Capitulo 5
Decidiendo
—Vaya que es genial —sonrie animada dirigiéndose a la puerta —Tengo muchas cosas por preguntarle, también a Tom —lo mira —Cuentame lo que decidas sobre él Díaz.
Giñando el ojo lo apunta con el índice entre su caminar de espaldas hacia su salón correspondiente; la inquietud se notaba a simple vista en el castaño que bajando la mirada sujetaba aquella muñequera que cubría su marca, tragando saliva bajo la muñequera tocando con las yemas de sus dedos aquella marca y tragando grueso comenzó a cuestionarse, su idea principal era salvar el alma de su amigo, pero... Pero aquel demonio llegó a mencionar algo de llevarse a un ser querido, si se llevará a Mabel... Exhalando un suspiro cubrió su marca y se marchó del salón.
Las horas pasaban normales, Marco se encontraba bajo de energía mientras que Dipper intentaba alegrarlo y Bill por su parte sufría escuchando aquellas interminables clases, él creía con todas sus fuerzas que ese lugar era peor que el mismísimo infierno y se encontraba sorprendido ante el hecho de que Marco y Dipper eran a los únicos que no les llamaban la atención a pesar de no estar atentos a aquel castigo llamado clases, el profesor seguía y seguía hablando y esa era apenas la primer clase.
—Bien chicos ya tienen las páginas de tarea, necesito que repasen lo más importante... Y recuerden tomar notas de ello, eso siempre ayuda mucho.
Por fin la clase terminaba, con todas sus fuerzas Bill se estiró mientras Dipper regresaba la mirada a su amigo sabiendo que Marco no se encontraría mejor hasta estar seguro de que ambos estarían a salvo, sin más regresa la mirada a Bill que con un enorme bostezo se recargaba sobre el pupitre.
Divertido se recarga de su mano— ¿Aburrido?
Abriendo levemente un ojo suspira —Doblemente muerto... ¿Porque demonios los hacen venir a estos lugares tan horribles?
—Pues... —rie —Se supone que debemos de aprender cosas, ya sabes... Cómo leer y escribir, además de otras cosas.
Entre un quejido se gira a él —Pues no es justa tanta tortura... Solo no vienen dos días ¿Cierto?
—Justo eso —sonrie.
Con el ceño fruncido gruñe por lo bajo —Te odio Dipper Pine.
Divertido el castaño comenzó a reír a sus anchas recargandose en su silla, algo molesto Bill lo mira de reojo y solo sonríe levemente ante esa actitud; pero su diversión duro poco pues la profesora de matemáticas entro a la habitación con el ceño fruncido y dejando su libro con fuerza sobre el escritorio los hizo a todos guardar silencio, hasta Marco se levantó rápidamente a abrir su libro, con pesar y un quejido Bill dejó caer su cara sobre su libro abierto pidiendo morir. En otro salón Star y Mabel se encontraban en hora de lectura y apenas vieron llegar a Janna la tomaron del brazo haciéndola tomar asiento entre ambas.
—Di nos Janna —menciona interrogativas Mabel.
— ¿Decirles qué? —cuestiona divertida.
— ¿Que exactamente querías lograr con lo de los demonios? —le apuntaba con un lápiz la rubia.
—Nada —menciona con calma.
— ¿Y porque la libreta con información sobre demonios?
Dudosa mira a ambas chicas que la miran intimidantes, tratando de esconder aún más el cuadernillo entre sus libros solo termina dandose por vencida ante las miradas de sus amigas, bajo sus libros aquel cuadernillo con una portada escrita "Información de demonios de Janna" es sacado por ella y exhalando un suspiro solo deja caer sus hombros vencida, las mira.
—Bueno, ustedes también parecen tener buen ojo —rie vencida —Al parecer una persona solo puede tener un trato con un solo demonio, Will es mi demonio y él no quiso contarme gran cosa sobre los suyos... Solo me contó que tenía dos hermanos mayores y simplemente desapareció, aunque a veces hablamos cuando estoy aburrida.
—Entonces ¿Que hay con eso?
—Si lo pudieron hacer ¿Cierto? Marco y Dipper —cuestiona la castaña.
—Pues si, ellos lo lograron, apenas por la mañana conocí al demonio de Dipper quien al parecer es hermano de Will, solo que lo ví en su transformación de humano... Y sobre Marco no tengo idea de cómo sea su demonio, solo se que se hace llamar Tom.
Sujetando la del brazo la sacude — ¿¡Porque nos hiciste convencerlos de hacerlo!? —decaida Star sujeta su cabeza susurrando a lo bajo —Pudieron estar en peligro...
Sonriente la abraza por el hombro —Les conseguí unos muy poco peligrosos, además el demonio de Dipper me confirmó que Tom es muy calmado y con él están en medio de un trato.
— ¡Janna! —Dice molesta Mabel.
—Ya lo hicieron chicas —Dice sin importancia —Dejenlo pasar —abre su libro —Oigan ellos van a estar bien, lo presiento en los huesos... —sonrie con calma —Ademas Will me lo prometió, yo solo quiero conocer mas a los demonios saben que adoro esas cosas, nadie va ha salir lastimado así que dejen de llorar por favor.
Inquieta las mira querer comenzar a llorar de remordimiento, el par de chicas eran realmente exageradas y al enterarse que habian puesto en riesgo a sus amigos ambas estaban por explotar en llanto, pero también hervían en enojo pues si ellas no hubieran tenido el miedo que tuvieron ellas hubieran Sido los conejillos de indias de aquel experimento. Apenas las campanas de la escuela resonaron por los pasillos Bill salia como un héroe de guerra del salón de clases, él era sostenido por Marco y Dipper, Dipper reía divertido dándole pequeñas palmadas en su espalda mientras Marco solo le daba una pequeña botella de agua para que se relajará.
Tomando suspira mirándolo —Esto es un infierno... Me duele la cabeza ¡Ésto es horrible! —se dirige a Dipper — ¿¡Porque no solo mandan al infierno a sus maestros!?
—Oh... Lo hacemos cada día —sonrie —Pero solo con palabras, no podemos enviar al infierno a cada persona que odiemos.
—Si, si ¡Claro que sí pueden! Solo tienes que pedirmelo y listo! —Dice completamente desesperado.
Riendo el del lunar sujeta el hombro del rubio —No vale la pena, si un profesor se va, uno nuevo llegará en unos días y será lo mismo.
— ¿¡Que!? ¿¡Hay más!? —se detiene mirando a los profesores por los pasillos —Diablos, esté es el maldito infierno... ¡No que va! —avanza —El infierno es mucho mejor que ésto —mirando a ambos castaños guarda sus manos en sus bolsillos — ¿A dónde vamos ahora?
—Esto te gustará un poco más —sonrie Dipper.
—Joven Cipher —se detiene el gran hombre de bigote — ¿Cómo le está yendo? ¿Todo bien en su primer día?
—Si, me está yendo perfecto director —sonrie incómodo —Como puede ver ya tengo dos amigos —los abraza por los hombros.
—Bueno... Está perfecto —los observa complacido —Diaz, Pine por favor cuiden de su nuevo compañero, este joven es igual de valioso que ustedes para esta escuela...
Con el director alejándose los tres jóvenes siguieron su camino hacia la fila de la cafetería donde ambos castaños se miraban dudosos.
— ¿Igual de valioso? —cuestiona al rubio.
— ¿Que tanto moviste para poder entrar aquí? —cuestiona divertido.
—Bueno... Tome las calificaciones de Dipper y alguien de allá abajo me arregló todo lo demás para ser solo un alumno más de este lugar.
Sonriente el del lunar lo sujeta por la espalda —Con calificaciones de diez, eso no es normal para nada... Ahora veo porque no se juntaron alrededor tuyo como sanguijuelas, aún así, depende como te comportes de ahora en adelante.
—Se ve demasiado "Chico malo" como para que intenten acercarse a él, así que dudo mucho que traten de estar a su lado.
Con la comida lista buscaron asiento con la mirada notando con prisa a un par de chicas que alzaban la mano con ánimos, para llamar su atención; ambos fueron jalados por ellas mientras Bill tranquilamente tomaba asiento al lado de Janna que sonreía.
—Perdón por meterlos en esto —se aferra al brazo de su gemelo —Janna nos lo confesó todo.
Con cara de cachorro mira sobre el hombro de su castaño —Pensamos que los demonios eran realmente atractivos ¡Por eso! ...
— ¿Y no lo somos?
Engreído levanta la ceja en espera de la respuesta mientras con su mano hecha su cabello hacia atrás; deteniendose de todo ambas chicas se quedaron en blanco y con lentitud dirigieron su mirada a aquel joven rubio de ojos miel quien dejando su pose sexi comenzaba a picar con el tenedor la comida de su charola preguntándose qué era esa cosa.
—Eres... —divaga la rubia.
—Esté es Bill —sonriente lo sujeta por el hombro —Mi demonio.
Estirándose sobre la mesa lo mira —Pues... No eres tan guapo —sonrie sujetando su mano —Pero te defiendes.
Mirándolo de arriba a abajo Mabel se dirigió a aquellos ojos color Ámbar que Star miraba con total fascinación, ambas miraron aquella piel morena y esos músculos en sus brazos; ellas se miraron tragando saliva impresionada y con rapidez Star quito de su lugar a Dipper y tomo asiento al lado de Bill quien terminó acorralado por ambas chicas, sonriendo ambas sujetaron sus brazos.
—Pues si, no estás nada mal.
—Te defiendes muy bien.
Riendo entre dientes Janna sonríe —Se los dije —comienza a reír.
—Dios —cubre su rostro decepcionado.
Suspirando se levanta —Ire al baño.
Marco salió sin más de la cafetería mirando como Dipper exhalaba un suspiro mirando ya sin importancia la acción de sus amigas, algo incómodo Bill las mira y sin tomar más importancia continua con lo suyo dejándolas aferrarse a sus brazos.
Las clases siguieron su curso y aunque nervioso Marco ya tenía tomada su decisión, no iba a permitir que aquel demonio se llevará el alma de su amigo; apenas el timbre de salida sonó Marco avanzó a la salida y pidiendo prestado el Skate de Jackie se lanzo sobre la acera siendo el primero en irse con urgencia a su hogar. Saliendo de la escuela se veía como una castaña y una rubia seguían colgadas de los brazos de un chico de ojos miel, Bill se encontraba molesto y en su desespero soltó sus brazos del agarre y apunto al otro lado de la calle.
— ¡Chicas miren un conejo!
Con prisa Bill tomo a Marco por la cintura llevándolo lejos de ambas chicas que apenas se daban cuenta de que habían Sido engañadas; divertido Dipper reía entre su correr, ambos se detuvieron detrás de una tienda y luego de dar una última mirada para serciorarse de haber escapado de sus fanáticas lunáticas Bill comenzó a olfatear un aroma nuevo para su nariz, cerrando sus ojos se concentraba en aquel aroma mientras Dipper aún divertido lo sujetaba por el hombro mirando su cara.
— ¿Porque corrimos?
Abriendo sus ojos lo mira —Oye, ese aroma —sonrie — ¿De qué es ese aroma?
Inhalando sonríe — ¿Los panes recién hechos? —curioso mira hacia la tienda — ¿Se te antoja alguno?
Sorprendido avanza a su lado —¿Me comprarías alguno?
—Si prometes no llevarte a alguno de mis seres queridos... —lo mira de reojo —Entonces podría comprarte cosas de vez en cuando durante tu estadía en este lugar.
Sorprendido ríe —Bien, lo prometo.
Con una risa fuerte el demonio abrazo a aquel humano por el hombro guiandolo hacia la tienda que desprendía tan dulce aroma, era la primera vez en mucho tiempo que aquel ser se divertida tanto. Con paso rápido el castaño del lunar entraba a su habitación notando con sorpresa a aquel demonio pelirosa mirando con una leve sonrisa un álbum de la infancia del castaño, tragando grueso Marco avanzó arrebatando aquel libro.
— ¡E... Es privado!
Divertido el demonio solo se recostó en aquella cama mirando como aquel castaño guardaba su libro con vergüenza; exhalando un suspiro cierra sus ojos avellana y tragando grueso se arma de valor para darle la cara a aquel demonio.
—Ya lo decidí, yo si quiero pedirte algo —aprieta sus labios nervioso.
— ¿Mm? —sonrie complacido —Cuentame lo que es...
—Yo... Hice una apuesta con Dipper sobre... —desvia la mirada inquieto —Que demonio podría soportar hasta el término de la secundaria con nosotros... —tragando grueso lo mira incorporarse en la cama — Quiero que me ayudes, tu... podrías quedarte en mi casa como mi amiga Star y ya sabes ganarle a Bill.
Sonriendo de lado lo mira directo —Suena divertido —se pone de pie —Siempre le ganó a Bill, pero también quiero saber que pasa...
—E... Entonces —Dice dudoso avanzando a él — ¿Aceptas no hacerme nada hasta cumplir con lo que te he pedido?
—Claro ¿Por qué no?
Con un chasquido el fuego envuelve el cuerpo del pelirosa que termina transformado en un humano, más calmado ante la transformación Marco sonríe hacia Tom que sonriendo solo toma asiento sobre la cama con mucha tranquilidad notando como de pronto aquel castaño sacude su cabeza y bajando la mirada hace sus mejillas enrojecer por completo.
— ¿Qui... Quieres comer o algo así?
—Mas bien... Saber que les dirás a tus padres, mientras tú arreglas eso —saca un móvil con forma de ataúd —Yo debo enviar un mail al Inframundo para que arreglen mis cosas en tu escuela y sobre toda mi estadía aquí ¿Bien?
—Entonces... —dice nervioso avanzando de espaldas —Ire a hablar con ellos ahora... ¿Podrías venir mas tarde con algunas maletas a la puerta de mi casa?
—Esta hecho.
Con paso tranquilo Tom avanza a la ventana donde un ascensor se detiene, con una sonrisa el demonio sube y sonriendo al castaño en la puerta cierra las puertas del ascensor que comienza a decender siendo llevado por una clase de gargolas. Apenas el ascensor desapareció la calma se hizo del chico castaño que más relajado bajo la mirada notando un peluche sobre su cama, un pequeño peluche rosa, un conejo de tres ojos y dos cuernos... Era un peluche raro, pero adorable de cierto modo, sonriendo solo cerró la puerta detrás suya pensando que aquel chico no debía ser tan malo como pensaba su tenía a tal compañero.
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