Calma y tormenta

🚨¡ ¡ ¡ A T E N C I Ó N ! ! !🚨

• Capítulo extremadamente largo.
• La música es para una parte en específico del capítulo, cuando encuentre estos tres símbolos es cuando empieza [~§~]
• los sucesos en este capítulo son un día después del anterior capítulo y el mismo día que el último capítulo de Willy.
• contiene escenas de abuso físico y dependencia emocional (mal escrita)
• Fargan tiene 11 años.
• decidí cambiar algunas cosas del bosque, que se verán en el capítulo, no creo que fueran muy grandes o relevantes, pero le da variedad a las razas.
• este capítulo es una fiesta, si quien escuchar música antes de la que aparece arriba recomiendo
https://youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_kvd_rUnrxbk3iaa9qYxlj9BgQVDPIW7Gk
Esta lista de videos de YouTube, me escribí medio capítulo escuchándolo.

Pd: lo quería hacer más triste pero estoy seca ya no puedo escribir tantas cosas tristes, estoy mal, me falta maldad

Sabe que Arthur tiene una razón para ocultar lo que sabe sobre él, pero no puede evitar aislar el ruido que le llega a los oídos, como los susurros de los árboles, o la notas del viento; las hadas igual han llegado a comportarse raro con él, suelen regañarlo más veces de lo usual cuando no le hace caso al viento, incluso le llega la informacion mas rapido que al guardian o a los ancianos. está ansioso, le preocupa la verdadera razón tras su nueva condición, no deja de dar vueltas en sus pensamientos, incluso sus compañeros empezado a notar lo distraído que se comparta, intenta no ser tan obvio, pero a veces es mucho el ruido que no puede ignorarlo, pero de verdad que quiere hacerle caso a su maestro.

Ahora, se encontraba en medio del bosque cerca del lago, perdiendo el tiempo caminando sin rumbo, no tenía ganas de estar en el pueblo, todos están demasiado ocupados para notar que él no estaba por ahí, en tres días se reunirían todos los clanes para firmar el tan amado tratado que Arthur no deja de mencionar, aunque el sabe que lo que más espera su maestro, es ver al jefe lobo que siempre molesta, incluso los cuervos, aceptaron llegar, los tigres fueron más fáciles de convencer, solo con decir que habría bastante carne, aceptaron sin preguntar para qué era.

suspiro pesadamente, se tiró cerca del lago y remojo la punta de sus alas en el lago, cerró los ojos esperando caer en el dulce sueño, que lo aleja de todo, pero como ya era costumbre parecían que le gritaban en el oído y se despertó saltando, un pequeña sirena, agarraba sus alas, logrando salir del lago, más de lo que normalmente sale.

— Fargan, la ceremonia empezará en unas horas, porque no te vistes — acariciaba levemente las alas de Fargan como si se tratase de un peluche — sabes que hoy se reúnen las hijas del bosque — él se volvió a sentar y solo puso mala cara — para apaciguar al espíritu

— y traer paz y vitalidad al bosque — habló con voz burlona — ya lo sé, es una fiesta aburrida. — ella volteo los ojos — la hacemos cada año, vamos Kristina, no seas tan amargada como todas tus hermanas, déjame disfrutar — ella lo jalo del cabello

— todos están haciendo su mayor esfuerzo torpe, — mostró sus manos todas desgastadas — sobre todo porque las ninfas no han estado de buen humor — el asintió — sé que no hablas en serio, te preocupa esta ceremonia tanto como a todos ¿que pasa?

Ella tenía razón, era su fiesta favorita de todo el año, nunca había dicho tal cosa como sentirse aburrido, pero ese año se sentía diferente, algo no se sentía bien.

— tengo un mal presentimiento — ella asintió y lo escuchó atentamente — como si todo estuviera destinado a fracasar, — los dos pusieron mala cara — no me hagas caso quizás son solo delirios mios — agarro sus manos — regresa al lago, vere en que puedo ayudar — ella lo iba a llamar, pero él prendió vuelo rápido y solo se que preocupada

Llegó a su aldea, se escabulló hasta su casa encerrándose en su cuarto, su ropa de gala estaba sobre la cama, odiaba ese sentimiento que le carcomía, intentó de todo para hacer que parara, pateo el mueble de madera que tenía aún lado de su cama, pero le salió mal el golpe que fue justo en su dedo meñique del pie, gritó y se agarró su pie, saltando.

La puerta se abrió de golpe, él se espantó y voló del otro lado de la habitación, sus compañeros de casa lo veían enojados, él sonrió nervioso, uno de ellos lo jalo de la oreja y se lo llevaron a la sala de la casa.

La forma de vida de los búhos es diferente a cualquier otra tribu, ellos no tiene un sistema de familias, cuando los niños nacen, son considerados parte de la tribu y son puestos en diferentes casas de cuidado, con un maestro a cargo, hasta que tenga la edad suficiente para cumplir su rol en la comunidad, nada los ata a lazos familiares o de pareja, que puedan contaminar su espíritu y romper su mente, con pensamientos de cuidado. Arthur fue el maestro encargado de 5 niños, Fargan es el más chico de aquella camada, por eso suele ser muy consentido por sus compañeros más grandes y su maestro.

Aunque justo ese día, nadie debía de estar feliz con él, no había ayudado prácticamente en nada con los preparativos para la ceremonia.

Sus compañeros eran buenas personas, la mayor parte del tiempo está jugando y burlándose de media aldea, pero cuando se trata de ser unidos con la aldea son los primeros en ayudar, el más grande es una Lechuza, omega de poco olor y su amiga una hermosa alfa, Búho real, practicante para guerrera de primera línea, que no hace más que molestar su paz mental.

Iba a empezar a discutir los tres como solo ellos lo hace, hasta que Arthur entró a la casa buscándolos a todos para terminar los arreglos, no le quedó de otra que estar con todos los demás, no fue tan malo como pensaba, honestamente molestar a los ancianos es más divertido si tienes a más cómplices a quienes echarle la culpa, había arreglado todo el bosque, entre las criaturas se dividen el bosque, cada sección le corresponde a alguna raza, era la fiesta más grande del año, donde toda discusión queda atrás, donde todos salen de su territorio, permitiendo hacer lazos más fuerte en el bosque, no hay mejor manera que pasar el tiempo.

Los tambores comenzaron a tocar al salir por completo la luna, el tintineo de la hadas bailando les dio la señal a todos que era tiempo de empezar a arreglarse, porque como buenos hedonistas, se visten solo cuando ya es necesario, las hadas hacían constantes tintineos en las puertas, y los gnomos ya habían empezado a llegar a la aldea, podían escuchar el sonido de las piedras al rodar, los trolls estaban de camino.

Salieron casi todos al mismo tiempo, ninguno se tomó mucho tiempo preparando su apariencia, bajaron de sus casas y empezaron a caminar, tenían la regla de no volar hasta llegar al su lugar sagrado, los Búhos llevaban las mesas con comidas, en cambio las lechuzas las velas y los Asioninae iban guiando la ruta; Fargan debería de ir con los demás niños, que agarraban las capas de los ancianos, quienes van detrás de todo, la parte más débil del clan; pero no en realidad él estaba al lado de Arthur sosteniendo la ofrenda de las Ninfas, Fargan odia esa manera que tiene en clan de adorar al concejo, no le caen bien eso viejos, según él son personas que no va a la par con las ideologías del clan, son unos viejos atrasados, por lo tanto no disfruta ser servicial con ellos.

Llegaron justo a tiempo, todos estaban ya reunidos, la música sonaba a todo lo que daba, las sirenas habían salido del agua, casi no lo hacían la ropa les sienta incómoda así que suelen estar desnudas la mayor parte de ellas, los minotauro eran los únicos que se quejaban de tal acción, pero el clan siempre las defendía, cada quien es libre en el bosque esa es la regla más importante en ese lugar, mientras no hieras a alguien tienes la libertad de hacer lo que quieras.

Las Ninfas de la Luz empezaron a aparecer, junto con las hadas del viento, la música empezó a cambiar, las hijas del bosque empezaban a llegar, como un sube briza abrió el primer árbol ella salió, la Driada mayor, serena y responsable, Gea la jueza del bosque, en cambio al siguiente el árbol de lianas se cubrió y como un estruendo el árbol se abrió, la segunda se mostró, bella y segura, Freya la belleza del bosque había entrado; como si el sol hubiera aparecido, pues las Ninfas de la Luz le dieron su permiso, entre ellas apareció, saliendo sin temor del tercer árbol su sonrisa se vio, amable y sensible, se dejó ver como el brote de una flor, ella se mostró, Nikté el perdón; el cuarto árbol, en silencio pasó, pues dentro de las sombras ella se mostró, salió, sin hacer ruido, las cuarta hija, en silencio se quedó, Danna la mensajera de Dios; el quinto árbol es más pequeño, de ellos salió con temor, las hermana más pequeña, Dafne la buscadora de hogares.

Fargan veía a todas las Ninfas con entusiasmo, amaba ver a las hermanas reunidas, él quería tener eso que ellas tenían la unión de poder contar con la otra, ellas eran como diosas secundarias en su pequeño reino, cada una cumplía un papel en este lugar, como todos, si bien su Clan era quienes mantenían un orden y ayuda a todas las criaturas, prácticamente ellas bendicen sus acciones y les dan la armonía que necesitan, sobretodo Danna ella es la más cercana al espíritu, su sola presencia hace que el espíritu del bosque esté feliz, por eso el día de ayer estaba enfadado, aunque no era más que otra criatura más, era una de las madres del bosque, como era posible que alguien la tratara así.

Arthur se acercó a Gea, los dos se hicieron una reverencia mutua, aunque ellas sean las hijas de Dios, Arthur es el elegido o la mano de Dios, por eso Dríadas y híbridos se llevaban muy bien, pues dios había reconocido al clan como portadores de paz y armonía. Fargan se acercó y les entregó sus ofrendas, ellas las agarraron con mucho entusiasmo, y se las colocaron.

Después de ello, cada raza pasó dando sus ofrendas y agradeciendo, todas ellas se veían muy alegres, platicaban y reían entre ellas y con Arthur, incluso el rey de las hadas había salido de su dimensión, les dio la mano y regresó como todos los años, las Sirenas le regalaron una caracola a cada una, Kristina abrazó a Dafne y le dio la bienvenida al bosque, ya que era su primera vez, las dos parecieron llevarse bien, cuando pasaron los minotauros la cosa se puso pesada, Danna dejó de reír y solo aceptó su oferta ocultándose un poco entre sus hermanas, aunque no pasó a más, si podía sentirse extraño ese momento.

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Cuando la ceremonia principal de Gracias terminó, era el momento para llenar de fertilidad al bosque, las 5 hermanas se sentaron en círculo, el guardián de bosque, dejó en el centro cinco gotas de su sangre y ellas empezaron a cantar, unidas en una sola voz, el bosque empezó a brillar más de lo que ya estaba, sus voces resonaban en cada rincón del lugar, solo como un susurro pacifico, una caricia que bendecía el alma, los árboles parecían bailar, todos cerraron los ojos, y en una sola voz acompañaron a coro el final, dando hacia el cielo su plegaria,

El espíritu del bosque se manifestó, junto con los Ent, criaturas hechas de árboles, pero con forma humana, solo se despiertan sin alguien amenaza a todo el bosque o si el guardián los pide, el espíritu o dios del bosque apareció, tomó forma de mujer este año, besó a sus 5 hijas, le regaló a cada representante de raza una piedra.

Fargan siempre que veía esa parte se emocionaba, en ese año pudo hacer por primera vez contacto visual y casi se desmayaba era su más grande sueño estar más cerca del dios del bosque.

— somos Libres, nacemos libres, moriremos libres — dijo con voz suave el espíritu — somos poco, pero estamos juntos, podrán encadenar nuestro cuerpo pero nunca nuestra alma — sonrió — por los caídos — todos gritaron, y la diosa creó un rosa — que encuentren un lugar en mi reino— la dejó caer y la tierra se llenó del rojo de las rosas — por los perdidos — volvieron a gritar y ella lanzó una luz al cielo— para que encuentre el camino a su hogar — camino hacia sus hijas — celebremos, porque seguimos aquí, y si hemos de morir,

— moriremos felices — gritaron todos en una sola voz y el dios sonrió, desvaneciéndose en el aire.

Los Ent, se quedaron despiertos, porque Arthur se los pidió, él le había preparado unos barriles de moras que les encantan, bebían junto con él; los Ent eran un raza creada por las díadas y el espíritu, aquellos que beberían con Arthur son los más grandes y viejos de ahí, fueron creados pero el mismísimo espíritu, la Primera hermana ya había creado 5 Ent que estaban empezando a cruzar una etapa adulta, la segundas y tercera hermanas habían creado 4 y 6 respectivamente, pero la mitad eran adolescentes y los otros niños, las más pequeñas no habían dicho nada de haber creado alguno, pero quizás la cuarta hermana que es la más probable no lo había presentado aún.

La música volvió y como era costumbre, todo se volvió aún más divertido, las Dríadas bailaban tomadas de las manos, en un círculo, la más pequeña y más seria, fue puesta a bailar a petición de todas, solo había risas y juegos por todos lados, por eso ese día era el más feliz de todo el año. Arthur andaba bebiendo muy a gusto, era el único día donde podía descansar de su trabajo, era su día libre, así que le gustaba pasárselo con los amigos que casi no ve, el alfa no hacía más que reír y molestar a los invitados más grandes... pero ni el día más feliz del bosque se salvaba del trabajo.

Danna se había escapado de sus hermanas y se había ido, caminaba sin rumbo por el bosque, había fiestas por todos lados, pero no se sentía cómoda estando con todos, le dolían las costillas y todavía no podía ocultar del todo su malgastado cuerpo, pero lo había hecho bien, no había mirado a nadie más que a sus hermanas, Arthur también estuvo con ella, pero él era como otro hermano, no cree que se moleste por eso, no podía estar más feliz, hasta que sintió como le apretaban el corazón, y empezó a correr, uno de sus hijos estaban siendo atacado, se metió a un árbol y empezó a viajar lo más rápido que podía entre las líneas de vida de cada planta del bosque, era demasiado lejos, incluso ella se estaba cansando, salió por fin cuando ya estaba cerca y lo que vio, la hizo caer.

Su primer bebé, había sido arrancado sin piedad y dejado en el suelo, gritó tan horrible que se escuchó a kilómetros, se arrastró hasta su hijo y tocó la madera, mostrando la verdadera forma del árbol, un pequeño Ent, de apenas unos años de vida, tenía la forma de un recién nacido, ella lo llamaba a pesar de que sabía que no le iba a contestar, ponía su mano en la manita del bebé y le rogaba que la apretara, incluso puso algo de su magia pero solo era un desperdicio, el alma se había ido. Empezó a cantar, mientras lo arrullaba, los demás árboles se doblaban y sufrían en silencio, el aire había empezado a correr más fuerte, mientras la madre lloraba y seguía sin aceptar nada de lo que había visto.

— Riont, hace frío — susurro — tráeme una manta — acariciaba a su bebé — me quedaré aquí, tal vez despierte, es muy travieso, para ser muy pequeño, — sonrió mirando al asesino — era una sorpresa, quería que lo conociera mañana, pero ahora puedes saludarlo — se levantó — perdóname, se enfermó un poco, pero él estará bien, tú tratabas de llevármelo ¿verdad? — miraba perdida a su pareja — por eso hiciste esto, lo viste mal y me quisiste ayudar — fue tomada de los hombros — mi pequeño niño, mañana estará bien, solo fue una pequeña caída, si solo fue eso — se aferraba a su bebé — por favor dime qué fue eso

Miró al responsable aún sin creerlo, sonrió con lágrimas en los ojos y negó, buscaba cualquier excusa para justificarlo, incluso con su hijo muerto, no quería ver lo que pasaba, ese hombre no la quería, ella no era nada para él, él había hecho lo imperdonable y aún así, ella no hacía más que intentar perdonarlo, incluso si era imposible. Buscaba un pequeño rayo de esperanza para aferrarse.

¿Porque era tan difícil?, encadenada a una relación insana, su cuerpo era libre, sus piernas eran libres, sus manos no estaban atadas, podía caminar y salir de ahí, podía defenderse, incluso si fuera inútil ella tenía esa posibilidad, pero su cuerpo no era el problema y ella lo sabía.

Estaba rota, no servía, el bosque empezó a llorar, cubriendo por completo su cara llena de lágrimas casi queriendo ocultar su patética apariencia.

Sus ojos se pusieron de un color rojo al no recibir respuesta, los árboles empezaron a quebrarse, y a sacar espinas, ella incluso empezó a cambiar de aspecto, sus cabellos empezaron a crecer y lianas salían de sus manos, pero aún así mantenía una expresión triste en su rostro, lo odiaba, se odiaba, solo quería que todo terminara, que sus hermanas la despertasen de aquella pesadilla.

Pero solo basta un mirada de odio, para que ella dejara de tener aquella pose, tenía miedo de nuevo, él la había vuelto a hacer sentir inferior, ella no era nada a lado de él, todo había sido su culpa, incluso la cachetada que había recibido era su culpa, y que su pareja la arrastrara dentro de su casa también lo era y solo podía disculparse, estaba perdida encarcelada en su propio hogar, estaba sola y quería morir.

Fargan bailaba con su amiga, solo los dos, los demás niños ya se había ido o estaban durmiendo en el pasto o en los árboles, pero esos dos tenían la resistencia de los adultos, todo parecía ir de maravilla hasta que Fargan escuchó un grito, miró hacia todos lados pero no vio que nadie se preocupara incluso su amiga seguía bailando, miró a Arthur quien ya estaba casi durmiendo, mientras un Ent los cargaba en su mano y se reía de él, no entendía que pasaba, la dejó a ahí bailando, empezó a caminar alejándose de la música, y el grito se volvió más fuerte, que ni la música lo opaco, desesperado comenzó a prender vuelo lo más rápido que podía.

Sus alas le pesaban, ya era muy de noche casi madrugada, su pequeño cuerpo no aguantaba tanto, cayó por el dolor de espalda, se maldijo y siguió pero esta vez corriendo, el grito seguía escuchándolo, era una llamada de auxilio, y tú tan desesperante, como si el alma de una persona se desgarraba poco a poco; el viento lo guiaba más rápido, casi lo empujaba.

Temblaba de impotencia, no podía hacer nada, tenía miedo, más cuando se hacía cada vez más lejano, apresuró el paso antes de perderlo, el bosque estaba extraño, por primera vez en 5 años, empezó a llover el día de la ceremonia, el lodo no dejaba que corriera más rápido, sus alas mojadas pesaban el doble, grito frustrado, no sabía qué hacer, solo quedaba seguir caminando.

Cubierto de lodo llegó, el grito ya solo era un lamento, pero no era en su cabeza, este lamento resonaba en toda la cueva; camino despacio, para que nadie lo escuchara, llegó hasta una sección pequeña de la cueva, y solo pudo ahogar su grito.

Una de las hermosas mujeres que vio hoy, estaba golpeada, llena de lágrimas, temblando por el frío y la desnudes de su cuerpo, retrocedió unos pasos, buscaba un explicación a eso, por que alguien le haría eso a su pareja, no tenía sentido, eso es contra la ley, tenía que avisar a los demás, si su maestro se enteraba él lograría hacer algo, realmente podía ayudar, eso pensaba el niño de 11 años, mientras trataba de mirar lo que pasaba.

La estaba golpeando, no sabía con qué pero podía escuchar el gran estruendo que hacía, sobre la piel de ella, el pequeño híbrido se quedó ahí en lo que parecieron horas, solo esperando la oportunidad para hacer algo, seguía lloviendo y sus alas no se habían secado del todo. Después de un momento muy largo, aquella bestia, salió enojado del cuarto y se fue. Aprovecho el momento, tomo una manta que vio sobre una silla y tapo a la mujer, ella estaba casi muerta en el piso, la puso como pudo en su espalda y empezó a avanzar pero ella séllalo en sus últimos momentos lúcidos un bulto en la esquina, él se acercó a él despacio.

Se mordió el labio aguantando las grandes ganas de gritar y llorar, tomó al bebé que veía ahí y como pudo empezó a avanzar con los dos, miró que aquel monstruo se había quedado dormido en alguna parte del lugar, y avanzó silenciosamente, la Driada y el bebé eran muy pesados, pero con la adrenalina al 100 ni siquiera lo tenía en cuenta. Pero solo era un niño, el bosque seguía llorando, pero aún con el lodo creyó ingenuamente que lo lograría, que inocente pensamiento.

Fue tumbado de una patada, los tres cuerpos como si nada chocaron contra una piedra, él se levantó rápido, voló como pudo, pensó en huir y avisar a los demás, pero no podía dejarla ahí, se maldijo, arremetió contra la bestia, para llevárselo a otro lado, lo empezó a alejar de ella, con suerte encontraba a alguien que lo ayudara, entre su pánico no se dio cuenta de adonde estaba volando, solo seguía la corriente de aire más rápida, para que lo impulsara.

Había salido de los límites del bosque, si seguía volando llegaría a la aldea y ese sería un problema muy grande, pero no podía volar más alto y perderlo no era una opción, se mareó mientras más se acercaba a la aldea más lamentos escuchaba, habían seres mágicos dentro del pueblo, gritan por ayuda. Su pie fue tomado por la fuerza y estrellado contra el suelo, aquella bestia rugió con odio y le empezó a pegar, el niño se cubría como podía, pero ese animal estaba destrozando sus huesos, agarró sus alas y de un tiro las empezó a desgarrar de su espalda, gritó, el dolor era mucho, estaba cubierto de su sangre y ya no podía seguir luchando.

Una flecha atravesó el costado de la bestia, este se paró y lo dejó ahí, huyendo de los humanos, el niño agonizaba en el piso, sentía como la mayor parte de sus huesos estaban rotos, pedía ayuda con el poco aire que entraba a sus pulmones, escupía sangre, sintió como giraron su cuerpo para que no se ahogara con su propia sangre, lo estaban acariciando, quizás ese era el final, en los brazos de unos extraños, por intentar ser un héroe, quizás Arthur tenía razón, era mejor esperar.

Su vista se oscureció, y lo último que vio fue como su amado bosque se desvanecía en sus ojos.

Arthur volaba a gran velocidad con los ojos brillando en un color azul eléctrico.

Hola espero que les haya encantado el capituló, yo tengo opiniones divididas, siento que pude mejorar más las actividades de Fargan, pero fuera de eso me gusta, la mayor parte.

La tribu no es normal, ellos no mantienen relaciones monógamas afectivas como otras, ellos viven libres, por eso me gusto mucho llamarlos más que sodomitas para mí son hedonistas, todo aquello que les causa dolor prefieren evitarlo y no manchar su alma.
Ellos son muy religiosos y espirituales, es por eso mismo que son responsables con sus tareas, les causa placer hacerlo, es como un agradecimiento y su forma de mostrar su manera de vivir al bosque.

Originalmente desde que pensé la historia del libro, a Fargan no le iba a agradar, ni su aldea, ni su bosque, ni nadie de los que vivía a dentro, incluso él y Cristina si iba a llevar mal, el pensamiento que le tenía pensado poner a Fargan era, que él no era libre, el bosque no era más que otra jaula más grande, incluso él y Willy se conocerían desde las primera capítulos antes de que aparecieran rubius y Vegetta, pero, al final no me convenció, aunque lo vuelvo a leer y me siento muy tonta por no a verlo puesto desde el principio.

Pero prefiero que las historias se encontré más que nada por una casualidad más prepara que solo porque Fargan se encontró a Willy de paso, no quiero algo más dramático, algo que les haga llorar.

Me acuerdo que en ese capituló que escribí sobre Fargan, él le regalaba un silbato a Willy y ese iba a ser la ayuda de los niños cuando pasara un evento que tenía pensado, pero... ya no así que no importa.

"Willy se tiró en la cama, metió su mano en la funda de almohada, agarrando el pequeño muñeco con una sonrisa sin sacarlo de ahí, recordaba todas la historia que le contó Fargan, no esperaba a que fuera de noche para contarle a Luzu todo lo que le había pasado"

De hecho en este capituló se notaba un chingo que a Willy le gustaba Luzu, fue mi error no profundizar en eso.

La parte del bebé es la representación de lo que sufren muchas mujeres, que dejan de ser totalmente víctimas y empiezan a ser victimarias, al soportar abusos de su esposo a sus hijos, por el miedo. Aunque ellas no tiene la culpa no quita que es una realidad.

Fargan no es como su tribu, aunque sigue varios principios, en si quiere una familia, convive tanto con criaturas que si practican la monogamia que de verdad desea sentir eso, quiere tener hermanos y saber que es eso, no solo compañeros.

Las acciones de Fargan y de Arthur son distintas porque quiero mostrar las dos posturas que tienden las personas a agarrar, cuando ven una situación de maltrato.

Arthur siendo los que se callan y no dicen nada, porque piensan que si hacen algo mal, a la otra persona es a la que le va a ir peor y si la otra persona no se deja ayudar él no puede hacer nada.

Fargan es el idealista, el no espera que cambien, el actúa y luego ve el problema, cree firmemente que si hay un problema no debe de dejar el tiempo pase.

Es por esa posturas erróneas que los dos terminaron en problemas.

Fargan en la mano de los humanos y Arthur, con un bosque desordenado y su sucesor perdido.

Ahora mis personajes están así las parejas

Mientras Willy por fin prueba la libertad que tanto deseo a Fargan se le es arrebatada

Luzu está probando los privilegios y Auron sigue negando los suyos.

Alexby vive solo por un alfa (staxx no va a apareces en la primera parte, porque es un sol y todos debemos amarlo en la segunda parte)

Mangel está en un lugar desconocido tratado por primera vez como un esclavo y Lolito tratado como un animal, (hacen las cosas que siempre odiaron)

Rubius y Vegetta viven una vida linda y plena.

Eso es todo.

Gracias por leer los amo mucho

Cualquier duda. Pueden preguntarme.

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