27: El fuego se apaga con Water
Fire
Me beso de forma apasionada con un muchacho en el club. Aparte de la cafetería, este es el lugar que más frecuento. Aquí conocí a Loving y a un par de amigos con derechos. Tanto chicos como chicas, no le hago asco a nada. Es como un grupo diferente, esta es mi zona, no hay responsabilidades que cumplir. Aparto mi boca de Match y miro a Keeper, luego le sonrío.
—¿Qué sucede? —pregunto, ya que me mira muy fijo—. ¿Te gusto?
Se ríe.
—Siempre, pero tenemos un problema.
Enarco una ceja.
—¿Cuál?
—Me dijiste que vigilara por si había algo sospechoso, ¿y adivina? —Mueve su vista hacia la puerta y veo a Deal entrar—. No sé ni cómo pudo ingresar, lo siento.
Ignoro su pedido de disculpas y mantengo mi visión en el pelinegro con aquel mechón azul en su flequillo. Permanezco en el sillón con el brazo atrás de mi acompañante mientras veo como termina de llegar mi enemigo mortal.
—Qué acosador, estás en todas partes —bromeo—. Voy a pensar que te gusto.
El supervisor de mi cafetería continúa con su molesta sonrisa, imperturbable.
—Así que escapando de tu deber mientras tus chicas trabajan —acota Deal.
—Intentas aguarme la fiesta, pero ni siquiera te llamas Water.
—Apagar el fuego es difícil cuando es un incendio.
—Gracias, aunque pierdes tu tiempo. A mí no me engañas como Loving o Cry, no necesito de tus halagos, sé la clase de persona que eres.
—Bien, seamos sinceros. —Toma la iniciativa de sentarse en el sillón. Keeper lo quiere evitar, pero yo le hago una señal para que lo deje, así que logra hacerlo, hasta se toma de mi bebida—. Mi deseo es que dejes la cafetería, esa es toda la verdad.
—Lo he notado, pero no va a pasar y no me importan tus razones, menos luego de haberme declarado la guerra.
—No lo hice, tú solo te sentiste atacado.
Frunzo el ceño.
—¿Crees que no sé que hablas de mí a mis espaldas? Te metes con mis amigos y me llamas perturbado. No importa cuánto lo niegues, sé que me odias y me quieres destruir. Jamás te entregaría la cafetería, es mía.
—Qué posesivo. ¿Te han dicho que eso es muy tóxico? Pero estoy dispuesto a pagar.
Me río.
—Sabía que venía por ese lado y la respuesta es no.
—Y yo sabía que dirías eso, eres tan predecible.
Keeper da un paso hacia adelante, así que yo niego.
—Estás en mi zona —aclaro—. Deja de hablar como si tuvieras el control.
—No le tengo miedo a tus juguetes. —Se levanta del sillón—. No importa lo valiente que te hagas, vas a perder la cafetería. —Se retira.
—¡¿Qué le pasa a ese?! —se queja Keeper.
Match se agarra de mi ropa, abrazándome, y consulta:
—¿Qué vas a hacer?
—Nada. —Bufo—. Solo limpiaré el desastre.
—¿Y Loving le cree a ese?
Suspiro.
—No la culpo, todos alguna vez fuimos vulnerables para ser manipulados, ya se dará cuenta de su error.
—¿Y estarás ahí para consolarla? —Se ríe.
—Eso sería una equivocación.
—¿Por qué mencionaste a Water?
—Match —habla Keeper y frunce el ceño—. No te metas donde no te llaman.
—Está bien, déjalo —interfiero, luego contesto a la pregunta—. Supongo que fue un desliz, hay veces que no podemos evitar mencionar a nuestros innombrables.
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