Visita nocturna.

Informándose a través de mensajes Dipper llegó a la conclusión de que las marcas que causaron tanto dolor durante la invocación quizá eran la firma de un trato cumplido, aunque aún dudaban pues realmente no habían pedido nada, y si realmente lo habían pedido desconocían que había Sido y estaban seguros de que estaban en un serio problema, aunque... La idea de que los 40 dólares ya eran suyos los ponían algo felices pues eso significaba que ya podrían comprar su sagrado videojuego. Luego de dejar los celulares aún lado ambos en su habitación miraban la marca sobre su piel, aquella marca que anteriormente se encontraba en el suelo de sus habitaciones y que en su momento tanto los había herido, con algo de dificultad Dipper se miraba en un espejo reflejándose con otro para poder ver la marca de su nuca mientras Marco solo sujetaba su muñeca observando aquella marca y siguiéndola con su dedo, con un suspiro ambos se recostaron en sus camas dispuestos a dormir a pesar de sus dudas, sus amigas dormieron tranquilamente con el pasar de la noche y ya el reloj de la sala marcaba las tres de la madrugada cuando un castaño somnoliento bajaba hacia la cocina, bajando por las escaleras entre boztesos se dirigió a la cocina en silencio.

Aún adormilado abrió la nevera y comenzó a buscar a tientas la jarra de agua, una vez en mano la coloco en la barra y tomo un vaso para servirla, bebió como si no hubiera bebido en bastante tiempo y más despierto bajo el vaso notando borrosamente una sombra en la única puerta de salida, con prisa dejo el vaso aún lado poniéndose en posición de defensa.

— ¿Star? —cuestiono con el pecho acelerado.

Esa sombra no parecía la de su amiga, pero debía cerciorarse por antiguas bromas que ella le jugaba, pero definitivamente esa no era la sombra de su amiga, no era solo el tema de ser la figura de un chico de su edad, más que nada había un par de cosas que lo delataban... Extendiendo la mano una flama iluminó su rostro, la sorpresa se hizo del castaño y no era para menos, esa sonrisa filosa, esos tres ojos y esos cuernos... Tragando saliva se alejó ante los pasos de aquel chico hacia los asientos de la barra.

—No —sonrie cruzándose de piernas —Mi nombre es Tom —comienza a jugar con el vaso de agua —Me invocaste hace un rato, pero estaba en algo —lo observa con esos ojos rojos —Y no pude venir, pero ahora estoy aquí... Sobre nuestro trato —cuestiona a lo bajo recargando se de la barra.

Aún totalmente sorprendido Marco solo podía mirarlo sin creerlo, esos cuernos, ese tercer ojo en su frente y... La forma de superioridad con la que se sentaba y lo miraba.

— ¿So... Son reales esos cuernos?

Divertido el demonio se pone de pie con una sonrisa en cara —Sabes... Normalmente la gente pregunta cosas como " ¿Podrías vengarte de alguien? " O " ¿Puedes volverme millonario? " —se detiene frente al joven mirándolo con superioridad —Pero si —sujeta sus cuernos con las yemas de sus dedos —Son reales... —divertido retrocede unos pasos hasta el asiento —Ahora si, sobre nuestro trato...

— ¡Están geniales amigo! —Dice muy emocionado apretando los puños frente a él —Haaaa... Sobre el trato —Dice avergonzado —Ha decir verdad yo...

— ¿Obligado? —cuestiona con gracia.

—Si... Un poco ¿No te molestaras ni me arrancaras la cabeza o algo así cierto? —cuestiona nervioso.

Divertido solo sonríe pidiendo calma al chico —Eres divertido, no te preocupes, últimamente muchos hacen este tipo de cosas, por eso les colocó la —apunta a su muñeca —marca del día después, pero bueno —se pone de pie —si no tienes nada que pedir y solo perdí mi tiempo al venir aquí... Solo me falta obtener alguna cosa a cambio.

— ¿He? —menciona nervioso —¿Que... Que tipo de cosa?

—Un momento de tu vida tal vez —menciona sin mostrar gran interés.

— ¡Ho! —Dice con prisa acercándose un poco —No creo que eso sea muy divertido ¡Mi vida es totalmente aburrida!

El demonio no podía evitar sonreír ante la preocupación del joven frente a él, con calma comenzó a avanzar con el joven detrás suyo y se detuvo en las escales mirándolo de frente.

—Bueno... ¿Que me recomiendas? ¿Que me darías tú? ¿Que es lo que puedes ofrecer a un demonio como yo? Deberías... —sonrie dándole la espalda para subir —Pensarlo un poco, mañana luego de la escuela vendré a visitarte, espero oír una buena propuesta... y te recomiendo cerrar la puerta con llave o tus padres podrían llevarse un verdadero susto.

Con un simple chasquido el joven de melena pelirosa desapareció sin dejar rastro alguno de su presencia, Marco temeroso trago saliva comenzando a pensar en que sería bueno para ofrecerle a un demonio, un ser de la obscuridad que posiblemente ya lo tenga todo. Subió hasta su habitación y dejandose caer en la cama solo suspiro mirando la obscuridad del techo mientras pensaba en que darle, aunque verdaderamente dudaba que un chico tan ordinario como él tuviera algo que le interesará a un demonio, y claro que el tema del alma no era una opción, suspiró girandose en la cama y mirando por su ventana con dudas.

« ¿Que puedo darle a un demonio? Se que no debe tenerlo todo ya que ellos vienen buscando algo de nosotros, pero... Definitivamente mi alma no es una opción, solo... Espero que Dipper pueda ayudarme mañana. »

Pensaba con inquietud mientras sentía al sueño ganarle la partida. A la mañana siguiente Dipper Pines se despertó como de costumbre, perdido en su pereza habitual, apenas entraba en si comenzando a boztesar y estirarse cuando un mensaje llegó a su celular junto a una imagen adjunta que fue lo primero que pudo mirar, una estrella roja con cuernos al centro en la muñeca de su amigo.

— ¿¡Que carajos!? —Dice con prisa levantándose — ¿¡Cuando se hizo él un tatuaje sin contarme!?

Molesto comenzó por revisar el mensaje anterior antes dequejarse con el chico.

*- ¡Necesito ayuda!
Es sobre el tema de los demonios, se que sonara a locura Dipper, pero anoche uno me visito.

D

ecepcionado de su memoria suspiró cubriendo su cara con la palma de su mano.

—Ahora lo recuerdo —suspira llevando su mano a su nuca —Asi que no fue solo un sueño loco...

Avanzó hacia el espejo de su habitación y con un espejo de mano comenzó a revisar parte de su espalda alta donde un círculo con un triángulo de un ojo estaba dibujado, la toco levemente sintiendo un escalofrío y solo dejo todo de lado para seguir revisando el mensaje de su amigo.

 *-Él era mucho más alto que yo, tenía unos cuernos geniales y un ojo en su frente, quería saber qué le daría por hacerlo perder el tiempo de venir.
¡

No tenía idea de que pedirle cuando lo vi!
Así que me propuso que pensara en que ofrecerle y que hoy después de la escuela él volvería, así que Dipper...

S

oltando un suspiro mira los mensajes de nuevo —Sabia que era una mala idea.

—Y vaya que lo fue.

Con prisa y sorpresa el joven solo se lanzó hacia un lado cayendo y golpeando su brazo con el mueble al lado de su cama, sorprendido observo al joven de apariencia casi normal, vamos, ¿Quien sería completamente normal utilizando un traje completamente amarillo a tales horas de la mañana?

—Tú, tú ¿¡Quien eres!? —Dice con molestia levantándose.

—Excelente pregunta —contesta divertido —A lo largo del tiempo me han llamado de muchas formas, pero ahora mismo soy Bill, el demonio que invocaste y el que estará contigo hasta que esa marca en tu nuca desaparezca, al menos dos días —mira sus uñas sin tomar importancia —Hasta que al igual que tu amigo decidas que me darás como compensación por mi perdida de tiempo en su jueguito.

Divertido el castaño avanza —La cosa es Bill, que yo sí tengo algo que pedirte en este instante.

—Interesante —chasquea apareciendo en la cama boca abajo mientras lo mira —Vamos ¿Que es? Cuentame más...

—Algo Fácil —sonrie sin tomar importancia al acto de magia —Supongamos que no tengo amigos en la escuela.

Riendo a lo bajo se pone de costado —Si... Supongamos.

—Bueno...

Girandose le da la espalda al Demonio que algo dudoso de esa actitud calmada toma asiento en el borde de la cama mirándolo.

—Quiero que te conviertas en humano y seas mi amigo hasta terminar la escuela, necesito a alguien que me haga notar de buena manera, solo quedan dos años. 

La sonrisa se borró completamente de la cara del demonio y la sustituyó una mirada de furia contra el castaño que sonreía victorioso.

— ¡Eso no funciona así mocoso! ¡Venganza, Dinero! ¡Algo con lo que yo gane!

—No, quiero eso —Dice con calma tomando sus cosas de baño —Ademas una vez termine la escuela podrás llevarte lo que quieras de mi —lo observa ganador —Te jodere un rato y luego tú me joderas toda la vida ¿No suena justo para ti?

—Tienes que estar seguro ¡QUE TU ALMA SE IRA CONMIGO AL INFIERNO!

El tipo desapareció entre una bola de fuego mientras el castaño sonreía feliz con su idea, le daría algo a aquel demonio, pero no sería su alma.