Un tiempo después, Max regresó visiblemente preocupado.

- Max: No lo encontré. Nadie lo vio. Es como si hubiera desaparecido de la tierra.

Se sentó en una silla, se tocó la cabeza y expresó su inquietud. Me incliné hacia él, tomé sus manos y le pregunté qué sucedía.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así? Esto no es tu problema, es un problema de mi familia.

- Max: No es eso lo que me preocupa.

- Entonces, ¿qué es?

- Max: Tu hermano Leo.

- ¿Leo? ¿Por qué?

- Max: No lo entiendes. Creo que

- ¿Cómo? ¿De qué hablas?

- Max: Ayer, antes de la boda, mi hermano me dijo que me cuidara de Leo.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Max: No solo me dijo eso, también me advirtió que, si estaba de su lado siempre, todo iría bien entre nosotros. Pero si llegaba el momento de ir en su contra alguna vez, las cosas entre tú y yo no terminarían bien.

- ¿Por qué tu hermano te diría eso?

- Max: No lo sé, Alis, pero no quiero perderte.

- Mírame, eso no pasará.

Max tomó aire antes de continuar.

- Max: Hay algo más.

Le pregunté con curiosidad qué era, pero en ese momento Leo irrumpió.

- Leo: ¿Qué mierda le estás diciendo a mi hermana?

Max se levantó de la silla

Max: << se levantó de la silla >> La verdad

Leo, ignoro las palabras de Max y mirándome directamente.

- Leo: No le creas las tonterías que te dice este idiota.

- Max: << enojado>>¿Cómo me dijiste?

Ahora, Max y Leo se encontraban uno frente al otro, mirándose desafiante, mientras yo trataba de calmar la situación.

- Max, basta, por favor, espera afuera.

- Leo, con una sonrisa de satisfacción, comentó: "Sí, Max, espera afuera."

Esta provocación hizo que Max se enfureciera aún más y le lanzara un puñetazo a Leo en la cara. En ese instante, Leo sacó su espada y la apuntó al cuello de Max.

- Leo: Yo los casé, ¿recuerdas? Y si digo que este matrimonio se acaba, se acaba y punto.

- ¡Basta, Leo! ¡Suelta esa espada!

En ese instante aparece...

- Sí, hay un remedio, pero tendrán que sacrificar mucho, de lo contrario, él morirá.