Fire

Veo al director entrar. Es un hombre grandote y gordo. Además de pelón. Todo debe salir bien para que la cafetería permanezca en la universidad. Me aproximo a saludarlo cuando se sienta, viene acompañado de un muchacho más joven, así que lo saludo también.

—Jo, jo —ríe el señor de unos cincuenta años—. Y yo que pensé que ibas a cerrar este lugar, pero veo que lo has logrado, es un éxito.

—Gracias.

—Te presento a mi sobrino, Deal. —Señala al muchacho de cabello negro. Tiene un mechón azul en el flequillo, pero viste igual de formal que su tío, con un traje—. Él estará informándome de cualquier irregularidad, ya sabes, estoy viejo. —Vuelve a reír raro o más bien como Santa Claus.

—Claro, señor Bossman, estamos encantados de recibirlos siempre.

—Me dijeron que hay una pelirroja muy candente —acota el muchacho, divertido—. Aunque el único con pelo rojo que veo aquí eres tú, qué decepción.

—Ah, sí, Bombón no pudo venir, vuelva mañana y se la presento, mientras... —Observo para todas partes y visualizo que Mood se sigue ahogando dentro de sus regalos—. Un momento, ahora regreso.

Voy en dirección a ayudarlo, pero me detengo en frente de la puerta, ya que visualizo a Loving. Se encuentra llorando, así que voy a la salida.

—Viniste a la inauguración. —Le sonrío—. ¿Por qué lloras?

Me pega un cachetazo y se me voltea la cara.

—Te vi besándote con esa rubia. —Se va corriendo.

Quedo un poco en shock, pensé que tenía las cosas claras con ella. Lo bueno es que nadie ha visto este desastre, lo malo es que sigo paralizado por la situación. No puedo creer que me afectara, no lo vi venir. Es como si me hubieran tirado un balde de agua fría, apagaran el fuego y yo al fin viera la luz, al descubrir la verdad que estaba oculta, en el fondo de todo mi ser.