Castigo
Nadie habló en sala, solo viendo el semblante, serio y aterrador de la alfa, que tenían enfrente, se sintieron pequeños, como si fueran hormigas y aquella mujer fuera un zapato, que estaba dispuesta aplastarlos; sus ojos rosados, hacían temblar sus cuerpos.
Todos los Alfas del complejo se encontraban ahí, pero solo 12 alfas estaban parados, enfrente de todos; solo eran 12 los que eran juzgados por aquella mirada rosada y todos los demás callaban y observan, pues esos 12 servirían de ejemplo, para todos los demás.
Amidala, caminó por la sala, sus tacones resonaron, llenando de miedo a todos los alfas que estaba ahí; miró a todos los que no serían castigados con una sonrisa, que logró estremecer hasta la última fibra de sus cuerpos.
— de rodillas — dijo pero los 12 alfas que estaban enfrente de ella no hicieron caso. Sonrió, agarró al primero que tuvo enfrente, lo pateó en el estómago, lo inco y lo tomó del cabello — lo lamento, acaso son fui clara — su voz sonó tan lenta y ronca que tuvieron que tragar en seco — De rodillas — Como ordenó los 11 que faltaban se pusieron de rodillas, bajando la cabeza — así está mejor — ahora que los tenía a todos como los quería empezó a caminar a su alrededor — saben porqué están aquí
Los 12 alfas, se miraron entre sí, ninguno de ellos sabía porqué su jefa los había llamado, o que había hecho para tenerla tan enojada, con esta en ese momento, pero algo era seguro, tenían que pensar en una salida antes que les fuera peor de lo que ya tenían previsto.
— No — contestó una alfa del final de los 12
Amidala se le borró la sonrisa, solo viendolos, se estaba cansado de todos esos alfas, de solo pensar en que sus niños fueron tocados por esa escoria, que hacía querer arrancarle la cabeza a cada uno de ellos, eran despreciables, tanto que le daban ganas de vomitar.
— ¿No? — preguntó de manera fría, tomó el cabello de la que habló y la hizo hacía atrás — qué decepción — la alfa que tenía agarrada trató de luchar, hasta que vió los ojos rosados de nuevo — a quién tocaste tú, ¿Willy? ¿Alex? ¿Luzu? — cuando dijo aquello hizo que los 12 ya supieran porqué estaban ahí — contesta
— A-alex — dijo con miedo
Amidala la hizo completamente hacia atrás, golpeando la cabeza de aquella alfa en el piso, sintió con forcejeaba más fuerte, así que la volvió a golpear, cuando la soltó parte del cabello de aquella persona le quedó en la mano. Se sacudió la mano con asco, volvió a acomodarse el vestido.
Chasqueo los dedos y 2 de los alfas del fondo, llegaron a donde estaba ella, levantaron a la muchacha y se la llevaron al fondo de la habitación; sonrió para los 11 que faltaban, se estaba divirtiendo. Tomo a un alfa y le volvió a hacer la misma pregunta.
— W-willy — contestó el hombre
— ¿Te gustó? — le pregunto con una sonrisa — ¿Te gustó tener a mi pequeño llorando para que lo dejaras tranquilo? — lo tomó del cuello — contesta
— sí — dijo tragando saliva
— ¿Que te gustó más? — dijo apretando el agarre
— su piel, ver como se resistía — dijo mirando a la alfa
— buen chico — chasqueo los dedos y ahora fueron otro alfas los que pararon al hombre
Una vez de pié, ella lo empezó a golpear una y otra vez hasta que la cara del hombre estaba destruida, su lobo aullaba por más quería matarlo, arrancarle los ojos y ponerlos en un lindo vidrial; una de los otros alfas la detuvo, ella lo quedó viendo con enojo, pero aquel alfa, solo la ignoró, la alejó de ahí y él siguió pegándole al hombre, solo por un rato más, cuando terminaron, se llevaron al hombre, ella le iba a reclamar, pero él sacó un pañuelo y limpió el puño de ella que estaba sangrando tonto con sangre de ella como sangre de aquel hombre.
— Gracias Luke — dijo ella con una sonrisa tranquila — ve con los niños, — el asintió, ella lo tomó del brazo, con una mirada seria — confío en tí
— no sé preocupe — le contestó y salió de aquella habitación.
Suspiro viendo a los que faltaba, pero si los castigaba uno por uno se llevaría toda la noche y no tenía tiempo, desgraciadamente, tenía que devolver al beta con su madre, antes que los demás betas empezarán a protestar, por su pequeño.
Les ordenó a los 10 que se quitaran la camisa, sonrió viéndolos, solo había una cosa que los alfas no soportan y eso es que les quiten el orgullo, Amidala amaba ver cuando a un alfa, se le quitaba el orgullo y no era más que un saco vacío.
— tienen 2 opciones — dijo ella aguantando sus ganas de no darlas — la primera es, ir por 7 días a la mina, con el doble de trabajo que un beta y siendo tratados como uno — los alfas gruñeron — o morir y mostrarse como ejemplo de lo que no se debe de hacer
Los alfas tragaron en seco y temblaron en su lugar, la mitad de ellos escogieron, ser tratados como betas, los otros al no contestar nada fueron llevados a la celda, siendo programada su ejecución, para mañana. Los demás alfas que estaban ahí se quedaron esperando las palabras de su jefa, la cual se mantuvo en su lugar con un sonrisa, tan tranquila y escalofriante.
Amidala estaba pensando en el comprador y como hacer para que uno de sus niños se fuera con él, aunque ella se haya encariñado de ellos, no puede negar que son productos, por eso quiero que estén cómodos y darlos a alguien que los valla a cuidar como ella los hubiera cuidado, por eso los ha preparado para ser los más lindos y perfectos omegas, esperaba vender a Luzu, pero por su condición, lo mejor sería darle a Willy la oportunidad de que pueda ser feliz, aunque tiene miedo de que algo salga mal.
Que bonito capitulo no :)
Me voy en unas horas subo el siguientes.
Esperó que les guste, iba a hacer otro tipo de castigó y castigarlos uno por uno, pero al final, decidi que no, iba a tadar mucho y el comprador se acerca.
Alguien puede adivinar ¿Quién es el comprador?
Voy a aclarar algunas cosas.
Quien salvo a Luzu, de los alfas fue Alexa, la que llegó después al cuarto era Amidala, la que amenazo a los alfas.
Amidala ama a sus niños, por eso los quiere vender con alguien que los trate bien, porque sea lo que sea siguen siendo omegas.
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