21: Llorar el perdón
Cry
Han pasado días de haber visto ese video. No le he contestado los mensajes a Deal, ya parezco Fire con Loving, que le huye todo el tiempo. Aunque mi diferencia con ella es que Deal parece un capo de la mafia.
—¡Ah! —chillo cuando me lo encuentro al salir de mi casa—. ¡¿Cómo sabes mi dirección?!
Qué bueno que no salí disfrazado.
—Investigué. —Sonríe.
Lo que digo, es un mafioso.
—Bueno, tengo clases. —Avanzo y me sigue detrás.
—Te llevo, está mi auto a una cuadra.
Me sonrojo.
—No hace falta.
—¿Hice algo mal? No creas que no me di cuenta de que me estás ignorando.
Me detengo y me giro, así que él frena también.
—Sabes que soy muy sincero. —Trago saliva—. Y si te veía tenía que enfrentarte, eso me pone muy nervioso.
—Dime —dice, serio.
—Ya... ya sé de tu amorío con Bombón, y lo mucho que te encanta.
Sus ojos grises me miran en profundidad.
—Sí, lo admito, me calienta como no tienes idea.
Mi corazón se rompe, pero me mantengo firme.
—Eso es bastante claro para mí.
—Pero no entiendo que tiene que ver con nosotros —contraataca.
—¿Qué?
—Nos estamos conociendo. ¿Quieres ponerle etiquetas a esto? Tampoco sé si estés listo.
—Yo...
Pone un dedo en mi boca y me sonríe.
—No te preocupes, te perdono, un error lo puede cometer cualquiera.
¿Él me está perdonando a mí? Estoy confundido.
—No comprendo. ¿Dices que lo malinterpreté? Lo suponía, pero...
Toma mis manos y me callo.
—No malinterpretaste nada, solo que todavía no es el momento y, mientras tanto, ¿qué tiene de malo que miremos a otras personas? No sabemos qué nos depara el futuro, pero no me quites la dicha de pasar tiempo contigo.
Me tiemblan las piernas.
—Eh, supongo.
~~~
—¡¿Qué te dijo qué?! —grita Fire—. ¡¿Y le creíste?!
—Parecía sincero —murmuro.
—Caíste en su juego —me reprende, luego se gira a Mood, que anda barriendo el piso de la cafetería—. ¡Dile que fue manipulado!
—Tiene razón —expresa el pelinegro con su cara de póker—. Solo endulzó su intento de convertirte en su juguete.
—Uh, pero...
—¡¡No insistas, Cry!! —Se ata los mechones de su peluca pelirroja en una coleta alta—. No hay manera de que ese chupasangre quiera algo serio contigo.
Me sonrojo y grito:
—¡¡¿Y qué si no lo quiere?!! ¡¡Solo somos amigos!!
Me da palmaditas en el hombro.
—Así se empieza, Cry —dice y repite—. Así se empieza.
Ay, no puedo discutirle a Fire, él siempre va a ganar.
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