-Marian, clámate – Trato de calmar a mi mejor amiga que se encuentra gritándome en el teléfono.

-Pero…pero…pero conociste a Ed Sheeran – chilla de nuevo.

-¡Cállate! ¿Quieres tu trabajo o no? ¡Concéntrate!

-Bueno, me estoy concentrando.

-Bien, te lo explicare más tarde – le digo.

-Sí y quiero detalles – ella chilla de nuevo.

Cuelgo el teléfono y tomo una respiración profunda y sigo caminando. No quiero ir a casa así que decido dar un paseo. Termino de beber mi café mientras camino en los alrededores de la ciudad. Todo cambia mientras más me dentro en la parte más concurrida de la ciudad. Los coches se mueven por todas partes, bocinas suenan… Con todo prefiero los suburbios.

Estoy esperando que la luz roja cambie, para poder cruzar la calle, cuando alguien de repente tira de mi brazo.

-De esta manera señorita. El Señor Sheeran la requiere – me dice el desconocido.

-¿Qué? ¡Suéltame! ¡Ayuda! – grito asustada.

-Destiny, cálmate – me dice una voz suave y se ríe, y me alegra de ver el hombre que me empuja hacia el auto.

Levanto la vista para ver a Ed Sheeran sonriéndome, bueno…al menos no me estaban secuestrando.

-¿Qué es lo que está pasando? – le pregunto.

-Quiero hablar contigo.

-Ah ¿de qué? – Tomo respiraciones profundas para calmarme aún presa del pánico de que me pudieran secuestrar.

-Sobre mi video musical- responde.

-¿Qué? – digo confundida.

- Sabrás que estoy buscando una chica para mi nuevo video ¿no?. Tú encajas perfectamente así que… me preguntaba si querrías estar en él. – noto que Ed se coloca rojo cuando termina la frase.

Parpadeo un par de veces para procesar lo que me acaba de decir.

-Sí, si lo haré – chillé y me tiré mis brazos alrededor de él.

-Podemos empezar a rodar mañana, si quieres. – Me dice cuando nos alejamos, desearía haberme quedado así para siempre.

-Está bien, está bien – sonrío.

-Yo te llevaré a casa, para saber así donde recogerte.- Ed sigue hablando mientras yo observo su hermoso rostro.

-¿Estas bien?

-Sí, estoy bien – parpadeo, concentrándome de nuevo.

Ed se ríe y niega con la mirada hacia mi. – Entonces ¿Dónde vives?

Yo le doy mi dirección y él le dice a su chofer.

Ed y yo comenzamos a hablar de nuestras vidas mientras nos dirigimos a mi apartamento. Entonces hablamos de nuestros amigos.

Cuando le hablo de Marian se echa a reír.

-Me gustaría conocerla.

-Voy a ver cuando está libre y si le gustaría conocerte – le sonrío – Ella probablemente lo hará.

-Bien – Ed deja de reír para sonreírme – Yo apuesto que es bonita, pero no tan bonita como tú.

Bajo mi mirada hacia mis rodillas, sintiendo un rojo intenso en mis mejillas.

-Estamos aquí, Señor Sheeran – dice el chofer de Ed.

-Gracias por el viaje.

Cuando salgo del auto, Ed baja el vidrio y me dice: Voy a estar alrededor de las once para recogerte. Estate lista. – Me guiña un ojo y cierra la ventanilla del auto mientras este se aleja.

-Adiós – saludo con mi mano, mientras me adentro a mi apartamento.

Cuando llegué, lo primero que hice fue tirarme al sofá, mirar el techo y tomar una respiración profunda.

Entonces grito toda la felicidad que tenia acumulada.