第20章 | En este otoño...
Hoy solo hay grandes comentarios en líneas pequeñas, por favor disfrutar del clímax de este arco.
Empecemos este capítulo con otra frase, entonces...
"Un amigo es alguien que conoce la canción de tu corazón y puede cantarla cuando a ti ya se te ha olvidado la letra"
—La tentación del fracaso - Julio Ramón Ribeyro
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– Ya veo... acabo de revisar tu hogar... y encontré algo en la entrada – Un pelinaranja con capucha sacó de su bolsillo su teléfono celular, mostrándolo al joven delante suyo.
– ...
– Es una marca de sicariato, alguien debió contratar uno para, bueno, ya sabes...
...
– N-no lo entiendo... ¿Q-quién podría hacer tal cosa...? – Temblaba, con ojeras grandes y marcas de lágrimas por sus mejillas, cohibido y en posición fetal en su cama, mirando a la nada, así estaba Kaneko Yoshiaki.
Sid lo abrazó.
– Alguien con mucho dinero... y que te odie... ¿Conoces a alguien como él?
– Millonario... si... lo conozco... – La imagen de un chico siendo arrestado la noche anterior llegó a la mente de Yoshiaki.
– ¿Y sabes dónde está...?
– Ahora mismo... en la escuela...
– Entonces dime... ¿Qué harás?
– Yo...
– ¿Puedo hacer lo mismo que tú?
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- [ Y o s h i a k i ] -
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La noche en que mi madre murió
Incluso el día siguiente
O el siguiente
Ni siquiera un segundo antes de que entrara en su habitación
Nada cambió
Ni la brisa de la primavera
O el camino hacia la escuela
Pero hoy
A las tres de la tarde...
╠═══════════╬═══════════╣
– ¡Re-resistan! ¡Oye, Yuichi! ¡No te quedes ahí y ayúdame! ¿No dijiste que ayudarías a los demás para realzar el nombre de tu hermano en la cárcel? – Fue lo que dijo el profesor Takamine, maldito suertudo, desearía que esas abejas te hubieran dañado más...
Y en cuanto a lo que se refería... probablemente, en este momento y época del año, está escuela hace entrega de diplomas a los alumnos más destacados en el primer ciclo, por lo que todos estarían reunidos en el gimnasio...
Solo que a diferencia de hace un momento que festejaban como unos monstruos indiferentes a la basura que recibía el premio, ahora todos están desmayados.
– N-no joda sensei... si todos están desmayados, no hay manera de que digan algo sobre mi hermano Daichi... – ¿Este era el tipo que me golpeaba? Ahora se ve como una temerosa mierdecilla.
– ¡Serás...! ¿Eh? ¡Yoshiaki! – Fue en ese momento en que aparecí ante ellos, no sé qué cara debo estar haciendo, pero a juzgar por sus rostros, esto era lo que menos se esperaban.
Basuras... por subestimarme ahora los voy matar... ustedes que pusieron eso... ustedes que mataron a...
– Oye, Yuichi, déjame preguntarte algo – Me dirigí al bastardo en el que tenía mi mirada fija, al parecer tenía cierto miedo.
Como toda una basura humana, temiendo lo que desconoce.
Ignoré los bramos del estúpido profesor Takamine.
– Yo-Yoshiaki... – A pesar de verse temeroso, este estúpido parece tener algo de enojo en su mirada.
Como se atreve.
– Dime, ¿Fuiste tú quien puso esa cosa... en mi casa? – Dije con furia, inquiriendo en mis últimas palabras.
De tan solo recordarlo... este dolor que siento, se transforma en una ira que no creo poder apaciguar sin víctimas colaterales.
Quería venganza...
– ¿De qué estas- Ou, q-que... ¡Agh! – De repente, una fuerza invisible comenzó a tomarlo del cuello, además de las extremidades, cosa que no lo dejaba respirar.
– Entonces...
– Que me... hiciste... – Dijo como pudo el muy idiota, creyendo que estaba en posición de responder mi pregunta con otra pregunta.
– Mala respuesta – Entonces lo golpeé, muchas veces, pagaría por él y por su estúpido hermano.
Si pudiera, probablemente Yuichi se estaría retorciendo de dolor, pues no eran simples golpes.
Cuando el idiota parecía que iba a desmayarse por la falta de oxígeno, la fuerza invisible lo soltó, haciéndolo caer en pose fetal al suelo.
Y desde ese mismo lugar comencé a patearlo.
El profesor ni siquiera se movió de su lugar, era un adulto mediocre que solo se mantendría al margen, otra vez.
– Y en cuanto ti, independientemente de si tú respuesta era un sí o un no, ¡Vas a morir! ¡Después de todo mi quirk no me deja diferir de la verdad y la mentira!
Me sentía poderoso, verlo retorcerse suplicando piedad entre susurros... justo como yo...
– ¡Tch! Veamos si en tu lecho de muerte al menos puedes ser sincero... – Sin necesidad de aquella fuerza invisible, lo levanté con mis propias manos, tomándolo del uniforme.
– P-perdóname... – Fue lo único que dijo, en verdad subestimé su idiotez.
– ¿... Y?
No quería sus disculpas, ese barco ya zarpó, solo quería saber si lo hizo.
Sin embargo, aún se niega a confesarlo, es tan irritante...
– Entonces, supongo que ya es hora de que-
– ¡¡¿QUÉ CREES QUE HACES?!! ¡YOSHIAKI! – Mentiría si dijera que no me sorprendió oír su voz, dudé por un segundo al escuchar su tono, como si fuera un hermano regañando a su menor.
Pero ya estaba dentro de mi cabeza la posibilidad de que él apareciera...
Homura Kai, estaba frente a mí.
-[ N a r r a d o r ]-
Dolor, era lo que sentía Homura en ese instante ante la escena que se cernía frente a sus ojos.
Estudiantes desmayados, un profesor paralizado... y su amigo cercano, Kaneko Yoshiaki, amenazando a un demacrado estudiante en el aire.
A punto de matarlo.
– [C-cálmate... debe haber algo que explique todo esto, ¡Los estudiantes! Si Yoshiaki hubiese sido quien los puso a dormir, al menos estarían más dispersados, no formando filas y columnas] – Kai llegó a la conclusión de que alguien más estaba con su amigo, por lo que inmediatamente lo hizo creer que también lo manipulaba.
Tonta y desesperadamente, pensó.
– No te metas en esto, héroe – El desprecio en la orden de Kaneko fue tan evidente que sacó a Kai de su trance.
Fueron aquellas palabras con las que Homura Kai había llegado a un solo escenario dentro de su mente.
Haría razonar a Yoshiaki de la manera menos ortodoxa, como el hermano mayor... él sabía lo que debía hacer ahora mismo con ese pequeño que había cometido tal error...
Iba reprenderlo severamente.
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– Siento que flaqueo como adulto – En un tren, Hirofumi se dirigía hacia Tokio con el celular en mano tras una revisión rápida en el doctor.
– Probablemente ese sea el caso – El receptor de la llamada, Himejima, concibió la idea como acertada.
– Deberías decir que no es así... – Con una pequeña risa ocultando la vena en su sien, Hirofumi le reclamó.
– Más, aun así, tienes suerte de que tu junior fuese Homura
– ¿Hee........? ¿Cómo es eso? – El chico desvió la vista a un lado, escéptico en su tono.
– Él es......... un ignorante – Desde el otro lado, se pudo escuchar como Himejima sonaba su rosario diciendo la verdad.
– ¡Pff! ¿Solo por eso? Admito que es convenientemente dócil, sin embargo, no es como si fuese un perro o algo por el estilo
– ... entonces debes saberlo, que lo suyo... es una profunda fuerza amable....... y eso es preocupante
– Sabía que lo notarías, es por eso que lo llevé contigo, tengo que explotar su potencial antes de que- Ugh... – Mientras hablaba, Hirofumi pensó en que estaba mimando demasiado a Kai.
– Si sigues así serás un buen padre, Hirofumi – Se burló Himejima con su tono neutro de siempre.
– ...
– Creo que tienes mucho que decir sobre Homura, así que te ayudaré un poco... seré sincero, nació con una condición física débil – Al oír aquello, Hirofumi sintió una pequeña punzada.
Aunque pensándolo un poco, volvió a hablar por el teléfono.
– Eso quiere decir que...
– Probablemente, Homura-kun tenga aptitudes para la lucha un poco sobresalientes, y una tolerancia al dolor físico bastante aceptable, después de todo, aunque dije que era una condición física deplorable, parece haber explotado los aspectos más importantes y elevado su fuerza en base a eso... y Shinobu le ha suministrado un aumento físico temporal
Ante aquella declaración, Hirofumi solo atinó a sonreír, comenzó a recordar las peleas de Kai que había estado viendo.
– Hum, resistencia elevada, reflejos agudos, tolerancia al dolor prominente y...
– Una mente brillante para el combate, tanto que incluso supera la velocidad de reacción de su cuerpo............. ese tal Rengoku, debe ser un gran maestro – Himejima del otro lado de la línea volvió a hacer sonar su rosario.
– Sí que lo es... ahora mismo el tipo está en una misión bastante importante
– ¿... Es algo de lo que deba preocuparme?
– No, un tráfico de drogas especiales, es todo lo que puedo decirte
– Ya veo – Del otro lado, Himejima le hizo una señal a Shinobu, que estaba a su lado, y esta rápidamente se retiró del lugar.
Parecía que iba a algún lugar en concreto.
– Bueno, tengo que dejarte, al parecer ya llegué
– ... espero que a Homura-kun le vaya bien... no parece fuerte para nada... ya sabes, hablando del otro tipo de fuerza.... la que un niño no puede resistir
– Ya... lo sé muy bien, o eso creo, nunca sabes que esconde un chico de quince años de procedencia dudosa – Se rascó la cabeza y colgó, bajando del tren.
– [Homura..... por favor, sigue siendo un niño por mi]
| 𝕮 𝖆 𝖑 𝖔 𝖗 𝖉 𝖊 𝖘 𝖈 𝖔 𝖓 𝖔 𝖈 𝖎 𝖉 𝖔 |
[... 未知の熱 ...]
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Dentro de los pasillos de Asahiyama, una persecución era llevada a cabo, teniendo como protagonistas a Homura Kai tratando de atrapar a Kaneko Yoshiaki.
– ¡Constricción fantasma! – De pronto, quien llevaba la delantera se volteó para apuntar con sus palmas a Kai, provocando que se detuviera pues había sido atrapado por una fuerza invisible.
"Tu quirk es [Coacción cinética], básicamente puedes hacer que la fuerza que ejerzas tú mismo sea proyectada en el espacio"
"Dices que es como si creara un fantasma que controlo cada vez que muevo mis manos"
"Exacto, aunque no solo tus manos, además que la fuerza que proyectas se aumenta en varios newtons"
"... gracias por esto, Sid"
La impresión no cabía en el rostro de Kai, eso era algo que el chico de flequillo notaba fácilmente.
– Todo este tiempo... ¿Tenías un quirk? – Preguntó Kai en voz baja, dejando de intentar zafarse.
– Así es, solo te mentí al decir que era quirkless... – Mintió el chico, esperando que simplemente se rindiera y lo dejase en paz.
Luego de mostrarle su indiferencia a Kai, Yoshiaki simplemente atinó a irse del lugar.
– Eso es... ... ... ¡¡Genial!! ¡Incluso es un quirk muy fuerte! ¡Apuesto a que con esto todos dejarán de molestarte! – Vociferó Kai con alegría, aun estando atrapado entre la fuerza invisible.
Yoshiaki, que se encontraba corriendo de espaldas se detuvo al escucharlo, y una pequeña punzada se sintió en el interior del castaño al ver la sonrisa que le daba Kai.
El chico se mordió el labio al sentir aquel dolor.
– [P-por que tenías que ser tú... el que tenía que venir...] – Aun así, el chico siguió su camino antes de que la fuerza invisible desapareciera.
– Pero para eso... ¡Tendré que hacerte entrar en razón! – Dijo el pelinegro zafándose antes de tiempo y pender en llamas los talones de sus pies.
Con la velocidad aumentada no tardó en alcanzar al muchacho quien antes de que lo atraparan empujó con todas sus fuerzas al pelinegro haciéndolo volar hasta el otro extremo del pasillo.
Sin embargo, y como siempre, Kai era persistente y solo unos segundos después ya se encontraba nuevamente entrando en combustión y sobrevolando sobre el chico.
En un intento de inmovilizar a su amigo, Kai iba a atinarle una patada descendente desde el aire al castaño quien se cubrió con sus brazos.
Pero sabía que no sería suficiente, por lo que utilizaría su quirk para hacer que la fuerza de impacto se dirigiera hasta sus pies donde sería liberada hacia el suelo.
– [Cuando evite el impacto, lo empujaré de nuevo hacia la ventana y escaparé] – Pensó el chico.
Mala suerte para él que en el instante en el que Kai lo pateó y envió esa fuerza hacia el piso... este se quebró como si nada, haciendo que ambos cayeran al piso inferior.
– [¡Su fuerza...! ¡¿Es tal que es capaz de romper el suelo?!] – Abrumado por los resultados del golpe, Yoshiaki terminó cayendo ante la ignorancia de Kai, metafóricamente.
– Se acabó Yoshia- ¡Ghu! – Kai, quien había caído encima de Yoshiaki, fue golpeado antes de declarar por terminada la pelea.
Nervioso, Yoshiaki se zafó del peso del cuerpo de Kai mandándolo lejos con su golpe, aunque no sirvió de nada pues nuevamente lo había alcanzado.
Lamentablemente Kai no pudo agarrarlo ya que antes de que siquiera pudiera tocarlo, el chico lo tomó nuevamente de los brazos y lo elevó en el aire sin dejar que se moviera.
– Lo diré una vez más, ¡No te metas en esto héroe! ¡Esto no te incumbe!
– ¡Eso no lo decides tú! ¡Sabes lo que está mal aquí! – Con algo más de fuerza, el chico trató de golpearlo en el aire.
– ¡Clap! – Yoshiaki, al ver la cercanía, aplaudió fuertemente provocando que Kai fuera aplastado por la fuerza invisible.
La cual comenzó a verse como una imagen opaca y oscura en la cual dentro de de ella estaba Homura siendo aplastado como si de un objeto en una prensa hidráulica se tratase.
– Eres tan ignorante... ¡Si salvas a todos de manera indiscriminada no conocerás el valor verdadero de una vida! ¡Podrías estar salvando a un asesino! ¡Podrías arrepentirte de salvar a tanta gente y perder lo que en verdad es importante para ti! – El muchacho no despegaba sus manos, por lo que Kai seguía enterrado entre la oscura fuerza levitante.
– [¡Créeme que lo sé! ¡POR UN DEMONIO QUE LO SÉ!]
– El corazón es solo la representación sensible del alma... deja de hacer que esos tontos sentimientos tuyos se conviertan en el deplorable combustible de tu alma, ¡¡Es solo una ilusión!! ¡¡Las personas no tienen corazón!! – Respiró un segundo antes de volver a hablar.
– Quédate ahí tumbado, aún tengo que encargarme de algo... – Dicho y hecho, el chico soltó sus manos y se dirigió nuevamente al gimnasio.
Sin embargo, no contó con que esta vez, sería él quien fuese sostenido por otra fuerza conocida que tomaba de su chaqueta para que no escapara.
Obviamente, la temible fuerza era de Kai.
– ¿Para quién son esas excusas...? – Musitó Kai apretando la ropa del muchacho.
Sin dejar que se volteara siquiera, Kai no midió su fuerza y jaló de Yoshiaki haciendo que el muchacho cayera de espaldas, soltando al pelinegro en el proceso.
Rápidamente Yoshiaki se levantó y comenzó a correr, aunque obviamente sabía que lo iba a alcanzar, por lo que se dejó de juegos y se volteó para golpear con todas sus fuerzas al aire apuntando a Homura.
La gran fuerza oscura volvió a aparecer, sin embargo, esta vez Kai tenía una imagen clara de a donde apuntar, por lo que antes de que le impactara sin más, este también golpeó a la fuerza opaca con todas sus fuerzas.
Una gran corriente de aire se generó del impacto, la fuerza del golpe de Kai se sobrepuso al don de su amigo, aumentando el poder al incendiar su codo y que que la fuerza negruzca rebotara.
– ¡AGH! – El chico de flequillo, quien no contaba con esto, fue empujado por su propio ataque fantasma, el cual lo hizo caer por una ventana.
Kai fue detrás de él para acorralarlo en el suelo.
– [¿Por qué...?] – En el aire, el chico apuntó con sus palmas hacia su pecho justo antes de caer al suelo, por lo que con una fuerza leve; pudo aguantar la caída.
Aunque se llevó una rodada por el suelo bastante dura.
– Por qué... por qué me interrumpes... por qué no me dejas vengarla... – Murmuró el chico con resentimiento, su voz era débil, pero estaba cargada de dolor, quiso levantarse y escapar.
Pero ahí lo vio.
Lanzándose también por la ventana, Homura Kai cegaba a Yoshiaki con las llamas que emergían de sus pies.
– [Ah... nuevamente esa luz...] – La imagen de su madre sonriéndole apareció de manera fugaz en la mente de Yoshiaki, entonces se puso de pie.
Porque una ira irremediable se infundió en su ser al ver la imagen de su madre manchándose con la hipocresía de la gente.
Esa era la verdad, aquellos a los que protegía Kai habían asesinado a su madre...
Mirándolo fijamente bajar hacia su dirección, Yoshiaki cruzó sus brazos y se concentró, iba a hacer algo arriesgado que le tomaría tiempo.
– Ella... ella no tenía la culpa...
Cerró los ojos esperando el impacto, tendría que aguantarlo si quería ganar, de todas maneras, ya había recibido golpes antes.
Que fuera su mejor amigo quien se los propinara esta vez no marcaba la diferencia, ¿O sí?
Cayendo de pie contra el suelo, inclusive haciéndolo vibrar por un instante, Kai se situaba delante de su amigo mirándolo con intensidad.
– No puedo entenderlo... tú, justificándote tan horriblemente...
De pronto, el pelinegro quedó cara a cara con Yoshiaki, mirando su expresión de miedo.
A él también le daba miedo lastimarlo, pero era por su bien.
– ¿Crees que no me doy cuenta de que solo te convences a ti mismo de hacer esto? – Agachándose, el chico usaría una de las técnicas de Shinjuro.
Justo antes de golpear a su amigo, extendió su brazo apuntando al estómago con su bíceps y su braquiorradial.
Aunado a la potencia con la que incendió sus pies, el chico tomó aire antes de propulsarse a gran velocidad elevando a Yoshiaki por los aires con su brazo y volviendo a atravesar una ventana.
Ambos cayeron en los pasillos, justo donde se bifurcan.
Aguantando el dolor, Yoshiaki se levantó en frente de Kai aún con los brazos cruzados y, temblando por lo que iba a hacer, abrió los ojos.
– Si esto sale bien, te pido que me perdones, Homura-kun...
– ¡Yoshiaki! ¡Por favor detén esto! ¿¡Acaso renunciarás a tus sueños por-
Una aguda sensación de ardor interrumpió su hablar.
– ¡¡Cercén!! – Gritó el de flequillo quien liberó sus brazos en cruz hacia Homura.
Una delgada línea de energía atacó a Kai más rápido de lo que esperaba, inclusive haciendo que el castaño perdiera el equilibrio y cayera sentado volviendo a cerrar los ojos por reflejo.
Y al abrirlos nuevamente, la imagen frente a Yoshiaki fue algo que lo hizo temblar.
– ¡¡GGGHH!! – Bramó Kai de dolor al no poder evitar el instantáneo y agudo golpe de Yoshiaki.
Ahí estaba el pelinegro, con una gran cruz roja en su pecho, mirando hacia abajo tratando de no gritar de dolor, con sangre goteando en la herida que... Yoshiaki le había causado.
Rápidamente Yoshiaki cayó en el horrible arrepentimiento.
– [N-no...] – El interior del castaño vibró en una sensación nueva para el chico, profunda y dolorosa culpa.
Sea lo que sea, había doblegado la fuerza en las piernas del menor, haciéndolo arrodillarse y mirar al suelo.
Sin embargo, Kai aún tenía mucho que decir, y ahora que Yoshiaki parecía haberse rendido, podría hablar con él.
– Yoshiaki... ya te dije... que no te preocuparas mientras yo estuviera aquí... es algo que no pude decirle a alguien preciado para mí... por lo que entiendo que tengas tus razones para hacer lo que haces, pero...
Tragando fuerte, evitando liberar algún quejido ante el gran dolor, un recuerdo dolorosamente nostálgico cruzó la mente de Kai.
Uno en donde no era lo suficientemente fuerte como proteger una sonrisa inocente.
– [Esta será una nueva cicatriz para mi cuerpo...] Dime, Yoshiaki... ¿De verdad vale la pena tirar la vida que lograste? ... ... ... ¿Qué las personas no tienen corazón...? ¿Crees poder decirle eso a tu madre...?
Levantando la mirada, una opaca mirada de rojizo ocre se cruzó con los azulejos cristalinos del muchacho que yacía de rodillas frente a Kai mirando al suelo.
– Las personas... no tienen corazón...
– Deja eso de una-
– ¡¡NO LO TIENEN!! ¡¡DÉJAME CREER QUE NO LO TIENEN...!! M-maldición, no lo tienen – Dejando caer algunas gotas de amargura al suelo, Yoshiaki habló con la voz quebrada.
Tragó fuerte antes de poder volver a hablar con claridad.
– Si lo tuvieran... ¡¡Eso significaría que humanos con corazón nos mataron a mi mamá y a mí!! ¡No podría soportarlo, no quiero! ¿¡ELLA ACASO NO TENDRÍA UN CORAZÓN TAMBIÉN!?
Mostrando su demacrado rostro, el muchacho de los ojos tristes dejaba brotar aquellos ríos de dolor que tanto se habían acumulado en su pequeño y frágil corazón.
Buscando aquella calidez que se le había arrebatado, Kaneko Yoshiaki se mostraba tan golpeado y dolido por la dura realidad, su madre había sido asesinada...
Por personas... justo como él.... justo como las que Kai protegía.
El corazón de Kai dio un vuelco de dolor al verlo y escuchar lo que sucedió.
– Yoshiaki... perdóname, dije tantas cosas sin saberlo... por favor dime lo que pasó... t-tu hermano promete no volver a golpearte
Conteniendo el ya carente dolor que, sentía era ya insignificante comparado con lo de Yoshiaki, Kai se acercó a él para secarle las lágrimas.
Y Yoshiaki procedió a contárselo.
Todo.
Todo aquello por lo que había pasado.
– Entonces... Chiyoko-san, ella... – Kai miró al chico a los ojos quien, con dolor y duelo, simplemente asintió bajando la cabeza.
Ante esta verdad, una idea llegó hacia Kai como una estrella fugaz.
Una luz de esperanza, él sería su luz de esperanza.
No dejaría que aquel chico dejara de sonreír.
– Yoshiaki, ven conmigo a mi hogar, hay gente absurdamente fuerte y compañeros en los que puedes confiar, trabajando juntos encontraremos a quien le hizo esto a tu mamá... ¡Tu hermano promete que le daremos su merecido! ¡Peleemos juntos!
Si... para Kaneko Yoshiaki no todo estaba perdido, él no estaba solo en su dolor.
Porque tenía a Homura Kai para amarlo, él era su héroe, él sería la luz que lo guíe hacia un futuro donde podría sonreír otra vez.
El niño del otoño tomaría la mano del brillante mar de fuego...
– [Esta calidez...] E-entonces yo-
– Aquel que conoce sus existencias anteriores
y ve el mundo de sufrimiento y el mundo de felicidad...
Una profunda voz sonó entre todos los pasillos, provocando que voltearan en busca del emisor.
Y de pronto, palabras que jamás habían escuchado se hacían presentes en la memoria de los muchachos...
– Aquel que ha llegado al término de sus reencarnaciones y,
dotado de un conocimiento trascendente, sabe que su mente está pura y libre por completo de todas las pasiones
Sonaba cerca, pero ellos no eran conscientes de esto.
Estaban absortos en lo que oían proveniente de sus almas, hasta lo más profundo de su mente.
– Aquel que ha dejado atrás el nacimiento y la muerte,
ha llegado a la perfección en la vida religiosa
y se ha puesto más allá de todo
Entonces la misteriosa voz hizo acto de presencia delante de los chicos.
– T-tu...
"बुद्ध"
– Un hombre así es llamado "Buda" – Terminó por decir en un tono alegre, el individuo conocido como Sid.
– ... ¿Quién eres? – Siendo liberado de aquellas palabras en su memoria, Kai preguntó con un tono serio y hostil al chico que tenía en frente suyo.
Creía reconocer aquella voz.
– [¿Es el villano? ¡Él debió crear la ilusión de que la escuela había desaparecido!]
– No nos hemos presentado formalmente, gusto en conocerte, "Vástago del Naraka" – Dijo Sid haciendo una reverencia.
Y de repente, hizo brotar de su mano una masa blanquecina parecida a su propia piel la cual se extendió hasta atrapar a Kai sin dejarlo salir.
– ¡E-espera, Sid-kun! – Yoshiaki le habló para que dejara al pelinegro, pero este solo lo ignoró.
– [¡Maldición! ¡Debí actuar antes! ¡¡Maldita sea!!]
Kai se estaba reprochando a sí mismo por la situación tan vulnerable en la que se había envuelto en menos de un instante.
– ¡Yoshiaki! ¡Sal de aquí! ¡No importa la relación que tengas con este sujeto, te pido que huyas! – Forcejeando para escapar, Kai le imploraba a Yoshiaki por que se moviera el lugar lo más rápido posible.
– C-cálmate, Homura-kun, Sid no es una mala pers... – Sin terminar su frase, el castaño quedó paralizado al escuchar sus propias palabras.
Yoshiaki, por primera vez se preguntó....
– [No es... ¿Una mala persona...?]
[Engaño]
Casi como un acto reflejo, aquellos recuerdos de sus vivencias junto a Sid comenzaron a llegar una por una a Yoshiaki.
Hechas una crudo representación de su mente de lo que en verdad habían sido.
– [El... el solo quería...]
[Manipulación]
– [¡¡Él simplemente me...!!]
[Pérdida del alma]
– [El simplemente me utilizó...]
Llegados a este punto, frente tal resolución, Yoshiaki solo pudo temblar al sentir la mano de Sid tocando su mejilla.
– Que inteligente... ¿Sabes Yoshiaki? Te seré sincero, eres todo lo que he estado buscando, eres el recipiente perfecto... y ahora que he dominado el poder del cielo y de la tierra... puedo traer del cielo a quien merece estar aquí en la tierra
– ... – Simplemente tragó en seco, el terror recorría cada centímetro del ser de Yoshiaki.
– Gracias por tu sacrificio~ – Sonrió, y entonces activó su quirk.
– [Asimilación de Gautama]
– ¡Ugh! – De pronto, la piel de Yoshiaki comenzó a burbujear y expandirse desde su rostro hasta sus pies.
El chico solo pudo quedar paralizado sin sentir absolutamente nada... y todo a la vez...
Cada átomo de su ser se expandía y mutaba al entrar en contacto con el quirk de Sid, una cantidad de información inenarrable recorría su cerebro a una velocidad sin parangón.
Todo el lugar comenzó a temblar, y fue en ese momento que, desde afuera, todos aquellos que estuvieran en los alrededores de la desaparecida escuela fueron tomados por sorpresa al ver que de inmediato esta había vuelto a su lugar.
Pero que ahora estaba haciendo temblar la tierra.
Kai trataba desesperadamente de zafarse del garre, el cual parecía aflojarse más mientras pasaban los segundos, en los cuales el chico de cabello naranja sentía la euforia recorrer su cuerpo.
El lugar temblaba frenéticamente, como si un terremoto tuviese de epicentro la escuela, y como si huracanes asediaran los alrededores, ese era el escenario que rodeaba a los tres individuos.
– Si... ¡Esto es! ¡Kaneko Yoshiaki ahora es el recipiente de la iluminación! ¡¡Es ahora mi señor!! ¡¡Siddhartha Gautama!! – Gritaba Sid mientras la más grande dicha invadía su alma.
Una luz cegadora se hizo presente desde el cuerpo de Yoshiaki.
Hasta que, de entre los gritos de Sid, el movimiento cesó de manera súbita.
– [¿Eh?] – Sid se calló en ese mismo instante, viendo lo que parecía ser un fallo en sus cálculos.
– ¿Qué... ¡¿Qué pasó?! ¡Se detuvo! ¿Por qué...?
Entonces volteó a ver su gigantesca mano mutada con la que frenaba a Kai, destrozada producto de los golpes que había recibido por parte del pelinegro en cuanto se volteó.
Y de donde el muchacho de los dientes afilados se estiraba para poder tomar la mano de Yoshiaki.
O lo que quedaba de él.
– Yo-Yoshiaki... – Musitó aquel muchacho de cabello negro con el alma en la boca.
– Homura-kun... ¿Por... qué...?
– Yoshi... aki... – Fue lo único que salió de la agitada y débil voz de Kai.
La cual parecía romperse al ver a su amigo ser avasallado por las indiferentes llamas.
– Homura-kun... ayuda... me... – Tras decir aquello, con su última voluntad, Yoshiaki se acercó hasta su amigo.
Unos pocos pasos fue lo que pudo dar antes de caer en los brazos de Kai, ya rendido en vida.
Para que entonces, en los propios brazos de Homura, las llamas consumieran el cuerpo del castaño.
– [Ah... es otoño... si, así es como terminas... Yoshiaki... cuando las hojas caen...] – Y con este último hilo de conciencia, ante los ojos de Homura Kai...
Kaneko Yoshiaki había muerto en silencio, calcinado en su totalidad por las llamas.
Todo bajo la mirada analítica de un ser de cabellos anaranjados.
– Ya veo, pensé que mi quirk separaría dos mutaciones al mismo tiempo de manera simultánea, pero...
Hubo un momento de silencio, en donde el muchacho de mirada perdida aún contemplaba la ceniza que dejó su amigo en el suelo, pasmado por completo al presenciar tal escena.
Temblando del horror.
– Supongo que tu quirk se mezcló con la mutación que hice de Yoshiaki-kun... y entró en una combustión espontánea – Confirmando lo que veían los demacrados orbes de Kai, Sid concluía que la razón del fallo era culpa suya, y de Kai.
En otras palabras.
Ambos mataron a Yoshiaki.
-[ K a i ]-
– ¡Pffft! JAJAJAJAJAJA
Risas, eso fue lo que escuché durante unos segundos de asimilación, retumbando en mis tímpanos sin cesar, una insoportable risa la cual caló hasta mi interior.
Mi oscuro y retorcido interior...
Y desde ese lugar, el abismo al que llamo mi propio cuerpo le devolvió el gesto
– ¡Ouch! ¿Eeh? – La risa de ese tipo se detuvo al recibir un golpe en la mejilla que lo mandó hasta chocar con la pared que tenía detrás.
Ese había sido yo.
– Vaya, que buen golpe, pero lo lamento, ya no puedes hacerme esa clase de daño, mientras controle el cielo yo soy-
*Splash*
Luego de golpearlo, la sangré escurrió de su nariz como una cascada.
– ¿Huh? [¡¿Qué significa esto?! ¿Mi alma recibió el impacto en el reino terrenal...? ¡Ya veo! ¡Maldito vástago de Naraka...!]
– ¡Dime! ¡¿Eres consciente del título que has conseguido?! ¡¿Demonio?!
– ¡¡¡¡DEMONIO!!!!
Al venir desde lo más profundo de mi ser... aquello por lo que mi interior ardía salió de mi boca como ceniza de lo que alguna vez fue mi tranquilidad...
Y aquellas palabras que expuse... hicieron parecer que invalidaba todo en lo que venía creyendo hasta ahora.
Hasta este momento, en el cual, sentí que había liberado una carga tan grande como el inframundo mismo bajo mi espalda.
Entonces pronuncié...
– Te voy a matar...
-[ N a r r a d o r ]-
Ante tal presión, Sid solo pudo sonreír al ser acribillado de brutales golpes por el muchacho de oscuros cabellos.
Sin embargo, estos solo eran asimilados por el joven de ojos dorados que, discretamente dejaba salir una sonrisa ladina.
La ira solo estaba haciendo predecible a la llamarada.
– [Sus golpes son veloces, no me deja activar mi quirk cuando entramos en contacto... y yo que creía que los peleadores mano a mano no eran rivales para mi y me salieron con este mocoso...] – Fue lo que pensó Sid al analizar a su rival.
– [Puede cambiar la forma de sus brazos a placer, sospecho que hace lo mismo en todo su cuerpo, así elude el dolor e impacto a órganos vitales... maldición, esta será una pelea de resistencia...] – Kai posicionó un pie delante del otro listo para el combate.
– [¡En ese caso...!]
Como un pensamiento compartido, ambos terminaron el análisis del otro y fueron directo a la lucha.
– [Debería estar agradecido, aprendí mucho a pesar del dolor...] – Cambiando de jugada, Kai apagó el fuego de sus pies y lo canalizó todo en sus antebrazos hasta los nudillos.
– [Tendré que cambiar al dominio en la tierra...] Golems de silā – Luego de recibir un golpe que lo mandara a atravesar una pared, Sid salió de esta lanzando unas rocas de sus bolsillos.
– ¿Huh? – De pronto las rocas que esquivó crecieron hasta tomar la forma de un humano del tamaño de Kai abalanzándose contra él.
Cuando este buscó a Sid con la mirada, el bastardo se había esfumado del lugar por lo que sin perder tiempo, el chico trató de romper los muñecos de concreto que había hecho Sid como distracción.
– [He afinado mi técnica... y esta vez, los humanos que preparé para este combate no mueren al mutar...] – Una sonrisa psicópata salió a relucir de Sid mientras escapaba por el piso de abajo.
– ¡No tengo tiempo para esto! – Kai golpeó al golem justo en el pecho con fuerza, haciendo que el "muñeco" soltara un quejido de dolor.
Lo siguiente que sintió Kai fue sangre salpicar a su brazo de la boca del golem.
– Duele... – Fue lo que musitó uno de ellos.
El corazón de Kai se detuvo por una milésima.
– Estos son... ¿Personas? – En un susurro lleno de aflicción, Kai se dio cuenta de su error y, sin embargo, no tendría tiempo de lamentarse pues otros golems venían por él.
Y esta vez, Kai huyó de ellos.
Uno tras otro venían contra el pelinegro que poco podía hacer al escuchar cómo le hablaban al igual que una persona común y corriente.
Lamentablemente en una intersección de pasillos Kai fue atrapado por uno de los soldados de piedra a lo que el pelinegro lo sometió en una llave, dejando ver un rostro que suplicaba perdón.
– Tengo que matarlo a él, así su quirk se desactivará – Meditó sin pelos en la lengua para voltear a ver como una gran horda iban en su dirección.
Sus labios temblaron antes de decir algo más.
– Pronto serán libres... y-yo... – Antes que terminara su frase, Kai sintió una gran presión por todo el lugar.
Y naturalmente, su cuerpo se estremeció del peligro, entrando en alerta de inmediato.
– [¡¡ARRIBA!!] – Sin esperar un solo segundo, Kai se paró de manos para impulsarse con estas hacia arriba rompiendo el techo de golpe para escapar por ahí.
Y entonces, en el pasillo de abajo se pudo ver como grandes carámbanos de concreto salían de las paredes y empalaban todo aquello que estuviera en los pasillos.
Incluidas las marionetas de concreto.
– ¡Jajaja! Ahora si, esta vez estoy en ventaja... – Apareciendo de nuevo en frente suyo, Sid tocó con su palma la pared, generando fuertes temblores en la infraestructura.
Kai dio saltos hacia atrás esquivando los picos que sobresalían de las paredes y amenazaban con empalarlo de ambos lados.
– [Maldita sea, ya murió demasiada gente... ¡Deja de huir!] ¡¡GRRAAH!! – Lanzando un vozarrón desde lo más profundo de sí, el chico se abalanzó de frente contra los picos.
Utilizando el impulso de sus piernas, Kai sintió como cada músculo debajo de su abdomen ardió tragándose las llamas que se generaban al interior del pelinegro.
Atravesó todos y cada uno de los carámbanos hasta llegar con Sid que lo esperaba con una ingrata sorpresa.
De repente, el suelo debajo de donde Kai iba a caer se abrió hasta el último piso para tragarse al muchacho, sin embargo, su rápida reacción hizo que girara y acertara una patada antes de caer.
Fácilmente el chico amortiguó la caída con las llamas de sus puños.
– Ya estoy acostumbrándome – Mencionó Kai antes de saltar de nuevo a la acción.
Se puso a perseguirlo por los pasillos, debido a que el techo se había cerrado.
– [Necesito que salga de la escuela hacia el patio, en un campo abierto lo voy a moler a golpes]
Antes de que siguiera, la puerta de un salón se abrió, el chico fue desorientado al verse acribillado con copias de exámenes y todo tipo de útiles, los cuales dejaban cortadas en el denso cuerpo de Kai.
Sin la paciencia suficiente Kai incineró todo lo que le estaba viniendo para darse con la sorpresa de que al final del pasillo había un gran cañón hecho de madera y concreto.
– ¡Fuego! – Gritó Sid, encendiendo la mecha del arma con un chasquido.
Casi de manera milagrosa, el pelinegro logró esquivar la bala de cañón que Sid le disparó.
Persiguió a su enemigo hasta una puerta de la cual al atravesarla se encontró en medio de un escenario tras bambalinas.
Era el club de teatro.
Y al abrirse el telón, Kai vio como en cada uno de los asientos de la sala de teatro había un cañón apuntándole.
Como pudo, el chico esquivó la ráfaga de balas de cañón cortesía del club de lanzamiento de bala que, aunque destrozaran los cañones una vez que salían, Sid podía repararlos al instante.
Hasta que en eso; Kai se resbaló al no sentir el suelo...
Sid había hecho agujeros sin que lo viera.
Justo antes de que una pesada bola de acero impactara contra el rostro de Kai, este lo detuvo con las palmas desnudas, aunque el retroceso fue brutal, mandándolo a atravesar la pared y llegar a la sala del club de radio.
Sin duda alguna, Shinobu hacía drogas milagrosas.
Se iba a levantar adolorido, sin embargo, la bala de cañón comenzó a vibrar y al instante, se separó en cuatro grilletes para retener cada extremidad del muchacho.
– Toda la tarde... han estado tratando de sostener mis brazos... es un fastidio... – Justo antes de que forcejeara, sintió una fría mano sobre su pecho.
La cual le erizó la piel casi de inmediato.
– Ya ríndete, está claro que no puedes ganarme... mejor déjame llevarte con ese recipiente al que llamas amigo...
– Mi zona...
Entonces, el muchacho de cabello naranja utilizó su quirk en Kai para matarlo.
Sin esperar en absoluto los resultados.
– [¡¡¿¿HUUUHH??!!] – En el momento en que Sid activó su quirk en Kai, una gran presión se sintió por todo su ser.
Y un calor desconocido lo invadió tan rápido como el sonido mismo.
-[ S i d ]-
Algo más que descubrí al mejorar mi quirk fue que, al usarlo en seres vivos... sin excepción, podía ver el interior de su cuerpo, como un río que conduce hasta su alma.
Siempre fue lo mismo, venas y arterias transportando la sangre por todo el cuerpo, pasando por los órganos y los majestuosos músculos para que al final desemboque en la parte izquierda del pecho entre los pulmones.
Exacto, el dichoso "corazón".
Siempre tan ambiguo... tan infeliz a pesar de sucumbir ante los deseos carnales, como un gigantesco y frágil tanque de cristal...
Así de asquerosos eran todos los humanos...
¡Y sin embargo!
¡Al verlo a él! ¡A Homura Kai! Sin darme cuenta...
¡El aburrido río se había convertido en un iracundo océano de almas calcinadas en desesperación! ¡Aquel lugar donde desembocaba fue como el interior de la tierra llegando al purgatorio!
Y el tanque...
¡¡Ahí se encuentra una llama titánica y voraz!! ¡¡Es como el inicio y el fin de los tiempos!!
Ah... que gran dolor el que siento... es tan doloroso ser calcinado hasta los huesos...
Y al mismo tiempo es tan inspirador pensar que al estar al borde de la muerte, estoy tan cerca de mi señor.
Que dicha...
Pero aún no puedo morir, tendré que hacer un esfuerzo abismal para sobrevivir, pero ya se que es lo que voy a hacer...
Y me va a doler.
-[ N a r r a d o r ]-
En el momento en que Kai pensó que iba a morir, miró hacia el techo por un momento, hasta que sintió un calor en frente suyo.
Bajó su cabeza y ahí lo vio.
Sid yacía al frente suyo de pie en llamas, todo su cuerpo estaba siendo devorado por la letal llamarada.
Ante este giro de acontecimientos, Kai hizo fuerza para librarse de los grilletes, y cuando se liberó, lo primero que hizo fue golpear al cuerpo en llamas de Sid tan fuerte que atravesó la ventana que daba a las afueras de la escuela.
Y entonces ambos cayeron fuera, en un campo de tierra.
– Aaah si... este dolor... es tan increíble, déjame agonizar un poco más – Ante los delirios anormales de Sid, el muchacho de cabello negro puso mala cara antes de correr hacia él para golpearlo.
– Te dije que no me molestaras... – Sid alzó su mano calcinada y de pronto el suelo volvió a temblar.
Las ventanas de todo el colegio se rompieron y formaron decenas de cuchillos y espadas que fueron volando a gran velocidad contra Kai.
Y antes de que las esquivara, sintió como su pie quedó atrapado debajo de la tierra.
Con esfuerzo logro liberar su pie un instante antes de que impactarán los cuchillos, salió volando del lugar en contra de Sid, pero un montón de murallas de tierra le cerraron el paso.
Con fuerza el muchacho las destruyó todas avanzando en línea recta para hallar a su contrincante.
Para su mala suerte el hombre en llamas estaba escapando otra vez.
– ¡No huyas bastardo! – Le gritó Kai antes de liberar grandes llamas en sus pies nuevamente y deshaciéndose de los cuchillos flotantes.
Aunque aún quedaban las espadas más grandes persiguiéndolo.
Aprovechando el terreno plano, Sid alzó su mano calcinada hacia Kai quien aún lidiaba con los muros y las espadas para crear estacas gigantes que se movían como una lombriz en dirección de Kai.
Justo cuando iba a empalar al pelinegro, este lo esquivó al mismo tiempo que una espada se aproximaba hacia él.
Dio un salto en vertical en el cual atrapó la espada de cristal en el aire y la derritió con su palma.
– [Acaso el está... ¿Bailando?] – Se preguntó Kai desconcertado al ver a su enemigo.
Lo siguiente que vio el muchacho fue al hombre en llamas haciendo una voltereta.
Y justo cuando el pelinaranja acabó, el fuego consumió todo su cuerpo.
– [¿... s-se murió?] – Respirando agitadamente, el muchacho se apoyó en una de las paredes de tierra que estaba a su costado para descansar.
Todo su cuerpo ardía y probablemente la cicatriz que tendría en su cuerpo sería enorme, sin embargo, el muchacho tocó en el área afectada con su mano libre.
– Esta será... la marca definitiva de Yoshiaki... – Con su voz agitada, Kai tocó con cuidado la herida en forma de cruz que, al parecer había sido cerrada cuando Sid usó su quirk en él.
– Rezaré por ti también... herma-
– Hey, esto aún no ha acabado... – Interrumpió una voz suave cercana a Kai.
Exactamente, justo a un costado suyo, mirándolo con una macabra sonrisa y unos ojos vacíos, para luego desaparecer.
– Mi zona, cancelación – Apareciendo detrás de él, Sid tenía las manos juntas haciendo un sello de dedos peculiar.
Entonces, todo el entorno destruido por la pelea que tuvieron desapareció mostrando una escuela intacta, como si nunca hubieran batallado ahí mismo.
Y nuevamente, la presión se hizo presente en el cuerpo de Kai.
Fue en el instante en que trató de salir del rango de Sid que, Homura se dio cuenta que estaba atrapado entre las paredes de tierra, y ya no tenía la suficiente fuerza para romperlas.
– Gracias por ayudarme a encontrar inspiración... – Entonces, desde ese lugar, una gran estaca emergió con fuerza en dirección a Kai.
Sin posibilidad de eludirla.
Como una reacción natural, Kai parpadeó, una sola vez, por un segundo.
Y cuando abrió lo ojos pudo divisar un gigantesco tentáculo el cual había destrozado el carámbano de tierra y mandado a volar a Sid.
– Y-Yoshida-san... – Murmuró algo desorientado el pelinegro menor.
– Lamento la tardanza Homura, pero no podía entrar a la escuela si no podía verla – Se excusó Yoshida pensando que lo iba a encarar.
– ¿Eh? Pero si yo la veía claramente... – Aclaró Kai.
Hirofumi fue descolocado por la afirmación.
– ... Homura, ninguno de nosotros afuera podía ver la escuela hasta hace unos segundos, eso solo me hacer pensar que este tipo...
– Lo planeó todo desde un principio... tal y como dijo Yoshiaki, él solo lo utilizó... – El corazón de Kai sangraba de solo pensar en su amigo, la furia era visible en su mirada carmesí.
– Que perspicaz... entonces dime, ¿Cuál es la situación? – Poniéndose a un lado del pelinegro menor, Hirofumi vigilaba atento de que Sid no se acercara.
– No pude salvar a muchas personas...
– Aún no podemos ponernos tristes, piensa un poco en ti en este momento y vive para llorarle a los que se fueron cuando se haga justicia... – Le reclamó Hirofumi a Kai.
Entonces el chico se levantó y se secó la sangre que escurría por su nariz.
– Yo estoy bien, solo unas cuantas cortadas, además, hay alumnos en el gimnasio
– Un enorme corte en forma de cruz por todo tu pecho, eso no es estar bien idiota...
– Yoshida-san dime, todo esto que hemos estado haciendo es a espaldas de la ley, ¿No es así...? – Drásticamente, Homura cambió el tema.
– Vaya, te diste cuenta... – Aunque sonara tranquilo, el mayor se impresionó un poco.
– Es algo que simplemente ignoraba, pero... las cosas han cambiado, te lo pido como tu discípulo... Yoshida-san por favor, déjame matar a este tipo...
– ... [Entonces sigues siendo un niño... no cruces esa línea aún...] Homura... ¿Recuerdas lo que te dije?
– Lo que pasa en Tokio se queda en Tokio...
– Bien, detengamos a este bastardo... y si se sale de control, doy la autorización de matarlo... – Hirofumi se tronó los dedos antes de apuntar hacia los costados con su sello de pulpo.
– ... Yoshida... quiero agradecerte por-
– Me agradecerás luego de tu regaño, ¡Ahora vamos! – Ni corto ni perezoso, el mayor tocó el suelo con los dedos cruzados y de él salió un tentáculo gigante que iba contra el pelinaranja.
– ¡¡Si!! – Vociferó antes de encender sus pies y dirigirse de golpe contra Sid.
Para su sorpresa, el pelinaranja solo aplaudió y una gran ráfaga de aire salió disparada en su dirección mandando a Kai hasta la pared de la escuela.
Yoshida retrocedió antes de que un enorme pilar con una bola de demolición en la parte alta le impactara.
– ¡Tch! Yo aún estoy batallando para hacer el plano de una bola de demolición y este tipo solo lo pensó y le salió... [Es un prodigio de la ingeniería...] – Analizó con molestia antes de dejar salir su tentáculo por debajo de la tierra y golpear a Sid con fuerza.
– [No puedo destruir al tentáculo cuando lo toco... entonces, un ataque en área que no hayan visto todavía debe darme tiempo para prepararme...] – Agarrando un puñado de tierra, Sid lo lanzó hacia el aire para que lo siguiente que vieran los "héroes" fuera una gran lluvia de granos de tierra que impactaban en el suelo como clavos.
Ambos esquivaron ágilmente corriendo y saltando a un lado para evitar las balas térreas que amenazaban con dejarlos peor que un panal de abejas.
Justo en ese instante, a un lado de Kai apareció un muro el cual le quitó un vital segundo de reacción antes de que la tierra le alcanzara.
Por suerte para él, pudo calcinar la tierra antes de que le impactara en puntos vitales, aunque le había costado la pérdida temporal del aire en su cuerpo.
– Te cubro en lo que te recuperas – Buscando con la mirada a su enemigo, Yoshida se cercioraba de que su aprendiz repusiera el aliento antes de ejecutar alguna otra jugada.
– Oye... ¿Hay algo... que podamos hacer para detenerlo...? – Preguntó Kai respirando agitadamente.
– He estado pensándolo bastante, pero ese tipo parece evitar que lo alcances, mientras que, aunque pareciera que podría destrozarlo con mi pulpo, apenas y le hace daño... ¿Algo que decir al respecto?
– Él... preguntó si era consciente de que soy un demonio, y que mi fuego parecía inspirarlo – Fue lo que recordó el menor.
– [Ciertamente... parece un poco más alto, y se mueve diferente, pero eso no significa que sea un demonio, aunque lo que me dijo Himejima...] No le hagas caso Homura, está celoso de que has mejorado – Ante lo dicho por el mayor, Kai solo atinó a bufar agradeciendo.
– Además... suena a una tontería, pero dijo que iba a traer de vuelta a la vida a Buda-sama – Su cuerpo se tensó instintivamente al recordar las palabras que resonaron en su cabeza.
– ... tendré eso en cuenta, parece que existe una posibilidad de que te tenga en cuidado porque podrías acabarlo de un golpe – Poniéndose aún más serio, Hirofumi alzó su brazo en dirección del pelinaranja que había hecho un hoyo diminuto en el suelo con su dedo.
Lo siguiente que sintieron fue como la tierra se abría hasta formar un sumidero gigante y desde el aire vieron como una gran columna de tierra se aproximaba con fuerza para aplastarlo como una prensa.
Incluso tuvieron que eludir estacas que sobresalieron de las paredes del vórtice de tierra que los tragaba antes de salir por las últimas del hoyo con ayuda del fuego de Kai.
Sin embargo, Lo peor vino después de eso, al sentir como grandes sierras hechas de roca se aproximaban de izquierda a derecha hacia ellos.
Todo para darse cuenta de que estaban siendo encerrados en un laberinto de elevados muros de tierra.
Estando juntos, destrozaron las paredes para salir del encierro, pero lo único que encontraron afuera fue a un gran ejército de golems de tierra junto con Sid desde la retaguardia.
– T-tantas personas... – Susurró Kai afligido sabiendo lo que venía a continuación.
Dañar gente inocente...
– [Ya lo sabe...] Homura, dije que no importaba lo que suceda, pero necesito que tomes la importancia adecuada y me ayudes a deshacernos de... – Aunque se acomodó para combatir a todos los soldados, estos solo ignoraron al mayor para dirigirse directamente a Homura quien solo pudo esquivarlos y empujarlos.
Se rehusaba a hacerles daño.
– ¡Homura! – Llamó Hirofumi sin éxito pues Kai ya se había escapado evadiendo a los golems.
– ¡No pierdas de vista a tu oponente! – Gritó a su lado el pelinaranja que tenía una gran cuchilla de acero en su palma que recubría todo hasta su brazo con la que trató de decapitar a Hirofumi.
El pelinegro mayor se agachó antes de que sucediera, recibiendo solo un diminuto corte en las puntas de su cabello.
– ¡Tch...! Estorbas... – Dijo para luego aplastarlo con su pulpo y darse cuenta de que era solo un señuelo.
– [¿Cómo hace eso?]
No pudo seguir en su razonamiento pues vio como el enemigo se aproximaba rápidamente hacia Kai quien ya había sido rodeado por los golems e iba a ser interceptado por la cuchilla en cuanto volara para salir del encierro de sus soldados.
– [¡Va a matarlo!] – Pensó alterado el mayor.
Entonces, justo cuando creyó que tendría que mandar flores a otra tumba, fue impresionado por el menor al ver como viró en el aire y esquivó la cuchilla, quedando cara a cara en aire con Sid.
Sus miradas chocaron por unos instantes en los que el tiempo pareció congelarse.
Sin embargo, lo que más había impresionado a Hirofumi fue ver como una luz rojiza intensa se avecinaba por la espalda de Kai rodeando su puño.
Antes de que se soltara, Hirofumi usó sus tentáculos para sostener a Sid y que Kai le diera con todo lo que tenía.
Hirofumi estaba realmente anonadado, sentía que no debía parpadear, o sino se perdería de algo increíble.
– [Sé que no debería y, sin embargo, este chico... ahora ya sé cómo se sienten los profesores de UA... ¡¡Ver a esos mocosos apegarse tanto a este mundo es tan... emocionante!!]
– ¡¡ACÁBALO, HOMURA!! – Vociferó Hirofumi con una sonrisa maquiavélica viendo como las salvajes llamas comenzaban a intensificarse en dos puntos diferentes del cuerpo de Kai.
– [Gracias, Himejima-san...] ¡¡Fire Punch!! – Con toda su potencia, el puño de Kai se recubrió de carmesí intenso y su codo impulsó un golpe veloz dando de lleno en el rostro de Sid.
– [Aaah... cuando creí que Homura Kai ya no podía más...]
El puño en llamas de Kai se fundió en la cara de Sid, estampándolo contra el suelo ferozmente.
Dejándolo inmóvil en el suelo.
De inmediato, todos los golems que rodeaban a Kai se deshicieron, dejando ver a los estudiantes de la escuela en la que estaban.
– L-lo logramos... Yoshida yo-yo... – Entre suspiros de alivio, Kai se tomó del rostro para recuperar el aire que se iba cada segundo y el corazón latiendo a mil.
– Homura... hablaremos de eso después, ahora necesito que me ayudes a evacuar a esta gente – Ordenó Hirofumi con cansancio, yendo con los adolescentes en el suelo.
– S-si... – Dirigiéndose a algunos chicos que se empezaban a levantar, Kai comenzó a asistir a la gente.
– ¿Alguien necesita ayuda? Si no es así, necesito que salgan de la escuela, no es seguro ahora mismo... – Kai ayudó a algunos chicos a levantarse para que se fueran, algunos le hicieron una reverencia.
¿Se supone que debía sentirse bien?
Ignorando aquello, fue a ayudar a más personas, pues los golems se habían dispersado por los alrededores y tenía que ver si no se habían hecho daño.
Aunque una chica en particular se le quedó mirando como si quisiera decirle algo, igual no tenía tiempo, se iba a caer en cualquier momento por el dolor.
Los héroes si que la pasaban mal luego de las batallas... hubo como veinte personas que le preguntaron por cosas impertinentes.
– Hey... creí que habías evacuado ya, no puedes estar aquí, es muy peligroso – Acercándose a una de las víctimas, Kai le reiteró que se retirara de inmediato.
– D-disculpa ¿Ha-has visto a una chica que se parece a mi? Es mi hermana y no la encuentro – Cerca de las ventanas, una chica se acercó a Kai para preguntarle angustiada.
– [¿No es la misma chica que me miró hace un rato? Mi vista está algo borrosa...] Por favor, te pido que salgas
Con las energías que le quedaban, Kai insistió en que dejase las instalaciones antes de que interrumpieran con el trabajo de los policías.
– P-pero eres un héroe, ¿Me puedes asegurar que mi hermana estará a salvo? – Preguntó la chica inquiriendo en el deber de Kai.
...
¿Acaso no entiende que un villano acaba de atacar el lugar donde está?
– Mira...hay un solo cadáver en este lugar... y es del tipo que está allí a unos metros el cual es el villano que los atacó, te aseguro que tu hermana está bien, pero tú no lo estarás si te quedas aquí...
Evitando gritarle, Kai simplemente le explicó todo sin tapujos a la chica.
– P-pero...
– [Ahora que lo pienso... esta chica tiene mariposas en la cabeza... y la que saqué hace un rato tenía auriculares...]
No obstante, antes de que se lo dijera, la chica se le adelantó...
– Allí no hay nadie... – Señalando al lugar donde le indicaron que estaba el villano, la chica hizo que Kai voltease al lugar donde debía estar Sid...
Muerto.
En ese momento la sangre de Kai se heló.
...
Sid no estaba en ese lugar...
– ¡¡¡YOSHIDA!!! – Vociferó Kai, reaccionando rápidamente.
– ¿E-eh? – Al ser tomada en los brazos de Kai, la chica se sorprendió mucho.
Pero el simplemente parpadear y encontrarse a las afueras de la escuela había hecho que ella se quedara sin palabras.
– Acabo de recordar que saqué a tu hermana hace unos minutos, así que no te atrevas a volver – Advirtió Kai sin esperar a que la chica le dijera algo, aunque tampoco es que pudiese.
El pelinegro no esperaría ni un segundo más para darle otra paliza a ese bastardo pelinaranja...
Hirofumi rápidamente usó visión polarizada para mirar por todos lados, hasta encontrarlo hecho una versión diminuta de él, tratando de escapar por el alcantarillado.
– ¡Lo tengo Homura! – Un tentáculo emergió del suelo y se dirigió hacia Sid, quien fue atrapado justo cuando deshizo su forma pequeña.
Sid maldijo internamente antes de voltear a ver como Kai se acercaba, al igual que Hirofumi.
– [Mierda mierda mierda, ¿Q-qué es esta presión...?] ¡S-SUÉLTAME! – Sid entró en pánico al ver las llamas de Kai incendiándose una vez más.
Amenazando a su plan y a toda su existencia en este mundo... Sid se preguntó qué era ese llama que resplandecía con tal incalculable belleza...
– [Será acaso... ¿La muerte?]
– Cuanta inspiración...
– [Creo que puedo hacerlo ahora...]
Y justo antes de que ambos lo golpearan para acabar de una vez con él, Sid reveló la última carta bajo su manga.
Una siniestra jugada definitiva de su parte.
– Ryōiki Tenkai...
Haciendo un sello cruzado con las manos, Sid hizo aparecer debajo suyo cuatro manos de barro que, propiamente dicho, comenzaban a estrecharse hasta establecer cimientos y hacían temblar la tierra.
Devoraban todo aquello que estuviese dentro suyo, incluyendo seres vivos.
Sintiendo el peligro de esta técnica, rápidamente Hirofumi empujó a Kai antes de que fuese devorado, aunque, lastimosamente él no corrió con la misma suerte.
– ¡¡Insurrección del Brahmán!! – Al terminar su frase, Sid observó su obra, quedando extasiado con el resultado.
Hirofumi pudo ver que estaba atrapado en lo que parecía ser un palacio hindú donde la física no parecía afectar pues ambos estaban de cabeza en el techo, todo en el lugar era brillante, pero con un aura de presión fascinante, desde las columnas hasta las esquinas del techo tenían un detalle excepcional.
Además de que era un obvio tributo al budismo.
– Mierda... – Musitó el pelinegro.
Inmediatamente vino a su mente ciertos archivos confidenciales escondidos entre las montañas de información codificada y para nada apegada a la ley que ostentaba Seguridad pública.
– Es raro... es la primera vez que siento esto... – Frente a Hirofumi yacía un rostro sereno proveniente del enemigo.
– [Jamás podría olvidar aquello que estaba escrito en esas jodidas hojas... era una de tantas leyendas que se cuentan de la tan aclamada "Era dorada de los quirks"... ]
– ¿Acaso es... gratitud?
– [Para hacer frente a las fuerzas de los grupos subversivos como Destro, hicieron una investigación exhaustiva... y se descubrió que ellos usaban técnicas que iban más allá de la comprensión humana misma de la genética y los dones...]
– Si... debe ser eso, muchas gracias... – Sonrió Sid de manera calmada mirando a Hirofumi a los ojos.
– [Expansión territorial... mediante un estado mental logrado al comprender tu quirk por completo, o como otros le dicen, llegados a la supuesta iluminación o el momento en que puedas ver el río Sanzu, será cuando tengas lo necesario para liberar tal increíble habilidad]
– Mi señor una vez dijo que la felicidad es algo que uno mismo debe conseguir... pero tu acabas de otorgármela... dame las gracias, te voy a asesinar por contradecir a Buda-sama...
– [La capacidad de desplegar un área innata en donde la verdadera naturaleza de tu quirk es materializada... un lugar en donde, al menos una vez, la manifestación de tu quirk asestará un golpe en contra de tu enemigo...]
– Y ahora yo... al parecer soy tu enemigo... – Concebió Hirofumi con una voz algo irritada y una mueca de sonrisa incómoda.
– Correcto~ así que dime... ¿Por qué mierda estás sonriendo? – Con una sonrisa que denotaba más bien el ocultar algo de irritación, Sid se dirigió a Hirofumi quien yacía mirando hacia el oscuro "techo" del dominio de Sid.
Con una sonrisa en su rostro.
– ¿Hmm? Por nada en especial, es solo que... llegados a este punto, he recordado que pude haber evitado estar atrapado en esta situación... después de todo, hui de este trabajo por eso mismo, Seguridad pública es una mierda...
– Hasta nunca y gracias...
– Heh... esta misma frase fue la que me hizo volver... – Con una sonrisa en su rostro y mirando al techo, Hirofumi cerró sus ojos esperando el ataque que acabaría con su vida.
– Mi zona... metamorfosis letal- ¿Huh?
– ¿Eh?
Luego de haber asegurado lo que iba a suceder, aquellos que estaban dentro de la expansión habían dado por resuelta la ecuación en esta batalla, sin embargo, olvidaron una pequeña variable.
Como si un estudiante universitario viera que en una de las ecuaciones integrales de su examen se había saltado una letra.
Era justo así como Sid veía al individuo que había entrado en su dominio destrozando el techo de este.
Homura Kai había ingresado a la expansión territorial de Sid por la fuerza.
– [¡¿Cómo pudo entrar?!] – Era lo que se preguntaba el pelinaranja quedando pasmado ante tal realidad.
– [Ah, cierto, había un hecho que hizo que consideraran a la "Expansión territorial" como una simple leyenda olvidada... el material del que están hechos estos territorios no obedecen a ninguna de las leyes de la física, llegando a ser imposibles de escapar, pero fáciles de invadir]
Mientras veía como Homura entraba al territorio, la expresión de sorpresa de Hirofumi no cambió para nada, dilatando sus ojos de tal adrenalina.
– [Ahorra que lo pienso, es fácil de entender por qué son así... existiendo territorios como este; "Insurrección del Brahmán", no hay motivo alguno para querer entrar en ellos, es una muerte garantizada en cuanto te atrapen]
– [Sin embargo...]
– [Es tal y como dijo Himejima... al interior de Homura-kun...]
Mientras los pensamientos de Hirofumi corrían en cámara lenta, Kai miró en dirección de Sid.
Con una furia incontenible.
– [Reside algo que nadie debe tocar...]
Tal y como lo dijo, al cruzarse las miradas... todo el lugar comenzó a arder.
Y entonces, en menos de un parpadeo, todos en el territorio se encontraban dentro de un lugar oscuro.
– N-nuevamente aquí... – Musitó Sid con una voz digna de alguien al que le estaba por dar un ataque de pánico.
– ¿A qué te refieres...? – Preguntó Hirofumi tomándolo del cuello de su ropa.
– E-este lugar es... el interior de... ese mocoso... – Con una tétrica expresión sonriente, el muchacho de cabello naranja señaló a Kai.
– ¿Qué demo- – Antes de que completara su frase, Hirofumi vio como una gigantesca llama acaecía en frente suyo.
– ¡¡GYAAAAAA!! ¡Mierda! ¡Estamos muertos! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! – Con una risa salvaje, Sid fue consumido por las feroces llamas que se extendían incluso hasta los héroes.
Inmediatamente después, Kai se puso delante de Hirofumi y lo abrazó para ser consumidos igualmente por las llamas.
-[ H i r o f u m i ]-
Hoy ha sido el jodido día más loco que he tenido en mucho tiempo... y eso es algo emocionante, maldita sea, creo que los estudios me están volviendo un psicópata...
O quizás es otra cosa, pero bueno.
Luego de que el fuego nos consumiese, tengo que admitirlo, creí que moriría.
Pero por suerte lo siguiente que pude ver fue que Homura estaba abrazándome y ambos estábamos igual a justo antes de que liberaran la expansión territorial.
Así es, demacrados, aunque más lo estaba Homura que yo.
Inmediatamente nuestras miradas fueron a parar a donde debería estar el bastardo que era nuestro oponente, el cual estaba escapando.
Debido a que yo estaba procesando lo que ocurrió, Homura se me adelantó y comenzó a correr tras él.
Aunque el bastardo se encerró dentro de una gran cúpula de tierra, era obvio lo que quería hacer... espera, no creo que sea tan obvio para Homura.
Al predecir qué haría ese... ese niño, yo también comencé a perseguir al objetivo, esta vez con intenciones asesinas.
Y justo como lo predije, al romper por completo la esfera de tierra, Homura-kun se dio cuenta de que ese bastardo no estaba dentro, pues se había escapado por detrás, aunque al parecer el impacto si le afectó.
– Nos vemos... fue divertido... vástago del Naraka...
– ¡¡ESPERA!! – Gritó Homura desde su lugar, que por alguna razón no se había movido.
A toda velocidad, corrí y justo cuando vi que iba a irse por la alcantarilla, apunté con mis manos hacia ese lugar, por lo que al instante; mis cuatro tentáculos impactaron brutalmente contra ese pequeño túnel.
Sin embargo, no pudieron llegar a tiempo, ese imbécil había escapado.
Inmediatamente llamé a mis subordinados de Seguridad pública que mandé a vigilar el alcantarillado para que comenzaran una cacería clandestina.
– Registren todo desde mi ubicación hacia el sureste por donde hay grandes pilares de alcantarillado, nosotros también iremos por él-
Sin embargo, no pude terminar porque detrás mío estaba sucediendo algo más importante.
– ¡¡HOMURA-KUN!!
En el momento en que volteé pude verlo desvanecerse y caer contra el suelo.
Maldita sea...
つづく
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