Lanzallamas
Sebastián y Stefano avanzaron por el primer piso, matando a todos los monstruos que se encontraban en el camino, haciendo paso al par y llegando a la puerta, que leyó el chip y les dio paso a un pasillo antes de cerrarse automáticamente. Recorrieron la zona, encontrando una puerta con el número 4, de la cual se escuchaban voces, Castellanos se acercó con cautela, reconoció a Hoffman.
-¡No! ¡Alto! ¡No dejes que te controle!
-Solo escucha... Escucha... Su voz te lo dirá- Sebastián tira la puerta, viendo a Yukiko con el hombre del lanzallamas.
-¡Debes resistirlo!- ambos voltean, viendo al hombre armado.
-¡Hoffman! ¡Atrás!
-¡No! ¡No sabe lo que hace!- el extraño tira a Yukiko, Sebastián dispara al verlo acercarse.
-¡Cubranse!- Stefano jaló a los chico fuera del camino, haciendo que se escondan. El extraño activa su aparato, pero sin lograr quemar a Sebastián.
-¡Liam! ¡No!
-¿A qué te refieres con "Liam"?- preguntó Sebastián.
-¡Atrás!- el extraño empujó a Hoffman dentro del cuarto, encerrandola con una pared de fuego. Este se quito la máscara, revelando a O'Neal -Quítate de mi camino, Sebastián.
-O'Neal... ¿Qué estas haciendo?
-Theodore me enseñó el camino. Ahora soy suyo. Lo ayude a esconderse. A cambio, me dio una nueva vida.
-¿O'Neal?- dice Jenifer al reconocer la voz, pero Stefano los hace cubrirse.
-¡Una vida como esclavo!
-Nunca entenderás... ¡Por eso, arderas!- iba a quemar a Sebastián, pero una pared de metal se levantó, cubriendolo del fuego.
-Gracias, Leslie.
-Debemos...
-No...- dice Stefano severo -Ya oíste al amargado, no quiere que se pongan en riesgo. Manténganse cubiertos y atentos por si necesitamos ayuda.
-Pero...
-Tú, no hagas algo tonto. Y tú, asegúrate de que no salga.
-Cuidar Jeni... Cuidado... Fuego... Fuego...- Stefano lanzó un cuchillo a Liam y tomó a Sebastián, sacándolo del alcance del lanzallamas.
-Gracias... Se está poniendo caliente aquí. Debemos apagar las llamas.
-¿Alguna idea?- ven a Liam acercase.
-¿Qué usas para apagar un fuego pequeño en una oficina?
Ambos se miran, para luego empezar a correr en direcciones opuestas, mientras uno mantenía ocupado a Liam, el otro activa los rociadores contra incendios, Sebastián aprovechaba los tanques de congelante para detenerlo y dispararle. Leslie mantenía a Jenifer cerca y cubierta, preocupado por su tos casi ahogada, pero manteniéndose atento de cubrir a los otros dos del fuego, hasta que O'Neal al fin cayó rendido contra la pared, por lo que los cuatro se acercaron, al igual que Yukiko.
-Gracias... Sebastián... Al fin... Libre. De su voz... De mis miedos... Tenía tanto miedo... Deben detenerlo...
-No puedo detenerlo si no puedo encontrarlo, O'Neal.
-El cambia-fase... No está aquí... No en cualquier lado... La máquina en el cuarto... Debes destruirla...
-¿Qué máquina?
-Me hizo construirla... Para esconderlo. Destruyela... Para que puedas destruirlo...- O'Neal da un último suspiro cayendo muerto, Stefano iba a sacar la cámara, pero Leslie lo detiene.
-¿Qué pasó? ¿Cómo O'Neal quedó convertido en esta cosa?
-No lo sé. He estado encerrada en mi lugar seguro desde que te fuiste. Cuando Liam me llamó y preguntó por verme, estaba aliviada de escuchar su voz... Pero no era Liam. Él era esa... Cosa... Intente llegar a él, pero... Tú lo escuchaste. Theodore Wallace le hizo algo.
-Pobre tipo. No quería tener que matarlo....
-Esto es peor que lo que hemos visto. Es como si hubiera seguido consciente, pero... Nunca fue él... Él era... Era como si...- dice Jenifer inquieta y algo mareada, Leslie la sostiene al verla tambalearse.
-No tenían otra opción. Theodore no iba a dejarlo ir... ¿Y ahora?
-Veamos la máquina de la que habló O'Neal.
-Creo que esta del otro lado de la habitación en la que nos encontraste. Vamos- Jenifer se tambalea, cayendo en Leslie -¿Qué le pasa? ¿Está bien?
-Hey ¿Estas bien, cuñadita?
-No... No me siento...- se desmaya en los brazos de Leslie.
-Vaya tiempo...- Leslie la levanta, cargandola brazos, lo que sorprendió a Stefano -Eres bastante fuerte para ser tan delgado.
El grupo entró en la habitación, viendo el altar que con un libro y los mismo símbolos de las catacumbas, además de una puerta que conectaba con un pasillo, Yukiko habló un poco de Theodore, no entendiendo del todo la situación. Entraron una segunda habitación, donde había un emisor como en el ayuntamiento, Stefano reconoció el aparato al igual que Sebastián, quien establecio contacto con Torres.
-Sebastián. Empezaba a creer que te olvidaste de mi.
-¿Terminaste de armar tus cosas?
-Lo hice. Busco algo en que usarlo también.
-Bien. Te envío mis coordenadas. Traer las armas grandes. Vamos de cacería.
-En camino. Nos vemos pronto.
Sebastián corta contacto con Torres, no tardando mucho en llegar, comenzando a instalar los explosivos. Leslie se enfocó en cuidar a Jenifer que, aunque ahora estaba consciente, seguía algo pálida y mareada. El resto se mantenían atentos a algún ataque o si el chico comenzaba a pedir ayuda, sobretodo Stefano. El fotógrafo no estaba muy seguro si lo que estaba pasando era normal para ellos, más estando dentro de STEM.
-¿Debería preocuparme por Jenifer?- preguntó Stefano a Sebastián, quien estaba desprevenido.
-Preguntó el que casi le toma foto a un cadáver.
-Habló en serio...
-Lo sé... Joseph dijo que no nos preocuparamos, pero que igual no debía forzarse. Solo espero que, lo que le esta pasando aquí, no sea por algo grave que le pase a su cuerpo.
-¿Qué tiene? ¿Qué le ha pasado?- preguntó Yukiko.
-Náuseas, cambios de humor repentinos, sensibilidad a los olores, sin mencionar la palidez y la pérdida de conocimiento que ya viste. Aunque no sé si mencionar lo de las flores.
-¿No lo hacía antes en Beacon?
-Sí, pero no salían mariposas de las flores.
-... ¿Crees que sepan algo?- preguntó Stefano, refiriéndose a lo que había dicho antes.
-No estoy seguro, pero dudo que ella hubiera entrado de haber sabido.
-¿Saber qué?- preguntaron los chicos.
-Nada. Solo... Tratamos de entender que te ocurre, Jenifer.
-Yo también quisiera saberlo, nunca me había sentido así. Es algo frustrante tener esta mezcla de cosas estando aquí...- su rostro se llena de lágrimas, Leslie la abraza, acariciando su espalda.
-... Respira... Leslie cuida Jeni... Estamos... Juntos...- Leslie seca sus lágrimas, dejando un beso en su frente -Jeni bonita- Jenifer suelta una leve sonrisa.
-Eres un lindo chico, Leslie... Gracias...- los tres miran a la pareja. Yukiko noto una lágrima en el rostro de Stefano.
-¿Qué miras, pedestre?- contestó Stefano al sentir la mirada sobre él.
-¿Cómo es que Stefano Valentini quedó contigo? ¿No intento matarlos?- preguntó Yukiko, sin poder entender que había pasado para que el psicópata se uniera ellos.
-Leslie lo detuvo antes de que intentará algo, aparentemente algo le afecto al verlos a ellos.
-No es que me afectará...- contesta Stefano, dirigiéndose a Yukiko -Solo me sentí cautivado de lo que su unión provoca. Además... Aun debemos encontrar a mi dama, que de no ser por eso, ya estarías en cuadro en una pared.
-Cierto. Olvide que Melody salió contigo... No sabría decir si fue suerte o una casualidad el hecho de que no murieras a manos de su hermana.
-Admito que de no haber sido por Leslie, estaría muerto sin saber lo que le pasó a mi dama... Es lo único que me interesa ahora...
-¿En serio?- preguntó Sebastián -Recuerdo que dijiste que debías cuidar a tu cuñada.
-En parte es cierto... Otra pequeña parte solo... Los admira... Sufrieron tanto y aun así, se arriesgaron a venir, ambos, para sacar a Melody... Es algo que no he visto desde hace mucho... Me gusta lo que me hacen sentir.
-... Bueno...- dice Yukiko -Es bueno saber que eres un psicópata con corazón.
-Ya coloque todo- interrumpe Torres -Cuando estén listos, háganme saber.
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