第16章 | Individualidad
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El mismo día en la mañana
En algún cine de Tokio
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– [¡He esperado tanto para poder ver esta película!]
Un muchacho de cabello marrón oscuro y flequillo caminaba por las concurridas calles de Tokio, con un semblante sereno, pero muy entusiasmado por dentro.
Kaneko Yoshiaki no era mucho de mostrar sus sentimientos.
Ya casi empezaba la función, por lo que llegó a tiempo para ver su tan ansiada cinta de horror, leyó en un blog que su director de orquesta favorito estaría involucrado.
– [No importa que la vendedora me haya ignorado luego de que la llamé tres veces, esto valdrá la pena]
El chico iba sumamente inmerso en sus pensamientos, tanto así que no se enteró que había chocado con alguien justo en la entrada de la sala de cine.
Su nerviosismo se hizo presente en cuanto notó su falta de cortesía, pero no iba a dejar que eso arruinara su día.
– ¡¡D-disculpe, andaba distraído!! – Regresó e inclinó su cabeza, esa era su solución para la mayoría de cosas.
– No te preocupes... no es como si fuese a morir por algo como esto – Le respondió el otro.
Ignorando aquello, el chico de flequillo entró y se sentó en el lugar perfecto para disfrutar la función que, aunado a eso; no había muchas personas dentro de la sala lo cual generaba un ambiente callado y tranquilo.
Bajo sus estándares, era todo perfecto.
Era...
– ¡Carajo! ¿Quién es esa perra? ¡Está buenísima! – Un chico de aspecto maduro reía a grandes voces mientras entraba pateando la puerta de la sala.
– No te mentiría viejo, ya quiero tenerla en mi cama – Otro chico le mostraba una foto al primero.
No hace falta explicar qué es lo que estaban viendo.
– ¿Estás loco? No tienes oportunidad con ella – Un tercer tonto fue el último que ingresó a la sala, hablándole al del teléfono celular.
No podía verlos bien, pero el castaño ahora estaba sumamente molesto con esos tipos.
– [Que mala suerte...] – Pensó enojado el chico, justamente estaba comenzando la película.
Pasaron varios minutos de la cinta.
Naturalmente, el chico no pudo concentrarse para nada, el hecho de que los tipos se sentaran a un asiento delante suyo lo hacía aún más irritante.
Lo estaban jodiendo mucho.
– [A ver... como lo repasamos en casa... tú puedes Yoshiaki... díselo en sus caras...]
– ¡Te lo digo de verdad! ¡Me saqué la lotería con ese pequeño pendejo! ¡Le robé cincuenta mil yenes que según él, eran para su ab-
– ¿Podrían callarse? Estamos en medio de una función – El de flequillo había llegado a su límite y les llamó la atención, levantándose de su asiento.
Lastimosamente, la valentía abandonaría su ser en el momento en que los tres se voltearon.
Ese imbécil y hormonal aspecto...
El chico los conocía bien.
– [¡E-e-estos tipos! ¿¿Q-qué hacen aquí?? ¡¡Se supone que deberían estar en clase!!] – Por su mente, Yoshiaki trataba de negar lo que había sucedido, su voz no fue capaz de salir por el miedo que sentía.
Su sangre se heló en ese momento, había quedado inmóvil frente a los tres.
En el momento en que sonrieron, el suspenso de la película se volvió insignificante ante el terror que sentía el chico.
– ¿Eeh? ¡Pero si es el pequeño Yoshi!
– ¿Huuh? ¡Yoshiaki, quien te viera faltando a clases!
– JAJA cielos, ¿Te crees muy valiente, bastardo? Acompáñanos afuera...
El pobre chico tuvo que acatar a las órdenes del tipo, si se rehusaba sería peor y lo sabía.
Después de todo, ellos iban a su escuela.
Y ahora, a las afueras del cine, dentro de un callejón, Yoshiaki era golpeado a plena luz del día.
– Espero que entiendas que una basura como tú no tiene derecho a hablarnos así, ¿Quedó claro? – Uno de los bravucones tomó al chico del cabello y volvió a golpearlo.
La humillación era clara y Yoshiaki no podía hacer nada. Intentó gritar, sin embargo, nadie acudió a su ayuda.
Probablemente muchos oyeron sus gritos, incluso llegando a presenciar tal acto de violencia contra él.
Pero nadie actuó.
– [Que iluso... creí que porque estábamos en un lugar concurrido solo se disculparían, pero en realidad, aún si no fueran estos bastardos, el resultado sería el mismo...]
Nuevamente, otro golpe en el rostro cayó con fuerza.
– ¿Acaso no te bastó con la paliza que te dimos ayer? ¿Ehh?
Otro golpe fue directo a su nariz.
– [Ahg... n-no me hagan recordar eso... malditos...]
Las heridas causadas el día anterior comenzaron a abrirse.
– [Lamento haberte ocultado las heridas, de seguro tú las hubieras curado mejor, mamá]
El dolor era insoportable.
– ¡JAJA! Eres un masoquista Yoshi, buscando que te golpeen a donde quiera que vayas
– Eso... no tenía ningún sentido y lo saben... la presidenta les mintió y ustedes solo le hicieron caso porque tenía- ¡Aghh! – Antes de siquiera terminar, fue pateado en el estómago y obligado a encorvarse del dolor.
Yoshiaki comenzó a escupir sangre.
– Este bastardo me está hartando... pásame el cigarrillo – El más robusto de ellos habló, a lo que otro le pasó un cigarrillo que había estado fumando.
El adiposo joven obligó a Yoshiaki a levantar la cabeza jalándolo del flequillo y, mientras lo colgaba con una mano, con la otra presionaba el cigarro contra la frente del chico.
Esa marca de quemadura no iba a salir nunca.
– ¡JAJAJAJA! ¡Esto es mejor que un cenicero!
– Oye, ya vámonos, Tsubasa del club de música quiere verme~ – Habló el tercero que solo estaba viendo su celular mientras que los otros dos golpeaban al de flequillo.
– ¡¿Que?! Aaah... ¡Eso solo me hace enojar más! – Entonces siguió golpeando al muchacho mientras balbuceaba cosas que el chico de flequillo ya no escuchaba.
– [Ya no puedo sentir mi brazo... me van a matar...]
Lentamente, la consciencia de Yoshiaki se volvía borrosa.
– ¡Agradezco esa estúpida obsesión tuya por la música! ¡Cuando nos vimos en el club y la presidenta te miró feo...! ¡Desde ese momento supe que me había conseguido al saco de boxeo perfecto!
– [A ti ni siquiera... te gusta la música... solo ibas por la presidenta...]
Quería llorar, pero no podía, sus ojos estaban demasiado maltratados, y sin embargo, podía ver claramente su final.
– ¡Jajaja! Nunca olvidaré como te sacamos de ese lugar a golpes ¡Jajajaja! Esa chica si que te odiaba,
Ahora ya no había nadie alrededor, nadie que presenciara su penosa muerte.
Nadie que lo salvara...
– [Se acabó para mí...]
Yoshiaki recordó a todas las personas especiales en su vida...
Ah.
Solo estaba su mamá.
– [P-pero yo aún quería seguir viendo películas... quería seguir escuchando música... lo odio tanto, odio que ustedes simplemente vengan y lo arruinen todo...]
Unas pequeñas y dolorosas lágrimas salieron de Yoshiaki, marcando su final en este mundo.
– Los odio...
– Oye oye~
– Si te apegas tanto a este mundo no puedo ignorarte...
– ¡JAJAJAJAJA! ¿Qué pasa Yoshi? Ya no te mueves...
Sin que el chico terminara de burlarse, sintió una mano fría en la mejilla.
– Mi zona...
Y un segundo después, su cabeza se deformó, matándolo al instante.
No hubo reacción, ni la habría, pues en menos de un parpadeo; los otros dos abusivos también fueron asesinados por el toque de la misma mano.
La mano del tipo de antes.
Los irreconocibles cuerpos cayeron al suelo acompañados del asqueroso sonido de la carne deformada golpeando el frio concreto, para ese momento, el hilo de la consciencia de Yoshiaki se había roto.
Estaba muerto...
El encapuchado tocó la frente quemada del chico, acariciando las marcas que dejó el cigarrillo.
– Si... tú eres.... alguien bueno...
De repente, unas líneas blancas delinearon el contorno del cuerpo del chico y al encapuchado como si fuese un cubo.
– Que surja...
Como si se tratara de artes siniestras venidas del mismo hogar de Lucifer, gritos infernales sonaron dentro la zona delimitada rodeando a aquel muerto en vida con grotescas manos salidas del suelo.
Nadie podía verlos ni oírlos, de hecho, al parecer habían desaparecido de los sentidos de cualquiera, pero estaban ahí.
Uno mirando como el inerte cuerpo del otro se levantaba.
– Ah si... eso está bien...
Luego de unos segundos, los ojos de Yoshiaki se abrieron.
– ¿Huh? ¿¿E-eh?? – Entonces despertó.
Y sin complicaciones ni dolores, parecía haber vuelto a la vida luego de la brutal golpiza que se había llevado.
Tocó su cuerpo buscando algún lugar donde le doliera, mas no encontró ninguno, ignoraba el hecho de que había tres tipos muertos a su costado.
– [Había alguien aquí, está claro, p-por donde se... fue...]
El chico logró ver algo que antes no estaba en ese lugar, un rastro de color rojo brillante que llevaba a las afueras del callejón.
Siguió el camino trazado por las huellas rojizas, se preguntaba si alguien más podía verlas, evidentemente ese no era el caso.
Aunque poco o nada le importaba pues justamente había llegado a la cercanía de un puente, en donde encontró a quien por alguna razón buscaba.
– Tú... ¿Fuiste tú quien los mató...?
– ¿Qué harías si fuese así? ¿Reprochármelo? ¿Eran personas importantes para ti?
"Tranquilos... él se lo va a comer..."
"Pobrecito, se puso a llorar"
"Será mejor que te tragues este insecto si no quieres que te rompa el brazo, imbécil"
Recuerdos fugaces llegaron a Yoshiaki, solo para hacer que su odio se plasmara sobre su rostro mediante venas resaltantes y sus pupilas dilatadas de la furia.
– Y-yo...
– ¿Podría hacer algo como eso?
| 𝕮 𝖆 𝖑 𝖔 𝖗 𝖉 𝖊 𝖘 𝖈 𝖔 𝖓 𝖔 𝖈 𝖎 𝖉 𝖔 |
[... 未知の熱 ...]
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Dentro de la escuela de Senjuro
Luego de que Kyojuro saliera
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– Shinjuro-san está ebrio... – Mencionó Homura sentándose y viendo como Kanroji cargaba al adulto en su hombro como si no pesara.
– ... – A su lado se encontraba Yui, quien disfrutaba mucho de la canción que había de fondo.
– ¿Debería de avisarle a Rengoku-san? – Preguntó el pelinegro volteando a ver a su compañera.
Ella lo miró dudosa, era evidente que creyó que a partir del momento en el que entraron al establecimiento cada uno estaba por su cuenta.
– Jajajaja ¿Creíste que estarías sola? – Rio el chico descifrando lo que pensaba ella, aunque más bien parecía una burla.
– No – Dijo volteando su mirada hacia Senjuro quien acompañaba a Kanroji y a su ebrio padre dirigiéndose hacia la salida.
– Creo que le avisaré a Rengoku-san que ya nos vamos, ¿Te parece?
– ... está bien – La verdad no estaba bien, ella se había divertido mucho en grupo.
Pero, ¿No se supone que si alguien te invita a un baile es para bailar con esa persona?
Entonces vio como varias parejas de adultos bailaban al son de la canción que sonaba en ese momento, la cual era muy buena la verdad, pero simplemente verlos no era muy alentador, parecía un momento "solo para adultos", en el buen sentido, obviamente.
La chica entonces acompañó a Kai hacia la salida, donde se veía a Kyojuro dándoles la espalda, parado mirando a la nada y con la mano tapando su boca y la otra jalando de su hombro.
– Rengoku-sa- – Antes de que Kai lo saludara, Kyojuro desapareció de la vista de ambos adolescentes tan rápido como pudo.
Yui bajó la mirada al suelo donde antes pisaba Kyojuro para ver que había dejado huellas de quemadura en la acera.
– [Impresionante]
– El... ¿Simplemente desapareció? – Kai miró a Yui, entonces la chica le asintió.
– Bueno, entonces supongo que nos vamos ¿No?
Con otro asentimiento de la pelinegra, ambos adolescentes caminaron hasta la estación de trenes.
– Es la primera vez que esperamos el tren juntos, normalmente te encuentro dentro ¿No? – Mencionó Kai.
La chica volvió a asentir.
– Por cierto, lo de que ibas de visita a tus abuelos era mentira, ¿Cierto? – Rio el pelinegro por lo bajo.
– ¿Aún recuerdas algo como eso? – Se burló la chica.
– Ugh... ¿De verdad es lo único que me responderás?
Yui asintió.
– Que irritante... – Kai la miró, a lo cual ella también lo hizo.
– [¿Un concurso de miradas? No perderé entonces]
– [¿P-por qué me sigue mirando? ¿Debería dejar de verlo...?]
Era todo silencio con ellos dos, había gente al rededor suyo, sin embargo, se alejaban debido a cierta tensión rodeándolos, uno por un lado tenía los ojos ardiendo a cada segundo.
Mientras que otra tenía las mejillas comenzando a despertar un notorio color rojizo.
Para suerte de ambos, su tren había llegado por lo que dejaron de mirarse, para subir mientras que el chico se rascaba los ojos que si bien eran rojos por naturaleza ahora parecían carmesíes.
Ambos viajaron parados dentro del tren, pero al menos agradecían que no estaba tan lleno como para apretar a la gente... hasta que llegaron a la siguiente parada y penúltima antes de la suya.
– Entonces el tipo me golp- ¡Ugh! – De pronto, un montón de gente comenzó a subir al tren y con ello, una situación un tanto incómoda para los adolescentes.
– ... – Yui tenía acorralado a Kai con los brazos, era una escena graciosa de ver, la diferencia de altura era notoria, lo cual aprovechó el muchacho para deshacerse de la incomodidad.
– O-oye, esto me recuerda a esa vez que se infiltraron los reporteros a UA – Comentó bajando la mirada para ver a Yui.
– Si... – Al instante, a la chica le llegó el recuerdo de Kai ayudándola a levantarse y caminar...
– [¿S-siempre se vio así?]
Dándose cuenta de sus pensamientos, la chica bajó la mirada avergonzada evitando que la vieran.
– O-oye Kodai cuidado con- ¡Hey! – Antes de que algo malo sucediera, el chico hizo que Yui se pusiera detrás de él, debido a que el tren se estaba moviendo bruscamente causando que la gente se empujara.
Ahora los papeles habían cambiado.
– Haha, ahora sí que se parece a ese día, ¿Verdad? – Kai miraba a Yui verificando que no se haya golpeado al cambiar de lugar.
– G-guarda silencio...
– ¿Haah? – Vociferó molesto el pelinegro, la chica lo estaba molestando, a su parecer.
Cosa que en realidad era al revés.
La pelinegra quiso empujar al chico con sus dos manos olvidándose de sujetarse lo que casi hace que se caiga.
Obviamente y ya que Kai era más alto la sujetó antes de que se lastimara, mientras que él, como aún podía pararse bien se sujetó con una sola mano.
– ¿Qué es lo que pensabas al soltar ambas manos? Por favor no lo hagas, te puedes golpear – Le reclamó el pelinegro que sostenía con una mano a la chica apoyándola en ella.
– ... – La chica respiró hondo para calmarse, prácticamente la mano del chico podía sostenerla como si nada, era bastante grande y ella se había dado cuenta de eso.
– Si necesitas espacio... creo que puedo alejarme un poco, a ver espera... – El pelinegro trató de usar su brazo libre para empujarse, sin embargo, había mucha gente y obviamente no era posible.
Pero su compañera también parecía algo irritable, por lo que no cedería tan fácil, Yui entonces cayó en cuenta de que algunas personas los estaban mirando, lo cual no le importaría si al menos fueran amigos, pero en ese instante y con sus nervios a flor de piel, sentir miradas desconocidas no le hacía para nada bien a la chica.
Kai se detuvo cuando sintió la mano de la chica jalando de su chaqueta, ella miraba al suelo sin decirle nada, solo jalaba de él algo temblorosa.
Volteó un segundo para notar que los estaban viendo y luego volvió su mirada a la pelinegra.
– [Tan pequeña...] – Pensó Kai.
– [Justo como ella]
Los ojos de Kai se abrieron grandemente con sus pupilas dilatadas y brillando de carmesí, su corazón dio un vuelco comenzando a latir rápidamente y sus ojos amenazaron con desbordarse en lágrimas inesperadamente.
De manera inconsciente, el chico abrazó a su compañera, temblando y con la mirada llegando a cristalizarse.
Kai se agachó un poco para descansar su mejilla encima de la cabeza de Kodai, aferrándose a ella, tratando de buscar aquello que parecía haber visto hace un momento sin poder verla de frente.
Porque sabía que era solo Yui.
Respiraba por la nariz con fuerza tratando de encontrar aire para su agitado corazón, seguía temblando como si el frío pasara a través de su ropa.
El nudo en su garganta hacía que cerrara los dientes con fuerza para no dejar escapar ni un solo sonido de lo que sea que fuese el dolor que agobiaba su pecho.
– [Q-que... que... ¿Qué fue eso...?] – Pensaba el chico muy alarmado, su mente le había jugado una mala pasada.
– [Está temblando mucho] – Yui sentía las enormes manos del chico aferradas en su espalda, sentía sus latidos anormales y por un instante, escuchaba un sollozo ahogado en su cuello.
Movió ligeramente sus manos en el pecho de Kai, con el afán de generan consuelo en el chico, hasta que se dio cuenta de lo que sucedía fuera del abrazo entre los dos.
Y a juzgar por como ambos usaban sus manos para sentirse el uno al otro... ni siquiera una pareja de... "enamorados"... podía hacer tal cosa en público sin al menos sentir el mínimo de pudor.
Yui era relajada, y muy amable con quien lo mereciera, pero ahora mismo jamás se había sentido tan avergonzada con un hombre al lado.
– Es... nuestra parada... – Murmuró la chica con una voz tímida, para ese momento ya no había tanta gente, pero ellos aún estaban en la misma posición.
Kai dejó de temblar inesperadamente al escucharla.
Se separaron y bajaron del tren para caminar hacia sus hogares en silencio, tanto ella como él nerviosos por lo sucedido.
Yui entonces intentó mirar de reojo al chico que caminaba a su lado, entonces su mirada se cruzó con la de él.
Pues también la miraba.
–Oye... eso fue algo raro, ¿No crees? – Le preguntó el chico, sorpresivamente normal luego de lo sucedido.
– ¿Qué cosa? ¿Estás bien?
– ¿Eh? Me refiero a lo que acaba de-
– ¿Estás bien? ¿De verdad? – Aquello último lo dijo con algo de intensidad, que obvio solo notaba Kai.
– ... oh, claro claro... entiendo, si yo tampoco recuerdo de lo que hablaba – El chico entendió lo que ella quería decirle, así que simplemente se ahorró las incomodidades para ambos.
– ... que tonto – Sin embargo, Yui no desaprovecharía para molestarlo un poco.
– ¡¿Haaa?! ¡No aproveches la situación!
– No confundas las cosas tonto
– Te recuerdo que- que... ¡Aaghh! – Kai iba a hablar de cómo la chica olvidó sujetarse en el tren y casi se cae, pero justamente recién habían pactado no hablar de ello.
Ella lo tenía.
– ¡Pffft! – La chica volteó para aguantar la risa y que no viera su rostro.
– ¡No te rías tú... – Así pasaron la mayoría del camino hablando hasta llegar al punto donde ambos se separaban.
Se tomaron un segundo antes de hablar y despedirse.
– ¿Sabes? Es de noche – Mencionó Kai.
– No me digas... – Le respondió Yui con monotonía.
– ¡Déjame terminar! Ugh... a lo que me refiero es que acabo de recordar que debería acompañarte hasta tu hogar.
– ¿No es lo que ya has hecho?
– Shinjuro-san dice que debo asegurarme de que estén a salvo si acompaño a alguien.
– ¿Y le harás caso? ¿A él?
– ... tienes un buen punto ahí, pero debes admitir que es un buen consejo
– Está bien [Solo te acompañará a casa, cálmate...]
– ¡De acuerdo! ¿Hmm? Oye, acabo de darme cuenta de algo más.
– Espero que no sea nada raro otra vez – Yui volteó con la mirada divertida, aunque obviamente no era nada perceptible.
– Claro que no, esto es más genial... creo jeje – Sonrió el pelinegro.
– ...
– El caso es que... hace mucho que no levantaba la mirada... y ahora que acabo de hacerlo, por alguna razón no recuerdo que fuese tan grande... – Mencionó Kai con nostalgia.
– ¿Recie-
– La luna está hermosa esta noche...
La chica fue interrumpida por Kai quien sonreía viendo al astro, siendo iluminado por su brillo.
– [Q-que acaba de decir este t... y-yo...]
Concluyendo su frase, el chico volteó a ver a su compañera.
– ¿¿Eh?? ¡También desapareció! – Gritó el muchacho volteando a ver a todos lados para encontrarla.
– Quizás tenía prisa...
Mientras que con Yui, ella corría con todas sus fuerzas ocultando su rostro con su cabello, el cual estaba enrojecido y mucho.
– [Maldito... maldito tonto]
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– Cuatrocientas solicitudes... – Musitó el pelinegro viendo la tabla estadística que tenía al frente suyo.
– Independientemente de si recibieron o no solicitudes... yo me aseguré de que todos ustedes consigan "experiencia de trabajo" – Aizawa mostraba buenas noticias para aquellos que no recibieron solicitudes.
– Todos ustedes se han metido en el mundo de los profesionales, de una manera u otra, lamentablemente, sin embargo, considero que será un mejor entrenamiento el experimentar las actividades heroicas de primera mano.
– ¿Es por eso que necesitamos los nombres? Eso es tan... – Mencionaba el pelinegro algo cansado, no había podido dormir mucho el día anterior.
– ¿Eh? ¿Nombres? No suena muy...
– ¡Homura-kun despierta! ¡Ni siquiera terminaste tu frase! – Mencionó su compañera de adelante Uraraka.
– Por supuesto es un nombre temporal, pero mejor algo adecuado...
– ¿Es por eso que necesitamos los nombres? [Eso es tan...] – Mencionaba el pelinegro algo cansado, no había podido dormir mucho el día anterior.
– ¡¡Decidan sus nombres ahora y vean el infierno desde ahí!! – Entrando al salón de manera espectacularmente sensual, como no podría ser otra, Midnight se hacía presente luciendo toda una dama.
– [Emocionante...] – Completó Kai su frase anterior, esta vez con mejores ánimos.
Por alguna razón.
Así pasaron toda la hora decidiendo nombres, los cuales Kai ignoró por estar concentrado en el propio suyo, bueno, quizá no tanto, pero estaba seguro de que deberían repetírselo para que se acordara.
Entonces llegó la hora de que Kai pasara a presentar su nombre.
– Homura, ese es mi nombre de héroe – Anunció el pelinegro presentando su pizarra ante todos.
– Tu también vas a presentar tu nombre real, ¿Huh? Sin embargo, es tu apellido – Cuestionó la profesora con evidente decepción.
– De hecho, no recuerdo cual era mi apellido jeje, esto es solo algo que escogí – Le dijo el chico en voz baja a la maestra.
– ¿Eh? Eso es inusual... – Mencionó Midnight con más ánimos al notar hacia dónde se dirigía la mirada de su alumno.
– Hay alguien a quien admiro que enciende mi corazón, por eso elegí este nombre – Explicó Kai pensando en su admirable maestro Kyojuro, sin embargo, tan iluso como siempre, el muchacho no escogió bien sus palabras.
– ¡¡Que romántico~!! ¡¡Lo acepto!! – Dijo Midnight pensando que se refería a que había alguien que le gustaba.
Y retorciéndose de placer y dicha, obviamente.
– [¿Romántico?] – Pensaron muchos de la clase de manera colectiva, al igual que Kai.
Quizá unos cuantos más que otros.
– ¿Eh?
– ¡Vamos! ¡Que sigan las presentaciones, ahora solo queda Midoriya!
Luego de que Kai se sentara, sintió las miradas maliciosas del enano y el rubio, planeaban algo, probablemente sacarle el chisme, aunque no le preocupaba mucho aquello, solo debía aclarar el malentendido.
Como si fuera tan fácil.
Entonces las siguientes clases se basaron en escoger la agencia a donde iban a participar en sus prácticas heroicas, lo cual tampoco era un problema para el pelinegro, después de todo ya sabía a donde quería ir.
– ¡Yo iré con Mount Lady! – Mencionó Mineta a altas voces.
– Mineta-chan, estás pensando en cosas sucias, ¿Verdad? – Le preguntó Tsuyu con monotonía.
– ¡No es cierto! – Se excusó el enano sin éxito.
Tsuyu no iba a esperar a que le justificara su elección así que solo se había ido.
– Vas a arrepentirte, te repito que estas yendo a hacer prácticas, no a ver a Laura caliente a tres kilómetros – Mencionó Kai encarando a su amigo.
– ¡Eran cinco kilómetros- quiero decir-! ¡Guarda silencio Homura! – Le reclamó haciendo gestos y caras feas.
"Pajero", fue lo que pensaron los que quedaban en el salón.
– Qué onda guapísimos, aquí Chargebolt – Llegó Denki acercándose con sus amigos.
– Kaminari-kun, ¿Dónde pasarás tus prácticas? – Preguntó Kai, ignorando los chillos de Mineta.
– Todavía no lo sé, jeje... [¿Qué excusa le pongo a mi padre para ausentarme varios días?] – Reía nervioso el rubio rascándose la cabeza.
– Homura, ¿Ya decidiste a dónde irás? – Se acercó Ojiro a preguntar.
– Iré con Seguridad pública – Informó con confianza el pelinegro sonriendo.
Que inocente pirañita.
– ¿Eeh? ¿Entonces harás tus prácticas con Kyojuro-san? – Preguntó Denki jugando con la cola de Ojiro.
– Eso espero, hay muchos otros agentes allí
– Homura... ¿Por qué no mejor no nos dices quién es esa chica especial? – Inquirió Mineta pegando su rostro a la mejilla de Kai para mofarse de él.
– ¿Mm? Nah la profesora Midnight solo estaba molestándome – Esquivó Kai la pregunta con una excusa simple.
Obviamente nadie le creyó, pero tampoco les interesaba mucho.
– [Alguien como yo no puede hacer eso...]
Aunque varios escucharon de la conversación que tenían estos en el asiento de Kai.
– Pero hablando en serio, Mineta debería trabajar ese miedo que tiene, no es muy sano si quieres ser un héroe en el futuro, ¿No? – Recomendó Denki, sorpresivamente con mucha razón.
– Si no eres fuerte al menos debes ser confiable, serás un héroe después de todo – Acotó Kai, solo para seguir la burla de Kaminari.
Si...
Con eso en mente los estudiantes tuvieron cierto tiempo para pensar a donde irían para realizar sus prácticas, al menos la mayoría.
Hasta que al fin llegó el día y todos estaban en la estación de trenes, frente a ellos estaba su maestro encargado de clase verificando que ninguno tuviera inconvenientes antes de que emprendieran su viaje hacia las agencias.
– [El profesor Aizawa está muy al tanto de nosotros...] – Pensó Kai con algo de burla.
– Ya tienen todos sus trajes, ¿Verdad? Obviamente no pueden vestirlos ahora en público, y no los pierdan – Recalcaba Aizawa.
– Entendidoooo
– Ashido, no alargues ese "entendido". Y mantengan sus modales, dicho esto, ¡Vayan!
Acatando la orden, todos los estudiantes se retiraron, bueno, todos excepto Kai.
– Entonces elegiste Seguridad pública... respeto tu decisión, pero reafirmo mi posición como profesor encargado de mi clase y me doy la libertad de preguntar... si tenías tantas solicitudes, ¿Por qué esa? – Preguntó el mayor llevando sus manos a los bolsillos.
Tanto Aizawa como Homura comenzaron a caminar.
– Bueno, Seguridad pública suena muy interesante – Acotó Kai mirando a su profesor.
– ¿Oh? ¿Entonces Gang Orca o Yoroi Musha no eran de tu interés? – Contraargumentó Aizawa,.
Sinceramente no le interesaba a donde fuera, sin embargo y ya que caminaban juntos, una conversación tranquila con el chico no venía mal.
Además de que su respuesta sí que fue interesante.
– Claro que lo eran, pero hay algunos puntos en los que flaqueo y estoy seguro que podré aprender de ello a donde voy, soy algo débil... – Entonces la imagen de Kyojuro llegó a la mente de Kai.
– Con que fuerza eh... dime, ¿Escuchaste lo que dije acerca de quiénes te mandaron solicitudes? – El profesor miró hacia el frente algo intrigado, parecía que su alumno subestimaba a los héroes que le enviaron una solicitud.
– Jaja... ellos de seguro son muy fuertes como para estar dentro del top – Kai también volteó su mirada al frente, encontrándose con la persona en la que estaba pensando.
– Pero por esa misma razón... estoy mucho más seguro de que quiero hacer mis prácticas aquí – Entonces Kai se separó de su profesor para tomar el camino directo a su agencia, saludando de paso a Kyojuro quien pasaba por ahí.
– Ya veo... que ambicioso – Musitó Aizawa viendo la interacción de ambos, entonces emprendió camino hacia UA.
Y así empezaron las prácticas para el pelinegro, donde estaría muy seguro de que como dijo, se haría más fuerte, si, así es...
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– ¡SEÑORA QUIERO DESERTAAAAAR! – Gritaba Kai corriendo y siendo golpeado por una especie de esferas elásticas de dos colores, cortesía de Lady Nagant.
Ambos estaban en una habitación separada dentro de las instalaciones, donde al parecer la mujer hacía sus prácticas de tiro.
– ¡No soy una señora! ¡Y está prohibido desertar! – Le gritó la mujer mientras atinaba nuevamente con su rifle al golpeado cuerpo del pelinegro.
– ¡¿Por qué hace esto?! – Le gritó el chico tirado en el suelo, la última bala le había caído justo en el estómago.
– Porque es parte de mi entrenamiento para ti... – Se supone que esa es una razón creíble, sin embargo, la mirada asesina que le daba la mujer al pelinegro la delataba como una vil mentira.
– [¿Qué fue lo que hice para merecer este desprecio?] – Pensó Kai adolorido.
– [No le diré que por su culpa no pude patrullar con Rengoku]
De tan solo recordarlo por alguna razón hacía enojar a la mujer.
La bicolor cargó su rifle con otra bala que no fuese mortal, iba a dispararle al muchacho...
¡HASTE QUE UN HÉROE FUE A SALVARLO!
– Déjalo en paz Nagant, no está bien que quieras hacerle una novatada al chico si tan solo lleva aquí unas horas – Entró a la habitación un hombre que hablaba con una voz relajada.
– Yoshida, mejor cállate y ve a estudiar – Dijo Nagant guardando su rifle.
– Vine a llevarme al chico, me lo han encargado, así que con tu permiso... Tsutsumi... – Dijo el chico sonando divertidamente amenazante.
– ¿Q-qué está haciendo con sus dedos? ¡¡Lady!! ¿¿Qué es esta presión?? – Preguntaba Kai girando su cabeza de un lado a otro para verlos a ambos.
– Aaaa... lo dijiste – Entonces el chico bajó su mano y se acercó con un tono frívolo.
– ¿Por qué no me dijeron que te encargarías tú? – Lady sonaba irritada.
– Ah... es que llegué tarde jeje – Se rascó la cabeza el chico llamado Yoshida.
La mujer ya no dijo nada y se retiró muy molesta del lugar, ambos chicos se miraron y antes de que alguien dijera algo, el chico volvió a cruzar los dedos.
– Pulpo... – De la nada un tentáculo de pulpo gigante apareció y cubrió al chico, en ese mismo instante la puerta por donde pasó Lady Nagant se destrozó debido a que una bala pasó a toda velocidad y le cayó al tentáculo con gran potencia.
– ... quiero irme a casa – Musitó Kai temeroso a lo que sucedería con él si se quedaba en esas infernales prácticas.
– Yo también viejo créeme... vamos, levántate si quieres terminar rápido y descansar – El chico hizo desaparecer al tentáculo gigante y ayudó a Kai a pararse.
– Este... me llamo Homura, mucho gusto – Saludó algo nervioso.
– Hirofumi Yoshida, estarás a mi cargo este tiempo así que llevémonos bien – Le sonrió el héroe encargado.
– Gracias, jeje... – Kai también sonrió.
– He visto tu quirk por Tv, se parece mucho al de Rengoku – Mencionó mientras pasaba por las instalaciones.
– A-ah, sí, pero el de Rengoku-san es algo complicado... – En realidad, nunca se había puesto a pensar como era que funcionaba su quirk.
– ¿En serio? ¿Puedes explicármelo? – Dijo Hirofumi interesado.
– De hecho... no puedo, jamás le pregunté – Alzó ambos brazos en son de ignorancia.
– Hmm, bueno, de todas maneras, ya llegamos.
– ¿A dónde?
– A tu habitación, acomódate y sal, te estaré esperando – Hirofumi al parecer era bastante comprensivo... y guapo
– Que buena onda – Entonces Kai tomó su maletín y lo tiró encima de la cama que tenía en frente.
– ¡¿HUHH?! – El chico abrió su maletín para ponerse su traje, sin embargo, no era el mismo que tenía, entonces el chico encontró una nota.
"Lamentamos la demora, aquí está el traje con las especificaciones actualizadas y un plus"
"Re facha si me lo preguntas😎🤙🥵"
– Entonces el primero si era como el de un basurero... – Musitó Kai con amargura.
Mientras tanto Hirofumi esperaba recostado en una pared al otro pelinegro, veía pasar a la gente sonriente y alguna que otra ocasión le guiñaba el ojo a alguna chica que lo miraba.
– ¡Estoy listo! – Gritó Kai apareciendo a su costado.
– Ah, te ves bien Homura [Aunque tienes brazos de pimpollo...] – "Halagó" Hirofumi, indicando que lo siguiera.
– Entonces... ¿Ahora a dónde vamos? – Le preguntó con curiosidad.
– A pasear, tengo una misión que suena fácil así que te llevaré conmigo – Añadió el chico mientras al parecer, llamaba un taxi por su teléfono celular.
Entonces ya dentro de este, el apuesto pelinegro le alcanzó a Kai una Tablet con la información del caso que llevarían a cabo.
– Tres jóvenes... vaya quirk más peligroso y- ¡Oh! ¡Qué asco! – Lo que el pelinegro estaba viendo era información clasificada acerca del caso, solo que este no lo sabía.
– Jajajaja, esa fue una buena reacción... [No parece muy afectado por esos cuerpos... puede que no me de tantos problemas]
– Así que al lugar que vamos están en... ¡¿EEEH?! ¿¿Iremos tan lejos??
– Así es Homura, iremos a Tokio...
つづく
SA
¿Qué tal lo están pasando? Ya era hora de actualizar...
Agradezco mucho a los que lean mi obra
¡Que mejor que empezar el arco con algo de romance y muerte JAJA!
Poco a poco vemos más héroes de seguridad pública, ¡Me encanta este concepto! ¡Tengo muchas ideas con ellos!
¿Qué les parece el crossover que me estoy montando?
Como sea, no hay más que decir, creo, jeje...
¡¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
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