Mood

Soy aplastado por un montón de cajas de regalos, solo mi mano sobresale del amontonamiento. Siento que alguien toma mi muñeca, luego soy sacado de allí, entonces tropiezo y me choco con el torso, así que me rodea con sus brazos para que no me caiga. Alzo la vista, descubriendo a Fresh.

Frunzo el ceño.

—¿Y tú qué haces aquí? —Me aparto, rápido.

—Escuché sobre el éxito de la inauguración de una cafetería en la universidad y vine a ver. Qué casualidad, eh... —Se queda tildado—. Creo que nunca te pregunté el nombre.

—Moon —me invento sin razón.

No iba a decir Bellota como sugirió Fire.

—Mood y Moon, sus padres no se esforzaron mucho.

—Mira quién habla, el chico con nombre de refresco.

—Casi le atinas, significa fresco. —Se ríe—. ¿Por qué el malhumor?

—Soy siempre así.

—Lo noté. —Vuelve a reír.

Vienen corriendo mis fans y gritan:

—¡¡PUEDES DEJAR A NUESTRA DIOSA DE LA LUNA EN PAZ!!

Lo que me faltaba.

Mejor aprovecho, entonces me escapo entre la multitud, abandonando al castaño a su suerte. Luego descubro a Fire sentado, apoyando el codo en la mesa y la mano en su barbilla, con una mirada perdida y muy pensativo, así que me le acerco.

—¿Y a ti qué te pasa? —le consulto—. ¿El director no te aprobó o cómo?

—Me di cuenta de algo y... —Hace una pausa, entonces todo su temple meditativo desaparece, luego se activa. Se levanta de manera abrupta y alza el puño—. ¡¡Tienes razón, no puedo dejar que me afecte, olvidemos el amor, lo importante es el negocio!! —Me abraza—. ¡¡Gracias!! —Me da un beso en la mejilla—. ¡¡A trabajar!!

Se retira, haciendo que me sienta estúpido. ¿Y qué dije yo? A este se le salió un tornillo. Bueno, es Fire, no hay que prestarle mucha atención. Él siempre es así de enérgico y voluble como el fuego.

Como sea, la inauguración ha sido todo un éxito, pero hasta que cobre, mis deudas seguirán creciendo. Aunque creo que me pondré a vender los regalos de mis fans. Por ahora, eso me ayudará a ahorrar y acabar con un porcentaje de mis deudas. Algo es algo.

Me giro a revisar la dirección en la que está Fresh, y el refrescante chico parece que se hizo amigo de mis molestos fans. Sabía que no debía haberme preocupado por él.

Odio a los malditos frescos.