Coffee Shop
¿Cuánto tiempo llevaban juntas? Ni ella lo sabía, Osamu Dazai, la chica más demente del campus
POV Chuuya
La conocí una tarde en mi segundo año en el campus, su cabellera castaña, su risa desquiciada y sus ojos marrones me llenaron los ojos de tal belleza, era una chica sin igual pero no deseaba estar en su camino... No hasta que el profesor dicto el trabajo en equipo dejándonos juntas
POV Dazai
La vi desde el primer día de clases, baja, con mal humor, se ve que no le interesa nada más que sus relaciones y el alcohol, preferentemente el vino de etiquete Petrus... Esta chica... ¿en verdad debo trabajar en equipo con ella?
POV Autora
Dazai y Nakahara habían sido puestas en un mismo equipo a pesar de que nunca habían trabajado juntas en aquellos 2 años ¿la razón? Fácil, habían llevado la misma falda, la misma blusa en color diferente, aquello había desatado una discusión sobre moda molestando al profesor y enjuiciándolas a trabajar juntas
- Pero Ango-sensei esto es injusto – se quejó la castaña – dígale a esta loca que se quite mi blusa
- ¿Cómo me llamaste Bastarda?
- Loca
- Bastarda
- Gritona
- Delirio de persecución
- No tengo delirio de persecución
- Quizá no pero si un problema con las vendas
- No te metas con mis vendas
- Chicas, chicas, paren ya – pidió Ango – no las separare, quiero ese trabajo hecho por ambas a mano, quiero ver la letra de ambas en el documento
- Si Ango-sensei – dijeron ambas chicas
Después de una tarde de discusiones y problemas se dieron cuenta que trabajando juntas era su mejor momento
- Vaya que han realizado bien el documento – dijo Ango – felicidades
- Gracias sensei – dijeron ambas chicas
A partir de entonces aunque lo odiaban trabajaban juntas, sus calificaciones eran el top de la universidad, nadie podía contra ellas, como era de esperarse, ambas terminaron compartiendo departamento ¿Por qué no? Eran chicas, eran libres, eran las mejores y además necesitaban del tiempo para hacer sus trabajos... pero ¿eran amigas?
Una noche oscura donde la tormenta era grande llenaba el campus, las chicas en su departamento habían alumbrado con velas el lugar
- Dazai – le llamo Chuuya
- ¿Qué pasa Chuuya? ¿tienes miedo?
- Claro que no inútil
- Que grosera
- ¿no saldrás con Sakunosuke?
- OdaSaku... mmm... - la castaña suspiro – Oda tiene novia Chuuya
- ¿eh? Creí que tu
- ¿Qué era su novia? No - la castaña sonrió – de hecho soy bisexual
- ¿e-eres qué?
- Bisexual ¿no sabes lo que es? Es cuando una chica o chico le gusta un chico y también le gustan las chicas, ya sabes, ambos sexos
- Sé que es ser bisexual estúpida ¿Por qué me lo dices ahora?
- Creí que debía decirlo ya que siempre preguntas por mis amigos, cuando solo son eso, amigos
- ¿quieres café?
- Por favor
La pelianaranjada conocía de las preferencias de la castaña, conocían sus gustos, aunque nunca los habían hablado, de hecho, esa era la primera vez en 8 meses que tenían una conversación que no tratara de algún proyecto o tema escolar... la falta de luz les ayudaba a hablar más entre ellas
Chuuya regreso con el café, lo deposito en la mesa y se sentó frente a la castaña, esta solo leía su libro rojo, aquel que hablaba sobre suicidios
- ¿Cómo terminamos viviendo aquí? – pregunto la pelianaranjada
- Dijimos que necesitábamos más tiempo juntas y vinos el departamento, entramos, hablamos de precio, discutimos por quien se lo quedaría y final decidimos dejar los nuestros para venir a este juntas – dijo sin apartar la mirada de su libro
- Cierto, teníamos la apuesta que la otra se iría
- Así es
- ¿Por qué eres tan popular?
- No lo sé, supongo que tengo una personalidad confiable
- No lo eres para nada
- Probablemente no – dijo dejando el libro y tomando algo de su café – pero menos Chuuya
- ¿a qué te refieres?
- Usas puplentes cuando te ven pero aquí en la casa usas tus enormes lentes, amas comer pero en la calle jamás lo haces, puedes ser dura con las palabras y decir cosas sinceras pero afuera no iniciaras conversación con nadie que no se te acerque primero – dijo seria la castaña
- ¿a ti que te importa eso? ¿acaso me vigilas?
- Claro que no, simplemente digo lo que puedo notar
- ¿Qué hay de ti? Todo el campus te conoce, hasta los extranjeros, seguro estuviste en la cama de cada uno de ellos y sigues sonriendo como una dulce flor
- Soy una dulce flor
- ¿disculpa?
- No he estado con ningún hombre – sonrió la castaña - ¿eso te hace feliz?
- Que idiota eres
Después de aquella conversación ambas chicas fueron a sus respectivas camas pues, tenían cada una su habitación, todo lo que hubo fue su típico "buenas noches" de se decían cada noche antes de entrar a su habitación y quedar separadas por las paredes
Otros meses habían pasado, meses donde Chuuya no podía dejar de ver la sonrisa de Dazai, aquella sonrisa que le daba a todos en sus conversaciones, recordaba la suya, donde no quito la vista de su libro y se vio seria en todo momento ¿Qué era aquello que sentía? ¿Celos? No, era molestia quizá por ser ignorada a tal punto... por lo menos ella tenía algo que nadie más, compartía su vida con la castaña
Cuando llego a su casa se sorprendió al ver a una chica de cabello irregular y albino, sus ojos eran tan extraños que no pudo evitar dudar si era alguna enferma, fue terrible su expresión al ver que solo llevaba una playera vieja y larga de Dazai
- ¡Atsushi-san! – grito Dazai llegando para ver a Atsushi sonrojada y Chuuya bastante molesta
- ¿Qué hace ella aquí? – pregunto Chuuya molesta
- Tuvimos un accidente – dijo la albina rápidamente – Da-Dazai-san insistió en lavar mi ropa – dijo inclinándose – disculpa las molestias
- Atsushi-san no te preocupes por ella, ella no le molesta – dijo Dazai sonriente – ora ora, ve por mi café
- S-si Da-Dazai-san – dijo la albina – permiso – dijo para ir a la cocina
- ¿café? – pregunto Chuuya
- Tenía algo de antojo de café
- Ya veo, no hagas mucho ruido – decia molesta Chuuya
- ¿pasa algo?
- Nada
- Algo te ocurre
- No me ocurre nada desperdicio de vendas
- Que cruel
- Dazai-san su café ¿Cómo le gusta? – pregunto la albina asomándose
Chuuya sabia la respuesta, caliente, con 2 de azúcar y
- Frio, me encanta con crema batida – dijo la castaña haciendo a la ojiazul verle sorprendida
- ¿ocurre algo? – pregunto la castaña
- Nada – dijo Chuuya para golpear la puerta fuerte
Chuuya se dejó caer en su cama, suspiro profundo, no entendía lo que pasaba aquel día
- Era más que obvio, yo realmente no la conozco, solo vivimos juntas... ¿Por qué todo este tiempo se ha tomado mi café entonces? – dijo y miro su celular – aún falta mucho para la noche... solo dormiré un poco – dijo quedándose dormida
La tarde transcurrió, no escucho nada, hasta que su puerta se abrió y frente a la pelianaranjada, la castaña se sentó y le movió
- Chuuya ¿estas despierta?
- Ahora lo estoy inútil – se quejó Chuuya - ¿Qué haces en mi habitación?
- Bueno Atsushi-san tuvo que quedarse, le di mi habitación ¿puedo dormir contigo?
- ¿Por qué dormirías conmigo?
- Por qué no quiero dormir con Atsushi-san
- Y conmigo si ¿no?
- Si
Chuuya se sonrojo, miro a la castaña y suspiro
- Está bien, puedes dormir aquí
- Gracias, me pondré mi piajama y regreso – dijo Dazai
¿Qué estaba pensando? Chuuya no lo sabía, sabía que quería pasar más tiempo con aquella chica... pero no, no era eso, solo eran compañeras de departamento y ya...
Se levantó y se acomodó en su escritorio, repasaría algunos problemas para dejar de pensar, su misma mente le estaba matando, Dazai apareció con un short corto y blusa – tiene vendas por todas partes – pensó Chuuya al verla, mas no hizo comentario, solo vio como la castaña paso de largo y se recostó en su cama
- Chuuya apaga la luz y ven a dormir
- Me dormí toda la tarde
- Pero tienes sueño ¿no?
- Si de hecho si... - suspiro la pelinaranja – voy
Ambas chicas ahora recostadas en aquella cama, no era muy grande y tampoco muy pequeña, cabían bien, pero estaban muy juntas, más de lo que Chuuya deseaba
- ¿ya te dormiste? – pregunto mirando a la castaño
- No... todavía no puedo – dijo la castaña
- ¿te gusta Atsushi?
- Es linda Atsushi-san, pero no me gusta, tiene a su pequeña y algo demente Akutagawa
- ¿no es la chica que te perseguía a todas partes?
- Si, esa misma
- Que chistoso
- El mundo es pequeño Chuuya
Hubo un silencio, uno confortable más demasiado largo para la chica de cabellos anaranjados, no podía más y ni siquiera sabía lo que saldría de sus labios cuando lo dijo
- ¿Por qué no me dijiste que te gusta el café frio?
- ¿eh? Sí, me gusta el café frio pero me gusta más el café que tú haces Chuuya
- ¿Por qué?
- Bueno... ¿porque será? Quizá... la misma razón por la que no tengo pareja aun
- No entiendo
- Lo sé, sé que no entiendes, eso te hace adorable
- Bastarda
- Buenas noches Chuuya...
- Buenas noches Dazai...
...
Después de aquella noche Chuuya preparaba café cada día y Dazai insistía en que era el mejor, ambas chicas por fin habían logrado terminar con honores la universidad y después de su éxito con el café, decidieron unirse nuevamente para abrir una cafetería
Dazai era buena atrayendo a la clientela y el café y postres de Chuuya los dejaba encantados y ¿Cómo lograban eso? Tan fácil... Habían rentado un lugar donde abajo era una bodega abandonada y arriba un departamento y si, habían arreglado todo, nadie pensaría que aquello antes era una bodega abandonada y mucho menos sabrían que en la parte de arriba vivían ambas chicas
- Osamu – le llamo Chuuya - ¿quieres algo en específico para cenar?
- ¡Sorpréndeme!
- Maldición no te vuelvo a dejar ver películas de Disney – se quejó Chuuya mientras Dazai reía
No era como si amara cocinar, no después de estar todo el día en la cocina más tenían su coordinación por turnos y aquella vez era su turno de preparar la cena, Dazai descansaba en el suelo alfombrado de la sala que tenían, si el departamento no era muy grande, incluso su habitación era la misma esta vez dividida por una coordina, todo lo habían gastado en el café que pronto estaba dándoles sus ganancias, Dazai aprovechaba el dinero extra que le tocaba para comprar nuevas vendas o alguna cuerda para tratar de suicidarse, algún tipo de fetiche que Chuuya todavía no comprendía, por su parte, Chuuya, amaba comprar sombreros, aunque casi siempre usaba el mismo, era lo suyo - ¿Cuánto tiempo llevo viviendo con Dazai? – era el pensamiento que abordo la mente de Chuuya, pensaba y repensaba en ello, el por qué seguía a su lado o el por qué le soportaba.
Un ruido sordo le saco de sus pensamientos y corrió a la habitación
- Chuuya – se quejaba Dazai
- Osamu ¿Qué te ocurrió?
- Probé un método nuevo de suicidio y no funciono – dijo el castaño – perdón, rompí la cortina
- Está bien – suspiro la pelinaranja – ya deja de suicidarse, de por si últimamente no duermes, deberías descansar mas
- Claro, claro Chuuya – sonrió la castaña
- Ahora por eso, hoy dormiremos juntas
- ¿eh? ¿Por qué?
- Por qué siempre te quedas dormida cuando duermes conmigo
- La plática de Chuuya siempre es aburrida
- ¡Bastarda!
La cena había sido silenciosa, se conocían bien, no necesitaban ya hablar, ya esas conversaciones habían quedado atrás y las peleas en la mudanza eso fueron, peleas del pasado, ahora no quedaba nada que hacer por la cortina, más bien solo había que esperar a dormir y ya
- ¿Cuántos años llevamos juntas? – pregunto la castaña
- Cuatro
- Cuatro años esperando eh...
- ¿eh?
- Nada – suspiro la castaña – estoy cansada – dijo seria
Aquello hizo a Chuuya sentir un dolor en su pecho, no entendía el por qué pero dolía... ¿Qué ocurría?
- ¿ca-cansada de qué? – pregunto Chuuya
- Obvio de trabajar, me iré a dormir – dijo la castaña levantándose
- Te toca lavar los platos Osamu
- Lo hare mañana temprano, no quiero hablar
- ¡Osamu! ¡oye, oye Osamu! – grito molesta Chuuya – maldición terminare limpiando yo...
Chuuya termino limpiando todo, no dejaría todo fuera de lugar y en la mañana correr a limpiar todo porque la cafetería abría a las 7, nada de eso, si de por si le costaba levantarse y Dazai terminaba abriendo, ella tardaría más si tenía que limpiar en la mañana, nada de eso.
Termino y pudo ir a la habitación, después de mucho tiempo volvió a ver a Dazai recostada en la cama, fue a la suya y no dejo de mirar su nuca
- Cuatro años juntas... ya cuatro... ¿hace cuantos te cortaste el cabello? Aún recuerdo tu cabello largo... con el que coqueteabas a todos los hombres... Recuerdo que deseaba la misma atención... fue cuando lo deje crecer...
- Y aun así sigues llevándolo semi largo – respondió Dazai
- ¡ESTABAS DESPIERTA! – grito Chuuya
- Sabes que no me duermo fácil
- Idiota
- Chuuya ¿te gustaba más mi cabello largo?
- N-no digo... si, o sea... so-solo me enviaba la atención que recibías...
- Ya... - suspiro la castaña – estoy cansada
- Si, descansa
- No Chuuya, estoy cansada... - dijo la castaña sin mirarle
- ¿sobre qué?
- Han pasado 4 años... y sigues rechazándome haciéndote creer que lo que pasa es por que sientes celos de mi... cuando es por mi...
- Osamu deja de decir tonterías
- ¡NO LO SON! – grito la castaña mientras apretaba su almohada
- Osamu...
- Esta vez, estoy cansada de verdad... déjame dormir
Chuuya no le obedeció, ni mucho menos, fue encima de Dazai, esta forcejeo y ambas se miraron por fin a los ojos, Chuuya quedo sorprendida al ver los lagrimables de Dazai llenos de líquido y un ligero sonrojar
- ¿Por qué lloras?
- ¿Por qué tú no lloras?
- Osamu, responde
- Ya estoy cansada... y... ¿Cómo siempre eres más fuerte que yo? – se quejó la castaña
- Artes marciales querida – dijo Chuuya – Osamu, solo dime que pasa... creí que éramos amigas
- Ese es el punto, siempre crees, siempre crees todo y no miras bien las cosas, pensé que podía tenerte paciencia pero 4 años es mucho Chuuya
- ¿a qué te refieres Osamu?
- Carajo Chuuya... me gustaste desde la primera vez que te vi, "pequeña, delicada" eso pensaba y cuando te conocí vaya que eras un dolor de cabeza, un tierno dolor de cabeza – trago saliva – hoy en día, yo, Osamu Dazai estoy enamorada de ti Nakahara Chuuya – dijo burlona - ¿así o más claro?
- ¿Estas... enamorada... de mí? – pregunto Chuuya y Dazai se molesto
Incluso diciéndolo directamente volvía a preguntar ¿Qué clase de torpe era aquella pelinaranja?... Pero aun intentando quitarla de encima, Dazai se vio nuevamente sometida en la cama, aquella chica sabia de artes marciales al fin y al cabo, sin pensarlo ni negarlo, Dazai se sorprendió en cuanto sintió los labios de la pelinaranja, si... aquella hermosa chica le besaba besando y la castaña no dudo en dar su respuesta alargando aquel beso
- Osamu... - dijo Chuuya sonriéndole a su compañera debajo suyo
- Dime Chuuya...
- ¡POR QUE NO LO DIJISTE HACE AÑOS IDIOTA! – comenzó a gritar – llevaríamos años de relación y que hay con tus chicas, las que luego andabas con ellas en el campus y los chicos, comienza a hablar Dazai
- Diablos... - dijo Dazai suspirando – es un buen día para un suicidio
- Nada de suicidios
Ahora ambas se conocían mejor, su relación no había cambiado... optaron por vender sus camas separadas y comprar una grande para compartir, Chuuya peleaba noche a noche con Dazai para hacerle ir a la cama, no sin antes limpiar, sus días de trabajo seguían, todo era igual... excepto que Dazai le encantaba besar a Chuuya, en la cocina, atendiendo un cliente, comiendo o cenando, cada que podía le besaba, no le importaba ni le desagradaba, solo lo disfrutaba pues... aquella chica ahora era su pareja
- Osamu tardas mucho – se quejó Chuuya desde la cama
- Lo sé, pero debo hacer las cuentas Chuuya
- No entiendo como alguien tan demente como tu es tan inteligente
- Me dices demente pero sales conmigo ¿Quién es la más demente?
- Idiota
- Boba
- Bastarda
- Torpe
- Termina ya
- Eso intento
Chuuya ya estaba cansada, bajo de la cama y fue al escritorio abrazando a Dazai de su cuello, prácticamente colgándose y comenzó a repartir besos en su rostro
- Chuuya detente... sabes que vivimos de esto...
- Lo siempre se vive de cuentas Osamu... puedes vivir un poco de mi amor...
- Chuuya... - le llamo ya más que lista
Aquello hizo que Dazai se levantara, tomo las mejillas de su pequeña pareja y la beso, Chuuya no dudo en cerrar sus ojos, Dazai pasó sus caricias al pecho de la más baja y Chuuya pasó sus caricias a las caderas de la más alta
- Vamos a la cama – pidió Chuuya
- Vamos – obedeció Dazai
Dazai no termino el abrazo con su amante, ni Chuuya termino aquel abrazo, incluso lo forzaron más hasta llegar a la cama donde compartían veladas con aquella y otras con peleas, a veces solo la usaban para ver televisión pero la mayoría de las veces para crear nuevas aventuras bajo la sabana donde los besos se volvían gemidos y los gemidos desaparecían entre besos
Se que dirán... ¿porque subes otro one shot y no actualizas los demás? bueno... Tengo unos problemas... Pude escribir esto gracias a una buena amiga, y su permiso para hacerla claro, espero lo disfruten y disculpen, pronto volverán los capítulos en los demás Fanfic's
¡Gracias por leer!
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