23: El fuego alojado en mi ser

Fire

Miro al río mientras estoy apoyado en el barandal, las luces de la noche y los edificios del otro lado se ven hermosos. El humo de mi cigarro pasa por mi visión, estrujo la punta en el concreto y me alejo de este cuando visualizo venir a Loving. Abandono mi cigarro en la pequeña pared. La chica de cabellos negros, largos y ondulados, corre como en una película, su pelo se mueve con el viento, entonces cuando me alcanza, me abraza.

—Me alegra tanto que me llamaras —dice, emocionada, luego se aparta y hace una gran sonrisa. El celeste de sus ojos se ilumina con las luces de la noche—. Estoy tan contenta.

—Sí, al fin me encuentro aquí —expreso, tranquilo.

—Y no hay trenes.

Río, nervioso, aflojo el cuello de mi camisa, luego me giro y comienzo a caminar, así que ella avanza y se agarra de mi brazo, para ir a mi lado.

—Estuve pensando... —confieso—. Y me he comportado como un estúpido.

Hace aquella risilla encantadora.

—No te preocupes, yo también.

Me detengo, así que ella hace lo mismo, luego la tomo de los hombros.

—Loving, yo...

Me observa muy fijo y, de repente, sus ojos se han humedecido, así que baja la vista, luego suspira.

—Hay que terminar. —Se limpia una lágrima que se le escapa—. Quiero decir, nunca hubo... —Se ríe con la voz un poco entrecortada—. O sea, hay que eliminar la palabra derechos de nuestra relación, solo seamos amigos.

—¿Qué? ¿Por qué?

Quedo en shock. Aunque entiendo el contexto, ella está enamorada de mí, así que es obvio que quiere cuidar sus sentimientos. Vine a disculparme por haberla ignorado y ahora me dice esto. Podría comportarme como un patán y doblar sus palabras, para poder evitarlo, pero yo también siento cosas. Lástima que no pueda confesarlas.

—Creo que debemos empezar a ver a otras personas —al fin contesta—. Será lo mejor.

No puedo decir nada, estoy paralizado.

—Yo... —Mi celular suena y soy interrumpido—. ¿Hola? ¿Cry?

—Ayúdame, iba a cerrar la cafetería como me pediste —confiesa del otro lado de la línea—. Pero Couple no se quiere ir.

—¿Todo en orden? —consulta Loving.

—Burbuja está en aprietos, debo ir a la cafetería.

Asiente.

—Te acompaño.

No le respondo y avanzo, así que ella me sigue. No logré decirle nada, creo que jamás lo conseguiré. Supongo que la herida en mi corazón es mucho más grande de lo que pensaba. Sí, lo sé, no tiene nada que ver con mi orgullo de casanova, solo no lo puedo admitir ni en mi mente. Hay algo más profundo alojado en mi ser.  

Yo vine a reír, no a llorar 😭

Saludos, Vivi.

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