Por Tu Ayuda

Hoffman estuvo trabajando en el dispositivo, Sebastián salió del tuétano para investigar y a hablar con Sykes, que lo había llamado para informar de su trabajo; Esmeralda fue a su cuarto seguro a través del pasaje, con ayuda de Stefano, quien no tardó en volver para encontrar que los chicos estaban despiertos. No decían nada, sólo estaban abrazados, como en un trance, rodeados de las flores que había visto en la galería y con mariposas reposando sobre ellas, por lo que se acercó a preguntar.

-¿Cómo están?

-... Estamos bien...- responde Leslie -Jeni a salvo...

-¿Dónde está Sebastián?

-Fue a verificar que la zona fuera segura, él y Yukiko tienen un plan con un dispositivo del tipo del lanzallamas. Solo estamos esperando que envíe su posición... Así que, podrías explicarme por crecen tulipanes azules cerca de ustedes.

-No estoy muy segura... Creo que es de las cosas que me gustan que me conectan con Leslie.

-¿Es eso?- dice Stefano con una sonrisa traviesa.

-Cuando lo conocí, le había dado esta cinta, para que pudiera distraerse de pensamientos negativos. Le dije que pensara en cosas azules como la cinta, creo que por eso dice azul cuando se lo recuerdo... Aunque también ha llegado a relacionarme.

-Jeni... Usa... Azul... Jeni bonita...

-Sí, en ese momento estaba vistiendo de azul...

-¿Qué hay de las mariposas?

-Esas son de Leslie por lo que entiendo, él dice que son azules por mi. Por lo que sé, siempre aparecen cuando estamos tranquilos, pero las flores se marchitan cuando alguno de nosotros sufre...

-... ¿Y sabes porque es que las mariposas salen de las flores?

-... Antes no lo hacían... No lo sé...

-... Pues... Debo admitir que... Verlos a ustedes dos es algo extraordinario...

-... ¿Porqué?- preguntó Leslie, incluso él estaba sorprendido de tal comentario.

-Bueno... Cuando mencionaron el dolor que habían pasado y... Como se protegen entre ustedes... No pude evitar pensar en Melody... La forma en que ustedes se aman, no la había visto hasta que la conocí... Siempre tuve relaciones vacías con un propósito, pero... Ustedes realmente se preocupan por el otro como para ponerse en el camino del peligro por el otro... Algo que solo mi dama me había mostrado cuando descubrió que no debía estar en STEM... Ella me protegió a pesar de todo...

-... ¿Cómo es Melody?- preguntó Jenifer, lo que sorprendió a Stefano, pues ella misma había marcado que es su hermana -Mis abuelos dijeron que ella se había suicidado un año antes de que yo naciera, no la conocí, pero tú sí...

-Ah ¿Por dónde empezar?... Ella es muy activa la verdad, pero bastante protectora. Cuando me invitó a salir, fue para decirme que sabía, pero que mantendría el secreto por mí. Cuando supo de mi trabajo, ella estaba... Interesada, hasta que supo cómo sacaba las fotos, incluso me abofeteo ese día, pero... No pude perfeccionarla a mi gusto, era muy tenas, nunca mostró miedo hacía mi por lo que hacía... Así que, decidí mantener mi distancia de ella, sin dejar de cuidar que no dijera nada... O al menos, pensaba que ese era el motivo hasta que ocurrió esto... Es la primer vez que me arrepiento de las cosas que le dije, cuando la hice llorar... Odie ver eso...

-Hey...- entra Yukiko en el cuarto -Sebastián envió su ubicación ¿Esmeralda llegó bien a su refugio?

-Sí.

-Es hora de irnos.

El grupo salió del tuétano, tomando camino hacía el hotel santuario, donde se reencontraron con Sebastián, Yukiko llevaba consigo el dispositivo, explicando que es un estabilizador de campo, que puede crear una pequeña área estable para mantener el fuego lejos, aclarando que ella manejaría el aparato. Sin poder cuestionar la decisión de la agente, fueron rumbo a la fortaleza de Theodore, Hoffman activó el estabilizador y avanzaron en medio de las llamas.

Monstruos comenzaron a aparecer en el paso, de los cuales Sebastián y Stefano se encargaban al poder atacarlos a distancia, Leslie y Jenifer se aseguraban de mantener a Yukiko a salvo en caso de que las criaturas se acercaran demasiado. El largo camino se hacia más difícil cuando el dispositivo fallaba, se acercaban más de los monstruos, teniendo que correr para lograr llegar a la fortaleza, pero Hoffman fue alcanzada.

-¡Hoffman!- el dispositivo se rompió, Sebastián intentó alcanzarla, los monstruos estaban sobre ella.

-¡Váyanse, salvenlas!- fueron sus últimas palabras antes de ser consumida por las llamas en un grito agonizante, antes de que una explosión los empujara dentro.

-¡Hoffman, no!- las llamas volvieron a bloquear el paso.

-... No...- Leslie cubrio a Jenifer del terrible escenario que tenían en frente.

-... Sebastián...

-No digas nada...- interrumpió a Stefano -¿Qué? ¿Quieres pedir permiso para...?

-Antes de que hagas una mala broma sobre mis fotos. No, no iba sacar mi cámara... Solo decir que lo lamento...- Sebastián se mostró confundido -Probablemente esto ya habría acabado para ustedes si hubiera dejado a la niña donde la encontré, con Melody... Probablemente ella ya estaría afuera, a salvo.

-... ¿Realmente te disculpas?

-Por raro que sea, sí, y no es algo que acostumbre hacer. Dejemoslo en qué quiero a Theodore muerto tanto como tú, así que, ese bastardo va a morir, sea por tus manos o las mías, así que vamos.

-Esperen...- Jenifer los detiene, pone una mano en el suelo, no pasó mucho para que crecieran algunos tulipanes -Gracias por ayudarnos, Hoffman y O'Neal... Lamento...

-Después de todo esto... Al menos seguimos en pie... No va a detenernos- dice Sebastián, inclinándose hacía las flores -Mataremos a ese bastardo.

El grupo se adentro dentro del santuario, candelabros y estatuas encapuchadas adornaban el tétrico paso por territorio, con bancas de madera como si estuvieran en una iglesia, Jenifer tenía malos recuerdos de este escenario. A poco andar, subieron unas escaleras a un pequeño altar, donde ya hacía una nota Theodore donde hablaba de su utopía espiritual, pasando por unas puertas, teniendo a la vista un antiguo elevador y escuchando la voz del predicador.

-Has vuelto a mi, Sebastián Castellanos.

-Sí... Pero esta vez, es diferente. No te espacaras- siguen avanzando por los pasillos, pero Theodore seguía tratando llegar a la mente de Sebastián, ya que era al único que realmente podía moldear a su gusto.

-Nunca llegarás a tiempo. Justo como última vez que trataste de salvarla.

-Demonios, no vas a llegar a mí- llegaron a otra habitación, con jaulas en llamas colgando y monstruos de fuego saliendo de la tierra.

-Tu determinación es inútil. Te arrastraras ante mí. Mi disciplina te quebrara... Nisiquiera tus parches podrán sanarte, ellos van a caer.

-¿Parches?... ¿A qué se...?

-Jenifer y Leslie...- contesta Stefano -Ellos te han protegido desde que entraste a STEM, los escuchas y respondes a ellos... Quiere ser lo único en tu cabeza y que lo veas como tu única opción, pero se siente amenazado por ellos porque no puede llegar a sus mentes para impedir que te salven.

-Entonces tiene buenas razones para estarlo- responde Sebastián -Si él intenta algo contra ellos, no seré su única amenaza.

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