Sesenta y cinco.

Siento un zumbido pero lo ignoro completamente. Es sábado, estamos en verano: quiero dormir.

Me doy la vuelta en la cama y me doy cuenta de que Chris no está. Ay, que bien, toda la cama para mi solita. Cierro los ojos y cuando estoy a punto de dormirme otra vez suena de nuevo ese irritante zumbido. Y luego otra vez.

¿Pero qué narices quieren un sábado por la mañana?

Cojo el móvil refunfuñando y veo que ya no es tan por la mañana. Es casi la una. Miro los mensajes y veo que son de Nate.

Nate: Sara

Levántate

Son más de las doce

Yo: que te den, seguía durmiendo.

Nate: quién me va a dar? *cara perver*

Ruedo los ojos y opto por no contestarle. ¿Cómo es capaz de darle la vuelta a absolutamente todo?

Con toda la pereza del mundo me levanto. Maldita sea, me estoy muriendo de sueño, y todo porque ayer los chicos insistieron en jugar a la play hasta tarde. Y aún encima ganó Cam. ¿Desde cuándo Cam gana a la play?

Me doy una rápida ducha y me visto con lo primero que encuentro: unos vaqueros azules y una camiseta blanca, con un bikini por abajo. He aprendido la lección. Ir a casa de los chicos siempre con bikini porque nunca sabes cuando les va a dar por meterse en la piscina, y no te dan opción de ir a casa a por el bañador.

Bajo las escaleras y me encuentro con la casa completamente vacía de hormonas revolucionadas. No me extraña, seguramente estarán todos en casa de los chicos.

-Buenos días. -saludo al entrar en la cocina. Mi padre está cocinando, mi madre está con su ordenador mirando cosas del trabajo y Carlitos está con un cuadernillo de inglés.- ¿De verdad sigues haciendo esto? -pregunté quitándole el cuaderno de las manos.- Pero si hablas más inglés que mamá y papá juntos. -Carlitos sonrió agradecido, mi padre rió y mi madre me advirtió con la mirada.

-Tenemos que ir pensando en qué instituto os meteremos, ya tenemos colegio para Carlitos.

Eso me hace recordar que ya a penas queda nada de verano. Tres semanas, a lo sumo. Pronto tendremos que preparar todo para empezar en el nuevo instituto, y admito que tengo algo de miedo por eso.

-Dani, Chris y Nina están en casa de los chicos. ¿Comeréis allí? -pregunta mi padre y me encojo de hombros. Nunca decidimos nada, es como vaya surgiendo.- Está bien, saluda a los chicos de mi parte. -asentí, cogí una manzana y salí de la casa para llamar al timbre a la de mis vecinos.

Esto se está convirtiendo en una rutina demasiado familiar.

Escucho unos pasos al otro lado de la puerta y Tay me abre con una sonrisa.

-Buenos días, Bella Durmiente. -se burla y niego con la cabeza riendo. Paso a la casa y como siempre una masa de adolescentes está repartida entre salón, cocina y jardín.

Me uno a la gente del salón y me siento al lado de Matt. Mira envidioso mi manzana. Y yo que pensaba que sólo comía comida basura, pero resulta que no.

-¿Quieres que te traiga una? -pregunto divertida, pero el niega con la cabeza.

¿Matt diciendo que no a comida? ¿Qué es esto? ¡Apocalipsis!

Me quedo con la boca abierta, flipando, hasta que se levanta y desaparece por la cocina. ¿Qué coño acaba de pasar?

-Sara, ¿estás bien? -preguna Johnson y consigo asentir débilmente. ¿Es que nadie lo ha visto? ¿Me lo he imaginado? ¿Ha sido un espejismo? ¿Matt ha muerto y era un fantasma y por eso ha dicho que no? Porque los fantasmas no pueden comer. O a lo mejor era su gemelo del armario que saca cuando quiere seguir durmiendo sin que le toquen las narices.

Eso último es buena idea, quizá debería conseguir una gemela para mí.

-¿Qué te pasa? -pregunta Carter riendo y Nash suelta una carcajada.

-Tranquila, es que acaba de tomarse diez sandwiches para desayunar. -dice el ojiazul y suelto un suspiro tranquila.- No creo que coma nada en media hora.

-Me había asustado. -digo riéndome. Me levanto y voy hasta el jardín, donde veo a Nina hablando por teléfono. Shawn la observa desde la distancia serio. Me acerco a él y me sonríe cuando me ve.- ¿Qué pasa?

Shawn me mira, luego vuelve a mirar a Nina y luego a mí.

-No lo sé, no me lo quiere decir. -se cruza de brazos y sigue mirándola. Nina está andando de una punta a otra del jardín y juega con el coletero de su muñeca, cosa que hace cuando está nerviosa.

¿Con quién estará hablando?

Sólo hay una persona con la que se pone así. Conozco perfectamente a mi amiga, cada gesto, cada cara y cada tono de voz. Y sé que está hablando con su madre.

Escucho que se despide en español, lo que confirma mi teoría. Aún tengo pendiente la charla con ella sobre lo que piensa hacer con su vida en este momento, y me imagino que la llamada a su madre tiene algo que ver.

Nina se acerca a nosotros mirando al suelo. Le da un beso en la mejilla a Shawn y me coge del brazo para arrastrarme hasta el final del jardín.

-He hablado con mi madre, le he contado todo. -dice.

-¿Todo, todo? -pregunto. Obviamente me refiero a Shawn.

-Todo. Le he dicho que me encanta vivir aquí y poder estar más cerca de Pablo y papá. Que he conocido a un chico maravilloso que me trata como a una reina, y que no quiero volver a España. No ahora, por lo menos. No para vivir.

Mi amiga suspira y paso un brazo por sus hombros para darle ánimos.

-¿Y qué te ha dicho? -pregunto seria. Nina sonríe y por primera vez en años veo que tiene los ojos llorosos.

-Que soy mayor para tomar mis propias decisiones y que debo seguir mi camino. Y que quiere conocer a Shawn. -esto último lo dijo riéndose. La abracé con fuerza y ella a mí.

Sé que nuestra amistad no es típica. Somos como hermanas, como si mi madre hubiese tenido trillizos. Y la voy a querer siempre esté aquí, en España o en Australia.

-Creo que debes decirle la buena noticia a Shawn, entonces. -digo al separarnos. Al decir su nombre sus ojos se iluminan. Se levanta, se sacude la hierba y corre a abrazar a Shawn, que la recibe algo extrañado, pero con los brazos abiertos.

Suspiro. Me encantaría tener las cosas tan claras como todo el mundo parece tenerlas.

-Tú y yo podríamos estar así. -dice una voz a mi lado. Doy un respingo y giro mi cabeza, aunque ya sé quien es sólo por la voz.

-¿Abrazados? -pregunto sin saber muy bien que responder. Me mira a los ojos y niega con la cabeza. Sonríe y se le marcan los hoyuelos al hacerlo.

-Juntos. -responde Nate.

Quiero decir oficialmente que habrá segunda temporada, y que a esta le queda muy poco. Muchas gracias por todo el apoyo recibido, os quiero Koalas :*

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top