50: El trato es tu responsabilidad
Deal
Miro las estrellas desde mi limusina mientras espero a que me conteste el mensaje. Sonrío cuando acepta mi propuesta, entonces espero a que salga de su casa. Cry asegura con llave una vez que deja su hogar. Observa a ambos lados para cruzar la calle y con temor abre la puerta para ingresar al vehículo. Le hago una seña para que termine de entrar, así que lo hace.
Cierra y se acomoda en el asiento. Intento besarlo y se aparta, sonrojado.
—Quiero hablar contigo, dijiste que confiara y ya lo arruinaste —me recrimina, indignado—. Supe de tu salidita con Bonnie.
Me muerdo el labio inferior por sus celos.
—¿Algún día me vas a dejar besarte?
—No sé si me siento listo y, además, estoy esperando tu explicación.
Pongo el brazo en el respaldo del asiento.
—No pasó nada con Bombón, tampoco me dio un besito —aclaro.
—¡¿No lo vas a negar?! —Al fin me mira—. ¡Ay! —chilla cuando agarro su hombro y lo inclino, consiguiendo subirme encima de él.
—No deberías entrar al auto de un lobo feroz.
Aunque está sonrojado, mantiene el ceño fruncido.
—No harás que me distraiga —se queja.
Toco su mano y le muestro la sortija en su dedo.
—Pero sigues con esto puesto. —Me relamo los labios.
—¡¡Defiéndete de una vez!!
—Odio a Fire con todo mi ser y me rodeo de todos sus allegados. Tienes suerte de que no sabía que eras uno, entonces me cautivaste el corazón. Deberías responsabilizarte de tu hechizo, meterás en problemas a toda mi venganza. —Me aproximo a su boca—. Mínimo merezco un besito.
—¡No! —Me empuja, así que me alejo. Nos inclinamos, sentándonos otra vez—. No me agradan tus razones.
—Eso no evita que te encante.
—No cambia nada, tus excusas ya no me gustan. Además, no puedo elegir entre mi amigo y tú, es irritante e incómoda esta situación. Detente, por favor.
—¿Quieres que siga siendo hipócrita y te diga lo bien que me cae? Ambos sabemos que ya no funciona. Tengo una idea, dejemos de mencionarlo, arruinará nuestra relación. Separémosla de este conflicto, ¿te parece bien?
—Yo... —Traga saliva—. Imposible, porque este lo conforman todos los de mi alrededor.
—No hace falta que los mencionemos cuando estamos juntos.
—Eso significa que no te puedo recriminar nada. —Bufa.
—¿De verdad quieres discutir cada vez que te enteras con quién me encuentro?
—Yo no quiero una relación abierta.
—Ni siquiera sabes si quieres una relación —lo corrijo—, así que puedes experimentar conmigo y dejar el compromiso atrás.
—¡Estás con Loving!
—Sh. —Pongo mi dedo en su boca—. No vamos a mencionar a otros, ¿recuerdas?
—No sé si estoy de acuerdo —expresa, dudando.
—Claro que no lo estás, pero, ¿qué otra opción tienes? Después de todo, a pesar de que te niegas, sigues esperando a que te busque —aclaro, pero cuando va a abrir la boca para contestarme lo interrumpo y prosigo—. Antes que digas algo para defender tu buena amistad y fidelidad, déjame aclararte que pudiste haberme bloqueado o no ingresar a este vehículo, por lo tanto, no soy el único culpable de esto, ¿comprendes?
Sus ojos se humedecen. Me mira cohibido y un poco atacado. Quizás se siente culpable por lo que le dije, no obstante, debía aclarárselo. Paso mi dedo por una lágrima y se la limpio, entonces me pega para que lo suelte.
—Me voy —declara, pero cuando se gira y no puede abrir, forcejea con la manija—. Dile a tu chófer que me abra.
—No lo vas a admitir, ¿cierto? —expreso, severo.
—Me quiero ir. ¡Ay! —chilla cuando lo abrazo por detrás—. ¡Estoy enfadado contigo, no me toques!
—En realidad, estás enojado contigo mismo, porque sabes que tengo razón. —Me aproximo a su oído y susurro—. La culpa no puede ser toda mía, Cry.
—Yo... ¡Bueno, sí, pero...!
—No estés triste y acepta mi oferta. —Apoyo mis labios en su cuello—. Dame todo de ti e ignoremos al resto.
Tiene un estremecimiento cuando mi mano pasa a su pantalón.
—Es... espera, vas muy rápido.
Sonrío y alejo mis dedos, los guio al interruptor.
—Ábrele la puerta, ya se va.
Se escucha el sonido del mecanismo y Cry baja del coche. Me observa, sonrojado, entonces se despide.
—Nos... nos vemos después —aclara.
—Hasta la próxima. —Me muerdo el labio inferior y cierro, luego aprieto el botón—. Llévame a casa.
Una vez conduce a mi otro destino, entro a mi hogar. No veo a Loving durmiendo en nuestra cama. La busco por todos lados, hasta que al fin la encuentro. Sonrío al descubrir que me está investigando.
—¿Qué estás haciendo? —Me hago el desentendido.
Me observa con sus ojos llenos de sorpresa, quedándose muda. Sabía que la chica de Fire tenía algo especial. Aunque, supongo que alguien le metió ideas en la cabeza para dudar de mí. No me preocupa, puedo arreglarlo en un santiamén.
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