16: Los bolos también lloran

Cry

Quedo encandilado viendo que mi cucurucho es tan grande. Tiene tantas partes, parece una torre llena de pisos de colores y redondos. No puedo parar de observarlo.

—Oh —exclamo con emoción mientras mis mejillas arden.

Deal con una cuchara pequeña y de plástico me roba un poquito. Se mete la crema americana en su boca, se mancha sus labios, así que se los relame. Me contempla de manera intensa, así que mantengo mi vista en mi helado.

Es increíble que desconfiara, pero mi lealtad a mi amigo es muy fuerte para no creerle. Si Fire dice que es un manipulador y un pica flor, tiene que serlo. El problema es que Deal sabe cómo encantar a cualquiera. Parece todo un caballero, aunque lo dudo cuando me roba la fresa de la punta de mi helado.

—¿Sabes jugar bolos? —consulta mientras permanece sentado a mi lado.

—En absoluto.

—¿Quieres que te enseñe? —Sonríe.

Pienso que esperaba a que se lo negara para ofrecer eso. Es como si viera todos sus trucos por culpa de la advertencia de mi amigo, así que no me puedo relajar. Necesito negar otra vez y cerciorarme.

—No hace falta, y no terminé mi helado.

—Come tranquilo, hay tiempo. —Hace una pausa—. ¿Estás incómodo? —consulta estirándose más relajado en el sillón.

Me sobresalto.

—¡No! ¿Por?

—Hablas menos. —Pone su brazo detrás de mi respaldo.

—Ah, ¿sí? No me había dado cuenta.

—Si hice algo mal, puedes contármelo y lo arreglaré.

—No quiero ocultar nada. —Río, nervioso—. Me advirtieron de ti, me aclararon que eres un manipulador y...

Se aproxima a mi rostro, así que me paralizo.

—Y les creíste. Desconfías de mí de cada cosa que te digo, ¿verdad?

—Bueno, sí, pero...

Sonríe.

—Me encanta tu sinceridad, eres una buena persona, Cry, valoro eso. —Se levanta de repente—. Vamos a jugar bolos.

—No, gracias, estoy bien.

—Me lo debes. —Me mira de refilón.

Mis labios tiritan.

—No terminé mi helado.

—Te compraré otro, no te preocupes, ya levántate —pide, le hago caso, así que roza nuestros dedos cuando toma lo que queda de mi cucurucho. Lo lanza al tacho de basura y se lame los dedos que tienen crema derretida—. Vamos a tener que limpiarnos las manos, es un desastre.

—Un poco. —Agarro una servilleta y me limpio, luego le acerco una a él, entonces me sobresalto cuando me toma de la muñeca.

—No tengas miedo —aclara—. Todo eso horrible que te contaron de mí, deberías deducirlo con tu propio criterio, ¿no te parece? Te aseguro que descubrirás que no soy eso que dicen.

—No quería juzgarte a la primera, por eso fui sincero.

Afloja su agarre y su sonrisa es de alivio.

—Me alegra. —Me suelta y se gira, luego insiste, pero más animado—. Vamos a jugar bolos.

En un principio dudaba de esta pareja, pero me gusta. Aunque por otro lado, puedo ver todas las red flags que tiene Deal, es toda una bandera roja andante 😂

Saludos, Vivi.

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