Cuarenta y uno (II)
En la furgoneta a unos cuantos nos tocó ir en el colo de alguien, y para mi desgracia me tocó Sammy.
—¿Y quién es el que no va a beber? —dije y Aaron levantó la mano tristre.
—Bueno, yo tampoco beberé, si te sirve de consuelo.
—¿Entonces puedes conducir tú? —dijo con cara de cachorrito.
—No tengo edad para... —no acabé la frase y todos me miraron mal.— Oh, cierto, aquí se puede sacar con 16... —murmuré más para mí misma que para los demás.— De todas formas, no tengo carnet.
—¿Y por qué no vas a beber? —preguntó Nash como si fuese algo totalmente absurdo.
—Porque no bebo. —me encogí de hombros.
—Pero es tu cumpleaños. —volvió a insistir y yo me encogí de hombros.— Claro que beberás. Como que me llamo Nash Grier que beberás. —dijo ofendido.— Un cumpleaños sin alcohol, ¿dónde se ha visto eso? —masculló más para sí que para los demás.
Diez minutos después llegamos a un local de unos tres pisos con una cola que llegaba a la esquina y seguía. Carter aparcó en la entrada y bajamos. Saludó al portero con un choque de colegas y entramos ante las miradas fastidiadas de los de la cola.
Dentro, la planta baja era todo una pista de baile con dos barras, todo abarrotado de gente. No cogía ni un alma.
—¿No hay demasiada gente? —pregunté a Cam y me agarré a su brazo. No quería perderme.
—Tranquila, nosotros iremos a la parte de arriba de todo, la zona VIP. —dijo con una sonrisa y yo me relajé un poco.
Subimos dos pisos y nos encontramos con otro portero delante de una puerta de cristal. Esta vez fue Shawn el que le saludó y nos dejó pasar con una gran sonrisa. Esto era otra cosa, sin duda. Había bastante gente, pero ni por asomo tanta como abajo. Tenía una pista de baile que era algo más pequeña, pero estaba bastante llena. Había una gran barra y juraría haber visto a un par de famosetes.
Bueno, al fin y al cabo nosotros somos famosetes.
Nash me cogió del brazo y me arrastró hasta la barra, no sin antes advertirle a Hayes que no bebiese.
—¿Qué quieres tomar? —me preguntó.
—Una CocaCola. —dije seria.
—¿Con qué?
—Con hielo. —respondí divertida, riéndome internamente por mi propio chiste. La reina del humor.
—Estupendo... —masculló.— Dos chupitos de tequila por favor. —le dijo al camarero. Era alto, fuerte, muy moreno y con el pelo negro. Sus ragos eran claramente latinos. Era joven, no tendría ni 20 años.
—No tomaré tequila. —dije rotunda.
Él rió.
—Claro que tomarás tequila.
El camarero nos sirvió. Yo miré el líquido transaprente con miedo, y antes de que pudiese arrepentirme me lo tragué de una.
Mi garganta ardió y tosí mientras reía.
—Wow, esto quema mucho. —dije recuperándome. No estoy acostumbrada a beber.— Ahora escojo yo. —le hice a una seña al camarero, que se acercó sonriente.— Eres latino, ¿verdad? —dije sonriente en bajito para que el ojiazul no escuchase.
—Sí, de Ecuador, ¿y tú?
—De España. —eché una mirada rápida a mi acompañante, que nos miraba raro.— ¿Tenéis crema de orujo?
—Por supuesto que sí.
Fue a por la botella y nos sirvió dos chupitos.
—¿Qué es esto? —dijo Nash mirándolo raro.
—No lo tomes como el tequila. Saboréalo.
Nash asintió y juntos nos tomamos el delicioso líquido. Cerré los ojos para degustarlo mejor. Esto era gloria, de verdad.
—Esto está buenísimo. —dijo él pidiendo otros dos chupitos de lo mismo. Lo saboreé tanto o más que el primero, y no me preocupé porque fuese el tercer chupito ya que la crema de orujo no subía tan fácilmente. Tomamos un tercero y sonreí al recordar el día que lo probé.
—¡Sara! —me llamó una voz a mis espaldas.— Ven a bailar. —me dijo Chris. Yo asentí.
—Nos vemos luego, Grier. —dije y fui a la pista de baile con mi amigo. Bailé como nunca había bailado. Bueno, yo no sabía bailar, pero toda mujer sabe mover las caderas, lo llevamos en los genes. Así que fue lo que hice, mover las caderas y los pies como si no hubiese un mañana. No sé cuantas canciones llevábamos ni cuánto tiempo habíamos bailado, pero estaba sedienta.
Me acerqué a la barra y vi a mi amigo el camarero.
—¿Qué va a ser ahora? —preguntó divertido.
—Un mojito, por favor.
Me lo sirvió y busqué a los chicos con la mirada. Vi a Matt, Gilinsky, Johnson, Nate y Sammy en unos sofás y me dirigí a ellos.
—Hola chicos. —saludé y noté que Jack J y Sammy ya iban un poco afectados.— ¿Me hacéis un hueco? —dije mirando a Matt y Nate. Ellos me hicieron un hueco y me senté entre los dos. Empezamos a hablar de cualquier cosa. Sammy cada cinco minutos gritaba ''FELIZ CUMPLEAÑOS SARA'' y Johnson no paraba de repetir que el era de Team Gilinsky, lo que tardé en pillar.
—¿Mojito? —preguntó Nate. Yo asentí y le ofrecí. Puso cara de asco.— Casi no lleva alcohol. —se quejó.
—Claro que lleva, lo que pasa que tú le echas tres cuartos de vaso.
Él puso los ojos en blanco y me devolvió la bebida. Decidí dar una vuelta por el sitio. Vi a Aaron bailando con una chica muy guapa, pelinegra de ojos azules. Nina y Shawn bailaban juntos. Mahogany estaba besandose con un chico, esta Lox... espera, ese chico...
ESE CHICO ES EL ZANAHORIO DE MI HERMANO.
Después de ese trauma encontré a Chris, que hablaba con Nash, Cam, Hayes y Carter. El único al que no había visto era a Tay.
—¡Chris! —grité y me tiré encima suya.
Me miró preocupado.
—¿No estarás borracha, no?
—Claro que no. —dije sentándome en sus piernas.— Solo he tomado cuatro chupitos y un mojito que según Nate estaba muy flojo. Pero creo que estoy algo contentilla. —admití riendo.
Este rió conmigo y rodeó mi cintura con sus largos y fuertes brazos. Los brazos de Chris eran perfectos.
Wait. Claramente estaba contentilla.
—¿Y de qué hablabais? —pregunté curiosa y todos se hicieron los sordos.— Genial, no me lo digais, me da igual. —dije haciéndome la indignada. Intenté levantarme pero Chris no me soltaba.
—No te vayas. —dijo como un niño pequeño. Me reí y me acomodé, entonces la canción cambió y empezó otra que reconocí al instante. Busqué con la mirada a Nina, que hacía lo mismo que yo. Esta canción nos traía los mejores recuerdos del verano pasado.
Según Goyo Jiménez, esto sería un ''temazo tía''.
—Yo te miro y se me corta la respiración. —empezamos a cantar las dos a la vez.— Cuando tú me miras se me sube en corazón (me palpita lento el corazón) y en silencio tu mirada dice mil palabras. La noche en la que te suplico que no salga el Sol.
—BAILAAAANDOOOO —escuchamos a Hayes.
—Bailandooo. —le seguimos.— Tu cuerpo y el mío llenando el vacío subiendo y bajando. —cantamos sensuales y juro que a los chicos se les caía la baba. Y ni si quiera sabían lo que significaba. De algún lado había aparecido otro mojito en mis manos, este más cargado y más bueno.
—BAILAAAAANDOOOOO. —volvió a cantar Hayes.
—Bailadoooooo. Este fuego por dentro me está enloqueciendo me va saturando. —cantamos nosotras con la compañía de Nash.
Miré al ojiazul divertida. ¿En serio se la sabe? No, imposible. ¿Dónde está mi miedo escénico? Ha desaparecido.
—Con tu física y tu química, también tu anatomía, la cerveza y el tequila y tu boca con la mía y ya no puedo más. Ya no puedo maaaaas. —canté yo sola. En el último ''más'' sí que parecía un poco borracha pero me da igual.
—Con esta melodía, tu color, tu fantasia, con tu filosofía mi cabeza está vacia y ya no puedo más. Ya no puedo maaaas. —cantó Nina.
—Yo quiero estar contigo —cantamos prácticamente todos.— vivir contigo, bailar contigo, tener contigo una noche loca, ay besar tu boca. Yo quiero estar contigo, vivir contigo, bailar contigo, tener contigo una noche loca. Con trementa loca.
Y prácticamente todos los presententes cantaron el ''uooooooh''.
Chris estaba bailando conmigo mientras cantábamos juntos.
Seguimos cantando hasta que acabó la canción. Nos habíamos motivado demasiado y habíamos salido todos a bailar mientras Nina y yo la cantábamos entera.
Para mi sorpresa los chicos sabían bailar. Y qué forma de moverse...
«Contrólate Sara» me dije a mí misma cuando vi a Cam moverse. Eso es bailar sensual y lo demás son tonterías.
Pff, el alcohol me está afectando, sin duda. Cuando tuve sed de tanto bailar y el mojito se me acabó fui a la barra y me encontré con Lox.
—Mahogany, tienes algo aquí. —dije señalando la comisura de mis labios.
Ella se puso nerviosa y yo reí internamente.
—Mmm, creo que es una peca de mi hermano.
Abrió los ojos como platos y se puso roja como un tomate. Yo no pude hacer otra cosa de reírme hasta que se me saltaron las lágrimas. Ella se fue de allí todavía roja y yo seguía riéndome sola.
—Dos vodkas con naranja. —pidió Cam a mi lado.
—¿Para quién es el segundo?
—Para ti. —dijo con una gran sonrisa. Yo negué con la cabeza, pero él me lo entregó. Di un pequeño sorbo y cerré los ojos. Estaba fuerte, pero muy, muy rico. Le dí otro sorbo.
-Está muy bueno, ¿pero no se me subirá mucho?
Cam sólo rió, y no entendí por qué.
—Estás preciosa. —dijo negando con la cabeza.— Creo que todavía no te lo habían dicho, a parte de las chicas.
Me sonrojé un poquito y sonreí. Cameron me miraba fijamente.
—Gracias.
—¿Bailamos?
Me acabé la copa de un trago.
MALA IDEA. Me mareé y a partir de ese momento, el cerebro no me funcionó como debería.
—Sí.
Fuimos a la pista y empezamos a bailar. No sé qué hora sería, pero no exagero si digo que estuvimos una hora bailando.
O a lo mejor me lo pareció a mí. Cosas del alcohol, te hace perder la noción del tiempo.
Iba contentilla, así que decidí que no bebería más. Vi a Aaron hablar con aquella chica. Le dijo una cosa al oído y ella se rió. Se veían muy tiernos juntos.
Seguí bailando y por lo que recuerdo, no paré en toda la noche.
Ya está, aquí está la mini maratón. Espero que os guste:)
ethandolansgirl algún día, tú y yo, Las Vegas, una fiesta así, ¿qué me dices? A mí me parece apetecible, que quieres que te diga. Y fangirleamos todo en persona :')
¡Votad si os gustó y comentad qué os pareció!
Y AVISO: SE AVECINAN FUERTES ATAQUES DE RISA
PISTA: si Sara y Nate te vasilan tu te callah y lo ashimilah
¡Hasta pronto, Koalas! :*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top