Única Parte

Cuando descubro un ser cálido, descubro la frialdad del mundo.”
— José Narosky

1. Cariño


Hacerse cargo de un Mo Guan Shan borracho no es algo que todos los días uno tiene la oportunidad. Es una gran responsabilidad, pero para He Tian, también es agradable ser él quién se haga cargo de mantenerlo vigilado o que no corra peligro alguno.

Si bien le hubiera encantando en principio pasar estás fechas navideñas a solas con él para ser que haya más intimidad, tampoco se queja del momento actual, saliendo con él, con el rapado que nunca se aprendió su nombre y otros compañeros del trabajo que les invito los tragos de un bar. Siempre se mantuvo reservado y solo responder por amabilidad, sin alejarse de él y observando sus acciones en silencio. También rechazando los pedidos de varias chicas que buscaban ligar con él o su número.

Jamás se hubiera imaginado como el pelirrojo se pone de borracho, incluso la sola idea de que esté tome de más le parece increíble y fascinante, ya que esté no tiene un gran aguante al alcohol, a su parecer. También le resulta curioso como esté se deja abrazar por varios conocidos como si fuera nada, pero cuando él quiere, parece ser más recio y eso le pone un tanto celoso.

Así pasa el rato, un poco aburrido. Algunos van y vienen, otros tanto se despiden. Al darse cuenta que ya es muy tarde y Mo parece no aguantar más, decide tomar el control.

—Ya son las tres de la madrugada. — le dice a Guan Shan quien cabecea contra un pared, casi medio dormido. Costando le un poco mantener los ojos abiertos.

El contrario apenas le presta atención y solo asiente sin decir nada, más que dar un largo bostezo.

—Hay regresar, es hora de que descanses.

Ambos llegaron a ese bar a pie, ya que no queda lejos de donde vive Mo. Por lo que no es necesario ir en su motocicleta, aunque de todas formas tampoco estaría sobrio para manejar. Aún así, Tian estuvo pensado en llevarlo en su coche lujoso, pero hay dos cuestiones: la primera ya dicha, es que no está lejos ir al lugar donde se queda Mo a dormir, ese pequeño almacén. Y la segunda, ya le había mentido a Mo con no tener coche, posiblemente esté le reclamé y lo recuerde al siguiente día.

Despidiéndose de los compañeros de trabajo de Mo y conocidos, sujeta al menor con fuerza y firmeza de la cintura, pasando uno de sus brazos alrededor de su cuello. Esté no dice nada más que murmuros sin sentido, confía en él para que lo lleve a casa.

Tener tan cerca a un medio adormilado Guan Shan, con el rostro sonrosado por el alcohol y babeando un poco, le parece sumamente adorable. Además que está temblando, a esas horas ya hace mucho más frío en las calles y el pelirrojo no se abrigo lo suficiente. Tanto es así que tímidamente, intenta buscar calor a su lado. Intentando torpemente no ser descubierto.

—Te llevaré a casa cariño, pero tienes que cooperar. — le dice Tian sonriendo de medio lado. Si bien él lo ayuda bastante a caminar, no tiene las llaves para abrir la puerta y necesita a un Guan Shan despierto para que se las entregué.

—¿Cómo diablos me dijiste?— suelta de manera brusca. Al parecer llamarle cariño resultó efectivo para hacerlo reaccionar y que esté presté más atención a su alrededor.

—Mantente de pie, ¿O prefieres que te cargue como princesa?— contesta burlón, pero al menos Mo le hace caso. Sus pasos son algo torpes, por eso van a un ritmo lento.

—Jodete...— hace una pausa, meditando un poco en sí decirle algo que lleva tiempo pensando desde que se reencontró con él hace horas.— He Tian.

—¿Si?

—Tú no te volverás a ir ¿Verdad?

—¿Quieres que me quedé contigo?— pregunta a lo que el pelirrojo guarda silencio, sus labios tiemblan. No se sabe con certeza si es por el frío, porque está borracho y las palabras no salen correctamente, o porque realmente se lo está pensando demasiado.— Si lo dices de manera sincera, te lo puedo prometer. Dí: hermano Tian, quédate conmigo.— añade con humor, aunque por dentro sea su deseo.

—Eres un idiota.

Guan Shan no sabe si creerle. Pero para cuando alguno quiere decir algo más, ya se encuentran enfrente del pequeño almacén donde tiene Mo espacio para vivir hasta conseguirse algo mejor.

Mo rebusca entre sus pantalones y saca las llaves, indicándole a He Tian a duras penas cuáles son para abrir, ya que él cree que se verá patético si lo intenta hace por su cuenta, puesto siente que todo le da vueltas. Lo único que agradece, es que al menos no tenga ganas de vomitar y de momento, ni ganas de orinar.

Ambos vuelven entrar al ya conocido y pequeño lugar donde los recibe un poco de calor adentro.

Pero no es suficiente, necesitan más

2.  Confesión


Guan Shan ya se encuentra acostado en su propia cama, envuelto en sus sábanas pero entrar en calor, pegado a la pared, ignorando de momento la presencia de He Tian quién no discutió en donde dormiría, pues esté ya tuvo en mente acomodar se en el pequeño espacio que sobraba en la cama de Mo. Solo debe arreglarselas para caber y no caerse.

Guan Shan suelta un bufido molesto al sentir como alguien se adentra dentro de las sábanas a su lado, haciéndose espacio en la cama, lo cuál ocasiona empujarlo un poco, y muy pegado a la otra persona. No hay espacio entre ellos dos, los pies del He sobresalen del colchón pero esté le resta importancia. Porque lo único que quiere es dormir con él. Extraña tanto compartir un espacio juntos.

—Cariño, ven aquí.

Siente las manos del azabache abrazarlo, de tal forma que un brazo le rodea los hombros y el otro pasa por su cintura para atraerlo más a su cuerpo. La respiración del mayor se siente cerca de su oído, y las largas piernas se enredan con las suyas. Sus pies parecen casi acariciarse mutuamente.

—No quiero. — se resiste siendo inútil. De cualquier forma, He Tian lo tiene bien abrazado de los pies hasta arriba y él está en un estado donde no puede golpearlo, al menos no con suficiente fuerza ni puntería.

Tienes frío. Estás temblando, ven aquí conmigo.

Se siente como una oruga. Envuelto no sólo en las sábanas, como si aquello no fuese suficiente, también está atrapado en los brazos ajenos. Aún así, no niega que lo disfruta, tenerlo así de cerca. Saber que está ahí, sentir su respiración y piel tocarlo, escuchar su voz que lo hace emocionarse y el aroma que desprende. Todo este tiempo, lo ha extrañado tanto. Pero por supuesto, es algo difícil para él admitirlo, al menos en voz alta.

—¿Por qué eres tan insistente?— pregunta retóricamente.— Déjame dormir. En unas horas más tengo que levantarme para ir al trabajo.— bosteza, intentando conciliar el sueño, pero teniendo al He tan cerca suyo y hablándole, hace difícil su tarea.

—Pequeño Mo, es veinticinco de diciembre. No se trabaja hoy a menos que te den paga doble.

—Hablas mucho... De todas maneras iré a ver a mamá por la tarde. — recuerda él. A He Tian le parece una excelente idea ir a ver a la mujer que cuidó y crío a su pequeño Mo. Siempre le agradó y su forma de ser es un tanto diferente al menor. Pero comparten muchos rasgos físicos.

—Guan Shan, ¿Sigues despierto?— cuestiona recibiendo una queja del nombrado, que quiere que lo dejé dormir.— Hay algo que quiero decirte. Se que estás borracho y a punto de caer dormido, pero te lo quiero decir ahora que he reunido valor.

—¿El qué?

—Estas algo frío.

—Y tu caliente. — le contesta sin pensarlo dos veces. Para el azabache no es difícil buscar un doble sentido, pero de decide no molestar al pelirrojo con ello de momento.

Su cuerpo está caliente, más que Mo. Ya sea porque así es él, o porque desprende un calor en todo su cuerpo que es agradable para el contrario. Más tomando en cuenta que Guan Shan allá fuera se moría del frío e incluso en donde reside ahora, no mantiene el suficiente calor por dentro y mucho menos usa la calefacción por lo bastante que gasta por usarla algunas horas.

Tian le acaricia por detrás de la oreja, pasando por largos dedos desde ese punto hasta su cuello poniendo a Guan Shan sensible, a tal punto que lo hace reaccionar para no dormir todavía.

—Tu sabes que siempre me has gustado, ¿Verdad? Con sólo estar así contigo, siento que mi corazón se va a salir. Todo mi mundo gira alrededor tuyo.— confiesa el He tan de repente, causando que Shan se sonroje y en busca a esconder su rostro, se oculte en el pecho del mayor, aferrándose a esté de manera tierna.— Cariño, ¿Qué piensas de lo que te acabo de confesar?— pregunta serio. No quiere escuchar silencio, no quiere ser evitado, necesita una respuesta.

Incluso aunque esa respuesta sea un doloroso rechazo, no puede aceptar un silencio incierto.

Mo siente algo removerse en su pecho. Todo es raro para él. Desde la forma en como está acostado con el azabache, con ese poco espacio y prácticamente el pelirrojo encima del mayor, además de lo caliente que se siente el He incluso usando ropa informal, el hecho de escuchar una confesión y por último, que le diga "cariño" le hace temblar, pero no del frío.

—Que cursilerías dices. — responde luego de un largo silencio.

¿Qué él sabe que He Tian siempre gustó de él? Es una respuesta compleja. No es buen momento para preguntar eso en su estado. Los primeros días siempre pensó que He Tian solo buscaba molestarlo todo el día. Que era una clase de "diversión" para él. Con el paso de las semanas, fue dudando de ello y considero que tal vez, Tian buscaba en él un amigo de verdad, una cercana amistad a pesar de ser tan diferentes en tantas cosas.

Días antes de su partida hace cinco años, sospecho por fin que a He Tian le atraen los chicos. Y para ser más específicos, justamente él con quién pasaba su tiempo todo el rato sin excepción. No entendía muchas cosas, y tampoco quería ser indiferente con él por su atracción hacia los hombres, porque a pesar de todo se volvió muy cercano a él en ese punto.

Pero siempre se cuestionó si su cercanía y cariño es como amigos, o algo más. Siempre se pregunto así mismo, que tipo de sentimientos manifiesta él por el mayor. Si algo tiene muy en claro, es que no quiere que se vuelva a ir de su lado, porque siente que se asfixia.

—Necesitaba decirlo, ¿Puedo preguntarte algo, y que seas totalmente honesto conmigo?

—Solo déjame dormir...— hace una breve pausa. No puede pensar claramente para adivinar que es lo que desea preguntarle. Pero si no se lo saca de encima, a estas alturas no lo dejará dormir en paz.—¿Qué quieres saber?— suspira pesado.

—¿Me quieres, como yo te quiero a ti?


Hay un dicho muy popular incluso en estos tiempos, He Tian lo sabe perfectamente. Dice: los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.

Mo Guan Shan ha sido acorralado, y para peor, no puede escapar. Esta acurrucado con He Tian, este lo tiene bien sujeto, siente su respiración constante y caliente sobre su cabeza, huele a menta y licor. ¿Qué demonios pasa por la cabeza de Tian para preguntar estás cosas?¿Por qué tiene que ser directo y sincero con él, justo en estas fechas?

La pregunta realmente lo sorprende bastante. Porque, ¿Qué siente exactamente por He Tian? No está lo suficientemente sobrio para tan siquiera pensar en alguna mentira o excusa para evitarlo. Sus emociones y pensamientos en estos momentos son un poco confusos.

Pero no puede y no quiere mentir.

—Si te quiero, como no tienes idea...— admite en voz baja, apenas Tian pudo escucharlo.— Solo que eres muy tú para que lo admita. Eres un idiota engreído cara de polla...

—¿Eso crees?

—Me pones nervioso a veces. — confiesa el pelirrojo. Tal vez él igual en algún punto, haya sentido ese profundo miedo de decírselo por no solo ser rechazado, sino también, perder su amistad con él.

El azabache sonríe torpemente, ahora se queda sin palabras por un breve rato. Su pecho se siente caliente por dentro y algo dentro de él brinca emocionado y orgulloso, extrañamente. No sabe explicarlo bien, es un sentimiento tan agradable como cálido que a duras penas podrá conciliar el sueño.

¿Cómo hacerlo después de todo lo que acaba de escuchar? No olvidará nunca sus palabras.

—¿Ya te dormiste?— increíblemente es Mo quién rompe el silencio, aquel que hace poco juraba tener tanto sueño y caer totalmente dormido. Incluso mueve su cabeza hacia arriba, dejándose de ocultar.

El mayor aprovecha para plantarle un sonoro beso entre sus cejas, que deja aturdido al pelirrojo. Tan repentino. La sensacion de los labios de He Tian en su piel le vuelve loco, incluso muy en el fondo, le excita.

—Te voy a besar si vuelves a fruncir el ceño, cariño. — le advierte el mayor. Acomodando con cuidado el rostro del menor en su pecho para que vuelva a estar cómodo ahí.

Todos saben que es rara la vez que Mo Guan Shan no esté frunciendo el ceño. Por lo tanto, He Tian besará a Mo al día al menos, varias veces. Eso tratará al menos.

Guan Shan quiere discutir, pero las palabras quedan atoradas en su garganta. No sabe que decirle. No puede formar alguna palabra coherente. Su corazón late fuerte y tan rápido que cree que se le saldrá o que el contrario lo escucha. Hasta siente cosquillas en sus manos, ya sea de los nervios o lo descontrolado que está su corazón.

—Hace rato estabas frío. Ahora eres cálido. Me gustas tanto, cariño.


Con esto último, ninguno vuelve hablar y en poco tiempo, quedan completamente dormidos, uno encima del otro. Sintiéndose así, completos.

3. Desenlace.


Guan Shan no recuerda como inició exactamente, ahora solo tiene presente que se está besando con He Tian apenas ambos despertaron alrededor de las diez de la mañana. Después de ir al baño y tomar mucha agua al sentir su garganta seca.

Se fue dejando llevar, envolviendo sus labios con los ajenos frotándose un poco con su cuerpo. Las manos del azabache no se ponían tímidas al tocarlo debajo de las ropas, desde su espalda alta, descendiendo hasta su cintura y hasta llegar descaradamente a sus muslos, donde más de un gemido logró escapar de sus labios. Haciéndolo entrar en más calor.

—Cariño, estás duro. ¿Puedo continuar hasta el final?— pregunta seductor He Tian, con poca paciencia. Estando a nada de empezar a desvestirse.

—Carajo, solo hazlo. — vira los ojos, claramente avergonzado pero haciéndose siempre el rudo y fuerte. Como si fuese un total experto en el sexo.

Más es su primera vez. Y con el único hombre que ha logrado tener su corazón. La única persona en general.

—No me detendré aunque ruegues.— le advierte cerca de su oído, causándole escalofríos a Guan Shan que recorren toda su espalda hasta su cuello. Cada fibra de bello en su cuerpo se eriza de tan solo escuchar la voz ronca de Tian, evidentemente excitado.—  Solo déjame ir por el lubricante y el condón que te obsequie.— sonríe fanfarrón mientras se aleja para buscarlos rápidamente. — Casi se me olvida, feliz navidad, cariño. — añade para volver a besarlo sin dejarlo hablar o responderle siquiera.

Los dos no pueden pedir mejor regalarlo que pasar juntos estás fiestas. E incluso estar siempre unidos con el paso de los años, hasta envejecer amándose perpetuamente.

Palabras:2,630
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Domingo 26 de diciembre del 2021.
Fandom: 19 Days
Nota del escritor:

Esta pequeño One-Shot lo tenía planeado publicar la madrugada del 25 (ayer), ya que se supone lo iba a terminar en un menos de un día. Pero pasaron tantas cosas que me atrase y apenas hoy en la noche pude lograr terminarlo.
Hay que admitir que esté espacial navideño esperado por muchos nos dejó muy necesitados de más (?

Los edtis son la mera verga XD (no es mío)
Pequeñas curiosidades:
1- Historia número 66 terminada oficialmente de mi colección de historias.
2- He Tian le dice mucho "cariño" a Mo, esto me inspire en una serie/webcómic de misterio y terror donde el asesino le dice "cariño/amor" al protagonista xd, no es BL pero el asesino es bien joto con el protagonista jajajaja.
3-Esta es mi noveno fanfic de 19 Days, pero el octavo terminado. 

Sin más que decir, espero hayan terminado este pequeño y medio improvisado fanfic que escribí de ellos en algunas horas.
Habrá más? La verdad no sé, ando medio con crisis existenciales y tengo muchos pendientes en mi lista. Este apenas lo escribí porque fue rápido, corto y tenía mucha inspiración. Y eso que estuve a nada de no publicarlo.

Nos vemos en una próxima

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