Tres

JiMin siempre fue honesto, desde la primera vez hasta el final. Siempre supo que sentía curiosidad por su compañero de banda, Min YoonGi.

Pero aveces, simplemente era muy tímido como para aceptarlo. Todo lo contrario a su querido amigo y Hyung SeokJin, quien tenía una lengua filosa y rápida, si pensaba algo solamente lo decía.

Pero para suerte de Park, YoonGi tomó cierta iniciativa para la relación de amigos y compañeros que llevaban actualmente, a Él le gustaba beber, y para su maravilla, a Min de igual manera.

Usualmente enseñaban a JungKook a hacerlo, siendo el menor, debía aprender de sus mayores para evitar errores a futuro.

Aveces le daba miedo, que se adaptaba siempre a ese estilo acompañado de vida.

Ya ha pasado un largo tiempo desde que había debutado, aunque pareciera que solo hubiese Sido el día anterior.

No tan lejos estaba el pasado, siendo honesto, a penas unos tres años atrás, pero sentía como si fuese tanto y al mismo tiempo muy poco.

En ese mismo instante, su querido y pálido Hyung estaba dormido en su regazo, JiMin amaba acariciarle el cabello y decía a los cuatro vientos que el mayor parecía un tierno felino ¡No podían culparlo! Era todo verdad.

—Min...

En respuesta a su llamado, solo recibió un par de oscuros ojos que lo veían calmadamente para tratar de adivinar que quería. Aunque más que eso, también bufó pues ellos habían discutido hace poco.

—No hables y solo sigue haciendo eso, Park.

Si, ellos discutían, no tanto, pero lo hacian desde que habían tenido la cinfuanca suficiente de liberarse frente al contrario.

Pero aquí lo gracioso era la reacción de ambos al hacerlo, por lo general, se evitaban y si llegaba a darse la oportunidad en que sus caminos se crucen, solamente se llamaban por sus apellidos.

Eso no quiere decir que sean tan recorosos el uno con el otro, YoonGi solía disculparse la mayoría de veces primero, debido a que su querido menor era bastante orgulloso, pero siempre encontraban consuelo en el sufrir ajeno.

De vez en cuando, Park subia a las piernas delgadas de su pálido compañero y este lo consolaba, le gustaba, de hecho también escondía su rostro en aquel pecho que si bien no era el más fornido, le daba mucha paz.

—Aveces eres irritante, Min.

Blanqueó los ojos por pura inercia aunque luego sonrió siguiendo su trabajo. ¿Porque habían tenido problemas? Eso era fácil. Pues, sucede que YoonGi dormía y cierto chico menor tuvo la maravillosa idea de ir a molestar, si, JungKook era todo un caso, peor aún si TaeHyung se unía a la travesura.

Pero al final, quien pagó la consecuencia fue el mayor de los tres que accidentalmente salió involucrado en aquella broma.

Por supuesto, su querido Hyung no culpó al Maknae favorito, tampoco a Tae quien se retiró antes del desastre, no, ellos salieron ilesos, pero para el chico de labios abultados significó una discusión tonta dónde aún no entendía porque habían terminado de esa manera con él cumpliendo unas pequeñas exigencias mimosas del Rapero.

Pero, con el tiempo JiMin había descubierto algo, ese "Algo" hacia que en lo más profundo de su ser, se sintiera tan bien el estar "Peleado" con aquel pálido hombre.

Sin duda alguna, YoonGi le atraía, no de una manera ligera, no era simple atracción física, sino más bien el estar consciente de que todo de él le gustaba.

Su sonrisa, su voz, su cuerpo, su rostro, forma de vestir, cabello, personalidad, todo le parecía tan interesante que solo quería buscar siempre la manera de llamar su atención.

Secretamente se volvió un poco coqueto en las coreografias, pues no solo intentaba llamar la atención de las y los fans que habían ganado en el transcurso de su carrera, sino para que aquellos gatunos ojos se posen en su figura, todo con tal de recibir aquellos cumplidos que lo hacian ansiar volver a bailar cada día con más ansias.

Antes hacia todo de manera automática, solo porque necesitaba ser perfecto. Ahora era una carga más ligera, si bien tenía muchos complejos al punto de someterse a mucho ejercicio y dieta, en la actualidad y con ayuda, había comenzado a aceptarse un poco más.

Había encontrado una buena razón para ser solamente Park JiMin, el chico de Busan a quien aveces se le salía su acento haciendo reír a sus mayores, A YoonGi le gustaba que fuese relajado, y él amaba tener el apoyo de este.

También su confianza, porque siempre había pensado, en que si aquel rapero era capaz de decir todo lo que pensaba en una canción sin miedo a lo que dirán las masas entonces no había fiena de que algún día le mienta, creía fielmente cada palabra que saliera de esos finos labios porque no tenía ni una sola razón para dudar de ellas.

Si, le gustaba YoonGi, de una manera romántica que lo hacía muy torpe aveces.

Sí, sabe que no era del todo correcto, pero si había algo que motivababa a JiMin para moverse como nunca en el escenario, era tener la vista de su Hyung favorito sobre él.

Quería la atención de aquel Chico de Daegu, pero constantemente se preguntaba maneras más allá del baile en las que podría ganarla.

—¿Sabes porqué me gusta decirte JiMinie?

Aquella pregunta lo tomó de imprevisto, la verdad era, a quienes lo llamaban de esa manera eran sus fans, YoonGi, por cariño y para decirlo de una manera tierna, dolía referirse a él como "Park JiMinie", pocas veces cortan el apellido, pero se la dejaría pasar porque en verdad, fue él quien empezó el curioso monte.

—Creo saberlo.

Responde cortando así la conversación tan rápido como había llegado, pero eso no detuvo a YoonGi, después de todo, pocos sabian que en realidad, al pálido le gustaban bastante las pláticas, si, era Min YoonGi, el jodido rapero con lengua tecnológica que usualmente era descrito como un complejo asocial y antisocial, pero no todo lo que brilla es oro.

—Pienso es que es tierno, igual que tú. Si me pongo a pensar, creo que tú te gastas los apodos más dulces. —Una mano palida viajó Hasta encontrarse con uno de los mechones ajenos, jugó con aquellas hebras sin darle demasiada importancia al asunto.—Tienes ese algo... Que motiva a todos a querer cuidarte.

Pero si decía palabras tan lindas, ¿Porqué no se dibujaba una radiante sonrisa en su rostro?

Quería llamar su atención.

Deseaba que solo lo vea a él.

Quería enamorarlo.

—Entonces... ¿Porqué no me cuidas tú, Yoonie?

Y quizás, la discusión pasó rápido como sus miradas a una segunda planta.

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