La Culpa Del Pasado
Sebastián revisó la información que Kidman envió sobre Theodore, descubriendo que no muy diferente a sus sospechas, era un líder espiritual y hablador motivacional, llendo a la habitación de Leslie y Jenifer una vez que tenía todo lo necesario. Reencontrandose con el fotógrafo, se dirigieron al tuétanos, viendo que había sangre y velas por todas partes, la marca del predicador, tomando dirección a la zona segura de Hoffman, viendo que no estaba, pero había quedado una memoria, dando la dirección y posible ubicación de O'Neal y ella.
El rastro los llevo a un elevador y descendieron al nivel del laboratorio, que se veia destruido, entrando por un pasillo blanco con una mancha de sangre en el suelo en dirección a unas puertas, entraron y se encontraron con una habitación con tanques con un líquido verde y personas dentro. Encontraron unas puertas en las que necesitaban un chip de acceso para pasar, por lo que se pusieron a buscar por la habitación, con la esperanza de que hubiera alguno por ahí.
-Así que... ¿Tú y el albino son novios?- preguntó Stefano, Jenifer iba a contestar, pero Leslie la interrumpió con un abrazo y su respuesta.
-Sí...
-¿Cómo es que se conocieron? No sería raro que haya sido dentro de STEM, por lo poco que me contaron.
-De hecho, no... Cuidaba de Leslie en el hospital como enfermera y asistente del Dr. Jiménez, pero solo se sentía cómodo conmigo. Cuando estábamos dentro de STEM, Leslie hizo todo lo que pudo para protegerme... Incluso cuando pudo dejarme atrás desde el principio sabiendo que lo buscaban.
-¿Pará qué lo querían?
-El doctor había experimentado con él... Con la ayuda del hombre que se volvió el núcleo de ese STEM... Él quería salir a través de Leslie, quitarle su voluntad para hacerlo su muñeco... Y cuando vio que Leslie y yo habíamos formado una conexión dentro, pensó en tomar a ambos... No lo dejamos convertirnos en sus recipientes para el caos.
-Cuidar Jeni... Jeni bonita... Azul... Azul...- escucharon una puerta abrirse, Leslie se aferro a Jenifer.
-¡Hey, vengan aquí!- los llamó Sebastián, llegando a un cuarto con cuerpos en bolsas que conectaba con un pasillo -¿Qué quería Mobius con estos ciudadanos de Unión? ¿Alguna idea, Stefano?
-No estaba tan involucrado con Mobius, si es lo que piensas. Era un ciudadano más, hasta que empecé a manifestar ciertas habilidades aquí, nada importante para ellos- siguieron avanzando hasta encontrarse con un carro con un cuerpo quemado y una caída al vacío.
-Parece una caída eterna...- dice Sebastián al ver por la plataforma, entro en un cuarto y se encontró unos archivos, pero no pasó mucho para que el ambiente se pusiera azul -Oh no. Viene de nuevo. Debemos irnos.
-¿Qué viene?- preguntó Stefano confundido, se escucha una voz susurra un nombre.
-No creo que quieras saber...
Salieron del pasillo, pero la puerta del cuarto se cerró, son empujados contra la pared y el escenario cambió, viendo a la extraña parca flotando en el centro, todos tomaron cubierta, la pareja se abrazaban entre sí, buscando algo de calma. Sebastián se acercó a ellos, tratando de tomar la ruta cercana a donde estaban, pero la criatura lanzó un pilar, bloqueando el paso y teniendo que ir por el lado contrario, donde Stefano había logrado llegar a las escalares y, poco después, ellos también.
Bajaron al siguiente piso, pero la parca sintió su presencia, sacando una camilla de la habitación y tirando muebles al suelo, los cuales tuvieron que aprovechar para llegar a la puerta, con el problema de que ella no dejaba de moverlos. Lograron escapar de la criatura, encontrando viejos documentos de Mobius relacionados a Sebastián y el incidente del Beacon, bajaron unas escaleras, imágenes del pasado se hicieron presentes.
-¿Eso es...?
-Sí...- dijeron el par, viendo las proyecciones en las paredes, tomados de la mano y con lágrimas en los ojos -Aún soñamos con él... Sabiendo que se fue... Sigue aquí...
-No solo los persigue a ellos...- dice Sebastián, bajando las escaleras, llegando a un cuarto, donde ya hacía su cuerpo en su antiguo uniforme acostado en una cama susurrando.
-Mi culpa... Es mi culpa... No puedo seguir... No puedo... Seguir...- un dolor ataca a Sebastián, teniendo visiones, pero no solo le afecto a él.
-... La fuente de mi dolor... Soy yo. La parte de mi que sigue atrapada en STEM...
-Déjalo... Déjalo... Déjalo... Duele... Duele... Azul... Azul... Azul...- el par se abrazaba, susurrando las mismas palabras, en una especie de trance.
-Nunca saldré... Nunca saldremos...
-No. Estoy equivocado. Nosotros saldremos, pero no contigo...
Sebastián le disparo al hombre en la cama, volviendo a los tuétanos, al igual que los chicos y Stefano, quien se notaba consternado por el efecto que tuvieron las memorias de Castellanos, no queriendo saber lo que les pasaría si recorrieran sus propios infiernos. Jenifer apoyo su frente con la de Leslie, tomando su mano y susurrando las palabras que usaba para calmarlo, logrando que ambos se recuperarán y se levantarán.
Sebastián tenía su viejo revólver, además de sentirse diferente, continuando con su búsqueda de un chip para seguir a Yukiko, encontrando un cuarto en el segundo piso, con cuerpos en camillas y una cámara, desde la que se ve alguien sobre una mesa y con taladros apuntando a su cabeza. Sebastián vio en un archivo que en el aún estaba el chip, por lo que activo la máquina, mientras Leslie y Jenifer se cubrían, Stefano miraba con una leve sonrisa al ver la broca atravesando el cráneo y sacando el chip.
-Ahg... Gracias a Dios ya esta muerto... Quita esa sonrisa de tu cara.
-No tengo idea de que hablas.
-Vamos, debemos salir de aquí y encontrar a Hoffman- dice Sebastián, guiando a Leslie y a Jenifer a la salida.
-¿Quién es esa?
-La psicóloga que trabajo las pruebas que te permitieron entrar aquí y nos hizo una recomendación sobre tus obras.
-Así que fue su idea... Ahora quiero conocerla.
-Nisiquiera pienses en eso- contesta Jenifer molesta -¿Cómo es que mi hermana quedó saliendo contigo?
-Lo dice la enfermera que quedó de novia con su paciente. Al menos yo puedo expresar más allá de palabras- dice Stefano, burlándose de Leslie. Jenifer iba a golpearlo, pero el albino la retiene en un abrazo.
-Leslie, sueltame...
-No... No vale... No te... Fuerces... Azul... Azul... Respira...- Leslie deja un beso en su cabeza y esconde su cara en el cuello de Jenifer.
-Esta bien...- acaricia la cabeza de Leslie, para luego mirar al fotógrafo -Tienes mucha suerte de que Leslie viniera con nosotros- dice antes de salir de la habitación.
-Sí, claro.
-Tiene razón...- contesta Sebastián -De no haber sido por él, estarías con una bala en el cráneo en el piso de tu galería... Y no sé que te hubiera hecho Jenifer por secuestrar a su hermana.
-Melody es mi dama, no iba a hacerle nada.
-Tal vez... Pero ella no lo supo hasta después...- las luces se apagaron -Mierda. Leslie, Jenifer, manténganse cubiertos.
-Podemos...- Jenifer iba a hablar, pero Sebastián la detiene.
-No, Stefano y yo nos encargamos, solo manténganse cubiertos ¿De acuerdo? No hagan nada de no ser necesario. Que nada los vea- sale y se lleva a Stefano.
-Gran manera de complicarnos el trabajo.
-Joseph dice que no debe forzarse, por lo que mantengo ambos fuera del extremo, es difícil medir la consecuencias.
-¿Qué consecuencias? ¿De qué hablas? Solo son...- Sebastián se acerca a Stefano y le susurro la situación -Mierda... ¿De él?
-No hay dudas de que es posible.
-Tengo mis dudas.
-Di lo que quieras, ya llevan tres años viviendo juntos y cuatro de conocerse. No es raro que pasará.
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