

– Oigan viejos, no veo nad- – Cuando volteó, no había nadie detrás suyo, de hecho, podía ver la montaña, solo que estaba vacía... Sid lo hizo de nuevo

Intentó salir, pero fue interrumpido por un gruñido proveniente del lado de la habitación donde no iluminaba la luz. 

Ahí había algo, o alguien.


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Todo era tan caótico, el gran tumulto de gente se vio reducida a un pequeño grupo de personas en tan poco tiempo, ya nadie estaba seguro en ese oscuro bosque, pero no había tiempo para paralizarse.

Rika lo sabía bien. 

Ella ya sabía cuál era el resultado de todo esto.

Sin embargo, después de aquel terrorífico episodio con el demonio cuchilla, no se lo dejaría tan fácil a la muerte... 

No cuando aún había tiempo

Con los reflejos activados, Rika podía sentir que alguien rápido acechaba entre los árboles, por un momento no vio su escape satisfactorio, pero luego recordó lo que hizo Kai.

[¡Incluso en los detalles más mínimos! ¡Debe haber algo!] – Pensó Rika siguiendo con la mirada a la silueta diferenciándola entre la oscuridad.

Y entonces lo vio.

Se movía en laterales por 3 minutos y se acercaba a gran velocidad contra el que estuviese más cerca. 

Como si tan solo jugara con sus vidas por placer.

Ahora tenía que idear un plan que acabase con él, correr ahora no era opción, si lo hacían lo más probable es que los matase uno a uno.

Primero tendrían que asegurarse de que no los atacaría, al menos no tan rápido. 


" Tom, mátalos a todos, que nadie se acerque al laboratorio"

"Apenas acabo de salir así que no quiero volver aun, yo me encargo"


– ¡Aaaah! – Yaga, quien anteriormente estaba inconsciente, despertó de manera abrupta con pequeños recuerdos.

Rika lo escuchó, junto a los demás fueron corriendo junto a el cazador, luego de eso varios otros cazadores se levantaron al igual que Yaga.

Ahora sí podría dar inicio a su "plan".

– ¡¿Q-q-q-qué pasó aquí?! – Había mucha gente muerta, los cazadores estaban estupefactos.

– Tranquilícense, hay gente aquí, debemos protegerlos – Yaga mantenía la cabeza fría, tenía un objetivo.

Así como poco tiempo, pero este aún no lo sabría.

– Hay un demonio cerca y es muy rápido, por favor estén alerta – Los cazadores no reprocharon nada de lo que dijo Rika, rodearon a la gente y esperaron alertas.

La chica trataba de localizar al demonio entre la oscuridad, estaba llevando su quirk hasta el límite, en su frente comenzaron a resaltar venas.

[Concéntrate, n-no lo pierdas de vista, a-aún si duele...] – Rika estaba por sucumbir, sin embargo, de repente sintió como el estrés muscular se iba.

Subió su mirada al sentir una mano amigable en su cabeza, y observó a Mai, quien estaba usando su quirk.

– Mi pequeña nuera es tan fuerte... déjame aliviar tu carga un poco – Sonrió Mai, como si no le doliera usar su quirk.

– P-pero usted... 

– Hija, en momentos como estos no podemos simplemente quedarnos a ver... luchar por la vida de nuestros seres queridos es la esencia de un ser humano... – Ahora era Mai quien comenzaba a mostrar venas en su rostro.

Su quirk, transferencia de resultado, le permitía despejar el desgaste al usar un quirk pasándoselo al usuario, por lo que Mai era quien recibiría el dolor.

Al escuchar a la madre de Kai, rápidamente Rika prosiguió, no desperdiciaría el sacrificio que estaba haciendo.

Y ante tal esfuerzo, Rika logró divisar al enemigo con los segundos contados.

– ¡¡AHÍ!! – Gritó la chica sintiendo una corriente de aire y desactivando su quirk, dejando descansar a Mai.

Tal y como predijo, atacó a gran velocidad, por suerte los cazadores fueron más veloces y le hicieron daño.

Nadie murió y Rika pudo sentir como el demonio se retiraba, era hora de actuar.

¡Vamos a la montaña! – Tanto Yaga como Rika concordaron al hablar, a excepción de sus motivos, los cuales eran totalmente diferentes.

– No hay tiempo que perder, debemos ir rápido, ¡Síganme! – Ordenó Yaga avanzando hacia la montaña.

Pronto, todos en el lugar los siguieron, la mayoría no sabía siquiera por qué corrían, solo confiaban ciegamente, incluso entre los cazadores quienes se limitaron a seguirlos cuidando de las amenazas. 

[Debemos llegar a la montaña, Rui y esos chicos trataban de destruir ese lugar a toda costa, debe de ser importante, además... pude escuchar al hombre que flotaba en el cielo con mi oído amplificado... enserio... mi quirk por fin es de utilidad] – Pensó Yaga con una sonrisa frustrante.

La esperanza era mínima y el cansancio increíble, sin embargo, la motivación era mucho más fuerte para la familia, esa motivación se llamaba Kai.

El hecho de que desaparecieran y no vieran al muchacho era aterrador, después de todo casi lo pierden una vez.

Pero si él no se había rendido, ¿Cómo ellos podrían verlo a la cara si se daban por vencidos? Así no era su familia.

Rápidamente Rika notó el cambio en la atmósfera

[¿Niebla? ¿De dónde?] – Pensó Rika, siendo cegada por la espesura del ambiente.

– [Esta niebla... espera ¡¿Y los demás?!] – Muy tarde para Yaga.

Esa niebla no era natural.

– ¡Maldición! – Gritó el adulto desesperado, sintiendo como su cuerpo comenzaba a entumecerse. 

Se escuchó como alguien caía, pero la familia ignoró esto, no eran tontos, ya habían notado lo que sucedía, pero ni aún con esas se dejarían amedrentar.

Todo estaría bien si encontraban a Kai.

Si se aseguraban de que él estuviera vivo sería suficiente, eso es lo que pensaban, aun sabiendo que se engañaban.

Después de todo solo quedaban ellos tres.

 Todas las personas con las que habían emprendido camino yacían tiradas en el suelo, sin heridas.

Pero muertos.

Rika sintió como las fuerzas la abandonaban, se desmayaría ahí mismo, no obstante, el grito desgarrador de Yaga la devolvería a la realidad.

– ¡¡LA MONTAÑA!! ¡¡DESTRUYAN LA HABITACIÓN DENTRO DE LA MONTAÑA Y TODO HABRÁ ACABADO!! – Vociferó el hombre desesperado, cediéndole la esperanza a aquella familia.

Lo que escucharon les dio el impulso para seguir corriendo.

[Bien... m-maldición... ya esperabas esto Yaga no te arrepientas...]

Es para esto que te volviste cazador, para salvarlos... – Murmuró el hombre antes de que un cuchillo le atravesara el pecho, muriendo al instante.

Mientras tanto, aquellos que no se rendirían hasta ver a Kai comenzaban a frustrarse.

Poco a poco perdían la movilidad en su cuerpo y ni siquiera con el sacrificio de tantos lograrían llegar. 

Hideaki, quien fue cargado por Mai el último tramo, logró divisar la montaña y en ella se encontraba Kai, agachado en el suelo.

– ¡A-ahí está...! ¡¡Ahí está mi hermano!! – Hideaki, sacando fuerza de donde no tenía al ver a su hermano, saltó de los brazos de su madre y la jaló de la mano. 

Rika también pudo verlo, su amado se encontraba tan solo a unos metros de ella.

Corrió.

Corrieron.

Los tres, vieron como su mirada carmesí se centraba en ellos, estaban tan felices... 

Tanto que no pudieron ver cuando Kai corría hacia ellos con un rostro de terror absoluto.



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Momentos antes

Con Kai


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Kai estaba parado mirando a la oscuridad, le recordó un poco a la noche con el demonio cuchilla, nuevamente hubo un par de ojos que lo miraron, nuevamente un demonio que lo observaba desde arriba... Eso lo enfureció

Tuvieron una dura pelea, el demonio lanzaba cosas y las hacía explotar, realmente la tuvo difícil, si no fuera porque en ese momento no tenía que salvar a nadie, eran ellos dos en un lugar que poco o nada le importaba a Kai. 

El demonio terminó estrellado contra el rocoso suelo de la montaña, sin ninguna extremidad, por lo que el pelinegro procedió a retirarse y buscar a su familia.

– T-tu familia... de seguro está... muerta... ke ke ke [Debo hacer que pierda el tiempo, mientras no se acerque al laboratorio está bien] – El demonio seguía con vida, y mientras lo hiciese sería lo que es.

Un asqueroso demonio.

– ... no sabes lo que dices, ni siquiera sabes quienes son – Cuando Kai escuchó lo que dijo, se dio la vuelta para encararlo, dejándose llevar por sus emociones.

– Todos los humanos son iguales, se mienten a sí mismos, no conocen su lugar, incluso ellos mismos se matan... [Eso es lo que dijo aquel hombre] – ¿Matarse entre ellos? eso sí que sorprendió a Kai.

– ¿Ves que no sabes nada? No hay personas que se maten entre sí... ¿Verdad? – El recuerdo del padre de Bon llegó a su cabeza.

– Ke ke ke... di lo que quieras, después de todo vas a morir, tú y todos los que conoces [No podrán escapar, no del gas de Tom]

– N-no es cierto, nadie morirá... n-nadie... más... – De hecho, ahora que Kai estaba solo, cayó en el hecho de que, en realidad, casi todo el pueblo estaba muerto, ni siquiera podía asegurar que su familia estuviese viva.

De repente, el miedo se apoderó de Kai, no podía moverse ni sentir nada a su alrededor, se sentía peor que cuando estuvo frente al demonio cuchilla.

Tan solo pensar en aquel resultado hacía a su cicatriz arder, demasiado como para soportarlo.

Cerró sus ojos y se agarró el abdomen con ambas manos y se colocó en posición fetal. Se sintió tan pequeño en ese momento, estaba hundiéndose a sí mismo.

– [E-ese demonio... ¿Tenía razón?]

Antes de llegar a pensamientos aún más dolorosos, escuchó como llamaban a su nombre

– ¡KAI-KUN!

– ¡KAI!

– ¡HERMANO!

Kai volteó, reconocía la voz de las personas que lo llamaban.

Tan rápido como llegó, la sensación de presión en su interior se esfumó, aunque duraría poco debido a aquello que se asomaba por detrás de su familia.

Otro demonio.

Que liberaba niebla de su espalda.


- [ K a i ] -


No recuerdo en que momento es que todo se volvió un caos, no tuve tiempo ni de cenar el día de hoy...

Cenar, con mi familia, con las personas que amo, que me aman tanto.

Con las personas que estuvieron a punto de ser asesinadas en frente mío.

Por suerte, de un segundo a otro ya no me encontraba en la montaña, si no al lado del bosque cruzando el río, con mi pie pulverizando el cuerpo del demonio que iba detrás de ellos.

Sus filosas extremidades salieron volando lejos.

Mi respiración era agitada, todo el oxígeno en mis pulmones se fue de golpe, me dolió un poco, pero pude soportarlo, después de todo prefería mil veces esto.

Me volteé para verlos, se veían adoloridos, pero aliviados.

Comenzaron a llorar y me abrazaron, aunque siento que ponían demasiado peso encima mío, debe ser porque estaban cansados.

Ahí estábamos los cuatro, juntos siendo arropados por la niebla del bosque... 

¿Niebla?

Dejé de prestar atención debido a que en ese momento Rika me habló.

E-en la montaña... hay una habitación – ¿El lugar donde hicieron los nomus? La voz de Rika suena muy cansada.

¿Corrió tanto?

Hermano, destrúyelo – Parecía que Hideaki no podía hablar bien por haber llorado.

Era eso, ¿No?

Hijo, ve y destruye ese lugar... hazlo rápido... por favor – Mi mamá se veía algo más pálida.

– ¿M-mamá? ¿N-no sienten algo de frío? Su-sus manos están heladas – Ahora todos se veían demasiado tranquilos... ¿Qué está pasando?

– Kai, destruye ese lugar por favor... si lo haces- ¡¡cough!! ¡¡cough!! – U-un momento... 

¿Sangre? E-está tosiendo sangre.

¿P-por qué mi mamá está tosiendo sangre? 

– ¡Mamá! Maldición, debo llevarte con algún médico, yo- YO TE CURARÉ SOLO ESPERA-

– Kai... lo siento... lo siento mucho niños, perdónenme – No tengo idea de por qué mi mamá se está disculpando, pero no me gusta.

No quiero saberlo...

– Hermano... t-tengo miedo – Hideaki está temblando, su pequeño rostro... está tan pálido.

– NO TE PREOCUPES HIDEAKI, TU HERMANO ESTÁ AQUÍ, ¡AYUDA! ¡ALGUIEN! – Grité, esperando que hubiese alguien que me ayudara.

Ah, es cierto.

Todos estaban muertos.

– Hermano Kai p-por favor, toma mi mano... – Hideaki comenzó a sollozar otra vez y me tomó del brazo temblando.

– Hideaki... lamento tanto no haberlos protegido...

No se supone que un hijo haga llorar a su mamá, me duele verla así.

Duele demasiado.

– Kai-kun... ya no siento nada... pero, aun así, ¿Po-podrías sostener mi mano también? Por favor

... Rika estaba llorando en mis brazos... mi amada estaba sufriendo también...

– ¡¡No los soltaré así que no se vayan!! ¡M-MALDICIÓN...! ¡NO PUEDEN IRSE! ¡YO NO- 

Agaché mi cabeza, enterrándola entre Rika y Hideaki, parecía que me estaban abrazando, al igual que mi mamá, y yo no los quería soltar.

Sentía que, si lo hacía, iba a dejar ir mi vida, iba a morir sin ellos.

– ¿E-eh? – Antes de seguir en mi llanto, mi mamá me abrazó, seguida de Hideaki y Rika.

Ya no podía sentir bien su calor.

Lo siento Kai... – Susurró mi mamá, sentí como sus manos me empujaban hacia ella, dejando que ellos sintieran que estaba con ellos.

Apenas podía escuchar sus latidos.

N-no... no pueden irse todavía... aún no te compré una casa mamá... quería una casa grande para que todos viviéramos juntos...

No podía dejar de llorar encogido delante de mi mamá, yo también los abracé. Los abracé lo suficientemente fuerte como para que sintieran mi tacto.

Era tan injusto.

– Que bueno... Kai-kun yo... te amo... me siento tranquila al verte una vez más... porque amo los días en los que estás conmigo... gracias por hacerme tan feliz...

Ya no más, quiero huir de este dolor... pero ellos están sufriendo más... no puedo soportar saber que se van a ir...

– Hermano... yo también te quiero, gracias por cuidarme y no me olvides por favor... mami por favor tampoco me olvides

Yo no te protegí Yoshiaki, yo solo trataba de hacerlo, pero nunca lo logré porque era débil... no tengo perdón alguno... tu hermano mayor te ha fallado.

– Kai, no te lo dije, ni siquiera recuerdo cuando fue que creciste tanto... en el momento en que volteé a verte... tú ya te veías tan grande, que mis brazos ya no necesitaban protegerte... eres tan fuerte... e-estoy orgullosa Kai, orgullosa de ti...

Esas eran las palabras que siempre quise escuchar... 


Pero no así...


Mientras lloraba, sentí que mi interior era desgarrado.

Los sostuve aún más fuerte con mis brazos, mi garganta tenía un enorme nudo queriendo salir en aberrantes gritos de dolor.

Enterré mi cara en el hombro de mi heroína, rodeando con mis brazos a mi amada y mi pequeño hermano, tratando de buscar su calidez... esa que me guiaba a levantarme cada mañana.

Pero ya no había nada.

– No... eso no fue así para nada... son ustedes quienes le dan sentido a mi vida... las cosas solo cobran color cuando ustedes son parte de ellas... por favor, no me dejen...

Rogué, de rodillas mientras los abrazaba.

– Kai... te amamos... vive de la manera que quieras, hijo mío...

Y fue entonces que, tras escucharla, dejé de sentir sus latidos, dejó de moverse y mi corazón se detuvo de repente, el peso de su cuerpo cayó como miles de agujas encima mío...


 Mi mamá...


 Había muerto


Hideaki, Rika, todos muertos en mis brazos... 

No lo entiendo... 

¿No pude haberlo evitado? 

No... ni esta ni ninguna maldita vez en mi vida, nunca pude salvar a nadie, todos murieron...

O-otra... otra vez... ¡¡AGH!! ¡No! ¡Noo! ¡UHG...! ¡Ellos no tiene la culpa! – Soltaba gritos ahogados, sollozos que parecían los de un niño desgarrando sus cuerdas vocales, como si me quemaran por dentro, el cuerpo me dolía tanto...

No quería aceptarlo.


"Jajaja, ¡Ah! Mira hermano, el viejo Rui está haciendo cosas raras otra vez"


"Kai, recuerda llegar para antes de la cena, te haré tu comida preferida por tu cumpleaños"


"¿Qué haría si pudiera vivir mil años...? ¡Es fácil! ¡Los pasaría todos a tu lado, Kai-kun!"


"Ya hice las cuentas y para cuando tengas 17 habremos hecho tanto dinero que podremos comprarle una casa frente al río a mamá, ¡Mientras estemos juntos podremos lograrlo hermano!"


"Jajajaja, no importa la edad que tengas, siempre habrá espacio para ti en mis brazos, porque siempre serás mi hijo amado, Kai"


"Te amo... Kai-kun..."


– Gghhh... ¡NOO! ¡NOO!... ¡No quiero seguir aquí! ¡No quiero esto! No mientras ellos no estén... yo... y-yo...












Slash*













No pude terminar de hablar cuando sentí que mucha sangre quería salir de mi boca, sentía algo frío en el estómago, bajé mi cabeza y lo vi, el brazo en forma de daga del último demonio que destrocé.

– ...

– KE KE KE KE, ESTABAS TAN OCUPADO PERDIENDO EL TIEMPO QUE HASTA ME ALCANZÓ PARA SELLAR EL LABORATORIO Y MATARTE, KE KE KE-

No dije nada, me levanté e ignorando el dolor destrocé al demonio, de hecho, este dolor ni siquiera es equiparable al de antes... 

Debe ser porque me estoy muriendo... creo que me reuniré pronto con ellos... fue glorioso conocerte Rengoku-san, espero que se encuentren bien, Bon, viejo... adiós.

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No...


Espera

Ellos...

Ellos dijeron algo, ALGO SOBRE EL CUARTO EN LA MONTAÑA... 

¡Eso es! Debo destruir esa basura, no me interesa si muero, fue su última petición.

Me reuniré feliz con ellos si cumplo su última petición, A LA MIERDA ESE LABORATORIO.

Por instinto, usé mis pulgares para bajar mi dedo índice y elevar los tres restantes en ambas manos, entonces encendí mis pies. 





















Extiende tu mano hacia esa aterradora fuerza...









Y verás cómo hasta el sol es devorado por tu dolor...












Salí propulsado de mi lugar, y en menos de un segundo, mi pie había abollado la enorme puerta de metal, aunque quedó inservible, pero me daba igual, después de todo iba a morir.

Creo que la hemorragia se detuvo y- oh, estaba cauterizada... meh

Tuve que esquivar una estaca de madera proveniente de detrás mío, ya sabía de quien era así que me dispuse a alejarlo, no debo perder tiempo con esa escoria...

Con la misma seña en mis manos me propulsé y rápidamente llegué delante de los tres demonios casi deshechos, lo último que recuerdo de ellos fue que salieron volando hasta llegar al bosque.

Me levanté y salté en un solo pie para destrozar el lugar, el siguiente impacto fue de mi brazo, la puerta se estaba moviendo, debo apresurarme.

Golpeé sucesivamente hacia la puerta con mis puños en llamas, sin embargo, lo que si podía sentir era que mis brazos parecían pelarse, como si botaran ceniza.

El dolor era lo de menos.

Mis extremidades parecían desintegrarse mientras más ceniza salía de ellos, aun así, seguí con lo mío hasta que por fin cedió, entré y comencé a quemarlo todo con el poco oxígeno que me quedaba.

Con mi pierna útil destrocé esas tablas que daban números brillantes junto a los tanques de agua verde, todo estaba en ruinas dentro.

La mesa con botones la destruí de una patada, entonces comenzó a sonar una alarma. 

– Haaa... ah... – Suspiré, apenas y podía sentir mi pierna, y mis brazos ya no los podía mover. 

¿Lo logre?

– Creo que eso es todo... ¡Ugh!

El dolo me atacó de golpe, era horrible, en mis brazos donde salía ceniza el ardor era aberrante, creo que me desmayaré del dolor, ah... espera...

De repente la pantalla comenzó a sonar.
















































Llamando a Daruma Ujiko


– ¿Hola? ¿Sid? –


Nadie respondió.


– No estoy para juegos, tienes una misión y- 

– ¿QUE LES PASÓ A MIS NOMUS? –


¿Nomus? El... ¿El los creó? ¿A los demonios?


– INCLUSO MI LABORATORIO... 

– VUELVAN EN ESTE INSTANTE, SE CANCELA LA MISIÓN 


El... creó a esas cosas que tanto dolor han causado, una persona lo hizo... no, él no es una persona... e-él es otro demonio...

Da... Daru- ma... – Susurré, ya no podía ni hablar.


Llamada con Daruma Ujiko terminada


Daruma... Ujiko... – Lo último que vi fue su rostro bigotudo... 

Que cliché, de todas maneras, estoy muerto así que... 

Ojalá te pudras en el infierno... 


Daruma Ujiko


つづく

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