Capítulo Único


[Especial de San Valentín]

— Ustedes son unos idiotas — Chuuya estaba irritado por la clase de personas con las que se juntaba.

Todo el caos comenzó un lunes, Chuuya siempre insistía en salir a tomar café con sus amigos, después de un largo día de trabajo disfruta tomar alguna bebida caliente y hablar con sus compañeros.

Pero había un problema, sus amigos antes eran como decirlo, demasiado perezosos o se negaban a abandonar su vivienda sin una razón de peso, así que Chuuya tenía que ir a sacarlos de su casa, pero ahora es a él a quién arrastran.

Y todo es culpa suya.

Abrieron una nueva cafetería cerca del trabajo de él y este curioso convenció a sus amigos para ir a verla, grave error.

Sus amigos le tomaron gusto a la cafetería o más bien a los camareros y desde entonces se convirtió en su segunda casa.

— Ustedes otra vez, supongo que lo mismo de siempre ¿no?

Chuuya volvió en sí cuando el camarero se acercó a la mesa donde estaban ellos.

— ¡Dos-kun! Tan hermoso y atento como siempre — Ahí iba el idiota de su amigo coqueteando descaradamente.

Este solo le dedicó una leve sonrisa y se dió la vuelta para atender a otros clientes.

— No lo sabe aún pero algún día será mi esposo.

Mientras hablaban se acercó otro camarero a su mesa y se sentó al lado de Poe.

— Ayer nos estábamos preocupando cuando vimos que no habíais venido, os volvisteis clientes tan frecuentes que ya es extraño no veros por aquí.

— Oh, ayer no pudimos reunirnos porqué Nikolai acabo tarde en su trabajo — respondio apresuradamente Poe mientras se sonrojaba.

— Ranpo, ¿No deberías estar trabajando? — cuestionó Chuuya.

— Nah, Fyodor y Jouno lo tienen todo controlado, además ahora es mi descanso.

Poe disimuladamente sacó una bolsa de caramelos que tenía guardada y se la entregó a Ranpo quién le agradeció y comenzó a comerlos con una sonrisa.

— Jouno me ignora, ¿tan mal actúe el otro día? — habló Tecchou mirando fijamente la mesa donde Jouno atendía a unos clientes.

— Tecchou lo invitaste a salir al gimnasio.

— Pensé que era romántico.

— Tú termino de cosas románticas son raras.

Después de que Fyodor se acercó a la mesa con sus pedidos a mano, comenzaron a comer y a hablar entre ellos.

Ya por la tarde, Jouno finalmente paso delante de la mesa y se dirigió a la oficina, Tecchou aprovecho para ir detrás de él, esa tarde la cafetería estaba medio vacía y se podía ver a Fyodor con el teléfono en una mesa un poco alejada de las demás,
Gogol fue donde estaba Fyodor y él se quedó solo con Poe y Ranpo quienes hablaban entre ellos muy íntimamente. Sintiéndose incómodo fue a pedir un café dulce para sobrellevar la situación.

— ¿Mal día? — un hombre con pelo castaño fue quien lo atendió, fue la primera vez que lo vio en el local.

— ¿Eres nuevo? — preguntó con curiosidad mientras observaba la carta fingiendo estar pensando en su pedido.

— No, no, si estoy desde antes que Fyodor y Ranpo, pero suelo quedarme atrás al fin y al cabo lo tienen todo controlado por aquí.

— Vaya, ¿entonces eso te convierte en un irresponsable?

— Yo no lo llamaría así, estoy aquí atendiendote mientras mis demás compañeros están con sus novios — señaló evidentemente.

— Ya veo. Tomaré un café y lo más dulce que tengan.

— ¿Tan mal lo llevas hoy? Desprendes unas vibras muy negativas.

— Tú no sabes lo que es tener que acompañar a tus amigos cada vez que quieren ligar con unos camareros.

— Desafortunadamente sí que te entiendo, desde que llegaron ustedes todo cambió con mis compañeros también.

— ¿En realidad?

— Sí, nunca pensé que conseguirían pareja, Ranpo es demasiado infantil, Fyodor es Fyodor y Jouno odia a todo ser humano que respiré, entre los cuatro soy el más normal y al final soy el único soltero aquí.

— Ya somos dos, uno de mis amigos se cree un payaso el otro tiene una fascinación con las hormigas y Poe tiene una obsesión insana por los libros por la que a veces no sale de su casa en semanas, de los cuatro yo soy el más normal de mis amigos.

— Realmente somos desafortunados en el amor.

Le entregó su café con un trozo de pastel, pero antes de que Chuuya se fuera el camarero le tomó del brazo.

— Veo que el local está medio vacío el día de hoy como que no veo ningún cliente al que atender te acompañaré mientras me hablas de tu miserable vida amorosa.

— No necesito tu compasión.

— ¿Compasión? Solo estoy aburrido y no tengo con quien hablar, todos están ahí de noviecitos.

Al no tener excusa permitió que el chico lo dirigiera a una mesa vacía, era eso o volver a sentarse junto con Poe y Ranpo.

Ya sentados Chuuya buscaba un tema de conversación.

— Háblame de tí, ¿Tienes planes para el futuro? ¿Tienes una cuenta de ahorros o- — antes de terminar lo interrumpieron.

— ¿Futuro?¿Ahorros? Yo doy gracias solo por sobrevivir día a día.

— Realmente eres un tipo arruinado, justo lo que no quiero tener cerca.

— Yo no diría arruinado tengo un piso compartido y tengo con que alimentarme, aquí la cuestión es si tú te alimentas bien, digo, eres muy enano.

— Eres un...¡Ah! Me olvidé de preguntar el nombre.

— Dazai Osamu a su servicio — fingió un elegante movimiento de manos mientras Chuuya lo fulminaba con la mirada.

— Te advierto Dazai que yo me alimentó muy bien y sobre mi estatura estoy aún en procesó de crecimiento — replicó Chuuya irritado.

— A un niño se lo creería pero tú ya pasaste la edad Chuuya, acéptalo morirás siendo un enano — Dazai se burló mientras Chuuya ya planeaba su desaparición.

Pasaron la tarde discutiendo de temas triviales y Chuuya aguantando las ganas de ahorcarlo mientras Dazai solo se burlaba del más bajo, pero fue agradable al final Dazai era una buena compañía, extraño pero le gustaba.

— Se acerca la hora de cierre, ya debería irme — dijo Chuuya mirando la hora en el teléfono.

— Vaya, el tiempo pasó volando.

— Si — Chuuya se puso de pie para colocarse el abrigo de nuevo y revisar su teléfono.

— Por cierto, el fin de semana hay un concierto en el estadio, yo tengo dos entradas y pensaba ir con un amigo pero me canceló hace unas horas, ¿No querías acompañarme para salvarme de la humillación de mis compañeros?

Chuuya lo miro y trato de recordar si tenía planes para el fin de semana.

— No tengo nada mejor que hacer... Así que ven a recogerme a mi casa — Chuuya en un papelito le dejo escrito su número.

— De acuerdo~ Nos vemos en unos días — Dazai se despidió mirándole con una sonrisa triunfal mientras observaba el papelito con su número.

Chuuya salió fuera con una sensación extraña, pero agradable.

Fuera comenzó a llover. Maldijo por lo bajo por su abrigo nuevo.

Encontró a Poe esperando ya en el coche escribiendo en el teléfono y Nikolai estaba apartado despidiéndose de Fyodor con un beso y luego se acercó también al coche.

— ¡Conseguí el número de Jouno! — Tecchou corría detrás de él con una sonrisa brillante.

Al parecer fue un buen día para todos.

Ya en el coche de Chuuya todos compartieron alegremente sus avances románticos.

— ¡Tengo una cita con Dos-kun en el zoológico el sábado! — grito Nikolai emocionado.

— Yo y Ranpo iremos a la feria el jueves — habló tímidamente Poe.

— ¡Ja! Yo y Jouno iremos a la montaña a ser uno con la naturaleza — contesto orgulloso Tecchou.

— ¿Chuuya y tú tienes planes? — preguntó Poe al notarlo distraído.

— ¡Es verdad! Te vi hablar con Dazai — Nikolai salto del asiento de atrás para mirar a Chuuya.

— ¿Lo conoces?

— ¡Sí! Fyodor y él comparten piso así que no te preocupes porque es buena persona aunque aparenta ser un delincuente juvenil.

— Me invitó a ir a un concierto, solo porque la persona con quién iba a ir cambió de planes — contestó Chuuya con un leve sonrojó.

— ¡Ooooh! ¡Eso es una excusa! Realmente quiere que vayas con él — chilló Nikolai mientras sacudía a Tecchou.

— Al parecer la vida nos sonríe a todos — respondió Tecchou con la misma energía que Nikolai.


🕊️: ¡Hola! Está historia se me ocurrió en medio de la clase de filosofía, no me convence del todo pero igualmente la publiqué, estuve pensando en hacer unos extras de la cita de cada pareja, pero ya lo pensaré.

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