Suplica.

— no sabes nada — dijo Willy llorando ya en el regazo de Lana quien intentaba calmar su dolor, gimoteaba y abrazaba a la beta intentando que el dolor cesara, pero nadie puede arreglar las grietas de un corazón roto, con un solo abrazo, como unes la piezas rotas, cómo reconstruyes una infancia.

Lana lo sabía, el dolor de los omegas es diferente a su dolor, ellos no pasan, hambre ellos viven su vida siendo adornos, ellos no tiene miedo a la muerte, ellos tienen miedo a seguir viviendo, es triste saber que niños, pierden su inocencia sin previo aviso, se las arrebatan y se las arrancan; como si fueran hojas de papel, les quitan partes y arrugan otras, les doblan las esquinas y hacen pliegues con sus sueños, esos son los omegas, ocultando el dolor en sus sonrisas y los golpes y maltratos entre la tela de su ropa.

Ser beta no es fácil tampoco, ser beta es el infierno que debe de llevarlo cada uno en su espalda, es una cadena atada en su pie, junto con un grillete con el peso de mil pecados, ser beta es un pecado; aquel lugar donde viven, solo pudo ser posible Gracias a Min, porque si eres un beta te vales por tu cuenta, entre ellos no hay manada, ni siquiera la familia es importante, ser beta es estar solo, aquel hombre que entregó su corazón hace tiempo, es la única persona que pudo lograr hacer una manada en un mundo donde es mejor estar solo.

Recuerda ese día cuando se conocieron, cuando Auron apenas tenía 3 años, llegaron en el mismo cargamento de esclavos, no parecía triste, no parecía molesto, ni siquiera parecía vacío, una mira llena de esperanza, era lo que veía ella es sus ojos. Un hombre extraño, que se preocupó por ellos nada más bajar, que les dio de su comida para que su hijo comiera bien, que los ayudó a ser una familia.

Lana venía de una casa rica, se enamoró y fue abandonada por eso, se decidieron de ella como basura, pasó hambre y pasó frío, embarazada en una celda, hacía cualquier cosa para no perder al bebé, incluso tener sexo embarazada, para que sus compañeros de celda le dieran comida o rogarle a los guardias algo de agua y que le horinaran en la cara, pretender no estar enojada, para que no le pegaran; cuando Auron nació fue peor, era el niño A-01 de la celda, el primer bebé nacido en ese lugar, era más pequeño que cualquier bebé que habían visto, después del parto ella quedó mal en todos los sentidos, pero aún así ella cuidaba a su niño, le dejó de dar pecho hasta los 3 años que conocieron a Min, pues cuando no tenía que comer para los dos, ella comía y le daba pecho a su bebé para no verlo morir.

No llegaban a revisarlo, pues nadie sabía de quién era ese bebé. Por años su único objetivo fue no morir, porque si ella moría, eventualmente su hijo también, así que se aferró a la vida con uñas y dientes.

Min saco a Auron.

— estás feliz — Auron nego — niño no se qué pasó, pero las palabras hieren más de lo que crees — los ojos de Auron estaban tristes — espero que lo entiendas

— lo siento — dijo bajando la cabeza

— no soy yo quien merece esa disculpa — Auron frunció el ceño — pero si no es de verdad no tiene sentido que lapidas, solo piensa más en el dolor de las otras personas — el niño volvió a fruncir el ceño

— me voy — quito la mano que Min tenía sobre su hombro y se fue, sin mirar atrás

Min miró su mano y luego la espalda de Auron, estaba triste sin duda, ese niño estaba sufriendo y no logra entender porque, que estaba haciendo mal.

Auron subió la colina que llegaba a la casa de los omegas sin pensar en mucho, cuando llegó pudo ver a Luzu tenía una mirada seria y como siempre un libro en sus manos, sus ojos estaban hinchados y tenía un moretón en su mejilla, estaba al lado de Alex quien tenía una sonrisa y cargaba un muñeco verde muy raro.

No se acercó, tampoco intentó ser visto, se lamentó en silencio y siguió su camino con el corazón en la mano, pero una mano lo detuvo, al voltear vio a Luzu con desesperación en los ojos, estaba llorando, apretando fuerte la mano de Auron.

— escóndelo — decía Luzu — por favor, escóndelo — se veía desesperado — esconde a Willy — Auron iba a decir algo pero Luke, estaba atrás de ellos y tomó a Luzu — por favor, sálvalo — Luke lo cargó y miró con ojos brillantes a Auron — no lo merece él no lo merece

— adiós Luzu — dijo Auron y Luzu abrió más los ojos si poder creer lo que decía, después sus ojos reflejaban coraje, grito en el hombro de Luke y insultó al niño

Los ojos de Auron se desviaron del niño y siguió avanzando, sin verlo, solo escuchando como la persona que amaba se deshacía, pero ya lo había escuchado Luke, si a Willy le pasaba algo, su familia se vería afectada, por mucha simpatía que le pudiera tener, la vida de su madre nunca la pondría en juego, ni siquiera por el amor que sentía por Luzu.

Llegó a donde estaba Amidala la cual tomaba una taza de té con Alexa, las saludo como le habían enseñado, bajando la cabeza sin subirla a menos que le dijeran, se veían enojadas, Alexa menos que Amidala, la cual incluso llegó a romper la taza que tenía en la mano.

— Auron, — él la miró — ven — le señaló la silla que estaba alado de ella, él se sentó con la etiqueta que le habían enseñado — dime qué descubriste

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