Capitulo 17

Inicia el viaje.


Durante toda la noche Bill estuvo molestando a Dipper al dormir ya que... O le quitaba la sabana, o subía su pierna sobre él, o llegaba a golpear su rostro al extender los brazos, y ni hablar de los abrazos nocturnos. Mientras que Tom y Marco durmieron tranquilamente, quizá hasta más tranquilamente que lo normal, en un principio ambos se daban la espalda, pero con el transcurrir de la noche ambos fueron girando sus cuerpos hasta permanecer frente al otro pegando sus frentes. Marco era el primero en despertar esa mañana, y luego de un respiro profundo pudo entrar en si notando como aquel demonio pelirosa estaba frente a él, muy cerca, una corriente eléctrica lleno su cuerpo mientras su cara se teñia de calor y un claro rojo, era extraño, pero... Podía hacerlo. Bajó la mirada hasta sus manos que estaban a centímetros de las contrarias, suavemente tocó las manos de Tom y sonrió enseguida mientras poco a poco sus manos subían al rostro contrario acariciando con suavidad las mejillas blancas de aquel chico, era increíble... La sonrisa de sus labios crecía, pero todo se volvió inquietante cuando se sintió jalar por aquellos brazos, entre el suspirar de aquel demonio Marco ya se encontraba en sus brazos mientras Tom descansa su rostro sobre el castaño cabello de un avergonzado Marco.

—Marco... —musitaba.

El nombrado se sorprendió, pero al ver que aquel chico no dijo nada más solo se quedó ahí, mirando el cuello de aquel chico, sintiendo su respiración sobre su cabello y escuchando los tranquilos latidos de su corazón nada comparables al desbocado corazón que él poseía, respirando con profundidad aquel olor junto a él se acercó aún más sintiendo la piel de aquel chico contra la suya, los brazos del castaño apenas se aferraban a aquel chico estrechando su unión, cuando una voz lo detuvo.

—Asi que tú también —mencionaba el rubio —para ser un demonio de clase alta —exhalaba un suspiro —tal vez lo sacaste de tu madre... Pero yo... —rie levemente —estupidos humanos.

Lo único que pudo escuchar después, fueron los pasos de aquel demonio sobre el piso, se había marchado dejándolo inquieto, poco a poco el castaño comenzó a alejarse de aquel abrazo, pero Tom se revolvía al sentir aquel cuerpo alejarse del suyo.

— ¿Marco? —cuestionaba adormilado —ha... Lo siento —se aparta sonriente —supongo que, de vez en cuando llegó a dormir mal ¿Te moleste mucho durante la noche?

—No —se incorpora culpable —para nada, no te preocupes mucho yo —se levantaba —bajare para preparar algunas cosas.

—Marco —lo detiene por la muñeca.

El joven castaño sintió una fuerte culpa en su interior y se podía notar levemente en la expresión de su rostro así que apenado solo se alejo de aquel chico dándole la espalda un segundo, y al regresar la mirada mostró su mejor sonrisa.

— ¿Que pasa?

—ha... —duda buscando alguna excusa — ¿Podrías... Llevarte a Dis?

Ríe asientiendo —claro, después de todo eres un chico rudo —bromea —no queremos que... Star piense lo contrario.

El humano salió con un rostro decaído y un nudo en la garganta mientras aquel demonio solo suspiraba alborotando sus cabellos para levantarse, Dipper no tardó mucho en levantarse entre un bostezo y el estirar de sus brazos.

— ¿Por qué lo haces tan notorio?

— ¿Qué?

—El hecho de que... Te gusta Marco, pensar que lo sueñas —rie levemente —Bill me despertó horas antes y pude escucharlos a ambos.

— ¿Ambos? —cuestiona con interés.

—A tí y a Bill, sobre enamorarse de humanos, aunque... Me preguntó quién le gustará a ese demonio loco.

El castaño se levantó de la cama y rascando su estómago salio de la habitación dejando a un confundido pelirosa, era claro que había hecho algo más aparte de hablar dormido, molesto cubrió su rostro con sus manos y apenas aparto un poco sus dedos pudo ver a Star en la puerta de la habitación, se encontraba recargada en ella con una sonrisa en cara, al verse notada cerró la puerta detrás suyo para avanzar hacia su pareja.

—Ey ¿Que pasa Star?

La chica solo se encogió de hombros y tomo asiento en la cama de Marco mirando como su pareja levantaba las cobijas del suelo y el colchón. Ante su silencio Tom le dedicó una sonrisa como de costumbre.

—Es solo que... No lo sé, estaba pensando... Ya llevamos un tiempo saliendo y nosotros no...

Sus mejillas se tiñeron de rojo, mientras su mirada iba a la mano de Tom quien rascaba su mejilla con incomodidad.

—En las vacaciones... ¿Podríamos al menos... Besarnos debidamente?

— ¿Um?

—Ya sabes... Que correspondas mis besos y no sea solo yo la que te bese.

—ha eso... —sujeta su nuca —bueno Star... Yo no estoy muy seguro... Necesito hablar contigo.

— ¿Si? ¿Que es?

—Veras, la cosa es que...

El chico apenas iba a decir algo cuando sintió la mano de aquella chica sobre la suya, la puerta se abrió y mostro a un Marco que borró de momento su linda sonrisa, pero enseguida solo volvió a hacerlo para mirarlos.

—El desayuno... Lo acabo de terminar ¿Ya bajan?

— ¡Ha si! Solo un momento, Tom tiene algo que decirme.

Su sonrisa era radiante y sus ojos brillando con inocencia se dirigían a aquel pelirosa que poco a poco se sentía más mal, Marco tragó saliva mirando la escena frente a él.

—Si, solo necesito bajar mi mochila.

El chico se adentro por su mochila y mientras Star dirigía la mirada al pelirosa, éste miraba atentamente a aquel joven que recogía sus mochilas.

—Mejor hablemos luego —dirige la mirada a la rubia —si no salimos temprano llegaremos muy tarde... Deja te ayudo Marco —le aparta la mochila.

— ¡Para nada! —sujeta la mochila —estoy bien —sonrie, y vuelve la mirada a la rubia —pero también estoy de acuerdo con lo que llegaremos tarde.

—Entonces deberías cambiarte Tom —añade sonriente la rubia —y tú también Marco, aún siguen en pijama —les quita la maleta — ¡Yo llevaré eso! Iré a dejar ésto en el auto y veré si los otros dos ya están listos.

Dijo animada mientras salía con rapidez por aquella puerta, ambos chicos miraron esa puerta y luego se miraron avergonzandose por igual, ambos desviaron la mirada con vergüenza y comenzaron a sacarse sus ropas, el silencio llenaba la habitación. En el cuarto de Star, Mabel se encontraba con las piernas al aire mirando sus calcetines de colores y sosteniendo el celular contra su oído.

— ¡Janna! ¿Ya lo tienes?

Fue difícil conseguirlo de Will, él me advirtió muchas veces que es muy peligroso, pero logré conseguirlo... A decir verdad Mabel, yo también estoy un preocupada de que hagas eso, Will parecía en verdad preocupado y él es realmente peligroso según mis investigaciones.

—Janna... Que no te importe, digamos que yo busqué ese signo por mi cuenta así que solo no lo menciones, ¿Me mandaras la imagen?

Supongo que lo haré... Pero estás haciendo una tontería Mabel.

—Bueno... Ya lo veremos.

Apenas colgó se levantó con prisa y comenzó a cambiarse con prisa, ella salió rumbo al baño donde encontró a Bill que había entrado para peinar su cabello, ante esa leve mirada ámbar, cerro lo puerta detrás de ella.

— ¿Que es? Las chicas humanas no me gustan, te lo advierto desde ahora.

— ¿Qué? —cuestiona divertida — ¿Acaso también lees mentes? —rie acercándose — ¿Que con lo de las humanas? ¡Pff!

—Vamos Mabel —Dice con total calma —me tienes miedo porque piensas que soy algún tipo de pervertido, jamás cerrarias las puertas —la observa —al menos que tengas algo que decir, y si es sobre borrar a tus padres ya te dije que no lo haré.

—Mas bien... Los chicos que conocimos en el Inframundo son tus hermanos ¿Cierto?

—Lo son...

— ¿Que tan peligroso es ese idiota de Phil?

—Tan peligroso como que en el inframundo invadió la mente de tu hermano y casi lo hace darle su alma a pesar de que Dipper tiene un trato conmigo —Dice con seriedad.

— ¿Y eso es?

—Cuando un humano tiene un trato con un demonio, una marca se hace visible en su cuerpo cuando el trato concluye, ahora mismo solo hay un lunar en la nuca de tu hermano, pero cuando yo me vaya quedará mi marca, esa marca hace notar que el demonio y el humano están anclados en el mismo bote, es como la firma de un contrato, el demonio pude hacer más tratos con otros humanos, pero el humano no puede hacer un trato con otro demonio, solo con el que tiene, esta mal robar a un humano con marca, pero mi hermano tiene el poder para hacerlo sin ser atrapado, Dipper tuvo la suerte de que pude romper el hechizo de mi hermano o él ya no estaría aquí.

—Muy malo entonces...

La chica escupió la pasta de dientes y enjuagó su boca para después solo salir, Bill la miro salir con un aura verde rodeando su ser, la chica estaba nerviosa, algo tramaba...

Dipper y Bill fueron los últimos en bajar a la mesa, Marco había ayudado a sus padres desde temprano mientras Tom había bajado hace poco, Star y Mabel acomodaban la mesa. Todos estaban desayunando juntos mientras los padres de Marco repetían una y otra vez que tuvieran cuidado en su camino. Apenas terminaron de desayunar salieron a despedirse, Marco y Tom iban al frente dejando a los niños en los asientos traseros, en primer lugar pasarían por Janna quien ya debería estarlos esperando fuera de su casa. Antes de partir de la casa de los Diaz, Marco se acercó a Tom dispuesto a decirle algo, y Tom se acercó por igual para escucharlo.

— ¿Realmente sabes conducir? ¿Lo has hecho alguna vez?

—No, pero he jugado algunos videojuegos con Dipper y él me explico cómo encender un auto —Dice orgulloso.

—Santa madre de mis nachos —expresa aterrado dejándose caer en su asiento —Bien, gira la llave —la apunta —que está aún lado del volante, y espero que sepas cuál es el acelerador y como meter las velocidades.

—Lo tengo, lo tengo —rie divertido —deja de sentir miedo y confía en mí.

Marco se abrochó el cinturón de seguridad al igual que Tom y los chicos de atrás, todo salió bien con el arranque y gracias a qué Marco siempre había querido aprender a manejar pudieron encender las direccionales al girar. Cuando por fin el auto se detuvo Marco soltó un enorme suspiro que hizo reír a Tom, mientras los chicos de atrás ayudaban a Janna con su equipaje ambos se miraban cómplices del nulo conocimiento de Tom en el manejo.

—Te dije que podía —sonrie orgulloso.

—Realmente —rie levemente —creo que esté viaje sera un poco largo para mí, pero... —se endereza preocupado —si tienes tu licencia ¿Cierto?

—Claro...

Se la mostró tranquilamente, Marco la reviso por precaución y con todas las maletas dentro del coche partieron sin más mientras Marco iniciaba su trabajo como GPS.

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Publicación 12/ 12/ 2017

Editado 04/ 09/ 2020

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