Cady terminó helada, cansada, con un gran dolor en el pecho, volver a ver el rostro de Fanny, cortarse el brazo y morir, era horrible, viene a su mente la vez que observo cuando devoraron su alma. Tan solo se desmayo, Gabriel junto con el equipo la llevaron de vuelta a Umbra, los Canterdale estaban asustados por el estado de Cady, pero no podían hacer nada más que volver a la mansión y esperar noticias de ella más tarde, después de todo Carl tenía asuntos los cuales debía resolver de inmediato.

La fiesta, la celebración del nacimiento de un nuevo heredero, el próximo monarca. Ahora todo se torno en una pesadilla, no solo la chica de cabello azul se suicidó, sino que hay un caos, en las calles, Dilgron fue bombardeado, los criminales están afuera, tiñendo a quien se encuentren, sea humano o no, de un color carmesí. No solo eso si no que en muchas calles urbanas donde especialmente vivían humanos, se dedicaron en llamar la atención. Umbra junto con soldados y otros grupos de su mundo, se pusieron manos a la obra para poner en orden todo esté caos.

Cady se encontraba desmayada, así que decidieron que al menos esa noche, se tomará un descanso. Gabriel entra a la habitación de las chicas junto a Eywa y Borcón.

— La pequeña muñeca se le mira muy blanca — dice Borcón que mira a Cady con preocupación.

— Es por lo que pasó mi amor — contesta Eywa, quién también estaba preocupada —. Son días horribles, está noche que vivió Cady debió ser horrible. ¿Dices que llamó a Carmina Fanny, Gabriel?

— Si — recuesta a Cady en su cama.

— No puede olvidarla, fue un gran trauma su muerte para ella— Eywa aprieta su brazo —. Siento una impotencia no hacer lo suficiente en cada misión o cada vez que cazamos a un desgraciado.

— Borcón sentirse igual, ser inútil muchas veces.

— No digan eso, si esto fuera más sencillo, no creo que pasarían cosas así en primer lugar — con sumo cuidado la acobija —. Gracias por cambiar a Cady con tu magia Eywa — ella se limita a asentir, Gabriel toca la mejilla de Cady, ahora se le más tranquila que recupera color y más calor en su cuerpo, después de su desmayo —. Debe ser más fuerte, si no resiste ante estás situaciones, no podrá ser una verdadera cazadora.

— Gabriel, yo tampoco sabría lidiar con cosas así, si veo muertes tras muertes de la gente que más quiero — mira a Borcón y este le sonríe, eso le brinda fuerza a la chica —. Es como si mataran una parte de nosotros.

<< Parte de nosotros...>> susurra Gabriel para si mismo. Cubre su ojo escarlata, por un momento se imagina a toda su familia asesinada, a sus compañeros y a esta chica que sabe de lo que es capaz, pero se siente responsable con todo lo que puede llegar a pasarle.

— Es una Zombie que aún tiene una mentalidad algo frágil, como nosotros.

Por esos me podrá dejar una herida profunda, cuando ella tenga, una vez más que madurar.

— Ser tarde, deber irnos a cazar.

— Así es mi amado pelirrojo — Eywa chasquea los dedos y cambia su vestimenta, a su ropa oscura habitual para cazar, solo que llevaba un gran abrigo negro —. Apuesto que habrá algunos estirados y presumidos guardias de los reinos de luz y que hastío cruzarse con esos petulantes.

Gabriel la mira por un segundo a la chica y sonríe. — Descansa profundamente Zombie, porque habra mucho trabajo que hacer cuando despiertes. Que envidia tú podrás dormir, mientras que nosotros tenemos que ir a cazar a unos desgraciados — su manera de dar ánimos, eran una palabras de aliento para él imaginándose que la chica comenzará a contestarle y a discutir con él, porque a pesar de todo, sabe que ella es una testaruda y cada vez es más fuerte.

Esa noche, por primera vez en mucho tiempo en los sueños de Cady había paz. Era nuevamente una niña, pero junto a todos los que quería, los Canterdale y su grupo de cazadores siendo amigos, una familia, en un día de picnic bajo las estrellas, tan claras y brillantes que era un mar de calma, bellamente orquestado por un gran artista. Tenía nuevamente un delicioso y hermoso sueño, que hace tiempo le habían arrebatado, por un momento tuvo paz, por una noche Cady estaba tranquila.

Dueña de sus sueños, al menos por esa noche, lo fue, porque lo que estaría por soñar y vivir más adelante, solo sería un camino de dolor.