Fire

Avanzo por el club erótico mientras Deal me sigue detrás. Veo a una parejita en la barra, que me llama la atención. Mientras se besuquean, me les aproximo. Sonrío al ponerme delante de ellos, entonces me acerco a susurrarle al muchacho.

—Yo también traigo regalo.

El desconocido enarca una ceja, luego mira a su acompañante, después vuelve a observarme, divertido.

—¿De verdad? —cuestiona.

—Sin ofender —le digo a la chica o chico, no sé cómo se sienta con su identidad—, pero mi maquillaje es mejor.

—Por favor, dame clases —declara, el individuo, sin género definido.

Me siento sobre el muchacho que respondió primero al iniciar esta conversación y justo cuando estoy por besarlo, Deal me detiene, sacándome de sobre él.

—Discúlpenla, está ebria —pide perdón el pelinegro y me empuja para que camine—. Ya entendí, ahora te llevo a tu casa.

—A mi casa no, tengo que ir a la cafetería.

—No puedes ir así. —Bufa.

—¡¡Puedo acostarme con todo este maldito club si quisiera!! —Luego me aparto, dejando de avanzar, me giro y lo señalo—. Menos contigo que la tienes chiquita.

—Eso no lo sabes. —Se ríe.

—Te la toqué una vez, y Fire la tiene más grande.

—No me has acariciado nada —aclara y frunce el ceño—. Y no quería saber esa información sobre mi enemigo mortal. ¿Te acostaste con él?

Reacciono, dándome cuenta de que todavía ando delirando por el alcohol.

—Ah, quiero decir que Fire rozó tu anaconda —corrijo—. Cuando se cayó encima de ti en tu fiesta. —Me carcajeo antes de responder su pregunta—. Sí, es buenísimo en la cama. —Muevo el cabello de mi disfraz, orgulloso de hablar tan bien de mí en tercera persona—. Lo amo.

—Bombón, ten un poco de conciencia y préstame atención.

—No, gracias, y ya vámonos, tengo que trabajar.

Bufa, pero acepta, al fin me lleva a la cafetería. Mood y Cry corren disfrazados hasta mí, mientras Deal me sienta en una silla. Mira un momento al rubio, que oculta su mano, escondiendo una sortija, luego mira al morocho.

—Tráiganle un café, bebió mucho anoche y sigue desvariando —cuenta.

—Díganle a Water que se vaya a la mierda —comento—. No quiero a ningún infiel en esta cafetería.

—Bonnie... —aclara Mood—. Es Deal.

—¡Ah, es parecido! Solo que este es más inteligente.

Se ríe el mencionado y me contesta:

—Gracias por el cumplido. Aunque, debo revelar, que conocí a Water. Lo fui a buscar, me intrigaba mucho. Fire nunca debió habérmelo nombrado. Esa equivocación fue muy mala para él. Cuando lo veas, cuéntale también sobre eso, ya que el muy cobarde siempre parece que anda escondido.

Me mantengo en shock al notar lo que creo que dijo, pero me vuelve un poco de lucidez, así que decido reaccionar.

—¿Sabes qué, Moon? —Miro a Mood—. Deberíamos hacer a Fresh cliente VIP, he notado que a Deal le cae mal, quizás así no venga más.

Mi amigo se sobresalta y sonroja rápido, pero, responde despacio:

—Su... supongo. —Sus labios tiemblan, luego confiesa—. Es su medio hermano.

—Oh. —Observo a Deal, el cual frunce el ceño—. ¿Eso también es de una infidelidad? Qué pequeño es el mundo.

El del mechón azul me observa frustrado y responde:

—Deja de estar enojada conmigo, Bombón.

Tú no me conoces enfadado. Quieres guerra, te la voy a dar, y no será con consejos. Veremos quién ríe al último. Carcajeo como villano, y todos retroceden. La verdad me siento muy bien o quizás es al revés, el alcohol saca lo peor de mí.