Nuevos esclavos.

Los tenían en fila, con el sol brillando a su máximo esplendor, estaban esperando el cargamento de esclavos que traerán, Min sostenía la mano de Lana, con cuidado, ella se veía cansada, lo tenían ahí desde hacía ya dos horas, mientra el cansancio y el trabajo se acumulaba, era como un castigo para ellos, era la forma de confirmar que no eran nada; Auron estaba temblando, la niña de la que informó ayer, había aparecido muerta el día de hoy, en el bosque, llena de golpes en el estómago y con semen saliendo de su vagina, no habían dejado que la enterraran, lanzaron su cuerpo a una fosa y dejaron que los animales arrancaran su carne.

Los recuerdos que vivió con ella llegaban a su mente, era su amiga, apesar de casi siempre estar trabajando, el platicaba con ella, a veces caminaban juntos, al prado de Ad, eran los más pequeños de todos, pensó que Alexa se encargaría del bebé, no que la mataría, no, Alexa no la había matado, él lo hizo, sabía que eso era un secreto para todos, lo sabía y aún así lo dijo, él la había matado, quiso vomitar en ese momento a pesar de que ya lo había hecho cuando la encontró, a pesar de que no tenía nada en el estómago.

Pero en eso el carruaje llegó, en él habían 2 híbridos, un niño y una niña leopardo, con bozales sobre su boca, un humano, que estaba alado de una caja de metal, encadenado y con una manta tapando su boca. Los primeros en bajar fueron los híbridos, quienes estaban asustados, agarrándose de las manos, el niño humano no quería bajar, y la caja de metal se empezaba a mover, los guardias lo sacaron a patadas, hiriendo al niño y la caja se movió más, la abrieron dejando salir a un niño pelirrojo muy golpeado, de ojos verdes y piel hermosa, este se lanzó a un gaudia y lo intentó golpear, pero el otro niño se puso en medio y él recibió el golpe, espantando al otro y dejándolo tranquilo, tenía cadenas más gruesas que la de los demás y tenía un bozal a pesar de que era un humano.

Los guardias lo agarraron, el cuarto niño forcejeaba, le gritaba al tercero que también intentaba alcanzarlo, lo aventaron y patearon, mientras los híbridos temblaban de miedo, el niño se seguía levantando, así que lo golpes era aún más fuertes, Auron se movió para acercarse al tercero, pero un guardia lo pateó también, Lana fue por su pequeño y Min paró el golpe que iba dirigido hacia ella.

— qué está pasando aquí — la voz de Alexa hizo que todos pararan — Min acércate — el hombre se paró con la cabeza hacia abajo, igual de seria como siempre, los miraba con desprecio, recibió una cachetada por parte de ella, el hombre solo se quedó en silencio — desde que te escapaste te has vuelto más rebelde ¿no lo crees? — lo tomó de la cara, mirándolo a los ojos, sus ojos brillaron de azul, y lo aventó al piso — ya que te sientes lo suficientemente fuerte encárgate de ellos — Min asintió

Alexa se acercó a Lana y a Auron que estaban abrazados, el niño abrazó más fuerte a su madre, los demás betas se iban a meter, pero Lana le hizo una señal de que nadie se moviera.

— lo sentimos — dijo Lana inclinando la cabeza

— hay Lana, eres tan linda — Alexa apartó a Auron agarrándolo del cabello — el niño problema, siempre poniendo el desorden — puso un arma en su cuello y los betas se arrodillaron pidiendo clemencia — como sea, no vale la pena — lo aventó — ¡a trabajar! — Auron la miró con odio en los brazos de Lana — Luke — El alfa que se encontraba ahí con ella, la miró esperando la orden — ya sabes que hacer

Este asintió, agarró al pelirrojo de la cadena y lo llevó con él, el niño se movía intentando soltarse lastimándose en el proceso, se lo llevaron a donde trabajaban los burros, jalando una máquina, lo encadenaron ahí e hicieron que trabajara como uno de esos animales, los betas tragaron en seco y los demás alfas se pusieron dos a cada lado vigilando que nadie pasara.

Los betas tomaron a los niños y los metieron a la mina, Auron se quedó con los híbridos en un lugar apartado, que se pegaron a él como un imán, el otro niño se quedó con las betas que se escondieron en una casa, los hombres siguieron trabajando y las mujeres que quedaban, reemplazaron a los enfermos en el trabajo de la mina.

El tiempo, pasó tan doloroso como siempre, con un dolor en su pecho que los oprimía, así fue como la noche cayó, ocultando todo con su manto negro, salieron todos en fila, arrastrando sus picos que se habían vuelto tan pesados y difíciles de cargar, los alfas los veían a todos, contando uno tras otro conformen salían, para ver que no faltaba ninguno, los niños fueron colocados al frente, los híbridos se escondían detrás de Auron y agarraban su camisa.

Min fue llevado a otro lugar por los guardias, al igual que Lana, los dos adultos se negaban, aún así le llevaron arrastras.

Una vez el conteo fue hecho, les dieron permiso para irse, estaban en un toque de queda, todos se empezaron a mover menos Auron, quien se quedó ahí parado, con la mirada perdida en el suelo.

— no escuchaste niño problema — uno de los alfas lo empujó haciéndolo caer — ya es hora de dormir

— falta nuestra ración de agua — dijo el niño — tenemos enfermos — los híbridos se agacharon a intentar pararlo — hay personas muriendo — los alfas se empezaron a reír

— niño quien te dijo que ustedes eran personas — los ojos del niño se abrieron enormemente, porque tenía que agachar la cabeza, Amidala le ordenó no meterse en problemas, pero su familia estaba muriendo, entonces porque tenía que quedarse callado, apretó la tierra frustrado — no me escuchaste niño, camina — cuando alzó la vista se espantó, tenía un arma apuntando a su cabeza, al mirar alrededor se dio cuenta que también sus compañeros tenían las armas de los guardias apuntadas a ellos.

— no — dijo el niño — no los lastimen — el alfa lo golpeó con el arma, dejándolo tirado, para poder patearlo a gusto, los híbridos lloraban abrazados, El niño les ordenó quedarse fuera de eso, después de un rato, lo dejaron

— estupido — le escupieron, lo agarraron del cabello y lo alzaron — deja de hacerte el Héroe que no eres — le escorpio de nuevo y aventó al piso

Auron se paró con ayuda de los híbridos y se fueron, se metió a su casa, con los híbridos, que lo ayudaron, los niños se veían nerviosos, el solo miró su pequeño casa, su pequeño mundo y se sintió tan inútil; en otros tiempos eso no hubiera pasado, pero ahora sus acciones ya no son las de un niño, ahora ya es más consciente de lo que le sucede en su entorno, cerró los ojos frustrado.

La puerta se abrió, una mujer pasó con una sonrisa, se acercó a él y con cuidado dejó algunas cosas ahí, acarició sus cabellos y él se dejó ser, ella era tan buena, tan amable, siempre lo trato como aun hermano.

— Gracias — le susurro y el niño negó, ella lo acostó y puso su cabeza en las piernas, mientras los híbridos los miraban sentados al lado de ellos — muchas gracias, por ser la voz de todos — abrió los ojos y ella estaba llorando — gracias por ser valiente

— yo no hice nada — dijo con la voz rota

— si hiciste algo — ella puso su mano en la boca del niño — hablaste, quisiste luchar — una de sus lágrimas cayó cerca del ojo de Auron y se resbaló como si fuera el niño quien lo estaba — gracias, por encontrarla — los ojos de Auron se abrieron, hablaba de la niña que habían matado por su culpa — gracias por ser quien eres Auron

— no me agradezcas — el niño cerró los ojos — por favor no lo hagas — ella besó su frente — Ali por favor no digas nada

Después de eso, lo curo, con lo que tenía, miraron a los niños que no habían dicho ninguna palabra desde que llegaron, su piel era de tez morena, raro por esos lados, sus orejas y cola eran pertenecientes a las partes de un animal encontrado en el nuevo mundo, le llamaban jaguar, sus ojos eran café y su piel tenía algunas manchas más oscuras.

Auron los hablo para que se acercaran, los niños se veían asustados, no habían dicho ninguna palabra, la mujer los abrazó y acarició, Auron se fue a la parte de un mueble y sacó de debajo de la cama un frasco que brillaba, en él estaba el hada que Min había salvado, estaba durmiendo, su ala se había roto, por eso los seguía acompañando.

— Fay — el hada se levantó al llamado del niño — ya es de noche — la pequeña se estiró, el niño inclinó el frasco sacó a la pequeña criatura, — oye tenemos nuevos invitados, Willy ya no puede cuidarte, se amable

El hada empezó a hablar, Auron no entendía nada, pero parecía enojada, ella siempre estaba enojada con él y no lo entendía, al final la terminaba ignorando y dejándola a su suerte.

Miró a la mujer que lo acompañaba, había dormido a los niños, que estaban cansados, de todo lo que habían vivido, ella también se veía cansada, le dejó el hada en las piernas, la cual al ver a los niños híbridos, avanzó a ellos y tocó sus orejas, haciendo que las de ella también bajarán, se puso a verlos y se quedó cerca de ellos como si los estuviera cuidando.

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