Mi Familia
Los gritos de la joven en el auto inquietaban a los tres con ella, especialmente a su esposo, qué trataba de mantener la calma por ella, guiandola en su respiración, hasta que llegaron. Para su dicha, ya había una enfermera y doctor esperando en la entrada, asustandose al ver el auto estacionarse frente a ellos.
-¿Qué ocurrió?
-¡¿Qué cree usted?!- grita Joseph al doctor, en lo que ayuda a bajar a Jenifer del auto -Necesitabamos una ambulancia ¿Porqué no habían disponibles?
-Hubo un incendio en el parque estatal, hubieron varios heridos. Pero el cuarto de parto esta listo ¿Lograron qué...?
-¡Sí, vamos! ¡Mi hermana esta por ser madre antes de lo planeado!- grito Melody, interrumpiendo al doctor y llevándose a Jenifer dentro.
-... ¿Jeni estará... Bien?
-No te preocupes, Leslie, lo estará. Vamos dentro, los demás ya llegarán pronto.
Ambos fueron detrás del doctor, quien guió a las chicas al cuarto de parto. Leslie y Joseph se sentaron en la sala de espera, preocupados por el bien estar de los pequeños, más al saber que aun faltaba un mes para el parto. Sebastián, Lily y Stefano llegaron al rato, la niña sosteniendo los peluches qué se quedaron en la casa, dándoselos al muchacho, sosteniendo su mano para acompañarlo. Pasaron algunas horas, el albino estaba nervioso e inquieto, esperando que llamarán o que le permitirán entrar pronto.
-Tranquilo, Leslie. Ella estará bien.
-¿Porqué no... Puedo... Entrar?
-Créeme, Leslie, no estas listo para ver un parto. Te lo digo por experiencia... Es algo que no olvidas...
-Debería estar... Con ella...
-¿Esta Leslie Withers?- el chico se levantó, agarrando el peluche de conejo -¿En serio?
-¿Jeni?... ¿Esta bien?
-Ella está bien... Felicidades joven...- Leslie iba a entrar, pero Sebastián lo detuvo.
-¿Estas seguro de que estas listo?
-Seb...- lo llama Joseph -En el momento que cruce esa puerta, él ya será padre... Deja que vaya...
-... Jeni... Me espera...
-... Leslie, no vayas a olvidar... No estás solo en esto ¿Sí? Nos tienen a mí y a Joseph... Cualquier cosa que necesiten, no dudes en pedirnos ayuda.
-... Gracias...
Leslie entró con el doctor a la habitación, donde la vio, ella estaba ahí, despierta y con una niña en brazos. Melody y la enfermera estaban de pie junto a tres cunas, una vacía, una con una niña y una con un varón. Él agarraba con fuerza al pequeño peluche en sus manos, con sus nervios y emoción no sabía cómo expresarlos, lo que lo tenía de pie en shock. El médico ayudo al muchacho a acercase a sus hijos, de los cuales uno ya estaba alimentándose del pecho de su madre.
-Ellos... Son...
-Sí...- dice Jenifer algo cansada, pero con una sonrisa marcada en el rostro.
-¿Quiere cargarlos?- preguntó la enfermera.
-... Nunca... Cargar... A bebé...- contesta nervioso y algo avergonzado.
-Ven, te ayudaré...- Melody tomó con calma la mano de Leslie y lo acercó a los trillizos, tomando al varón, poniéndolo en sus brazos y tomando al conejo -Este es tu pequeño niño... El menor de los tres...
-... Lindo... Pequeño... ¿Estoy... Haciéndolo... Bien?- cuestiona un poco temeroso de moverse.
-Sí, muy bien, Leslie... Oh Dios...
-¿Qué?- cuestionan ambos preocupados.
-Esta agarrando el suéter de Leslie...- El muchacho mira hacía su pecho, viendo la pequeña mano agarrar en un puño su suéter.
-Él... Es tan...
-¿Lindo?- completa Jenifer, a lo que el chico asiente -No hemos pensado en los nombres...
-¿Debes estar bromeando, Jenifer?- dice Melody algo molesta, pero calmandose al instante -Oh, no puedo enojarme ahora. Iré con los otros y espero que al menos uno tenga nombre cuando vuelva- sale del cuarto junto al doctor, dejándolos con la enfermera.
-¿Alguna idea, Leslie?
-... Ellie...
-... Bueno, la mayor será Ellie...- le pasa la bebé a la enfermera, quien la toma, acercando a la otra pequeña que estaba despierta -Ella podría ser... Myra...
-Bien... Bien... ¿Él?
-No lo sé... ¿Se te ocurre algo?...- Leslie se acerca al oído de Jenifer, susurrando el nombre -Me gusta...- los demás entran en el cuarto.
-Hey ¿Cómo te sientes, Jenifer?- cuestiona Joseph.
-Feliz... Muy feliz, Joseph...
-¿Cómo se llamaran?- preguntó la pequeña Lily viendo a los bebés qué sostenían en brazos.
...
-... Y esa es la historia...
-¿Tío Joseph?
-¿Qué ocurre, Myra?
-Si mi papá no trabajaba ¿Cómo es que ayudaba a mamá?
-Al principio cuidaba a los niños de los vecinos después de la escuela. Tiempo después logró vender varios dibujos.
-¿Y le pagaban bien?
-¿Porqué no le preguntan a su padre, Ellie? Estoy seguro de que lo ayudarían bastante.
-Es muy callado, no le gusta hablar.
-No es que no le guste, le cuesta. Él y su madre tuvieron un pasado complicado... ¿Qué ocurre, Colin?
-... Dijiste que tardaron en saber de nosotros.
-No demasiado, pero sí.
-Así que... ¿Crees que ellos nos amaron desde que lo supieron?
-Créanme, niños. Sus padres los aman más de lo que pueden ver ahora, incluso cuando a Leslie le cuesta expresarlo.
-¿Entonces porque no estamos en casa con ellos ahora?- preguntó Myra, lo que sorprendió a Joseph.
-¿Cómo? ¿Ya olvidaron qué día es?- dice Joseph con gracia -¿Puedes creer que lo olvidarán, Milu?- la perrita le mira inclinando la cabeza.
-¿Qué es, tío?- tocan la puerta, Joseph se levanta del sofá, abriendo la puerta a un Leslie un poco más erguido, qué sostenía tres bolsas de regalos.
-Niños, sus padres llegaron.
-¡Papi!- los tres niños se acercaron, en fila y extendiendo los brazos a su padre, dejando que este los abrazara -¿Dónde fueron? ¿Qué es eso?
-... Regalos...
-¿Porqué?
-... Cumpleaños 6... Los tres...- los niños se miraron entre sí en un círculo
-¿No lo apuntaste en el calendario?
-Ese era tu trabajo, el mi eran los regalos de navidad- la discusión ponía nervioso a Leslie, hasta que sintió una mano tranquila en su hombro.
-¿No me digan que lo olvidaron?
-¡Mami!- los tres abrazaron a su madre.
-Nosotros también los extrañamos... Vamos, en casa tenemos pastel y helado.
-¿Quién hizo el pastel?- preguntó Colin desconfiado.
-Nosotros y es de tres sabores.
-... Me convenciste. Vamos.
-¿También viene el tío Joseph?- preguntó Myra.
-Claro que sí, si no esta muy ocupado.
-Nunca estoy tan ocupado para perderme un cumpleaños, menos con un pastel de tres sabores. Ven, Milu, no olvides la canasta.
La familia de cinco fue junto al detective y a la perrita, qué llevaba una canasta con unas cajistas dentro, de vuelta a su hogar. Más tarde llegaron Melody y Stefano, los abuelos, Sebastián y Lily, así mismo Kidman y Parker, con varios regalos para los pequeños trillizos. Cantaron, comieron e hicieron un pequeño brindis, para luego pasar a los regalos, lo que tenía muy emocionados a los niños que se olvidaron de su cumpleaños.
-Aun no puedo creer que sean tres pulgas- dice Stefano sin pensar, recibiendo un codazo de Melody -Auh...
-¿Les gustó la ropa?
-... ¿Porqué nos compran ropa parecida?- preguntan los tres a la vez, Lily contestó.
-Para que puedan darle su propia personalidad.
-Eso tiene sentido...
-Ahora nos toca a nosotros- dice Jenifer, tomando las bolsa qué el chico tenía en mano -La azul para Colin, la verde para Myra y la roja para Ellie.
-Gracias...- los niños toman sus bolsas y las abren, sacando de estas un objeto diferente.
-¡Sí! ¡Un sombrero y botas vaqueras!- grita Colin emocionado -Solo me falta la soga.
-¡Acuarelas nuevos! ¡Gracias!- dice Ellie emocionada -¿Qué te dieron a ti, Myra?
-... Es una caja de música y zapatos...- abre la pequeña cajita, viendo en esta una pequeña bailarina y escuchando la música.
-Tu padre me dijo que te había visto buscando vídeos de ballet y como intentabas copiarlos.
-... ¿Tomaré clases?
-Si tú... Quieres...- dice Leslie algo nervioso, pero sintió la mano de la pequeña sobre la suya, por lo que la mira.
-Gracias, papi- los tres niños y Jenifer abrazaron a Leslie.
-... Mis... Niños... Mi familia.
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