9 - Mala noche, gran sorpresa
La policía tardó en llegar. Durante la demora, Román se la pasó tocando timbre y vociferando amenazas contra su hija hasta entrada la noche. Hasta intentó entrar en el apartamento, pero solo alcanzó el segundo piso antes de que un vecino de Lola lo detuviera.
Ninguno de los habitantes del apartamento de Lola pudo dormir bien esa noche. Martín acabó por darse por vencido y, tras vestirse, se sentó a la mesa de la cocina a subrayar algunos apuntes de la universidad para matar el tiempo.
Lola supuso que Román iba a cansarse en algún momento de la noche. Tal vez alguien más había llamado a la policía antes que ella, pero dudaba que así fuera.
Lola estaba demasiado asustada para hacer nada, el miedo no la estaba dejando pensar con claridad. Así que esperó a que llegara la policía.
Su hermano estaba jugando videojuegos en línea con su novio, así que nunca se enteró de la escena porque estaba con sus audífonos y el volumen del juego alto. Se alegró de que él no fuera a enterarse de lo que estaba sucediendo afuera.
No podía dejar que su padre se lleavra a Joaquín. Iba a maltratarlo, controlarlo y quién sabe qué más. No iba a permitir que sucediera.
Entonces intetó rememorar cómo pudo llegar a ese punto, cómo el conflicto con su padre escaló tan alto. Jamás iba a entenderlo.
Además, Román estaba haciendo una escena afuera. Era cuestión de tiempo para que los vecinos se acercaran a él para ver qué pasaba.
Lola estaba agotada y muy asustada. Comenzó a llorar sin motivo aparente. Martín dejó el lápiz sobre los apuntes y se sentó a su lado en la cama.
- ¿Qué te sucede, Lols? - le preguntó.
- ¡Es que ya no aguanto esta situación! ¡No podemos vivir así! - dijo ella.
- Lo sé, es una situación horrible. No ha dejado de hostigarnos, lleva dos horas afuera.
- Al menos ha dejado de gritar.
- tal vez se canse de esperar y se vaya.
- Mi padre no es así. Aunque, la verdad es que esto no nos ha hecho pasar desapercibidos. Deberías ver nuestor grupo de chat con nuesttros vecinos, ¡está que arde!
- Eso no ayuda a nadie, menos a ti. ¿Ya llamaste a la policía?
- Hace una hora me dijeron que estabn en camino.
- ¡Parece que están tomandose su tiempo! De verdad no lo puedo creer.
- Este hombre va a enloquecernos también a nosotros.
- Ya te dije que es un psicópata. No está loco, solo mentalmente perturbado.
- ¿Cuál es la diferencia?
- Es que, quien está loco, tiene una enfermedad mental. Mientras que el psicópata, es solamente un rasgo de la personalidad que no sigue la linea normal de cualquier persona.
- ¡Gracias por la explicación, Doctor Alcorta!
- ¡De nada, futura licenciada en bellas artes!
Lola sonrió. Luego abrazó a Martín.
- ¿Te inscibiste para el examen de ingreso a la universidad? - le preguntó él.
- Mañana voy a hacerlo. ¡Hoy solo quiero irme a la cama! Necesito dormir, estoya gotada y mi padre no se ha movido de la entrada.
- Hablando de eso. Voy a decirle a Joaco que intete dormir un poco ahora que tu padre dejó de gritar. ¿Me prometes que vas a estar bien? - Lola asintió - Saldremos juntos de esta, de verdad,
Martín salió de la habitación. Lola volvió a llamar a la policía.
- ¿Cuál es su emergencia? - dijo una aburrida voz de mujer del otro lado de la línea.
- Hola, hace una hora me dijeron que el movil policial estaba en camino. Soy Lola Echeverría - dijo la dirección de su edificio.
- Hubo una pequeña demora, lamento que eso haya sucedido. En seguida la asistirán.
- Que sea pronto. Mi padre nos está amenazando y está en la entrada de mi casa.
- Mantenga la calma, señorita. En seguida solucionaremos su situación.
- ¡Muchas gracias! Qué tengas buenas noches.
Lola decidió que debería intentar dormir. La policía llegaría pronto, pero no estaba segura de que fuera a hacerlo realmente.
Justo cuando estaba por quedarse dormida, una intensa luz azul invadió la habitación. Lola despertó del todo y pudo ver el momento en el que se llevaban a su padre. Por fin iba a dejarlos tranquilos.
Los agentes de policía pidieron a Lola y su familia que los acompañaran para tomarles la denuncia. Eso hicieron, de hecho parecía que por fin iban a hacer algo. Les dijeron que conseguirían una orden de alejamiento para Román, eso tranquilizó mucho a Lola.
Cuando regresaron a su apartamento, los tres se fueron a dormir. Estaba muy cansados, habían pasado un muy mal momento.
Durmieron toda la mañana, en especial Lola. Martín la despertó para desayunar, pero luego ella había vuelto a dormirse y él se recostóa s u lado.
Joaquín no entendía lo que estaba pasando, así que en cuanto se depsertó, Lola le contó acerca de lo que había hecho su padre. El joven se asustó, pero pronto lo invadió el alivio. Lola sabía que a su hermano le daba gusto saber que todo iba aadquirir una normalidad más sana desde entonces.
Tras descansar un pard e días, Lola decidió que se incribiría a la Universidad Argentina del Arte. Una vez que estuvo inscripta al examen de ingreso, que sería de forma presencial, descargó todo el material de estudio posible. Además, compró algunos libros que pensó que podrían servirle de ayuda.
Por fin estaba empezando a vivir la vida con la que siempre había soñado. Esta vez, su padre no volvería a interponerse.
Pasaba todas las mañanas estudiando desde temprano con un café latte que Martín e preparaba todas las mañanas antes de irse a trabajar. Luego, Lola no paraba de estudiar hasta el almuerzo, cuando hacía una breve pausa para comer, ir al baño y distraerse un poco conversando con su novo, quién después de comer se iba a la universidad.
Lola estudió a la par que pintaba cuadros. Pasaba las tardes sumergida en su arte mientras escuchaba música. Esa actividad le hacía muy bien.
También, había comenzado a ir a terapia de una vez por todas. Ahora nadie iba a detener su sanación.
Mientras tanto, su hermano disfrutaba de sus vacaciones de verano. Salía con sus amigos, los que había conseguido en su nueva escyuela, y también con fabricio. Pasaban mucho tiempo los dos juntos.
Martín estudiaba intensamente para sus exámenes. Pronto él también tendría vacaciones
Lola se pasó el fin de semana estudiando para el examen de ingtreso de la universidad. El lunes después de almorzar, se hizo un ice cofee y entró a la página de ingresantes a la Universidad Aregntina de Arte.
Entre tanto, tuvo una segunda exposición de arte donde vendió muchas pinturas. Joaquín había ido a comedia musical y luego a la casa de su novio.
Cuando acabó la exposición y Lola regresó a su apartamento, se encontró con un ramo de rosas sobre la mesa de la cocina y tres pedazos de papel a su lado.
- ¿Y esto por qué? - preguntó Lola.
- Porque nos merecemos un descanso como familia. Las rosas son para ti.
Cuando Lola leyó los pedazos de papel, descubrió que se trataba de tres pasajes para viajar unos días a París. Lola estaba feliz. Besó a su novio apasionadamente. Luego se separó de él y le dio las gracias.
- ¡De todos los destinos, elegiste mi favorito! - comentó Lola emocionada.
- Debo admitir que tu hermano me ayudó a elegir. Solo le pregunté cuál era tu destino soñado, como él dijo París, pensé que sería una buena idea. Además, tengo entradas para el Euro Magic.
- ¿El parque de diversiones? - dijo Lola. Al ver a Martín asentir ella gritó de alegría.
- ¡Cállate o harás que nos desalojen! - bromeó su novio. Pero ella no lo dejó terminar, porque lo besó nuevamente.
- Eres el novio más incríble del mundo - dijo ella contra su boca. Él la besó mientras ella quedaba cada vez más cerca del extremo libre de la mesa.
Lola acabó sentada sobre la mesa con las piernas alrededor del cuerpo de su novio, mientras lo besaba apasionadamente y se permitía algo más que solo eso frotandose contra él para buscar fricción. Quería más, y eso fue lo que consiguió.
- Estoy muy feliz, ¡ha sido el mejor día de mi vida! - dijo Lola mientras acariciaba el pecho desnudo de Martín, recuperandose de la tarde itensa. Estaban los dos recostados en la cama que no habían tardado en usar.
- Sabía que iba a gustarte la idea. ¡Me alegro muchísimo por ti!
Lo besó.
- Es lo que siempre he querido hacer. Mi mamá me decía que cuando terminara la un iversidad, iríamos a Europa juntas. Por supuesto que ya no puede darse ese viaje de madre e hija, porque mi madre dejó este mundo hace tiempo.
- Debe de ser muy duro.
- Digamos que ni mi hermano ni yo necesitamos de una madre en este momento de nuestras vidas, pero me hubira gustado que me viera cumplir mi sueño. Ella había querido ser escritora, pero nadie jamás había aceptado su libro.
- Nunca me lo habías contado.
- Es que fue hace mucho tiempo. Joaquín todavía no había nacido.
- ¿Ya ti no te interesa publicarlo en su honor?
- Me encantaría, pero ¿qué sentido tiene? Ella ya no va a saber nada cerca de la publicación del libro.
- Tu padre es un monstruo. ¡Arruinó su propia familia!
- Jamás le importamos relamente, lo que hace que todo sea más fácil de entender.
- Eso es muy importante, Loli. y también que sanes esas heridas que dejó tu padre. ¿Cómo te está yendo en terapia?
- De maravilla. Estoy mejorando poco a poco, pero es un proceso que me da gusto estar transitanto.
Se quedaron abrazados en un cómodo silencio. Lola disfrutaba de esos momentos solos. Amaba encontrar tiempo para ella y Martín en medio de su caótica vida en la que tenía que hacer de hermana y madre a la vez.
Sin emabrgo, le gustaba la vida que tenía. Ella era feliz, al menos había empezado a serlo cuando conoció a Martín. Los acontecimientos de la noche anterior habían decretado que por fin podían dsifrutar de su felicidad, los tres juntos como familia.
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