Cry

Llego a casa. Hay mucho ruido, ya que somos una familia numerosa y, aun así, nadie ha notado mi presencia, teniendo en cuenta que ando vestido de chica. Subo las escaleras como si nada, pues no tiene sentido seguir andando a hurtadillas, cuando ni siquiera se han puesto a verificar mi acto estúpido.

Llego a mi cuarto, entonces cierro la puerta. Suspiro, luego camino hasta la cama y me siento. Ha sido un día preocupante, quiero llorar. Es curioso que eso signifique mi nombre y todos se burlen por eso.

Termino acostándome, abrazado a mi almohadón, dejándome vencer por el sueño. Entonces, de repente, escucho el despertador. ¡Ah, qué rápido! Corro para ir a la universidad y casi no me doy cuenta de que sigo disfrazado.

—¡Ay, por todos los cielos! —Me apuro rápido a cambiarme.

Al igual que en la noche, nadie se da cuenta de que me he ido de la casa. Una vez llego a la universidad, voy a mi primera clase. Presto mucha atención, ya que me gustan las matemáticas. El timbre suena y voy tan apurado que me choco con todo el mundo, sobre todo con la parejita acaramelada de Couple y Bride. Ambos me observan de mala manera, aunque siempre lo hacen de todas formas.

—¡Lo siento! —Sigo corriendo.

Sé que todo el mundo me odia, por llorón.

—¡¡Te tardaste demasiado!! —grita Fire, cuando entro a la cafetería.

—Lo lamento —expreso triste.

Él sonríe.

—Todo está bien. —Me da palmaditas en la cabeza—. Yo tampoco me he cambiado todavía. —Enciende un cigarrillo, luego declara—. Estoy ansioso, espero que funcione.

—Claro que va a funcionar. —Llega Mood, el cual sí se ha cambiado—. Ya tengo club de fans —expresa con irritación.

—¡¡Esa es la actitud!! —Escupe el humo.

—Hum... —Hago una pausa, tímido—. No creo que lo que dijo fuera por ponerle actitud, se nota enfadado.

—Voy a matar a alguien —expresa el pelinegro, tirando todos los regalos que llevaba en las manos—. Y tiene cabello pelirrojo.

—Está hablando de mí, ¿cierto? —consulta Fire, tira su cigarro, lo pisa y luego veo cómo se va corriendo, porque Mood lo empieza a perseguir.

¡¡Qué miedo!!

Mientras ellos corren despavoridos y como locos, me dirijo a cambiarme. Preparo lo que falta de la tienda, luego termino por abrir las puertas, porque se siente muy cerrado.

—¿Es nueva la cafetería? —Visualizo a Couple, el cual no me reconoce.

—Sí, sí, estamos por inaugurar.

Creo que no me descubrió, sino sería mi fin. Su novia entra también, y tampoco descubre quién soy. De la nada se sientan a pedir algo.

¡¡Auxilio, los que me odian entraron a la cafetería!!