FUAAAA

El arco ya terminó, ¡¡Pero el agobio para nuestro protagonista nunca!!

Aunque... ¿Qué es lo que acabé escribiendo? ¡¡¿¿Por qué la portada no tiene a mi prota sufriendo??!!

¿Será que le toca a alguien más?

SIGAN LEYENDO PA SABER, Y NO SE OLVIDEN COMENTAR QUÉ LES PARECIÓ

Les dejo a la mejor heroína de la temporada

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– Así que Yakuzas, nuevamente yo... te he dejado solo, no solo a ti, sino que también a una niña... – Kyojuro bajó su mirada levemente en son de pensamiento.

Lo que era más, no había tenido éxito encontrando sobrevivientes... 

Ellos eran los único que quedaba de aquel pueblo.

Pero como siempre en la vida de Kyojuro, descansar no era opción... no cuando te descuidaste de tal manera, y probablemente debió sentirse bien al saber que sus enseñanzas habían calado en su aprendiz.

– Rengoku-san, yo... a-aunque no pude en ese momento, los voy a buscar, encontraré a esos yakuzas.... y juntos rescataremos a Eri, si somos los dos y Kanroji-san, estoy seguro de que podremos hacerlo – Exclamó Kai con... ¿Determinación?

En la cabeza del pelinegro era todo tan simple que nublaba su juicio.

Kyojuro pudo verlo, sus ojos no brillaban en un hermoso carmesí, eran tan opacos que parecían haber perdido el color.

Kai no hablaba con determinación, sus palabras eran solo desesperación.

Como su maestro, debía ponerle un alto antes de que empeorara.

– Lamento decirlo, pero no es posible – Informó Kyojuro con mesura.

Y así de fácil... el plan de Kai se desmoronó, al igual que su reacción.

¿Qué más podía hacer ahora? Quizá su maestro tenía otra solución, Kai rogó porque no fuera lo que él creía que era.

– Así como en el pueblo aquí hay leyes, una de ellas prohíbe el uso de los quirks sin una licencia... – Explicó Kyojuro, pidiéndole a Kai que tomara asiento con una mano.

El rostro de Kai reflejaba su intensa incredulidad ante su situación, todo se estaba complicando por su falta de consideración... si tan solo fuese más inteligente...

– B-bueno ¿Entonces cómo la obtenemos? – Preguntó Kai con impaciencia.

– Con una profesión – Respondió el adulto.

Ahora sí que estaba desalentado, por dejar las cosas a medias... ahora nuevamente se encontraba con su pequeño "yo" de diez años, aquel que temía a dar el salto.

– ... 

Silencio fue con lo que respondió Kai

Esa mirada apagada era lo único que necesitaba Kyojuro para saber cómo se sentía el menor.

– Entonces aún no lo sabes... cual es tu camino en esta vida... 

Comenzaba a hacer frío por lo que Kyojuro encendió la chimenea en la sala y debido a que ya era tarde, apagó las luces.

Kai bajó su mirada al suelo, temblaba recordando aquel temor suyo, y temblaba de la impotencia al no poder superarlo.

Ese temor que ahora le impedía ir a rescatarla... 

Kai apretó los puños para calmarse y pasar el nudo que se formaba en su garganta cada que recordaba su sonrisa.

Cada que recordaba su rostro de miedo.

– Ella... ella lo ha perdido todo, y debe de hacer frío en donde está... no puedo dejar que siga sola, no como yo-

– No digas que estás solo – Fue lo que respondió Kyojuro al instante.

Tan solo aquella orden dejó el lugar en silencio, hasta que Kai volvió a hablar.

– Pero ella- yo lo he-

– ¡No puedes decir que lo perdiste todo! – Exclamó Kyojuro, parándose en frente de Kai, su misma presencia lo obligaba a que el pelinegro alzara la vista.

Tan solo verlo... generaba una extraña sensación en Kai.

– ...

– ¡En el momento en que lo hagas, habrás abandonado la manera correcta de amar a tu familia que sonríe en el cielo porque vives! ¡¡Tus llamas no deben apagarse mientras haya alguien que te necesita allá afuera!! 

Kai no articulaba ninguna palabra.

– Aunque las heridas del corazón sean difíciles de sanar, ¡Lo harán con el tiempo!

Los vibrantes ojos rojizos de Kai se cristalizaban con cada palabra.

– Si te vence tu debilidad, ¡Aprieta los dientes y enciende tu corazón! ¡¡Sigue adelante por aquellos que ya no están!! ¡¡El flujo del tiempo no te esperará!!

Y al escuchar aquellas palabras, un calor desconocido inundó su pecho.

Kyojuro gritaba con el corazón, llegando hasta Kai, quien se había encorvado, escondiendo su rostro al mirar al suelo, tomándose del cabello de tal emoción.

Y entonces los sentimientos desbordantes invadieron a Kai, sin dejar que se derramen.

– [Quizá... estas eran las palabras que necesitaba oír]

– Yo creo en ti, mi muchacho...

– Gracias... gracias Rengoku-san... muchas gracias – Kai se inclinó ante Kyojuro y le agradeció, sentía que se ahogaba con el río de esperanza que recorría sus mejillas y el nudo en su garganta.

Kyojuro solo le dedicó una sonrisa y se agachó para poner una mano en su cabello.

– Entonces, dime ahora, ¿Qué quieres hacer? 

Y al verlo levantar la cabeza, su sonrisa creció al volver a ver el color en los ojos del muchacho.

– Quiero... proteger a la gente importante para mí... para que el día en que muera me amen, así no moriré en verdad y tampoco los que amo lo harán... eso es... lo que quiero hacer de mi vida... 

– Esa fuerza con la que tu esfuerzo te recompensará, debes usarla para proteger tus ideales – Kyojuro le dio la mano a Kai y lo levantó.

– Estoy listo para lo que venga – Kai miró a Kyojuro con una sonrisa.

– Entonces... ¡Seamos héroes, Kai! – Kyojuro quien miraba hacia adelante, bajó su mirada hacia su pupilo.

Para quedarse estático con la expresión de este.

Una cara arrugada de decepción...

– [P-por favor, no me mires con esa cara de "¿Es en serio?"] – Pensó el rojizo con una sonrisa inquieta.

– ¿Eeeh...? ¿Eso es una profesión? ¡¿EEEEEH?! – Inquirió Kai con escepticismo.

– D-de hecho, aparte de sacar una licencia, soy profesor de historia en una escuela – Kyojuro habló con gran orgullo de su profesión.

Sin dejar ver que quería cambiar el tema descaradamente.

– ¡Oooh! Asombroso – Por suerte para él, Kai era un fácil.

– ¡¡Así es!! Al fin y al cabo, esta casa no se mantiene sola

– [Tiene razón... yo también debería conseguir un trabajo, lo fácil no llega sin esfuerzo] En ese caso, yo también quiero conseguir el pan de cada día – Habló con entusiasmo el pelinegro.

– ¡Así se habla muchacho! Mañana hay que-

– BAJEN LA VOZ MALDITOS, TRATO DE DORMIR – Shinjuro se quejó desde el segundo piso.

– Perdón... – Se disculparon ambos, lo que causo que rieran.

– Evitemos los gritos por ahora Rengoku-san, entonces ¿Son esos tipos en mallas...

Y así siguieron toda la noche sin que se dieran cuenta, aunque se suponía que tendrían que hacer muchas cosas el próximo día.

| 𝕮 𝖆 𝖑 𝖔 𝖗     𝖉 𝖊 𝖘 𝖈 𝖔 𝖓 𝖔 𝖈 𝖎 𝖉 𝖔 |

[... 未知の熱 ...]

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En la oscuridad de la noche, dentro de un vecindario común y corriente, una única casa era la que se mantenía con las luces encendidas en su interior.

– Denki... te dije que si tu maestra volvía a reportar una pelea tuya te iba a quitar todos tus aparatos electrónicos – Un hombre de largo cabello negro, alto y de ojos color ámbar corregía al llamado Denki con un tono de disgusto.

– ... – Un chico rubio con un mechón negro en forma de rayo solo miraba hacia la nada sin decir alguna palabra.

– Deja de causar problemas en la escuela Denki... es mi última palabra... – El chico no hizo ni dijo nada, simplemente se quedó quieto en su lugar mientras su padre le reclamaba.

Cuando se retiró de donde era el comedor en su hogar, Kaminari Denki siguió mirando su celular al mismo tiempo que terminaba de cenar.

"No le hagas caso a papá, Denki, aunque nos tiene a ambos, no sabe cómo ser un padre, pero créeme que se esfuerza"

– Dices eso... pero ni siquiera tú lo aguantaste... – Terminó su cena y se fue a su habitación, ya dentro se traería un telescopio guardado en una caja por ahí y miraría hacia las estrellas, buscando en todas las direcciones.

Su ventana era gigantesca de todas maneras, podía moverse como quisiera.

No parecía tener interés en los astros que pudiese ver, simplemente movía la herramienta de un lugar a otro.

– ... al parecer hoy tampoco estás aquí... cometa dorado... – El chico siguió con su labor

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Un día después

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Denki abrió los ojos con pesadez, nuevamente su cuerpo lo despertó un poco más temprano de lo normal.

Se tomó una ducha y desayunó, aún faltaba algo de tiempo para ir a la escuela, el suficiente para prepararse lo necesario.

Limpió el desorden que hizo su padre la noche anterior en la sala de su hogar, alimentó al gato de los vecinos que siempre pasaba por la ventana y salió de su casa.

– Estoy saliendo – Denki se despidió sin esperar una respuesta y salió.

Fuera de su casa, el rubio se quedó parado en su puerta unos instantes e inhaló profundamente para luego exhalar.

Entonces se subió los ánimos palmeándose ambas mejillas, siguió su camino hacia la escuela anotando las ofertas diarias que ofrecía el supermercado cercano a su hogar.

– [Si todo sigue como siempre solo tendré que... preparar una gran cena y rezar que papá se tome las cosas con calma]

Dentro de la cotidianidad en la vida de Denki, hoy sería un buen día.

Mientras caminaba a la escuela, se detuvo para ayudar a un hombre a vender frutas y conseguir algo de dinero extra, nada mal para su día especial.

Incluso se encontró con unas raras y algo gruesas monedas de plata, las guardó en el bolsillo de su pecho dentro de su camisa y siguió su camino a clases.

– ¡Buenos días presi! Hoy te ves más guapo que de costumbre – Dentro de la escuela, Denki se encontró con el presidente del consejo estudiantil de su institución y lo saludó de manera animada.

– Kaminari-kun, buenos días – El presidente le devolvió el saludo con un tono normalón, como el chico normalón que es.

– Mmmm, tu cabello es un poco más oscuro el día de hoy, ¿Acaso quieres debutar con un nuevo look el último día de clases? – Denki caminó junto al presidente para dirigirse a sus clases.

– Notar cambios en el aspecto de una persona solo funciona si eres una mujer, así que por favor intenta convencerme de otra manera si quieres el número de Kitagawa-san – El presidente vio a través de Denki como si fuese cristal.

– Como se esperaba del presidente, pero esta vez no- digo, ¡Ninguna vez! ¡Ninguna vez estuve interesado en eso! – Se excusó el rubio con nerviosismo.

– Ya veo... en ese caso tampoco te diré las medidas de la maestra de inglés.

– ¡¿Por quién demonios me tomas?! – Denki chilló de manera cómica con una sonrisa afligida.

– Por nadie Kaminari-kun, entonces, ¿Qué es lo que necesitas? – Esta vez el presidente hablaba algo más animado.

– Aaaah vamos solo te quería sacar una sonrisa presi... – Al finalizar su oración, Denki le dio una sonrisa estúpida al presidente.

Un pequeño silencio se hizo presente.

– ¿... Y...? – El presidente a su lado esperaba a que suelte el verdadero motivo.

– Y un pase de retiro temprano el día de hoy por favor – Musitó cerca del presidente para que nadie los escuchara.

– [Y soltó la bomba] ¿Quieres irte más temprano? ¿Hoy? – El presidente tenía sus dudas, después de todo era el último día de clases.

– Por favor, es para algo importante – Suplicó Denki juntando ambas manos.

– De acuerdo, pero con la condición de que no hagas nada estúpido el día de hoy – Declaró alzando su dedo en forma de idea más que de condición, de manera muy alegre.

– [¡¡Lo dijo como si fuera algo normal!!]

Al rubio casi se le salen los ojos de la indignación.

– Enserio hombre, no soy tan así – Denki tenía las mejillas infladas de molestia.

– De todas maneras, esa es la condición, te daré el pase una hora antes de la salida.

– Bueno bueno, será muy fácil – Ya daba por conseguido aquel pase.

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Ya en clase

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– Y como les iba diciendo, Einstein era norteñ- ¡¿A QUIÉN LE IMPORTA?! HOY ES EL ÚLTIMO DÍA Y ESTA CHARLA SOBRE SU FUTURO ES IRRELEVANTE  

El profesor asignado al salón de Denki esa última hora parecía haber perdido los cabales.

Al igual que su clase.

– ¡SIIIIUUUUU!

– ¡PROFE PRESÉNTEME A SU HIJA!

– ¡DE GRANDE QUIERO SER ACTOR NOPOR!

– ¡¡ALGUIEN AYÚDEME MI PULMÓN FUE PERFORADO!!

– JAJAJAJAJAJAJA – Denki se burlaba de lo que que hacían y decían sus compañeros mientras acariciaba al perro de la clase.

– Nadie necesita orientación vocacional, todos quieren ser héroes, ¿Verdad? Y créanme que lo cumplirán muchachos... excepto tú Ramírez no creas que no te escuché, repruebas el año

Retomando lo anterior, el caso de Denki era igual que el de muchos en su clase, querían ser grandes héroes. 

Y el día de hoy, Denki daría un gran paso para convertirse en héroe, se lo diría a su padre y aunque pareciera que no era la gran cosa, desconocía la manera de como su padre podría reaccionar.

Él esperaba que para bien.

Por eso debía salir más temprano de lo normal, comprar las cosas y preparar una cena que pueda aliviar los ánimos de su padre, además de no presentar ninguna queja de sus profesores.

Un plan perfecto en la cabeza de Denki.

Luego de pasar el día sin más, el timbre escolar sonó, indicando que era hora de despedirse de su institución y avanzar hacia sus sueños.

Mientras todos se retiraban a la formación de despedida de los alumnos, Denki se dirigía con el presidente para reclamar su pase, por fin el rubio se sentía como el chico al que su madre recoge en plena clase.

Aunque su gloria fue interrumpida en el camino cuando escuchó a unos alumnos de su mismo grado que estaban causando problemas.

Además de un chillido genuinamente canino.

– ¿Lo tienes viejo? – Un chico al cual llamaremos "tonto 1" con la camisa desabotonada apretaba sus puños.

– Aquí está el bastardo – Otro chico aún más tonto llamado "tonto 2" con una bandana en su cabeza hablaba con el primero.

Denki solo miró de reojo mientras avanzaba, planeaba solo echar un vistazo para saber que banalidades harían, hasta que se dio cuenta de lo que esos tipos tenían en sus manos.

Un pequeño cachorro, el hijo del perro de la escuela.

– Si lo apaleamos nos iremos como los monstruos de este estúpido instituto

– Así nunca nos olvidarán... este será el máximo ataque contra la-

Denki corrió en dirección del tonto 2 y tapó sus ojos con su estúpida bandana, haciendo que soltara al perro.

– ¡¡Okarun ven a mis brazos!! ¡NIGERUNDAYO! – El perro saltó y fue atrapado por Denki quien había empujado a tonto 1 y se puso a correr en dirección de la salida donde lo esperaba el presidente.

Lástima que cuando perdió de vista a los tontos; un profesor tonto se apareció.

– Alto ahí Kaminari, ¿Por qué te estás llevando a Chimuelo? – Denki no tenía tiempo para reclamos por lo que le entregó el perro al profesor.

Tenía que irse ya.

– ¡¡Se llama Okarun y le gustan los aliens, viejo !! – Reclamó Denki con una cara irritada.

Ya ignorando los gritos del docente estúpido, se puso a escapar aún más rápido para llegar a los casilleros donde lo esperaba el presidente.

Corrió por los pasillos llamando la atención de muchos que se dirigían a la formación de despedida.

– ¡¡VAMOS KAMINARI FOLLATE A LA MAESTRA DE INGLÉS!!

– ¡ESO KAMINARI!

– ¡¡KAMINARI DAME EL NÚMERO DE TU PAPÁ~!!

El chico estaba desesperado, pero se paró un momento pues una chica le había pedido una foto.

– Lo que sea para las nenas – Kaminari posó, sonriendo junto a un salón entero para la foto.

– ¡Kaminari ven aquí! 

Se despidió y siguió su camino hasta llegar a los casilleros donde el presidente patrullaba asegurándose que nadie escapara.

– Kaminari-kun, estás sudado, no me digas que te metiste en problemas... 

– Pre... presi yo... ufff, por favor, te pido que puedas darme el pase presi... – Denki estaba muy cansado.

– ¿Ese es el profesor gritando tu nombre? Kaminari-kun... 

– Por favor... lo necesito... 

El presidente lo miró unos momentos y suspiró.

– Bien, vete, no necesitas un pase porque soy el único que está revisando por aquí, yo me encargo de esos tontos que vienen

Denki sonrió y agradeció con una reverencia al presidente.

– ¡Espero que podamos vernos algún día cuando seamos profesionales geniales! – Denki gritó sonriendo.

– ...

– ¡Y-yo también lo espero Kaminari-kun! – El presidente se despidió con una sonrisa mientras veía como uno de sus pocos amigos en esa escuela se marchaba.

Retomando la situación de Denki, una vez saliendo del plantel se dirigió hacia el supermercado donde al llegar fue de inmediato hacia su objetivo, el pasillo de ofertas.

– [A papá le gustan las proteínas bien acompañadas en la cena... ¡Yakitori entonces! También compraré cerveza y la pondré en la nevera por si le dan ganas de beber y también...]

Denki llevaba un par de minutos viendo fijamente hacia los congeladores de carne y las personas que pasaban comenzaban a preguntarse si estaba bien, de tanto pensar no se dio cuenta de que alguien estaba tomando los productos en oferta.

– ¡Eh! ¡Espera, no te lleves el último pollo a mitad de precio por favor! – Denki le habló al chico que se estaba llevando su potencial boleto de entrada a una escuela heroica.

– ¿Uhm? – Se preguntó el mencionado, a lo cual Denki tuvo que alzar la vista para encarar al chico.

– [D-demasiado alto...]

– ¿Sucede algo?

– T-tú... yo necesito ese pollo congelado por favor, l-lo vi primero – Lo último lo había dicho en voz baja.

– ¿Enserio? Bueno, tómalo antes de que se descongele – El chico de 6.1 pies le entregó el pollo y le sonrió con sus afilados dientes. 

Inmediatamente después se marchó sin más.

– A-aah... gracias... – Denki tomó el pollo y se dirigió al pasillo de verduras para comprar vainas de soja.

– [¡Qué miedo! ¡Esos ojos rojos parecían tomar mi alma!]

Denki fue directamente a tomar todas las cosas que necesitaba para la cena y se dirigió a realizar el pago de las compras.

– Muy... pesado... necesito hacer ejercicio – Denki caminaba lentamente en la fila, el peso de su mochila llena de libros junto con las compras que llevaba lo estaban agotando físicamente.

La trabajadora escaneaba las compras de Denki y este trataba de coquetearle, mientras esto sucedía en la entrada del supermercado un hombre con pasamontañas entraba.

– ¿No eres de por aquí verdad? – Denki se recargó encima de la banda transportadora.

El hombre se encaminaba hasta la caja registradora.

– Serán tres mil yenes – La trabajadora le pedía a Denki que pagara ignorando el cortejo.

El hombre que ya se acercaba sacó su arma.

– Que linda voz tienes... – Denki se quedó con las palabras en la boca cuando vio al hombre en pasamontañas apuntándole a la chica.

El hombre estaba frente a ellos.

Un gran temblor era presente en todo el cuerpo del rubio, quien se agachó y se cubrió la cabeza con las manos.

– ¡¡Oye!! ¡Levántate y pon las manos donde pueda verlas como los demás! – Denki quería desmayarse en ese instante.

Con temor, se levantó lentamente mientras subía las manos, miraba en todas las direcciones debido a la trepidación extrema de su cuerpo.

Entonces de reojo divisó a un héroe que pasaba por ahí, parecía que se dirigía a donde estaba él, se alivió lo suficiente como para razonar un poco más.

Lo primero que pensó es en hacer tiempo con el ladrón para que el héroe se adentre sin que se diera cuenta.

– [Tu puedes Denki, di algo] ¿P-por qué estás aquí? – Un silencio se formó por un instante.

"¿Qué haces?" se preguntaron las únicas tres personas alrededor, los demás solo se escondieron y aunque algunos gritaron, existía la probabilidad de que nadie más que ellos adentro los hayan escuchado.

Una gran probabilidad.

– Cállate si no quieres que te vuele la cabeza, niño – Denki asintió rápidamente y se calló, miró en dirección de donde venía el héroe.

Pero ya no estaba ahí.

Al voltear un poco más vio al mismo héroe corriendo en dirección opuesta a la suya.

– [No... no, ¡No NO NO! ¡VEN AQUÍ!  ¿POR QUÉ TE VAS? ¿NO SE SUPONE QUE ERES UN HÉROE?]

Denki cada vez se desesperaba más, el héroe los había dejado a merced de un ladrón y nadie se dio cuenta.

– [Maldito... no eres un héroe, ¡Incluso yo podría hacer mejor tu trabajo!]

Denki se enfureció, tenía que hacer algo o todas las personas podrían morir, el ladrón estaba esperando a la policía para hacer un trato por la vida de todos a los que tenía como rehenes.

El rubio simplemente no podía dejar esto así, su sueño estaba a un instante de acabar.

Ahora todos estaban sentados mientras que el agresor caminaba de un lado a otro vigilando que nadie escapara.

Denki respiró hondo para tratar de calmarse, aunque le generaba más miedo el hecho de que ya no podría preparar una cena grandiosa para él y su padre.

Casi todo lo que había planificado para su día especial en donde daría paso a su sueño de ser héroe a través de su padre se había arruinado.

Se enfureció aún más con el héroe que los abandonó.

– Oye... n-necesito ir al baño – Denki soltó la frase como si se fuera a morir de un paro cardíaco, el ladrón lo miró un segundo y luego lo ignoró.

Entonces Denki soltó un gas.

– ¡Que mierda! ¡Maldito niño que asco! – El ladrón se acercó a Denki para golpearlo, lo cual hizo una vez, al segundo golpe Denki lo mordió y luego le pasó electricidad por todo su cuerpo.

– ¡GRRAAGH! – El ladrón empujó a Denki quien se paró con su mochila delante y corrió en línea recta para golpearlo.

Pero el ladrón le disparó.

Denki cayó de espaldas contra el suelo, el ladrón se levantó y miró a Denki unos segundos, luego lo pisó poniendo su pie encima del pecho del rubio.

– Y si alguien se atreve a hacer la misma mierda ya sabe lo que sucederá – La gente gritaba de horror al ver que tenían un cuerpo muerto en frente suyo.

Las pupilas de Denki habían desaparecido, estaba inerte en el suelo.

Pero no sangraba.

– Eso le pasa por querer hacerse el- – El hombre fue interrumpido por sentir las manos de Denki sosteniendo su pierna, para luego volver a ser electrocutado lo cual hizo que el ladrón se cayera de cara contra el suelo.

Denki soltó un gruñido de dolor y arremetió contra el ladrón, le aventó su mochila en la cara cuando trataba de levantarse y con la misma comenzó a golpearlo.

El ladrón entonces transformó su cuerpo en líquido y se deslizó por detrás del chico. 

– Ahora verás – Pero antes de que pudiera disparar otro hombre se lanzó contra el ladrón seguido de todos los rehenes.

El ladrón volvió a hacerse agua y apareció encima de un estante. 

Disparó una vez más, la gente creyó que sería su fin, para buena suerte suya los disparos no llegaron debido a que Denki los paró con su mochila, aunque lo hizo caer hacia otro estante.

¡Dios bendiga a los gruesos libros de enciclopedia!

– ¡Toma puto! – Denki le lanzó un frasco con arena para gatos al ladrón, el cual no sabía lo que era y simplemente le disparó.

La arena de gatos lo cegó por unos momentos, el suficiente tiempo para que Denki se lanzase contra su estómago haciendo que ambos cayeran del estante al otro lado de los rehenes, aunque el hombre se volvió a hacer agua.

– NO PUEDES HACER NADA BASTARDO YO SOY AGUA.

– Se nota que nunca has jugado Pokemon – Dijo Denki en un tono serio.

– ¿Huh? Por supuesto que sí – El hombre fue descolocado por la frase de Denki.

– ENTONCES SABES QUE EL RAYO LE GANA AL AGUA – Denki gritó y aprovechando que la gente estaba del otro lado del estante liberó su electricidad sin contenerse.

El hombre volvió a su forma normal debido a que se había desmayado, por suerte la policía había llegado.

Los oficiales se llevaron al hombre mientras que hacían algunas preguntas a los involucrados, le hicieron un llamado de atención a Denki y luego lo felicitaron por su buen trabajo. 

Eran de esos policías.

Denki con las pocas neuronas que le quedaban salió corriendo del supermercado con tan solo unas cuantas cosas que había comprado, ya no tenía mucho tiempo para preparar todo lo que tenía planeado. 

Al llegar a casa hizo todo un desorden por la prisa, por suerte la cena ya estaba casi lista por lo que se fue a duchar, entró a su habitación y miró su aspecto...

Su uniforme estaba manchado y algo húmero en las mangas del pantalón, además de tener un agujero en el bolsillo del pecho producto de la bala que recibió.

Entonces cayó en cuenta del hecho de que había salvado a muchas personas, que recibió disparos por otras personas, el bolsillo de su pecho terminó por romperse mostrando lo que tenía.

Las grandes monedas de plata de la mañana amortiguaron el impacto de la bala.

– ¡JA JA JA bendita sea mi jodida suerte! – Dijo Denki con una voz eufórica al punto de temblorosa.

Vio su mochila que también estaba agujereada, los libros insanamente gruesos que llevaba lo habían salvado, de no ser así él habría muerto sin duda... 

¿Así se sentía ser héroe?

– Que... i-increíble – Suspiró temblando de la euforia.

Denki se duchó y ocultó su uniforme, pudo notar en su piel que había una marca circular producto de las monedas que lo salvaron.

– Debería hacer ejercicio, seguro que así se irá la marca.

Denki salió ya cambiado de su cuarto para preparar la cena la cual iba acompañada de una de las películas de acción que tanto le gustaban a él y a su padre.

Era de las pocas cosas que hacían juntos, aunque su padre siempre se durmiera a mitad de la película... lo cual le permitía al rubio hacerle stickers al mayor.

Aun así, Denki mantenía la fe en él y sus brochetas de pollo asado, además de la cerveza escondida en la nevera.

Se sentó a revisar su celular, mientras navegaba por sus redes sociales pudo ver en las noticias que estaban dando un reportaje de lo sucedido hace unas horas en el supermercado. 

Sonrió al ver a la chica que trabajaba en el supermercado abrazando a sus padres con alivio.

– [No me arrepiento de nada]

Aunque el hecho de que luego apareciera un niño pequeño junto a la familia entera le hizo sentir cierta nostalgia, por alguna razón. 

– Llegué... – El padre de Denki entró al hogar, como toda sorpresa cliché, las luces estaban apagadas, aunque al encenderlas no encontró nada.

– Hola – El rubio salió de la cocina.

– Hoy fue tu último día de clases ¿No es así? – Su padre comenzó una pequeña conversación.

– Así es, por eso preparé algo delicioso.

Entonces Denki sirvió la cena, no era como la había imaginado, pero también estaba buena, charló con su padre y vieron la cinta de "Olimpo bajo fuego".

Denki hizo muchas visitas a la cocina para calmarse un poco antes de que soltara la noticia en algún momento no deseado, tenía que ser perfecto.

Entonces su padre sacó el tema.

– Dime, ¿Qué es lo que harás ahora? – Una pregunta común entre aquellos que rozan los 15 años, sencillamente es "La pregunta".

Aquella que podría dictar el futuro de las personas...

– Hmm, ¿Alguna vez tuviste un sueño? No sé, algo que hayas querido ser cuando tenías mi edad... – Denki comenzó haciendo que su padre realizase una introspección.

– Bueno, siendo sincero...

– De todas maneras, tengo un objetivo en mente, algo que quiero ser de grande – Los nervios se apoderaron de Denki, quien se adelantó a lo que iba a decir su padre.

– Uhm... eso es bueno, ¿Cuál es? – Su padre no le tomó mucha importancia, afortunadamente.

Y así, bajo la mirada de su padre, el rubio tomó aire antes de declarar su sueño.

– Yo... ¡Q-quiero ser un héroe! – Exclamó Denki.

Y un profundo silencio se hizo presente entre ellos.

Su padre solo pudo detener su acción de comer como si fuese un acto reflejo...

"Soy una heroína, la gente me necesita y no tengo tiempo para esto, pero te enviaré dinero mensualmente"

– E-ese es mi... objetivo...

"Cuento contigo para que los cuides ¿Si? Gracias cariño" 

– ¿Qué... piensas?

"Y en noticias recientes, la heroína «Electrill» al parecer ha viajado al extranjero de imprevisto, su familia no ha hecho ningún comentario más que el que no tenían ni idea de lo sucedido"

– ... ... ... no lo apruebo – Fue lo único que dijo el adulto, recogiendo su plato de comida.

La desesperación consumió a Denki en menos de un segundo.

– P-pero, ¿Por qué? – Denki sudaba a mares, la presión había bajado de un momento a otro en el ambiente.

– Porque no... escoge alguna otra profesión, creí que querías ser astronauta... además, tu profesor me llamó, dijo que te volviste a pelear con dos compañeros y robaste a su perro...

Denki sabía que su padre estaba tratando de cambiar la conversación a su conveniencia.

– Y-yo no... – Musitó Denki apartando la mirada con una voz temblorosa.

– ¿Dijiste algo? – La voz del hombre fue suave con lo último dicho, sin embargo, el significado era claro, no quería oírlo, por una u otra razón. 

Pero Denki solo calló.

Su padre entró a su habitación, no se escuchó nada más en esa casa durante aquella noche.

El rubio tampoco se quedó en la sala, quería gritar, pero no lo hizo. Se encerró en su cuarto y simplemente trató de olvidar lo sucedido.

Encendió su teléfono celular para dormir mientras escuchaba música, aunque una notificación lo haría volver en sí.

Era el mismo video donde entrevistaban a las personas involucradas con lo sucedido en el supermercado.

– El muchacho se veía muy apresurado, pero aun así nos salvó a todos, ¡Espero que haya cumplido su objetivo! 

– Un héroe como él vendría muy bien por estas calles.

– Ahora mis hijos quieren ser tan valientes como ese chico, ojalá que sea verdad.

La entrevista les devolvió el color a los ojos de Denki, unas lágrimas cayeron de estos y rápidamente fueron secados. 

El rubio durmió con una sonrisa.

– Seré un hérozzzz... – Lo último que dijo Denki, aunque inaudible, era totalmente entendible, no importaba si su padre se oponía, él haría caso a su deseo.

Él se convertiría en un héroe.

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Hace unas horas

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Mientras tanto el chico de dientes filosos salió del supermercado y tomó un bus hasta llegar a su casa, cuando entró fue recibido por un amigo.

– ¡Ya llegué Senjuro! – Anunció el chico.

– Kai-kun bienvenido, trae las compras aquí para- ¿Eh? – Senjuro vio a Kai quien no llevaba nada consigo.

– Kai-kun, ¿Dónde están las compras? ¿Y el pollo?

– ¿Pollo? Un chico dijo que lo había visto primero así que se lo di – Kai tenía una gran sonrisa en su rostro.

– Bueno, entonces creo que no habrá cena el día de hoy – Senjuro miró el cucharón que tenía en su mano, luego volvió a mirar hacia Kai, pero este ya no se encontraba.

Buscó a Kai por toda la casa, pero no lo encontraba, aunque no era razón de preocupación, pensó inicialmente, era Kai después de todo...

Bueno, quizá si hay que preocuparse.

Y mucho.

Senjuro bajó corriendo las escaleras rápidamente, tanto que se tropezó y cayó, por suerte había un Kai sudoroso y agitado en medio del pasillo que daba con las escaleras para que amortiguara su caída. 

– ¡Kai! ¿A dónde fuiste? – Dijo Senjuro encima de la espada de Kai.

– Haah... haah... ¡No te preocupes Senjuro! ¡Aquí está tu pollo! – Kai respiraba pesadamente mientras levantaba su mano derecha la cual tenía un pollo congelado, literalmente.

– Oh, bien entonces... [Aunque igualmente iba a hacer la cena solo con vegetales] – Senjuro sonrió en sus pensamientos.

– ¡Genial! Déjame ayudarte mientras me cuentas cómo es eso de las academias de héroes.

– De acuerdo.

– Vamos entonces – Ambos entraron en la cocina para prepararse en su larga jornada.

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– Así que... usted dice que All Might busca un sucesor... interesante – Un muchacho de cabellos largos y desordenados de color azul grisáceo, delgado y con la piel tan blanca como la muerte. 

Lleva ensambladas perfectamente en su cara, hombros, brazos y cabeza unas manos embalsamadas de un color parecido al de su cabello.

Ese era quien hablaba, Tomura Shigaraki.

– ¿Quisieras decirme qué tienes en mente Tomura? – Una voz, a través de una pantalla verde hablaba con el nombrado Tomura Shigaraki.

– Supongo que... alguien de la nueva generación es lo más probable, obviamente en una escuela para héroes... Shiketsu o U.A...

– Bien ahí Tomura, ahora, ¿Qué es lo que harás? – El muchacho pareció pensarlo un momento.

El silencio fue cortado nuevamente por la pantalla parlante.

– Si deseas puedo...

– Con Kurogiri es suficiente, no quiero al budista cerca mío, maestro – Entonces terminó de planear.

– Bien, con eso dicho lo último que quería decirte es que Giran ya está buscándote aliados, espero noticias tuyas – La pantalla se apagó dando por cerrada la conversación entre ambos.

El lugar donde se encontraba el joven Shigaraki Tomura era un bar de poca iluminación, dentro de un edificio abandonado en algún lugar de los barrios bajos de Kamino. 

El muchacho se sacó las manos embalsamadas de sus brazos y hombros para colocarse una gabardina y volver a ponerlas por encima, caminó hasta la salida y antes de abrir la puerta esta se abrió por si sola.

– Oh, Shigaraki Tomura, ¿Ibas a salir? – Una niebla morada y oscura con ojos rasgados en forma vertical de color amarillo brillante y forma humana vestido formalmente era lo que estaba frente al joven.

– De hecho, los iba a buscar, que bueno que me ahorraron el viaje, Kurogiri – Dijo Tomura regresando para sentarse en una de las bancas del bar.

– Hey Tomura traigo buenas noticias, sucede que hay un pequeño regalo de parte de tu maestro y el doctor en fase de construcción ahora mismo  – Un hombre de pelo corto y gris con anteojos y un pequeño bigote que también venía con Kurogiri habló.

– Giran contactó con él y nos envió unos planos y anotaciones con información importante sobre su proyecto de bioingeniería – Mencionó Kurogiri.

Tanto él como Tomura miraron al hombre de cabellos grises para que mostrara lo importante.

– Dijo que podría ser mejor de no ser porque tuvo inconvenientes con un laboratorio destruido por lo cual lo tendrás justo unos días después de que empiecen las clases en las academias, además de otro por si las cosas se salen de control  

Tomura se sorprendió por lo dicho, su maestro lo tenía todo planeado y aunque hubo inconvenientes estaría listo y concordaría con su plan.

– Genial, tengo todos los recursos, ahora solo tengo que saber dónde programar a los jefes... 

Ese día

En algún lugar de Musutafu

Alguien dijo

– Tu también puedes ser un héroe

つづく

Bueno bueno.

La determinación se huele para todos los individuos, justo lo que se espera de los meses de inicio y época de clases.

Pero ¿Podrán lograr sus objetivos? ¿O será que ya meteré más romance? ¡¡LA RESPUESTA ES ÚNICA!! ¡¡Y LA SABRÁN EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO!!

Lo veo y c besto desarrollo

Gracias por leer y nos vemos