PROLOGÓ III

El entrenamiento para Emery, es una disciplina, una cotidianidad. Se levanta para ir a lavar su cara, antes de dar los buenos días, se dedica a correr unas vueltas alrededor del vecindario, un lugar que jamás llego a pensar que iba a conocer. Un lugar donde su madre, Aura, creció, el lugar donde sus padres se encontraron.



- Es increíble que un lugar tan tranquilo como esté sea capaz de albergar tanta tragedia y secuestros - Emery desde la colina, observa a todo el pueblo.



- Lo sé mi capitana, aún cuando alberga tal belleza ocurren cosas terribles, creo que en este mundo como en el nuestro son tan iguales en ese aspecto.




- Lo sé R - contestó muy a su pesar.



De repente a lo lejos escuchar las campanas de la iglesia.



- Ya es hora...



- Si capitana, a esta hora ya está siendo enterrado.




La capitana, solo agacha la cabeza y cierra los ojos, una señal de respeto y un adiós a quien nunca pudo llamar abuelo.



{•••}



Cuando hicieron sus maletas para hacer un viaje de regreso, Ricky estaba recibiendo una llamada.



- ¿Hola? - se queda callado un instante y dice -. Es para usted capitana - le da el celular.



- ¿Ho...




Antes que pudiera hablar, fue interrumpida por un chirriante chillido, al menos para los oídos de ella -. ¿Cómo está mi niña Emery?



- General - Ricky estaba a punto de escaparse de sus labios una risita, pero al ver el enfado de la niña, decidió descartar esa idea.



- Que fría mi niña. Ya hablando en serio... - el general Ronald cambio su voz odiosa, a una más sería -. ¿Averiguaste la verdad?




Emery respira profundo y contesta: - Si, es verdad. Ya sé lo que es... - el tiempo parecía detenerse -. No debe morir por ningún motivo, de eso me encargo yo, mi general.



- Los destinados son únicos en su tipo. Como elegidos por los Dioses, nacen de manera única, sé sabe de ellos antes de su llegada, hay una profecía, una meta por cumplir, todo a un gran costo.



>> En nuestro mundo, los destinados son los "héroes" que vienen por nuestra salvación, pero también pueden ser los mismos que nos vienen a condenar, leyendas hasta que demuestran ser un destinado.



- Si, mitos, aún para mí.



- Más bien es lo que tú quieres creer Emery - eso dejo atónita a Emery, aunque era verdad, deseaba que en el fondo todo esto fuera un mito -. Solo quiero que te pongas investigar sobre que clase de destinado es. Quiero ir sobre su leyenda y sus vidas pasadas. ¿Alguna idea?




Emery mira fijamente a Ricky, él pensando a futuro, como siempre.



- R tiene una idea, una que ya sé creía muerta.



- ¿Qué tan muerta?




- Arcqea. Creo que era evidente. Desde esos tiempos, ya no se había visto a ninguna reserva con vida - empieza a hablar Ricky como si escuchará la conversación entre el general y su capitán.



Ronald escucha la voz de Ricky al otro lado del teléfono, el general piensa qué hacer.



- Lo más probable... No creí que esa historia que tiene una narrativa tan épica, fuera tan siquiera real - se queda callado por un segundo -. Emery te la encargo.



Emery cierra sus ojos, aprieta sus puños, ante el deber, el futuro, aquel dichoso destino que no estaba dispuesta a creer que estaría por pasar, pero si sucede... Tan solo piensa en su grupo, en esa bruja tonta que con su gran optimismo, Borcón, ese gigante de buen corazón, Gabriel, amargado, aún así es muy leal, Ricky su compañero, confidente y amigo, y luego Cady, tan solo que su ternura y cariño, la hecho sentir la fuerza necesaria para enfrentar todo. Aprieta los puños de tan solo pensar que puede perder a uno de ellos, no, solo "el destinado", si sobrevive, habrá esperanza, para todos.



- Me encargaré de ella, con mi vida.


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