ocho [Final]

Luces

Veía el destello de todas ellas, podía sentir que amaba lo que hacía con cada fibra de su piel.

Cámaras

Lo seguían, seguían sus pasos sin remordimiento tomando cada ángulo que su figura pueda proyectar, ya estaba acostumbrado a ellas, ellas siempre tenían su lente fijo en él.

Acción

Sentirse así, cómo en una película, como un personaje más. Era algo que en su día a día, se había vuelto el remedio que necesitaba para poder seguir adelante.

Luces encendidas y cámaras grabando cada una de sus acciones. Era como vivir en un cuento donde él protagonista sabe cada paso del personaje principal y no hay nada que se le esconda, ni el más mínimo detalle, incluso un suspiro silencioso puede ser relatado por él.

Jimin se sentía en una historia, una de esas que se hacían famosas y todo el mundo quería una copia del libro original.

Se sentía como un producto, algo hecho para agradar a las personas, pata llamar su atención y ser vendido.

Era tan cruel, y al mismo tiempo lo hacía feliz.

Era feliz vendiendose.

Porque no iba a durar para siempre ese estilo de vida, porque había aprendido que cuando las cámaras de apagan y los gritos disminuyen, podía ser él mismo sin problema alguno.

Podía conservar todo lo que amaba y a quienes amaba.

Era capaz de hacer felices a sus fans y a su pareja. Sonreía con sinceridad agotadora, sabiendo que unos brazos lo esperarían abiertos, para tomarlo entre ellos y darle todo ese apoyo que necesitaba.

No tenía que ser aceptado por todos, solo tenía que aprender a amar, valorar y conservar lo que poseia.

No podía agradarle a todo el mundo, pero podía seguir viviendo sin problemas ni controversias hasta terminar el contrato.

Lo hacía por él, por sus fans y Por YoonGi.

Lo hace por todo a los que le muestra su talento, para todos aquellos a quienes canta y baila. JiMin lo hace con una sonrisa ciega entregando todo de sí sin esperar demasiado a cambio.

Sabe que llegará el día en que las luces se apaguen.

Muy pronto quizás, las cámaras no vuelvan a buscarlo.

Sus pasos ya no serán relevantes para nadie.

Ese día entonces, sabrá que ha cumplido hasta el último instante con su deber y su pasión. Sabrá que entregó todo lo que tenía y que mantuvo entretenido y animado a su público.

JiMin estaba feliz, feliz y tranquilo, porque la fama acaba, pero sabe que su chico siempre lo esperaría nuevamente. Sabe que vivir en paz es el sueño de ambos y que estaban dispuesto a cumplirlo.

Pero primero, harían felices a los demás, primero entregarían todo lo que puedan entregar y solo el día en que no quede nada, van a decir adiós y bajar el telón sabiendo que en alguna época, fueron la atracción principal.

Pero que en un futuro, podrán ser solo Park JiMin y Min YoonGi. Una pareja normal con una vida tranquila.

Podia confirmarlo con toda seguridad, lo hacía cada vez que dormía abrazado de su pareja y este besaba su frente prometiendo un futuro solo de ambos.

Da todo de ti, JiMin. Entrega todo hasta que no quede nada más que puedas ofrecer.

Hazlo, porque cuando el día del final llegué, será nuestro principio.

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