Mood

Me observo en el espejo de los vestuarios mientras termino de maquillarme. Tiro el labial al lavabo. No tiene caso, solo Fire sabe hacer estas cosas. Me arreglo lo mejor que puedo, luego salgo al comedor de la cafetería y me aproximo a Cry. Observo para todos lados, buscando al ser en el que estaba pensando.

—¿Dónde está el señor Tengo muchas virtudes?

—¿Fire? —expresa, mi amigo, que también está disfrazado de chica—. Tienes razón, siempre es el primero en llegar.

—¿Hay algo que no haga bien? —me quejo.

El rubio se ríe.

—¿Beber?

—Cierto, no lo pensé.

—También está ese problema con tener algo serio —agrega.

—¡Está bien, ya entendí! Solo que tu noviecito me metió ideas en la cabeza y, aunque, estoy mejor mentalmente, algunas se me quedaron flotando en el aire.

Se sonroja.

—¿Mi noviecito?

—Bueno, tienes un anillo en el dedo. —Lo señalo—. Es evidente que hay algo entre Deal y tú, aunque deberías guardarlo mientras estés disfrazado de chica.

—¡¡Mejor volvamos a hablar de Fire!! —chilla, avergonzado.

—Sí. ¿Dónde estará?

—¿Con sus papás? —sugiere y se ríe—. ¿Recuerdas la ocasión en la que se lo llevaron una semana a un retiro espiritual y ni nos enteramos? Desapareció de la faz de la tierra, aunque, en realidad, solo quedó incomunicado.

Me río también.

—Desde ahí supimos que lo perderíamos miles de veces.

—Sus papás son geniales —agrega—. Son tan hippies, raros, pero amables, atentos y respetan su espacio. Además, son muy buenos con nosotros.

Suspiro.

—Sí, quiero uno de esos.

—Y yo.

¿Realmente está con sus papás? Bueno, no contesta mis llamadas, puede ser.

Fire

Me estiro en una cama y abrazo a una almohada.

—No, mami, no quiero más lechita, dame galleta —murmuro, semidormido.

—No soy tu mami, pero sí puedo conseguirte una galleta.

Parpadeo varias veces antes de abrir los ojos por completo, entonces me doy cuenta de que estoy abrazando a Deal, así que refunfuño.

—Maldito alcohol.