Capítulo 5
La puerta de la oficina Hokage se abrió dejando pasar al Daymio y a Shikaku a su lado, un grupo de diez shinobis de gran capacidad dirigidos por Shisui, Itachi, Kakashi y Guy los seguían -Hiruzen, tienes una acusación bastante grave en tu contra -la oficina tenía botellas de sake regadas por el lugar, colillas de cigarro por montones, se veía al anciano desalineado, deplorable y débil, sabía que no tenía escape, era su maldito castigo, asintió con la cabeza, se levantó tambaleándose, levantó las manos, el peliplata no sabía que pensar del Hokage, para él siempre fue una excelente persona, Guy se sentía decepcionado ¿sería verdad?, Kakashi siguió órdenes, colocó un sello de supresión de chakra, lo esposó, unos pequeños de diez a quince años se colocaron tras los shinobis esperando su salida, el más grande habló -¿se… señor? -el Daymio y los shinobis escucharon su voz temblorosa -¿por fin lo encerrarán? -se veían atemorizados, pero habían escuchado que lo apresarían, tenían que estar ahí y verlo con sus ojos -así es, ¿sucede algo? -los pequeños asintieron -nos hi… nos hizo lo mismo que al niño de la aldea -los pequeños temblaban al tenerlo tan cerca, los presentes abrieron sus ojos con terror viendo al anciano con odio -¿estarían dispuestos a declarar? -los pequeños asintieron con más valor al verse respaldados -queremos justicia -el Daymio asintió -¿sus padres? -los pequeños negaron -pertenecemos al orfanato señor, aún hay otros tres niños que no quisieron venir-
Shikaku limpió su rostro con frustración al igual que Kakashi, Itachi recordó algo, afiló su mirada, un gran odio cubrió su ser, apretó tanto sus puños que comenzaron a dolerle, con la voz peligrosa vio al Hokage -¿Naruto? -Kakashi y Shikaku lo vieron con terror negando por el pequeño, no habían entendido su rebeldía, ¿por qué se escondía de ellos?, al ser cercano del anciano habían creído en él. Kakashi no aguantó, sacudió al Hokage de su cuello con furia -habla bastardo ¿le hiciste lo mismo a Naruto? ¿le hiciste lo mismo a mi alumno desgraciado? -
El anciano asintió sin mirar arriba, Kakashi no aguanto más, golpeó su abdomen con fuerza sacando el aire. Shikaku apretó sus puños con frustración, tenía que ayudar -con su permiso, buscaré a lady Tsunade y a Jiraiya-sama, tienen que saberlo, el consejo los ha mantenido lejos del niño, ha sido tratado como un paria todo este tiempo, se lo pido Daymio-sama -un rubio veía y escuchaba con interés desde la rejilla de la ventilación, necesitaba ver el proceso de su venganza en persona, así que se había escabullido por los conductos de aire, lo estaba disfrutando demasiado, los niños fueron un plus, sabía que no era el único, simplemente tomó un henge en el orfanato y corrió el rumor de que lo detendrían y buscaban más testigos o agredidos para hundirlo.
Una mirada onix se clavó en sus celestes, lo observó con cuidado jugando con la rejilla. El shinobi levantó su dedo en señal de que esperara, asintió -bien, permitiré a sus padrinos acercarse, realmente los que han frenado esto han sido Hiruzen y los ancianos, el consejo de clanes y mi autoridad nos habíamos negado y lo sabes Shikaku -el Nara agradeció, el Uchiha lo vio, le hizo una señal para que bajara, la rejilla sonó con fuerza, todos levantaron su vista viendo una pequeña cabeza rubia asomarse, el chico bajó viendo a todos con cuidado, sonrió de manera burlona y algo psicópata erizando la piel de algunos, tapó la mitad de su rostro con su mano reprimiendo una carcajada -hijo de puta, juré que me vengaría desgraciado, ¿te gustó mi pequeña broma? -el anciano comenzó a escuchar esa voz tan conocida -sabía que no le creerían al demonio de la aldea, bastardo violador, pero a un niño inocente -el anciano levantó su rostro con odio en sus ojos -fuiste tu maldito demonio -el rubio hizo una"o" con sus labios, sus ojos mostraban burla, se puso serio enfriando su mirada, giró su rostro viéndose un poco maligno, los presentes escuchaban y veían con sorpresa al pequeño, el chico había cambiado bastante, había movido sus hilos excelentemente y con bastante inteligencia para deshacerse del anciano. Kakashi lo veía con tristeza, no había rastro de su alegre alumno.
-Claro que fui yo Hiruzen, todas las malditas noches recuerdo como me ahogabas contra mi maldita almohada mientras abusabas de mi, recuerdo que dijiste que debía pagarte lo que habías hecho por mi -el pequeño se acercó al anciano viéndolo a los ojos de manera fría, sin temor alguno -soy distinto a todos estos cobardes -el pequeño apuntó a los niños quienes bajaron la mirada con tristeza -soy el maldito hijo del cuarto Hokage Namikaze Minato y el maldito hijo de la princesa del Remolino hijo de puta, no soy cualquier idiota -todos lo vieron con terror, eso era secreto -no defraudaré a mis padres, tú no me verás derrotado, ni sometido nuevamente desgraciado pene pequeño y asqueroso anciano decrépito, mi maldita cabeza sustituirá a la tuya en esa maldita piedra viejo senil -los presentes no pudieron evitar sentir orgullo en esas palabras, a pesar de todo aún tenía esa meta, se aferrarían a ella para ayudarlo a salir de su daño mental evidente.
El anciano se burló de él, el pequeño sintió como sus ojos se llenaban de chakra, una rendija roja apareció en sus celestes, estaba cabreado, únicamente Kakashi vio el parpadeo y el anciano al estar ambos frente al niño, el sensei no pudo evitar preocuparse aún más. Naruto junto chakra en su mano recordando los libros que hablaban sobre los sannin, más su fuerza que había estado adquiriendo, estrelló el puño en su abdomen liberando el chakra rompiendo ruidosamente dos costillas, abrieron sus ojos con terror los presentes, nadie se movió, definitivamente tenía a todos en shock el niño -síguete burlando pedófilo-
El pequeño se alejó cuando vio un hilo de sangre salir de lo labios del anciano que de inmediato se desmayó, sonrió con burla, se puso nuevamente serio -me largo maricas buleadores, a ver cuando salen del orfanato -el rubio vio a los niños que lo molestaban con desprecio, recordó algo, bajó su cabeza, se obligó a ablandar su mirada, ocupaba partidarios para llegar a su meta, se maldecía, había dejado salir demasiado de él, apretó sus ojos generando una lágrima, limpió con su chamarra sus ojos fingiendo llorar, podía sentir el chakra tibio de varias personas, sonrió en su interior, caminó hacia los adultos, vio como kakashi entregó al anciano a los shinobis tras de él, tomó la mano de su ex sensei con vergüenza, levantó el rostro mostrando sus azules llenos de tristeza. El peliplata lo vio con mucho cariño, lo abrazó a su cuerpo -debí haber dudado cuando dijo que simplemente estabas rebelde, lo lamento Naruto, perdóname pequeño, perdóname -el rubio vio que era sincero, se sintió mal por ver sus lágrimas, se dejó abrazar, no perdía nada, tenía una batalla interna, entre su nueva personalidad y el chakra cálido de su sensei -¿pue… puedo volver? -el sensei lo vio con sorpresa, sonrió para el rubio al igual que el resto de los adultos. Itachi afiló su mirada, ese chico que se había topado en distintas ocasiones no cuadraba con la imagen tierna y linda frente a él.
-Shikamaru me pregunta constantemente por ti, se alegrará de volver a verte -el pequeño abrió sus ojos con sorpresa, sonrió un poco al recordar a su amigo, no había reparado en él -¿dónde te estás quedando? -el pequeño bajó el rostro con tristeza fingida -en una cueva en el bosque -mordió sus labios con vergüenza, pero su regresó sería triunfal si lograba su cometido -quédate en mi casa, Shikamaru estará feliz de verte -el pequeño agrandó sus ojos con sorpresa y algo de agradecimiento, eso no lo vio venir -mmmm -rascó su nuca -sólo en lo que recupero mi herencia -un silencio se formó en la zona -debemos investigar que hizo con ella Hiruzen, Shikaku, ayúdame con eso -el Nara asintió, el pequeño tenía sus cosas, no debía delatarse, tenía demasiado dinero en el sello de su brazo -por favor que nadie más se entere de lo que me pasó, odio la lastima -el Daymio aceptó con empatía para el niño -ya escucharon, será secreto rango s, encarguénse de borrar la información de Naruto de la mente de los niños del orfanato y los shinobis tras de ustedes -Itachi asintió.
Los onix del Uchiha vieron al pequeño mientras los adultos hablaban, este sonrió con burla hacia él, el rubio sabía que el chico no le creía al haberse cruzado con su nueva personalidad en distintas ocasiones, no importaba, con lo que hizo por él se ganó su agrado y confianza, algo cruzó su mente con diversión, le cerró un ojo coqueto y burlón, el azabache abrió un poco sus ojos con sorpresa. Naruto se giró, apretó la mano de Kakashi, se dejó guiar por el sensei y el líder Nara.
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