Un camino de pétalos de rosas frescas que conducía a un arco floral con luces titilantes que se erguía frente a la cascada , bajo el cual se llevaría a cabo la ceremonia.

Las flores, en tonos suaves y románticos, como rosas, lirios y peonías, adornaban cada rincón del bosque, infundiendo una atmósfera de belleza natural y serenidad.

Sillas blancas se alineaban a ambos lados del pasillo, cada una decorada con lazos de tela que ondeaban suavemente con la brisa.

La cálida luz del sol del atardecer bañaba el bosque, creando un ambiente mágico y acogedor que resaltaba la belleza de la cascada.

La melodía de la música nupcial llenaba el aire, envolviendo a los presentes en una atmósfera llena de emoción.

Las damas de honor, Mia, Esmeralda, Geda y Helen, entraron con gracia, sus vestidos resplandeciendo en tonos coordinados. A su lado, los padrinos, los hermanos de Max, caminaban con elegancia y solemnidad, acompañando el momento con su presencia sólida.

Entre los invitados, toda la familia de Max se encontraba sentada, junto a nuestros leales aliados.

Incluso la directora Gida, quien se acercó a mí con una sonrisa cálida y me susurró unas palabras reconfortantes: "Tu mamá estaría muy orgullosa de ti".

Sus palabras me llenaron de emoción en ese día tan especial.

Una sonrisa de pura felicidad iluminaba su rostro mientras avanzaba por el camino del bosque.

Con cuidado y delicadeza, Bastián y Leo, la escoltaban, sosteniendo su brazo con cariño y admiración, mientras la conducían con gracia hacia el altar.

A medida que Alis avanzaba hacia el altar, sus miradas se encontraron con las de Max, su prometido, quien no pudo ocultar su alegría y lágrimas de felicidad al verla acercarse.

-Francis: "Nos hemos reunido en este hermoso lugar para unir en un lazo eterno a mi querida Alis y a su prometido Max.

-Francis: "¿Aceptas, Alis, a Max como tu futuro esposo?"

-Alis: "Acepto."

-Francis: "¿Aceptas, Max, a Alis como tu futura esposa?"

-Max: "Acepto."

En ese instante...