Envidia

Amidala abrió la puerta de su oficina enfadada, se sentó en su escritorio intentando aguantar el coraje que sentía, Alexa salio de ahi esa no era su pelea, empezó caminar para los apartados de los omegas, tenia que checar que todo estuviera en orden, que ningún alfa estuviera ahí dentro, algunos de ellos aprovechaban que había caos para llevarse a un omega del lugar, aunque los omegas son trabajo de Amidala, el control de los alfas de la casa es su responsabilidad, tener sus hormonas quietas es su trabajo; llegó al cuarto de los omegas más grandes, tomando la hoja con los nombre de todos, escucho risas del otro lado de la puerta, paso y se sorprendió con lo que encontró.

El hombre que era su comprador estaba rodeado por los omegas, algunos dormidos dejando descansar su cabeza en las piernas del alfa, otro riendo a su alrededor, algunos apartados pero sonriendo ante la plática de aquel hombre; al verla todos los omegas se pararon nerviosos, tragaron grueso, se acomodaron por número de producto, tenían las manos firmes de cada lado de su cuerpo, los miró de arriba a bajo, luego miró al hombre desde arriba, de manera amenazante.

— Merlon mucho gusto, su compañera me dejó solo, así que me quise venir a ver el producto — al decir eso los omegas se emocionaron, deseaban ser comprados — pero creo que ya es un poco tarde, tendré que venir otro día — una de las omegas más chicas de pego a su pierna y el hombre lo cargo con una sonrisa — cuanto por todos ellos

— ¿Qué? — Alexa no sabía qué decir porque quisiera tantos omegas no tenía idea de que pasaba por la mente de ese hombre, Alex estaba en el suelo alejado de todos pintando, cuando escuchó eso miró a Alexa y ella a él, sus ojos se encontraron por un momento, el niño le sonrió y ella a él — no puedo darte a todos — se inclinó y él niño fue corriendo a donde estaba — solo podemos vender 15 omegas máximo — Alex se escondió en el pecho del alfa, con una sonrisa,

Los omegas no miraron al niño ni a la alfa, en cambio miraron al piso algo frustrado, todos sabían quien era Alex, el omega favorito de la casa, amado por las 3 figuras principales, las dos cuidadoras principales y el encargado de betas, los alfas más codiciados de todos, algunos omegas intentaron seducirlos en algún momento, para recibir un mejor trato, pero no lo lograban los más descarados fueron enviados sin ningún miramiento a casas de placer o fueron vendidos a los peores dueños, "que alfa querría a putas para matrimonio" esas eran las palabras que se utilizaban cuando eran enviados y pedían misericordia.

Luke era quien anteriormente les ponía un alto de una manera rápida, al ser el guardia más chico algunos omegas intentaban que Luke los mordiera, por eso si eran persistente impartía castigos, para mostrar que él no estaría con un omega del complejo, pero desde que empezó a cuidar a los niños de Amidala, se pegó a Alex como si ese niño fuera toda su vida.

Envidia, claramente todos los omegas le tenían envidia a Alex, simpatizaban con Luzu y admiraban a Willy; todos los omegas son unos niños que estaba faltos de amor, aunque Alex les demuestra un cariño sincero ellos lo interpretan como una burla, nadie puede culparlos, porque al final, ellos solo son productos de un sistema que no les deja ser libre, que las alas con las que nacieron son cortadas de tajo, al conocer su género, su boca es tapada con la cinta del miedo y sus pies son esposados con grilletes llamados manipulación, son esclavos de los alfas destinados hacer objetos bonitos.

Un omega no habla a menos que se lo pides, pero Alex podía hablar cuando quiera, un omega no podía reclamar, pero Alex podía llorar y reclamar, un omega tenía que sabes de modales, pero Alex podía ser grosero, un omega es quieto, pero Alex se mueve.

Evidentemente cualquier omega le tendría envidia a un niño que no tenía nada especial, sus ojos eran comunes, su olor no era un olor dulce, su cuerpo no se estaba desarrollando como era, Alex no era especial, entonces porque todos parecían quererlos, porque todos los alfas caían a sus pies.

— y ese omega — el hombre señaló a Alex y todos los omegas apretaron sus manos — puedo comprarlo

La mujer lo miró de mala manera, el niño se aferró de su camisa

— no este niño no está a la venta — el hombre iba a decir algo pero Alex se le adelantó — tampoco el que carga ahora en sus brazos, o ellos — señaló a los más pequeños — todo omega que no haya tenido su celo no están disponible para vender

— ya veo, por un momento pensé que estaban in cumpliendo las leyes de las casas de omegas — Alexa lo miró de mala manera — ningún cuidador podrá encariñarse con un omega — Alex miró a Alexa sorprendido — esto sería una clara sanción y destitución — Alexa apretó a Alex contra su pecho — o me equivoco

— no — los omegas se miraron unos a otros — pero en cada casa las reglas se modifican, Amidala puso esa cláusula para que lo omegas más chicos tengan una formación adecuada y puedan tener un mejor producto — se sentía asqueada, por algo odia a los omegas, porque no eran nada, salvo el valor que algún alfa le de, odia tener que explicar eso, luego castigaría todos los alfas que dañaron que ese hombre esté frente a sus ojos — ahora escoja, me siento ansiosa en ver qué tipo de omega escogerá este comprador, — El hombre sonrió amablemente y señaló a todos los omegas más grandes, ella asintió, dejó a Alex en el suelo, le indicó al hombre que saliera y miró a todos los omegas — aquel que mencione esa cláusula con algún otro alfa, será castigado por mis manos, — se acercó sacando su olor — espero y entiendan el problema en que se meten — los omegas asintieron temblando, agarró a los omegas escogidos y salió azotando la puerta

El hombre la miraba con una sonrisa y ella la devolvió, no le agradaba, no sabe que era pero le causaba incomodidad, al menos sabía que Alex estaba a salvo por el momento, algo le decía que ese no iba a ser el único día en que se encontrarán.

Hola perras regresé.

Para los que no sabían, me di un suspiro de Wattpad en cuestión de historia publicadas, por cuestiones mentales.

Pero aún así muchas ideas se acumularon en esos días respecto a esta historia y ya tengo otros dos escritos y 2 escribiéndose.

Alex no es un omega especial, sus ojos son lo más normal del mundo, tiene un cuerpo muy común en su género y no cuanta con un olor dulce, en el mundo que cree muchos alfas se fijarían en el solo para algo casual, pero por algún motivo, Amidala, Alexa y Luke, lo aman

Alexa lo odiaba, pero se le hizo imposible después de algo qué pasó.

Escribí esto y lo puse en mi perfil pero que mejor historia para publicarlo que esta.
Rompe el silencio

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