Por primera ves Albus se encontraba totalmente nervioso, para empezar casi no había dormido nada pensando en que podían hacer esa tarde, luego cuando se levantó tenía unas ojeras de los mil demonios así que tuvo que pedir prestado maquillaje a unas chicas de su casa ya que no quería parecer un zombie, luego por lo antes mencionado su estómago estaba prácticamente cerrado así que en el desayuno prácticamente no comió nada si no es que no comió y por este motivo Scorpius lo estuvo amenazando diciendo que le diría a Rose pero Al sabía como controlar al rubio así que su secreto estaba a salvo de mamá Rosebud. Luego cuando llego el momento de vestirse nada lo convencía lo suficiente para ponerse, nunca antes le había pasado eso con la ropa, normalmente se ponía lo primero que veía o algo simple pero ahora de verdad se estaba esforzando para verse bien a los ojos de Lila.

-¿Que color se me ve mejor?-pregunto mostrando dos sweters hechos por la abuela Weasley, uno era verde con una serpiente tejida en el centro y el otro en cambio era de un tono azul con una snitch en el centro.

-Los dos se te van genial-dijo Scor ya cansado del monólogo de su mejor amigo, primero tuvo que soportar la elección de pantalón, de perfume y como debia peinarse y ahora debía soportar la del sweter.

-Pero necesitó una respuesta -dijo irritado -¿verde o azul?.

-Creo que el azul-dijo el rubio ya cansado de su amigo, ya quería que se fuera a su cita para no tener que soportarlo en un largo rato.

-Ummm... creo que se vería mejor el verde-Dijo el Potter para luego por fin ponérselo, si mejor amigo sólo rodó los ojos, no dijo nada porque no quería pelear con Albus pero la parecía una idiotez que la preguntará que color le parecía a él para luego elegir el contrario.

-Espero que ya estas listo-dijo Scor -Ya me estas cansando, necesito un tiempo en silencio y en paz, sin tanto "el pelo de un lado o del otro, o mejor aún levantado", "el pantalón azul o negro" ya es demasiado-suspiro para luego lanzarse a su cama-no recuerdo haber estado tan nervioso en mi primera cita con Rose.

-Estabas igual, lo recuerdo bien-dijo el moreno con una sonrisa-casi te lanzaste por la Torre de Astronomía por no saber que usar, pensaste que ibas a hacer el ridículo y por lo que no me equivoco eso fue lo que hiciste-río el ojiverde.

-Bueno me alegro de que te diviertas por mi sufrimiento-rodo los ojos el rubio- espero que no sufras como yo.

-No me des malas energías hurón -dijo bromeando Al-mejor ya me voy, dijimos con Lila que nos reuniremos como a las 1.

-Suerte compañero-dijo el rubio- que la fuerza este de tú lado.

-Gracias-dijo el Potter para luego abandonar la habitación.

Albus camino más rápido de lo que nunca antes lo había hecho, normalmente era de las personas que prácticamente se arrastraban por los pasillos para llegar a sus aulas, pero ahora parecía todo un correcaminos.

Al llego con unos 10 minutos de ventaja, de verdad estaba muy emocionado. Veía como los alumnos desde tercero para adelante de iban en búsqueda de un carruaje para ir a Hogsmeade y él sólo debía esperar.

A las 1 pm se vio a una pelirroja venir corriendo lo más rápido posible, Albus sólo sonrió le parecía tierna la escena.

-Lo siento -dijo Lila cuando llego a su lado bastante exhausta. -No sabía que ponerme.

-Tranquila pase por algo parecido esta mañana-dijo Albus con una gran sonrisa-si quieres podemos esperar que tu respiración se tranquilice un poco.

-No, estoy bien -dijo Lila parándose bien-estoy perfecta ¿vamos?

-Claro -dijo Albus para ofrecerle su brazo como todo un caballero, Lila sonrió y aceptó el brazo para comenzar a caminar. Para cualquier pareja de jóvenes en su primera cita debería ser incómoda pero para ambos chicos fue como si se conocieran de antes, en ningún nomento se produjo un silencio incómodo, ambos lo pasaron muy bien.

Cuando llegaron a Hogsmeade en primer lugar caminaron por el lugar y aprovecharon de conocerse mejor, Lila habló de cuanto disfrutaba trabajar donde su abuela y habló un poco respecto a sus padres pero Albus no quiso precionarla así que dejo que hablará lo que ella quisiera, Albus en cambio habló de toda su familia y ese fue un tema bastante amplio ya que tenía muchos primos, en algún momento pensó que podía aburrir a la pelirroja pero no fue así a ella le parecía interesar el tema, en especial en cierta maldición de la que habló Potter.

-¿Entonces todos los Potter siempre han estado con pelirroja?-pregunto Lila asombrada.

-Sí, sólo pelirrojas en la familia Potter-dijo Albus un poco incomodo-supuestamente es la maldición de la familia Potter.

-Increible-dijo con una sonrisa- simplemente increíble.

Albus decidió dejar ese tema de lado y comenzaron a hablar de otra cosa y también decidieron ir a las tres escobas para tomar unas cervezas de mantequilla.

-Te encantaran las cerveza de Madame Rosmerta-dijo Albus con una sonrisa-son algo delicioso.

-Te creo-dijo con una sonrisa.

Ambos entraron y de inmediato encontraron un mesa vacía en la cual se sentaron, esperaron un rato hasta que llegó Madame Rosmerta a atenderlos.

-Albus que grande que Estás -dijo con una gran sonrisa- ¿y quien es esta señorita?

-Soy Lila un gusto conocerla-dijo la pelirroja, Al sólo sonrió incómodo.

-El gusto es mio-dijo- ¿dos cerbezas de mantequilla? .

-Por favor-dijo Albus.

-En un momento se las traigo-dijo para luego Seguir atendiendo.

-Ella le escribirá a mi madre para decirle que estuvimos aqui-dijo Albus algo sonrojado -

-¿Porque?-pregunto Lila.

-Es que no suelo salir mucho con chicas que no sean de mi familia-dijo-no soy muy bueno en ese tema.

-Oh-dijo Lila tambien sonrojandose. -Eso es lindo.

Ambos se quedaron callados por un momento pero no fue tan grande ya que llegaron las bebidas. Ambos las bebieron de un sólo trago, la vergüenza anterior los había dejado algo acalorados.

-¿Quieres ir a comer dulces? -pregunto Al.

-Claro -dijo Lila.

Albus dejo un dinero sobre la mesa para luego ambos irse a Honeydukes, hasta ahora la cita resultó bastante bien.

-Espero que te gusten los dulces-dijo Al con una gran sonrisa.

-Me encantan-dijo con una gran sonrisa.

Ambos entraron a la tienda y casi se volvieron locos comprando y probando diversos dulces, ambos lo pasaron de maravilla y ahí descubrieron que a Lila y Albus les gustaban los mismos dulces. Ambos tenían tantas cosas en común