第1章 | Motivo



El fuego


El representante sensible del origen de todo, así lo afirmó Heráclito de Éfeso, simbolizando el devenir perpetuo en constante movimiento


Aquella es la flama que nunca se apaga


El sol se arrodilla ante él, todos lo hacen, pues consumirá todo aquello que con su llama sea tocado, es la caótica belleza del dolor


La mecha de su vasto poder es también la destrucción de todo lo conocido, el fuego es el fin, así como el inicio, una lucha de opuestos


Todo aquello que uno ama, lo que uno teme, todo es una llama en cada uno, pues su alma es perpetua


El fuego es la liberación del alma... que tu ambición doblegue a la avasallante fuerza

















"Este mundo, el mismo para todos los seres existentes,

no fue creado por los hombres ni por dioses,

sino que fue, es y será fuego siempre"


"Si aquello está destinado a perecer, que perezca ante ti..."
















"Haz que tu arte ponga de rodillas a este mundo"































| 𝕮 𝖆 𝖑 𝖔 𝖗 𝖉 𝖊 𝖘 𝖈 𝖔 𝖓 𝖔 𝖈 𝖎 𝖉 𝖔 |


[... 未知の熱 ...]

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- ¡¡Mamá!! ¿Puedo ir a pescar con Bon? - Un pequeño de 6 años con ojos color rojo como una pequeña fruta granada llamaba a su madre mientras corría en dirección a su casa.

Cabe destacar que se cayó de cara al no ver por dónde iba.

- ¡Jaja! ¡Mira mamá! ¡Me caí! ¡Jaja! - Sin embargo, el niño se levantó riendo como si nada.

Y ante el llamado, aquella que correspondió era obviamente la madre del pequeño, quien no confundiría la voz chillona de su niño.

- ¡Saludas a Bon de mi parte, Kai! - Alegó la mujer que vestía un delantal blanco y poseía un cabello negro recogido en un moño.

Esa era la madre de Kai.

Luego de acercarse, la mujer comenzó a sacudir el polvo de la ropa del pequeño y limpiar sus mejillas, además de estirarlas un poco por lo descuidado que fue.

- Ahora si, por favor cuídate Kai, y muestra respeto con los cazadores - La mujer le dio un beso en su mejilla para "protección".

Cosas de madres pues.

Ahora Kai sentía que Dios lo acompañaba.

- Si mami, ¡También traeré mucho pescado para vender! - Alegaba Kai con gran entusiasmo, dándose la vuelta para partir hacia el lago de su hogar.

Su madre soltó una risa y asintió, despidiéndose con una mano.

El pequeño salió corriendo a la casa de su amigo con los brazos alzados, probablemente termine cayéndose en el trayecto, otra vez.

La mujer negó con la cabeza, divertida de la reacción de su hijo, y siguió con su camino hacia un orfanato, iría a recoger a su otro bebé.

Obviamente no podías salir a vender carbón mientras tenías a una criatura en tus brazos.

- [¿Debería darle unas sandalias nuevas...? ¿Y si un mapache se las roba de nuevo?] - En el trayecto, la mujer comenzó a hacer cuentas mentales acerca de dinero y su hijo.

No serían los más ricos, pero a Kai le encantaba ir a pescar y vender, caminaba incluso más que ella, ¿Quién era para negarle las mejores cosas a su hijo?

- [Bueno, nunca se trabaja lo suficiente solo para ver su sonrisa] - Pensó la mujer, posando una mano en su mejilla con cariño.

Y sin darse cuenta, se había cruzado con un conocido.

- Buenas tardes Mai-san, ¿Qué tal la venta el día de hoy? - Un hombre algo mayor con un bigote blanco y corto pero puntiagudo se dirigía a la madre de Kai.

Portaba una boina de retazos junto a una bufanda, y en la espalda de su abrigo azul, un símbolo particular, el kanji de cacería "猟"

Pues en efecto, este era un cazador.

Mai volteó su rostro para ver al hombre que, encorvado, posaba sus manos por detrás de su espalda para así volver a fijar su mirada hacia adelante.

- Ara, bastante bien, veo que Rui-san decidió dar un paseo en horas de trabajo, aunque... - La mujer tocó su blanquecina barbilla con su dedo en son de pensamiento.

- [N-ni siquiera me devolviste el saludo...] - Pensó el anciano con una sonrisa inquieta.

- ¿No deberías estar instruyendo a los novatos? - Inquirió Mai con una mirada que juzgaba al hombre, paradójica a la sonrisa siniestra que le daba.

- [¿Por qué siento que mi autoestima está en peligro?]

- Últimamente hay demasiados animales salvajes, sería bueno que nuevos cazadores salgan y defiendan a la gente

- E-es que... bueno, ya sabes, eh... jeje... a tu niño le gustan mucho los animales, ¿No? - Rui evadió penosamente la acusación, frotando sus manos con ansiedad.

- Si... la última vez encontré a Kai durmiendo abrazado a una zarigüeya, y tú solo te reías de él...

- S-se veía tan chistoso... piedad... - Suplicó.

- Eeeh... ¿Acaso trabajas en el circo...?

El tono de la mujer ya no era nada sutil, pero era claramente un llamado a su responsabilidad y una burla a su deber.

- [Ya no lloren por mi, yo ya estoy muerto] Si... ¿Qué tal le va a Kai con su quirk? - Mencionó el anciano evadiendo el tema descaradamente.

- Estas cambiando la conversación... no seas tan imprudente, viejo - La hermosa mujer de ojos violeta rojizos atacaba al vejestorio sin ton ni son.

- Ugh... [¡No es posible que me haya descubierto! Si yo era tan sutil y genial con las nenas en mi juventud...]

Si, en su juventud...

Con aquello en mente, el viejo rememoró nostálgico aquella época cuando las personas solo se preocupaban por los animales salvajes y tener muchos hijos...

Muy diferente a la situación actual.

- Rui-san, si no desea otra orden de restricción en un baño público vaya a hacer su trabajo y deje de ir a espiar a las-

- L-lamento tener que interrumpirte Mai-chan, sin embargo, tenía algo que decirte - Sin dejarle terminar de manchar su nombre, Rui cambió el tema abruptamente.

El momento de risa era bueno, pero sabía que si se burlaban de él ya no pararían.

Siempre era así con este cochino.

Así que de un momento a otro y con pesar, suspiró para ponerse serio, debía de notificar asuntos importantes.

- Pido que no te asustes, a primera vista aún no es algo alarmante, pero últimamente hay reportes de cazadores que dicen haber luchado con criaturas que poseen quirks...

Sin reacción en particular, la mujer de inmediato pensó en historias predicadas por sus antepasados.

Tan cerca, pero a la vez tan lejos.

- Lastimosamente no son Yōkai, no se trata de una simple historia para obligar a tus engendros a dormir... - Rui veía en la dirección en la que se había marchado el pequeño Kai.

- [¿Cómo que engendros?]

Ignorando el aura asesina, Rui continuó su notificación, la cual cambió el semblante de la mujer a uno seriamente imperturbable.

- Entre las particularidades de los informes acerca de estas criaturas, lo más llamativo es el cerebro expuesto a la vista y una forma semejante a la de una persona, aunque en otros casos también asemejan animales

Ante tal aviso, la imagen mental que tenía la mujer se hacía bastante grotesca, el sentimiento de inquietud llegó a ella, ahora estaba preocupada por Kai.

- [Aunque son eliminados... si poseen quirks significa que pueden llegar a ser muy peligrosos, debemos de ser más estrictos con los novatos] Ya verás los detalles en el anuncio que colgarán el día de hoy, te pido que seas cuidadosa al andar por las afueras

- Me pregunto si es algún tipo de mensaje... de aquel que reina sobre todos - Mai miró al anciano, a lo que este asintió.

- [Rezaré por la seguridad de todos...]

El viejo se retiró a paso rápido y constante en dirección del pequeño Kai, solo para vigilarlo.

No es que piense que él y su amigo no pudiesen huir, lo que le preocupaba era que no quisieran huir, o que escapara una de esas criaturas perniciosas.

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- Oye Kai, no creo que eso sea un pez, solo míralo tiene su cerebro fuera, ¡Qué desagradable! - Mencionó Bon, otro niño con cabello color café y ojos azules.

El pequeño cafecito no ocultaba su expresión de desagrado al levantar a aquello que habían determinado que era un "pez" con ayuda de su quirk.

El cual le permitía manipular el viento.

- Ya suéltalo, si lo secas no podremos comerlo con pan, hay que rostizarlo.

- ¡¡¿No viste que casi te arranca un brazo?!! Además, podía lanzar rayos de sus ojos - Bon se estiró los ojos imitando a la cosa que había dejado caer al suelo.

- Si bueno, sigo fino así que... ¿Quién tiene hambre? - Dijo Kai sonriendo desvergonzadamente con todos sus afilados dientes y tomando al pez en brazos.

- Kai esto es serio, hay que dárselo a los cazadores, ellos sabrán qué hacer con esto.

- ¡¡No!! ¡Nos costó mucho matarlo y nos lo vamos a comer! De todas maneras, está muy feo, nadie querrá comprarlo - El pelinegro hizo un gesto con su dedo señalando su frente mostrando una sonrisa socarrona.

"Mente de tiburón" Leyó Bon entre líneas...

No podía ser más estúpido solo porque no quería.

E incluso Kai, que más que un tiburón parecía una piraña idiota, le quitó algo de su "carne" a aquella criatura y luego la lanzó.

- Pero qu- Ugh... - Bon dio un suspiro de irritación al ver a su amigo contradecirse con sus acciones.

Y lo peor fue que Kai se la puso en frente suyo.

- Y te lo tragas todo - Kai le apuntó con la mano para que comiera esa horrible cosa.

- Sigue soñando tont- ¡Agh! ¡Espera! ¿Qué estás haciendo animal? -Sin previo aviso, Kai se había lanzado encima de su amigo y lo tenía aprisionado sentándose en su estómago.

- Vamos viejo, aunque sea pruébalo-

- ¿Q-qué están haciendo...? - Preguntó el viejo Rui presenciando tal imagen, al parecer confundiendo la situación...

Como el viejo asqueroso que es.

- ¡¡Oye anciano mira, un pez flotó sobre nosotros y voló un árbol con su rasho laser!! - Kai se levantó de encima de su amigo, aunque este terminó empujándolo y provocando que caiga de cara.

Su madre, nuevamente, había tenido razón, eso hizo reír al adulto entre dientes.

- Lo siento Kai, pero te merecías eso - El pequeño café se levantó también.

El hombre de cabellos como la nieve ahora lucía pensativo, unos mocosos que apenas y sabían cómo pararse sobre sus dos pies acabaron con una de esas horribles criaturas.

Suerte o no, el potencial yacía allí, solo faltaba apoyo... ¿O era al revés?

Bueno, talento o no, lo que si haría Rui era apoyarlos, sería la oportunidad perfecta para que puedan defenderse por sí solos.

Les explicó todo lo que sabía sobre los ahora denominados "demonios" y como ahora los cazadores defenderían a la gente de estos malignos seres...

Motivados, ambos niños imaginaron que en el futuro se convertirían en cazadores de demonios.

- ¡Vamos a darles unas pataditas en sus costillitas a esos demonios Kai!

- ¡Por supuesto, defenderé al pueblo con chispa y todos me darán pan y una gran casa!

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- ¿Sabes? Está genial eso de querer proteger a la gente hermano, pero... ¿No deberías entrenar o algo así? - Un pequeño de 5 años miraba a un ya crecido Kai de diez acostado bajo la sombra de un árbol.

El pequeño en frente suyo tenía un cabello marrón rebelde casi en forma de honguito que le llegaba hasta sus orejas, además de unos intensos ojos bordó en gradiente.

El niño lo observaba con desaprobación, cuestionando sus acciones con esa mirada brillante.

- ¿Ah? Ehm, si pues... estoy entrenando, ¿No ves? Entreno mi mente - Con un rostro de falsa tranquilidad miraba sudando desde abajo a su hermano menor, Hideaki.

- Hermano... ¡Tienes razón! Nos vemos cuando termines - Hideaki se retiraba con tranquilidad y una sonrisa inocente en su rostro.

Bien sabía que su hermano debía entrenar su inteligencia, era tremendo tonto.

- [Siento que he sido insultado...] - Pensó Kai.

- ¡Espera! ¡Rui-san me dijo que dirías eso! [Que argumento tan poderoso hermano, sin embargo, molestar a ese fósil y mi fe en cristo es superior] - Con un rostro serio y acusador, su hermano se dio la vuelta antes de que cayera en el tremendo bait de su mayor.

Y con un semblante molesto, Kai se disponía a terminar el pan que estaba merendando.

- ¡Mira! ¡Un elefante guerrero psíquico ancestral!

- ¡¡¿DÓNDE?!!

El pelinegro aprovechó el momento de vacilación de su hermano para salir corriendo con la esperanza de no encontrarse con nadie que interrumpa su momento de procrastinación.

-¡¡A-al menos regresa para la cena, te estaremos esperando hermano!! - Fue lo último que escuchó de su hermano menor.

Entonces Kai se detuvo para tomar aire nuevamente.

Luego de pensarlo mucho, en realidad duda de aquello dicho en el lago hace 4 años, aunque fuese una deshonra, se sentía inseguro, porque no sabía lo que quería.

Porque Kai era un tonto.

Ser alguien que protege a sus seres queridos suena bien, sin embargo, no hallaba la motivación suficiente en aquello, como si fuese solo una de esas tontas cosas que dices cuando eres pequeño, una declaración vacía.

Y él sabía que era hora de establecer un límite.

- [Solo estoy viendo por mi satisfacción...]

Pero le daba miedo seguir avanzando.

Estaba inseguro de lanzarse al cambio, como si fuera un gran acantilado del cual no puedes ver su final.

La presión era inminente pues el viejo Rui se había ofrecido a enseñarle a él y a su amigo Bon las artes de los cazadores, así se harían mucho más fuertes para su capacitación oficial, su amigo estaba encantado con la oferta.

Mientras que Kai solo pensaba en lo molesto que sería tener que entrenar, se hubiera negado inmediatamente, pero tenía un "inconveniente".

Poco o nada le podía importar la opinión de cualquier otro, pero de su madre... Kai ni siquiera deseaba seguir pensando en eso, era tan incrédulo.

Él temía decepcionar a su madre, él quería, no...

Amaba a su familia, no podría vivir haciendo sentir mal a su madre, ni a su hermano menor.

Ellos eran su tesoro.

Solo porque él ya no soñara en grande no significa que podía traicionar el esfuerzo que hacia su madre para traerles felicidad, se lo debía.

Esos eran los sentimientos de Kai.








































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- Kaaai-kun... ¡¡Kaaai-kun!! Moo~ ¿Dónde se metió? - Pensaba en voz alta una niña de la misma edad de Kai.

Poseía un cabello azabache recogido en un moño, así como el de la madre de Kai.

- Siempre hace lo mismo, huye de Rui-san y hace un escándalo en el orfanato... [Según su madre, lo hace para llamar mi atención, pero...]

Sus ojos eran grandes y de un color verde claro como una hoja que mientras se movía, buscaba al pelinegro con la mirada.

- Naah, los sueños no se hacen realidad tan fácil... jejejej - Se tomó del rostro mientras se tenía de un dulce rojizo y soltaba risas tontas al aire.

Ya no prestaba atención a su entorno, pero aún así, en ningún momento tropezó o siquiera tambaleó al caminar.

- ¡Ah! ¡Ahí está ese llorón! ¡Oyee~ Kai-kun-! - La pequeña logró divisarlo, aunque al instante se abstuvo de llamarlo.

Lo había encontrado sí, pero en una posición comprometedora.

Dormido boca arriba en una colina a pocos metros del filo de esta, yacía Kai quien roncaba con un semblante estúpidamente feliz.

La pequeña de ojos esmeraldas observaba con un intenso enojo al chico que roncaba más fuerte que un cerdo.

¿Cómo podía desaparecerse hasta el anochecer y no decir nada?

Cuando se lo notificaron, la chica se ofreció a buscarlo con una gran sonrisa, y todo para encontrar a Ñoño procrastinando en un acantilado lejos de la civilización.

O bueno, aún más lejos de la 'civilización'.

- ¡¡Watch out!! ¡¡His name is Rika Ceenaaaaaa!! - Sin esperar nada, ella se dejó caer en su estómago como si de un luchador de la WWE se tratase.

Al pelinegro casi se le salen los ojos del aire que liberó, levantándose al instante mientras lagrimeaba como todo un hombre.

- ¡Rika! No hagas eso maldición, ¡Mis panza cervezera casi explota! - Protestó el chico.

- ¡¡Es tu culpa por no aparecerte, nos preocupas en vano!! - Respondió la chica roja de la furia.

- Y-ya Rika n-no te enojes - Pronunció Kai con "seguridad", reflejada en su varonil rostro arrugado y lloroso del miedo.

- Por eso dicen que siempre que hay un problema estamos nosotros presentes... además de Bon-kun...

- Oye, eso es mentira, además, solo tu viniste hasta aquí - Señaló Kai emprendiendo de inmediato hacia el pueblo.

Dios sabe qué sucedería con él si no le obedecía rápido.

Y al oír a Kai, las mejillas de la chica se tornaron de rojo nuevamente, ese había sido un golpe crítico a su amor.

- ¡H-Hmm! ¡Es solo que yo te encontré primero! [¡¡Yo gano!!] - Con gran vergüenza en su interior, la chica se volteó para que no la viera hecha un tomate para luego hablar.

- [Las noches son frías, pero ella se olvidó de abrigarse por buscarme... cuando lleguemos le pediré a mamá que me enseñe a tejer...] ¿Eeeeh...? ¿En serio...? - Preguntó con escepticismo.

Aunque comenzó a sonreír inconscientemente

- D-digo la verdad, e-estábamos todos preocupados... Yo estaba preocupada por Kai-kun - Musitó en voz baja, aunque Kai logró escucharlo.

Por un momento una profunda felicidad se apoderó de su ser.

- ¡¿En que estabas pensando al desaparecer así tan de repente?! ¡Baboso me asustas! - Que luego fue echada de su ser de una patada, metafóricamente hablando.

Sin embargo, quizá fue a buena hora pues, un presentimiento haría que el chico comenzara a prestar más atención a su entorno.

El sonido de las hojas en conjunto le haría desconectar sus sentidos de su querida Rika.

Mientras que ella le gritaba a Kai a diestra y siniestra en lo bastante que les quedaba de camino al pueblo, el chico ignoró lo que decía esta.

Sentía que alrededor suyo había alguien, le estaba haciendo perderse entre la realidad y la imaginación, pues creía ser simplemente obra de su mente.

- ... cállate Rika - El sentimiento de de ser observado acabaría con la paciencia de Kai.

- ¡¿Qué cosa dijiste?! - Manteniéndose callado e inquieto, Kai le hizo saber a la chica que debía guardar silencio por una razón más importante.

No estaban solos

El niño buscaba con la mirada a la presencia que les hacía compañía, la niña sería quien hallaría tal presencia entre el follaje del frondoso bosque.

- Kai-kun... en el arbusto de allá - Llamó la muchacha, bajando la voz y jalando de su ropa al chico.

Al instante, Kai volteó a donde le habían indicado.

Se sobresaltó un poco, dirigiendo sus ojos de inmediato hacia el señalado arbusto, donde una oscura silueta encorvada temblaba oculta detrás de este.

No fue hasta que la entidad mostró sus ojos de Kai volvió en sí al instante, generando que su corazón bombeara más rápido por consecuencia del miedo que le hacía contener la respiración.

El niño vio en silencio como unos brillantes ojos de iris amarilla y pupilas verticales como las de un gato se desplazaban hacia arriba y no dejaban de observarlo.

Siendo entonces que aquellos ojos avanzaron un poco hasta dejarse ver por la poca iluminación que ofrecía la luna que, ambos chicos pudieron reaccionar con terror, retrocediendo lentamente.

El trémulo insano en aquellos chicos era justificable pues...


Se trataba de un demonio.


Aunque no tuviera el cerebro fuera, sus demás rasgos no eran para nada humanos.

Una terrible comezón les gritaba que no era humano, y que debían de huir.

Tan alto como un adulto, un solo brazo y en la palma de su mano poseía una abertura delgada que llegaba hasta su muñeca, dejando ver un vacío incluso más oscuro que su esclerótica azabache.

Su oscura piel como el carbón parecía mostrarle al joven Kai el oscuro final de su vida o de su comprensión de esta, la complexión delgada y rostro plano que portaba lo hacían verse como un monstruo digno de una obra de horror folclórico.

O incluso peor.

Asesino o demonio, ambos encajaban en el aspecto tétrico que daba aquella deforme bestia sacada del averno concebido por el raciocinio del pequeño.

Tan solo aquellos ojos amarillos, uno un poco más arriba que el otro, que los miraban sin emitir ningún sonido mostraban el hecho de que aún no habían muerto.

Pues aún se percibía su siniestro brillo directo a los ojos.

Y aún así, la muerte se sentía delante de Kai.

Allí, en la oscuridad de la noche, el niño y la niña yacían temblando frente a la bestia de un solo brazo.

Por un momento, unos míseros segundos, la bestia se distrajo cuando un ave sobrevoló por encima de esta, a lo que trató torpemente de alcanzarla.

Era su oportunidad de escapar.

¡¡HUYE DE AHÍ!! Se gritó Kai, comenzando a sentir por fin que sus piernas le respondían.

Kai tomó control de su cuerpo en ese momento para tomar a Rika de la mano y salir corriendo de allí con todas sus fuerzas.

Mientras escapaba, el chico giró su cabeza hacia atrás para divisarle y se dio cuenta de que no había nadie, nada detrás suyo, ¡Lo habían perdido!






























¿Entonces por qué aún se sentía observado?







- ¡¡Kai-kun!! - Su amiga lo llamó, para cuando volteó lo único que pudo ver como una hoja de metal casi lo rebana, si no fuera por el quirk de Rika, reflejos amplificados.

La chica de ojos violeta jaló a Kai hacia atrás volviendo a correr mientras que la criatura los seguía, nuevamente el demonio apareció delante de ellos como un borrón oscuro.

Su sola presencia ejercía una inmensa presión.

Y por puro reflejo, el pie de Kai se prendió en fuego y lo pateó justo en la boca del estómago.

Aquella patada provocó que el demonio soltase un gutural grito de dolor y tocase la zona del impacto revelando una marca de quemado intenso pese a ser una llama tan débil.

- [Su piel era suave...] - Pensó Kai fugazmente antes de volver a escapar.

Nuevamente y con movimientos erráticos la criatura se recompuso, volvió a alcanzarlos desapareciendo en un borrón y esta vez, con mucho esfuerzo e ira logro patear a ambos chicos haciendo que caigan.

¿Acaso no podían huir de esta criatura?

Levantándose rápidamente y con dolor, debido a la torpe, pero potente patada de la criatura, Kai vio como esta se le acercaba con la afilada hoja de metal que sobresalía de su palma.

Los árboles eran rebanados fácilmente por el demonio, la luna brillaba en ese momento, dejando ver la debilidad de los chicos ante la criatura.

- [¡Respira! ¡Cálmate!]

Kai lo sabía, ellos no podrían escapar.

Por más que corrieran con todas sus fuerzas o que lo perdieran entre el bosque, ese demonio podía alcanzarlos en un instante.

- [¡Corre más rápido, casi nos alcanza!]

Y confirmó esto cuando el monstruo llegó nuevamente delante de ellos, golpeando a un costado suyo, llevándose a Rika en el proceso.

Con un solo movimiento, aquella criatura los había hecho caer al suelo, uno lejos del otro, Kai sintió que se desvanecía en el piso, ya ni siquiera podía sentir el césped.

Kai era presa del miedo, Rika estaba inconsciente, y ahora ambos estaban a merced del demonio.

No había salvación.

Con un terror absoluto arrugando su rostro y obstruyendo su garganta, Kai no pudo evitar soltar lágrimas, sin quitar su vista de los ojos de aquella criatura que le arrebataría la vida.

- [¡¡TODO MI CUERPO ME DICE QUE HUYA!! ¡¡PERO MIS PIERNAS YA NO RESPONDEN!! ¡¡POR FAVOR!!]

Era aterrador, sentir el desolador silencio, sin embargo, no podía hacer nada.

- [No quiero morir...]

Pero iba a morir después de todo.






























"Regresa para la cena, te estaremos esperando hermano"
























- [Hideaki...]


Las pupilas de Kai se redujeron hasta solo formar dos puntos carmesís.

Su respiración se volvió errática y muy fuerte, soltando chillidos de terror con cada exhalación, a la vez que, con un incesante temblor, no dejaba de ver intensamente al demonio que estaba a nada de cortarle la cabeza.

Y antes de que aquella bestia le quitara la vida, inconscientemente prendió sus pies en una gran llama que lo empujó lejos de la criatura.

El fuego le dio de lleno al demonio, cubriéndolo en una ardiente manta de dolor.

- [¡Ignora el dolor! ¡¿Dónde está Rika?!] - Kai se levantó de nuevo con algo de esfuerzo y buscó a su amiga, quien ya se recomponía.

Aún estaba aturdida por la patada y se tambaleaba tratando de recomponerse, pero para eso estaba él.

De inmediato fue con ella y la ayudó a levantarse.

- Kai-kun... me alegro de que estés bien... - Ignorando los chillidos de dolor de la bestia, Rika le sonrió como pudo.

El pequeño de inmediato lo supo, cuando aquellas palabras que escuchó de su hermano llegaron a él.

No podía morir aquí, aquellos que podían llorar por él... debían de ser protegidos.

Debía ganar.

Así que, con seriedad, el pelinegro le pidió a Rika que corriese al pueblo y llamase a los cazadores, solo así podrían salvarse.

- ¡M-me niego! ¿Acaso olvidaste que vine por ti? - Y como era de esperarse, Rika refutó de inmediato aquella petición irracional, sonando realmente preocupada.

Ante tal reacción, Kai tan solo pudo sonreírle con cariño.

- Me gusta que te preocupes, pero yo voy a regresar, tengo que llegar para la cena después de todo - Alegó el pelinegro mostrando seguridad en su sonrisa, tratando de convencer a su amiga de que fuera por ayuda.

- [Yo lo sé... sé que esta podría ser la única forma de salvarnos... pero no quiero dejarte solo...] Y-yo no...- La pequeña dudó afligida, a lo que una caricia del chico llegaría a su cabeza.

- Oye, usa esos super reflejos para correr sin caerte - Bromeó.

Y así, resignada, Rika aceptó, no sin antes decirle algo a su amigo.

- ¡Límpiate la cara, está llena de mocos! - Exclamó ella.

La sonrisa de Kai fue reemplazada por una cara de vergüenza.

- ... ... ... solo ve por los cazadores ¿quieres? - Kai se volteó mientras se limpiaba la cara con su brazo.

Rika salió corriendo en dirección a la aldea aún con algo de miedo por lo que podría pasarle a Kai.

Y mientras tanto, el chico ya estaba evadiendo con torpeza la hoja del demonio el cual se había deshecho del fuego que lo cubría.

Kai corría mientras débilmente trataba de ganar algo de velocidad incendiando sus pies.

Se cubrió detrás de una roca, pero al instante se agachó pues la misma había sido cortada con mucha facilidad por el demonio, obligándolo a seguir escapando.

-[¡Q-q-q-que miedoo! Necesito incendiarlo de nuevo, al parecer no le gusta el fuego, ¡¡ P-pero ni siquiera sé cómo hacer una llama tan grande como esa!]

Al pensarlo un instante, su cabeza casi es separada de su cuerpo de un corte, hasta que vio como la cuchilla desaparecía antes de que lo matara.

El demonio se detuvo a ver la palma de su mano a donde había regresado la cuchilla.

Y entonces algo hizo click en la cabeza de ambos.

- [¡Su mano no tiene la hoja! Entonces hay momentos donde la guarda... ¡¡Es mi oportunidad!!] - Kai saltó lo más alto que pudo y pateó al demonio en la cara quien ya había sacado su cuchilla nuevamente.

- ¡Toma est- ¿Eh? - De sus pies, apenas y salió una pequeña llama con la cual el demonio ni se inmutó.

Kai cayó de espaldas justo debajo del demonio.

Pudo haber muerto en ese momento.

- ¡¡¡RIKA SALVAJE APARECE!!! - Soltando otra referencia, la pequeña lanzó una roca de tamaño considerable con sus dos manos dando directo a la espalda del demonio.

El impacto, sumado a lo sensible que lo habían dejado las quemaduras hizo que este se arqueara hacia atrás y cayera retorciéndose en el suelo.

Rápidamente Kai se alejó del demonio en dirección a Rika.

- ¡Rika! ¿Avisaste a los cazadores? - Esta negó pues al final no pudo dejarlo solo.

Kai bajó la cabeza sonriendo con alegría, no era el momento, pero no pudo evitar pensar en lo afortunado que era.

Sabiendo que estaban solos y no podrían escapar, ambos jóvenes entraron en pánico hasta que notaron que el demonio se estaba levantando nuevamente.

Kai solo pudo enojarse con el demonio por la frustración.

- ¡¿Acaso eres inmortal?! ¡¡Estoy harto, Rika!!

- ¿S-si?

- ¡¡Grítale la diez!!

- ¡¡E-eres una perra escandalosa!!

El enojo de Kai contagio a Rika haciendo que ambos le gritaran, rápidamente olvidaron el miedo y se pusieron seriamente irascibles.

Con una mirada iracunda en los menores, ambos habían llegado a una conclusión.























Eran ellos o el demonio...

Y se decidiría ahora...



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- OYE, EL NARRADOR DIJO QUE DETENDRIAMOS AL DEMONIO, ¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO? - Rika le reclamó a Kai mientras se encontraban nuevamente escapando.

Sabia muy bien que no servía de nada el huir, pero aun así tampoco podía culpar a su amigo, tenían miedo y mucho.

Solo querían regresar a casa con vida.

Kai se detuvo en un claro dentro de un bosque el cual reconocía por la gran distancia de este hacia el pueblo.

- Uff, solo necesitaba algo de tiempo para pensar, ahora sé que ese demonio no siempre usa sus poderes, si le hacemos daño haremos que esconda la cuchilla de su mano

¿Qué diablos? ¿Ese era su Kai-kun?

Rika estaba asombrada.

Su amigo todo este tiempo había estado pensando en vencer al demonio.

Rápidamente pudo relacionar lo que dijo el pelinegro con lo que había sucedido, lo había omitido por completo, pero tenía razón.

- Además, se supone que puede aparecer delante nuestra súper rápido, pero también necesita prepararse para eso, he estado contando y no falta mucho para que venga

Dicho eso, Kai procedió a explicarle lo más rápido posible el plan que tenía para acabar con el demonio.

Decir que Rika estaba atemorizada por el demonio no era una mentira, sin embargo, el escuchar a su amigo con tal confianza hizo que sus ánimos se levantaran nuevamente.

Si él podía, ella también confiaría firmemente que iban a vencer.

- [Aun en problemas, eres alguien confiable...] - Fue eso lo que pensó Rika en aquel momento.

No pudo evitar esbozar una sonrisa de sincera felicidad.

- Bien, ve de una vez [Si se mantiene lejos no se hará tanto daño] - No iba a ignorarlo, estaban en esa situación por su culpa.

No dejaría que Rika pagara por sus platos rotos.

- Moo Kai-kun... - Susurró la chica viendo al suelo.

- ¿Q-qué sucede Rika? [¡Debes irte ya! Llegará en cualquier momento] - El chico estaba nervioso, temía por la vida de la chica más que por la suya en cierto modo.

- Quisiera crecer ya... me dijeron que creceré fuerte y sana...

- ¡¿Y ahora de qué estás hablando?!

- Es que... cuando me vuelva fuerte... ¡Te voy a proteger! ¡No importa qué, definitivamente te protegeré! E-es por eso que... - Rika juntó sus dedos para armarse de valor.

- Rika... [Pero tú ya eres alguien fuerte... todo es más colorido cuando sonríes...] s-se nos acaba el tiempo... ¿Rika?

Hubo un momento de silencio, terminado por la pequeña de brillantes esmeraldas.

- Si salimos vivos de esta... ¡¡Casémonos!! - Con su rostro teñido en un bello rojo tenue y una hermosa sonrisa, Rika se alejaba rápidamente del lugar sin dar lugar a una respuesta.

Viendo cómo se alejaba, Kai sintió una gran fuente de calor creciendo en su pecho llegando hasta colorear su rostro.

Su ceño fruncido y su sonrisa torpe reflejaba la calidez en su ser... ahora tenía más motivos para vivir.

Y de manera repentina, el pelinegro comenzó a sentir como el oxígeno en todo su cuerpo aumentaba, se sentía mas ligero.

¿El poder del amor? Que cursi sonó eso, fue lo que pensó Kai sin quitar la boba sonrisa.

Ya dejaría esas cosas para cuando ganara, ahora estaba listo para hacerle frente a lo que fuera por su amada...


Entonces el demonio hizo su aparición.


Nuevamente, delante de Kai y bajo la luz de la luna, ambos se miraron.

El claro parecía temblar ante la palpable tensión entre quienes se asesinaban con la mirada, Kai y el demonio sabían que no habría perdón, o salía uno o no salía nadie vivo esta noche... sus miradas se los decían.

Y por un momento, el demonio pareció vacilar y perderse en el flameante arte carmesí que le ofrecían los ojos del niño.

Fue entonces que Kai aprovechó para lanzar un puñado de tierra a los ojos del demonio y correr hacia el bosque.

Quería camuflarse entre los árboles mientras el demonio reaccionaba al ya no ver al chico por la tierra en sus ojos.

Furioso, el monstruo buscó aquella intensa luz carmesí que desprendían los ojos del chico.

Por alguna razón, había aprendido a avanzar más rápido usando sus tres extremidades.

Tal y como una bestia salvaje en medio de la letal naturaleza y su selectividad que, al presenciar algo que tan solo él mismo es capaz de entender...

El demonio se había adaptado.

Avanzaba más rápido y sin cuidado, esta vez con sus tres extremidades apoyándolo, rebanaba los árboles que lo rodeaban de manera esporádica de un solo tajo, buscando con todas sus fuerzas al propietario de tal luz carmesí.

Hasta que de un momento a otro fue derribado por Kai, quien se encontraba arriba del último árbol que había cortado.

El pelinegro tumbó a la bestia cayéndole justo en el plexo solar.

Sin embargo, aunque cayera al suelo, no sería por mucho puesto que de inmediato se levantó y esta vez sin su cuchilla a la vista, agarró al muchacho y lo lanzó al suelo a un lado suyo.

En esta oportunidad, Kai no vaciló e ignorando el dolor retrocedió encendiendo sus pies, logrando alejarse a una distancia medianamente segura.

Se levantó y comenzó a lanzarle piedras.

El demonio las ignoró y cargando con un furioso rugido se lanzó contra Kai, quien aprovechando su momento de adrenalina saltó impulsado de su fuego, quedando justo arriba sentado en el cuello del demonio.

El pelinegro usó esta oportunidad para quitarse su camiseta y cegar al demonio amarrándola sobre su rostro.

Aunque este se comenzaría a mover para quitarse al niño de encima, rasgando la camiseta y dejando entrever sus brillantes ojos.

Kai podría haber seguido con su plan, si no fuera porque resbaló con el brusco movimiento de la criatura.

En un movimiento desesperado, para evitar caer y quedar a merced del demonio, Kai se sujetó del rostro de este con fuerza, jalando incluso su piel con sus uñas.

Fue en aquel momento en que, viéndose tan de cerca reflejado en la pupila del demonio, Kai sintió como nacía dentro de sí una ira incontrolable.

Pues estaba presenciado como era asesinado con la mirada.

- [¡¡No dejare que me veas desde arriba de nuevo!!]

Con fuerza, Kai se sujetó hundiendo sus dedos dentro de las cuencas del demonio el cual vociferó un grito gutural de dolor para luego tratar de separarse de Kai.

El chico se soltó y cayendo parado comenzó a escapar nuevamente.

El demonio se retorció en su lugar, tomándose del rostro con su mano, aunque rápidamente ignoró su tortura y guardó silencio.

Un temblor en la zona se hizo presente, tendiendo como epicentro el lugar donde estaba parado el demonio, para que luego este desapareciera como una mancha de oscuridad.

De inmediato, la bestia volvería a aparecer justo delante de Kai, no necesitaba sus ojos para saber lo que tenía delante suyo.

Estaba seguro de que iba a rebanar al chico.

- ¡¡TENGA!! - O eso era lo que creía la bestia.

La futura esposa de Kai se encontraba nuevamente en escena, pateando al demonio con ayuda del mencionado para derribarlo.

El demonio había caído sobre un hoyo que excavó Rika, quien tenía las manos sucias y maltratadas por hacer un agujero mínimamente hondo.

Lo siguiente que sintió la criatura fue como todo su tronco era destrozado por una roca que los chicos habían arrastrado para que cayera encima el demonio.

Todo parte del plan.

La criatura vociferó de dolor frenéticamente casi haciendo doler los oídos de los chicos, gritos dignos de una bestia infernal.

Trataba de empujar la roca con sus extremidades desesperadamente, pero al ser solo tres tan solo provocó que se volcara a un lado.

La roca volvió a impactar en su caja torácica, además de que ambos chicos saltaron encima para hacer mas peso.

Fue en ese momento que los gritos de la criatura cesaron.

Así entonces, Kai y Rika, ya cansados y adoloridos como nunca, bajaron sus miradas al sentir que el demonio ya no se movía.

En efecto, con sus globos oculares hundidos e incoloros, la bestia ya no emitía ningún sonido y sus extremidades estaban en posiciones imposibles para una articulación normal.

Ambos se miraron, el dolor se volvió más intenso mientras que el cansancio los hacia incapaces de respirar con tranquilidad.

Los niños se sentaron en el suelo tras bajar de la roca, los enamorados volvieron a mirarse, como quien tratara de buscar una respuesta en el otro, si en realidad seguían vivos o si su mente jugaba con ellos.

Era real, habían sobrevivido, juntos...

La primera cara de alivio se plasmaría en la chica.

- L-lo logramos Kai-kun - Con una voz más aguda de lo normal, Rika comenzó a sacudir a su amigo tomándolo de los hombros y empezando a lagrimear de manera cómica.

Kai, en cambio, se encontraba estático y falto de reacción, por alguna razón no sentía tranquilidad.

Paz, era mínimamente lo que se esperaba el pelinegro, sin embargo, ni siquiera podía articular palabras para expresar la tortura mental por la que estaba pasando en ese instante.

La imagen de la muerte estaba grabada en la retina del niño, comenzó a respirar aún más agitado, teniendo espasmos y entrando en trance, ignorando todo a su alrededor.

Su cara no reflejaba nada, sin embargo, sus ojos eran apenas dos puntos rojos en medio de un vibrante lienzo de esclerótica blanca que comenzaba a mostrar venas por la falta de humedad en estas.

Kai comenzó a entrar en un silencioso pánico que lo hacía sudar frío.


- [Esto es horrible... mi cuerpo duele mucho y-y mi cabeza va a explotar... ¿Los cazadores pasan por cosas así todos los días?]


- [Y mira a Rika, esta tan lastimada, s-sus manos sangran por mi culpa... n-no... yo no...]


- No quiero ser cazador... - Con una voz temblorosa del pánico, musitó el pequeño que veía hacia la nada, siendo escuchado por Rika.

- Kai-kun... y-yo te protegeré, y-y a todos los que amas, sé que es tu mayor preocupación, así que tú no tienes que-

























- Kai... kun...

























De repente, se escuchó lo que parecían ser varias voces sincronizadas desde un solo lugar.

Como si un animal tratase de pronunciar lenguaje humano...

O un demonio.

El sepulcral silencio causado súbitamente hacía que la piel de ambos muchachos se erizara.

Habían quedado paralizados en su lugar, presos del terror.


- Kai... kun


Esta vez, de manera más clara se escuchó una profunda voz dividida que suspiraba cada vez que hablaba.

Los niños voltearon mientras que el miedo del inicio de la noche volvía a ellos, y cuando miraron al demonio, este seguía debajo de la roca, pero aun así, el temor no se fue.

Pues un gruñido ensordecedor los hizo entrar en un silencioso y letal pánico.


- Kai...KUN!! ¡¡¡GRRAAAAAH!!!


El demonio abrió la boca para esta vez gruñir, haciendo que los menores se voltearan y taparan sus oídos con fuerza por el dolor que les causaba aquel aberrante grito.

No supieron en qué momento la tierra comenzó a temblar y grandes ráfagas de viento se generaron alrededor del demonio como si estuviesen en el ojo de un huracán.

Ambos observaron incrédulos como el cuerpo del demonio temblaba aferrado al suelo y generaba aquel movimiento.

De manera súbita, un pilar de luz color violeta se generaba ferozmente desde este, generando aquellas fuertes ráfagas de viento tales como un peligroso tornado.

El terreno empezó a resquebrajarse y formó una circunferencia que rodeó a los niños junto con el demonio.

De un momento a otro, ellos habían desaparecido en un borrón negro, dejando en su lugar un enorme cráter en el terreno.

Por un instante, Kai se sintió mareado y al recobrar sus cinco sentidos, se dio cuenta de que ahora se encontraba en la colina donde había descansado anteriormente.

De nuevo donde inició todo.

Esta vez, la diferencia era que una porción del terreno del bosque del lugar anterior estaba encima de la pendiente, junto con Rika...

Y el demonio.

Rápidamente Kai se levantó alarmado y fijó su mirada en el demonio que yacía parado encima de la zanja que había hecho Rika.

Parecía ser el mismo, a excepción de que su rostro ahora tenía los ojos cerrados, casi sellados o cauterizados.

El demonio sacó su cuchilla, que ahora era más grande, y rápidamente se abalanzó contra Kai en línea recta, un movimiento bastante coordinado para solo usar sus dos pies.

Rika, viendo lo que haría el demonio, activó su quirk al instante y empujo a Kai antes de que la cuchilla le alcanzara.

Y cuando la hoja impactó contra el suelo, esta lo partió haciendo que el terreno se deslizase por la colina, la cual en realidad tenía una altura más grande de lo que parecía.

En efecto, la caída sería letal.

- Tu...

Mientras el terreno se deslizaba hacia la perdición de todos, el demonio se dirigió hacia Rika para matarla, pues había concluido que esta le impediría acabar con Kai.

Fue en ese momento que Kai vería paralizado como el demonio iba a matar a Rika.

El tiempo pareció congelarse frente a él...

Si vencían al demonio, los mataría el acantilado, si se salvaban del acantilado, los mataría el demonio.

Viera como lo viera, ambos iban a morir, y Kai estaba harto de sentirse así.

No pudo contener más su ira.

- [¡¿Por qué vas por ella?! ¡¡Ella no tiene la culpa de estar aquí!! ¡No...! ¡No va a morir!]
















Sufre, niño...


Retuércete con las alabanzas hacia tu arte...





Y demuéstrale que tú eres...


El verdadero demonio que acabará con el verdadero niño...













- ¡¡ATRÁAS!! - Incluso lastimando su garganta, Kai lanzó un grito desgarrador desde el fondo de su ser ante la incontenible furia surgida en él.

La ira abrumadora despertó a Kai tan solo a milímetros de que el demonio cortara a Rika, e inmediatamente el pelinegro se posicionó delante de ella, apuntando con sus pies al demonio.

Y en menos de un segundo una gigantesca llama salió con ferocidad de los pies de Kai, dándole de lleno al demonio.

La llamarada envió los envió a ambos a volar hasta la cima de la colina, el demonio impactó contra el final de la colina destrozándola.

Kai, ya a salvo, quedó tendido contra el suelo, sin poder respirar bien y con un terrible dolor en todas partes.

El aire se le escapaba como si fuese un balón hueco, pero eso no impediría que termirara su labor.

- R-Ri... Rika... ¿Estás bien? - Preguntó Kai con el alma saliéndose por su voz, estaba luchando por no quedarse sin aire en ese instante.

La chica salió del shock en el que estaba para mirar a su amigo que yacía a su costado en el suelo.

Ya sin reacción, la chica le dio una sonrisa débil debido al cansancio, mostrando su agradecimiento con unas lágrimas de alivio.

- Si... Gracias Kai-ku- - Al bajar su mirada, la chica perdió el color de sus ojos y la emoción abandonó su cuerpo.

Aquello fue reemplazado por terror.

Todo al ver el cuerpo de su amigo.

- ¿Qué suce-de... - Intentó pararse, pero no pudo pues una punzada en el pecho comenzó a dolerle.

Bajó su mirada a donde veía Rika paralizada y... comprendió a su amiga al verse.

Una gran mancha de sangre escurría desde su pecho hasta llegar a su cadera, al parecer el demonio sí logró cortarle con su cuchilla en ese último instante.

- ... m-maldición - Fue lo último que dijo antes de desmayarse.
















































| 𝕮 𝖆 𝖑 𝖔 𝖗 𝖉 𝖊 𝖘 𝖈 𝖔 𝖓 𝖔 𝖈 𝖎 𝖉 𝖔 |


[ C a p í t u l o u n o ]


☨ ☼ Aquel motivo para vivir











つづく

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