Sigrid
Llegaron a la aldea su madre y su maestros se veían preocupados al igual que el padre de Samuel, apresuraron el paso, los mayores vieron a los niños y sonrieron aliviados fueron a donde estaba los niños, quienes sonrieron feliz al ver a sus padres, Samuel fue el primero en caer sus piernas habían fallado y la niña cayó al suelo, miró a su padre, soltando un par de lágrimas, Ruben lo miró triste, para caer en los brazos de su madre totalmente desmayado, la niña no cayó al suelo.
Preocupados los adultos tomaron a sus hijos y se los llevaron a sus casas, donde un médico lo esperaba, la osa tenía miedo de lo que le contaría su hijo cuando despertará, los dos estaban lastimados y olían a pólvora, lo que significa que salieron de los terrenos y se encontraron con algo no muy agradable, son unos niños, que no tenían que mirar el mundo con ese miedo, pero esa era su realidad y su pequeño tendrá que aprenderla o sucederán más cosas así, arriesgando la vida de los demás por sus principios, eso no es un buen líder, como regente y madre tenía que enseñarle, a ver por los demás, por su pueblo; aunque no puede culparlos, su esposo era igual, le habló por años a Ruben, sobre humanos tan interesantes que hacía admirarlos, pero fue quien creía su amigo, el que le quitó su vida, el que los dejó solos, fue el humano en quien confiaba, el mismo que casi destruyó su raza.
Sus ojos soltaron lágrimas, tomando la mano de su hijo con miedo de perderlo, solo le quedaba él, era una pequeña familia pero eran felices, aunque faltará, ella intentaba darle todo, nunca se había sentido tan pequeña, porque sabe que ella no es suficiente para ese niño, porque sabe que su pequeño llorá todos las noches esperando a su papá, que le contara historia y le hablara de las estrellas, trata de ser todo, pero no puede, no puede ser madre, padre y jefa; le hace falta, él le hace falta, su olor, su sonrisa, su sola presencia, recuerda el día que se fue, recuerda el dolor que sintió cuando la marca de su cuello empezó a sangrar y su ser se quedó callado, gritó tan fuerte que su pequeño se tapó su orejas y todo el pueblo llegó a verla, hasta que en la entrada fue tirado su esposo muerto, para que se rindieran.
— ¡Sigrid! — llegó uno de los suyos estaba alterado y agitado — las niñas despertaron, no te va a gustar — dijo el serio
Apretó la mano de su pequeño, no quería irse, se lo llevarían si se iba, porque el mundo solo sabe quitarle lo que ama, sólo sabe arrebatarle todo lo que quiere; soltó la mano, de él con cuidado, se limpió las lágrimas y salió del cuarto, con su aura de siempre, aquel hombre no dijo nada, ellos comprendía el dolor de su jefa, estuvieron ahí cuando todo pasó y para ellos también fue desgarrador perder a su líder, pero ella tuvo el coraje suficiente y acabó con todo un ejército, gracias a ella seguían vivos le deben mucho.
Llegaron hasta la cabaña donde estaban las niñas, estaban cubiertas por magia, la niña de cabello rubio abrazaba a la otra niña pelirroja, contra su pecho, no quería que nadie se acercará, se le veía cansada y desnutrida, aquél hechizo no duraría mucho, solo tenía que esperar unos minutos, pero les daba miedo, que utilizara fuerza vital para fortalecer el hechizo, la vida de todos los niños estaría en peligro.
— podemos abrirlo — le dijo el Jefe de los lobos
— que esperan — dijo la mujer con un semblante duro
— amenazó con quitarse la vida si entrábamos — dijo el líder de los lobos
— qué hacemos — dijo la mujer molesta — Rubén ésto no me gusta nada, estamos muy expuesto
— lo sé, solo esperemos, por ahora — vió como la mujer asintió,
La niña lo escuchaba y temblaba, no podía cargar a su amiga, esperaba que se despertara pronto para salir corriendo de ese lugar, no podía verlos bien, pero eran adultos y todos los adultos son malos, su vista se empeñaba y hacía esfuerzo con mantener la barrera igual de fuerte, era mágica básica pero ella podía mantenerla, un poco más, solo quería estar viva un poco más, buscó con la vista, pero no encuentro a los niños, supuso lo peor, tenía que salir de ahí y buscar a los otros, tenían que escapar, todos y cada uno de esos pensamientos, invadía su mente.
Su amiga se movió entre sus brazos, abrió sus ojos poco a poco y abrazo fuerte a su amiga cuando vió que estaban en un lugar extraño, aliviada la elfa, la acodo, le susurró el plan en un lenguaje que ninguno de los ahí presenté comprendía, al termina su amiga asintió y con miedo movió sus manos hacia delante, un ventisca se creó en la habitación.
Sigrid veía todo atentamente, varios de sus compañeros salieron de la habitación pero ella y Ruben seguían ahí, levantó sus espada y la clavó en el suelo para no salir disparados, el ire se intensificó y los dos padres tuvieron que cerrar sus ojos, cuando los abrieron no estaban las niñas y había empezado un ventisca, en todo el lugar, no dejando ver nada la nieve era intensa.
— Samuel — dijo el hombre para salir corriendo por su hijo, haciendo reaccionar a Sigrid
El hombre desesperado corrió a su casa, al abrir la puerta él no estaba ahí, maldijo por lo bajo, corrió entre el viento y la nieve, para llegar a la casa de su amiga, llegó lo más rápido que pudo, Sigrid estaba tumbada en el suelo, con una sonrisa en su cara y con los ojos enojados, al mirar a dentro de la casa, la elfa, la había lanzado, su hijo protegía al omega con para que no se acercaran.
— da un paso intenta otra cosa y lo tomaré como un ataque — Samuel estaba enseñando sus colmillos con una sonrisa
— no tenemos que irnos, no podemos dejar a osito — la niña de cabellos pelirrojos decía nerviosa con los ojos llorosos — osito es mi amigo, no puedo dejarlo, osito es muy bueno conmigo
— ¡Deja de llamarlo así! — grito molesto, sacando su olor sin darse cuenta, las dos niñas se hicieron hacia bajó, eran omegas
Fue abrazado por la espalda, Ruben temblaba en el abrazó, calmo a Samuel poco a poco, las niñas suspiraron aliviadas al verlo despierto, la más pequeño llegó a la cama y tomo la mano de Ruben jalando al niño, para que se parará, logrando ver los ojos violetas de Samuel, pero no le importo ella lo único que quería era salir de ahí, pero cuando vió hacía atrás, los adultos había llegado a la casa y ya tenían a su amiga agarrada al igual que a ella, soltó lágrimas, de frustración.
— Ruben me vas a explicar ésto, en este momento — su madre lo estaba regañando — llegaron lastimados con estas niñas y oliendo a pólvora, puede que tu no entiendes lo que hay afuera, pero Samuel si, lo hiciste revivir muchas cosas, porque, explicame
— yo... tenía que ir por ellas, tenía que salvarlas — dijo Ruben viendo a su madre triste
— eres un imprudente, hace cuanto sales de la aldea sin permiso, dimelo, — la mujer también estaba desesperada tenía miedo de todo lo que estaba pasando
— hace una semana — dijo el pequeño, viendo la cara enojada de su madre — pero no pasó nada, yo tenía cuidado — su madre le dio un cachetada, no muy fuerte
— porque haces ésto, pones en peligro a la aldea, a Samuel, te pones en peligro, se que extrañas a Biorn pero, no tienes que hacer estas cosas, Ruben estaba muy preocupada por ti, no soy una buena mamá — soltó lágrimas de frustración al ver a su hijo
Ruben preocupado la abrazó y lloró, no quería escuchar eso de su madre, intentaba no llorar enfrente de ella, intentaba ser feliz por ella, para que no recordara a su papá, Ruben hizo de todo para que su madre no dijera esas palabras para que no lo viera de esa forma, había sido un mal hijo, él no quería ser lo, él solo quería que ella fuera feliz.
— tu eres una buena mamá, mami es todo lo que tengo, no digas eso, mamá no digas eso, soy un mal niño, mamá perdóname, por favor, no me odies — lloraba en el abrazó aferrándose a su madre, con desesperación — yo solo tengo una mamá
La mujer lo tomó entre sus brazos y lo abrazó los dos se desahogaron, teniendo ese momento para los dos, aún cuando había más personas ahí, tenía que llorar, que sacarlo, era una familia rota, que necesitaba arreglar sus problemas, mostrar lágrimas y sentimientos, no es debilidad, solo es un sentimiento, que todos necesitan expresarlo, para liberar las cadenas de su alma, es un paso para sanar, las heridas que guardan.
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Mis personajes favoritos son
Sigrid
Min
Rubén (el papá de Samuel)
Luke
Son mis personajes, pero como no amarlos.
Los dejó, los quiero mucho.
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