Amor De Madre
Salieron de la habitación de Sebastián, encontrando la última memoria en que Myra se enfrentó a Theodore y dejó a Lily escapar para protegerla, subieron la blanca colina en dirección a la antigua casa de Castellanos. Unas cercas de madera se hacían presentes conforme se acercaban, cada paso más cerca de encontrarlas y salir de ese lugar, encontrándose a la mujer de pie frente a la casa.
-¿Myra? ¿Eres tú?- su imagen se distorsiono, tomando la forma original.
-... Sebastián...- él iba a acercarse, pero ella retrocede.
-¿Porqué peleas conmigo, Myra?
-Tú... No entiendes... Este es nuestro nuevo hogar. Lily estará a salvo aquí. Feliz... Libre del miedo. Libre del dolor...
-... Libre, libre, libre... Libre...- Leslie comienza a inquietarse, abraza a Jenifer al ver como Myra la miraba.
-Melody, deberías estar con Lily adentro.
-No soy Melody, soy Jenifer...
-... Eres su hermana... Ella estará feliz de conocerte al fin... Ven, tu familia estará a salvo, serán libres con nosotras...
-No, Myra. Esto no es real...- contesta Sebastián -El dolor es parte de la vida real. Así como el amor. Si ella se queda aquí, no vivirá libre del miedo... Porque no estará viviendo una vida.
-¡No lo entiendes! Las cosas que le hicieron... Puedo protegerla.
-¡No! ¡Por favor! ¡Dejame sacarlas de aquí! ¡Hagamoslo juntos! ¡Podemos ser una familia de nuevo!
-¡No! ¡No dejaré que nadie la aparte de mi!- vuelve a tomar la forma de antes.
-No, por favor, Myra... Aun tenemos tiempo. Podemos irnos... No voy a dejar a Lily aquí... Por favor.
-Cualquiera que trate... ¡Debe morir!
-¡No me hagas hacerlo!
Sebastián disparó, del rostro de Myra se asomaron unos extraños ojos rojos, ella se retorcio antes de gritar, a sus pies se formó un pequeño estanque y la mujer se convirtió en un monstruo. El monstruo iba a aplastarlos, pero Jenifer retuvo sus brazos para darle tiempo de atacar a los otros; cuchillos, púas y balas volaron hacía el vientre rojo como fuego, haciéndole daño y rompiendo la coraza de a poco.
Ella intentó tirarlos, siendo bloqueada por una de las paredes de Leslie, dándole tiempo a Castellanos de destruir la barrera que protegía el centro palpitante y haciéndolo explotar. Unas extrañas arañas salieron de la explosión, Leslie y Jenifer trataban de encargarse lo mejor posible de ellas para que no atacaran a los únicos con armas del grupo, viendo que ahora debían atacar en su espalda. Uno de sus brazos se desprendió, retorciendose antes de ir hacía el más próximo, siendo esta la enfermera.
-¡No dejaré que la lastimen!- grita Myra.
-¡Hey! ¡Sueltame!
-Quédate con nosotras, puedo ser su madre. Serán felices aquí, estarán a salvo.
-¡Jeni!- Leslie lanza una púa al brazo, haciendo que suelte a la chica y corriendo a ayudarla -¿Estas... Bien?
-Sí, Leslie. Gracias- una extraña mano sale del suelo.
-¡NO... PUEDES... TENERLA!
-¡No quiero hacer esto!- el extraño brazo se enterró en el suelo, haciendo aparecer extrañas garras que trataban de aplastarlos.
-¿Estas seguro de que tu esposa no está loca?- dice Stefano, tratando de evitar ser aplastado, viendo que ella tenía mucha insistencia en él.
-Preguntó el psicópata, secuestrador y asesino ¡Cuidado!- empujó a Stefano fuera del camino de la mano que iba a aplastarlos.
-¡No! ¡No me rendiré!
Myra seguía atacandolos, lanzando extrañas bombas de masa y tratando de tirarlos con la extraña extremidad, pero la agilidad de Sebastián y las habilidades de Leslie, lograban mantenerlos cubiertos de los ataques, logrando desprender el otro brazo. Seb dio los últimos tiros a la cabeza, el cuerpo del monstruo se petrifico, dejando ver una cara deformada, pero cuando creía que eran libres de llevarse a las chicas, la cabeza se movió.
El brazo intentó un último ataque, siendo bloqueado por una las paredes de Leslie, quien cayó de rodillas y fue atrapado por Jenifer antes de caer al suelo, viendo con ojos cansados como la criatura se derretia en esa extraña masa blanca. Sebastián se adentro en el líquido, caminando hacía el centro, donde asomaba la mano de su esposa, sacándola y llevándola a tierra, tratando de hacer que despierte.
-Myra... Por favor...- ella abrió los ojos -Lo lamento tanto... No quise...
-No... No pude controlarme... Hicieron lo correcto. Gracias. Estoy... Tan aliviada de que estés vivo. Tienes que... Sacarlas de aquí.
-Nos sacaré a todos de aquí ¡Vamos!
-Esta muy lejos. Déjame. Solo... Ve por Lily ¡Déjame!
-¡No! ¡No lo haré de nuevo!
-Tienes que hacerlo... Los seguiré... Te veré allá... Lily te necesita ahora. Por favor, rápido.
Sebastián se separa de su esposa, emprendiendo el camino a la casa, Jenifer cargaba a Leslie en su espalda, siendo ayudada por Stefano, que sólo podía sentir una extraña mirada compasiva por parte de Myra. Llegaron a la casa, subieron escaleras arriba y entraron en el cuarto de Lily, que se encontraba dormida con Melody sentada junto a ella, Seb se acercó a su hija, los ojos de las hermanas se encontraron, mirándose con lágrimas.
-... Melody...
-... Es lindo al fin verte, Jenifer...
...
-... Ahora, has lo que te digo, o tendrás el mismo destino que él.
-¡No!
-Que vergüenza que intentes traicionarnos. Tenía tantas esperanzas en ti.
Kidman saca su arma y dispara a los agentes junto al jefe, más agentes aparecieron y sonaron las alarmas, Joseph estaba cuidando del cuerpo de los otros, pero era consciente de que ese sonido no era una buena señal. Uno de los hombres se acercó a él, pero Oda lo inmoviliza, quitándole su arma y encargándose de este y los otros con el equipo médico, sabiendo que no tenían intenciones de dejarlos ir, tratando de establecer conexión con Sebastián para que se apresuraran.
Por otra parte, los abuelos de Jenifer y Parker estaban en la camioneta, a una distancia prudente de las instalaciones para que no fueran descubiertos, entonces la computadora comienza a pitar. Jeremy despierta, revisando la alerta, sus ojos se horrizaron con las últimas grabaciones y más al ver un mensaje desconocido en su correo, volviendo a respirar cuando vio que era de Kidman e inquietandose al saber que estaban en problemas.
-Marly, John... Despierten...- Parker sacude al par de los asientos de adelante.
-¿Qué ocurre, muchacho?
-Es Kidman, necesitan apoyo adentro. Puedo abrir las puertas, pero las alarmas fueron activadas. Tendrás que lidiar con los agentes.
-... Bueno...- John toma su escopeta -He esperado por hacer volar a esos desgraciados.
-Tome esto- Jeremy le da su audífono, pero John se niega.
-No pondré esa cosa en mi oreja. Hazme una llamada a mi teléfono.
-Pero...
-No lo cuestiones, hijo...- Marly lo detiene -Él no tomará el audífono.
-Ah... Está bien, Marly lo llamará una vez dentro, ponganos en alta voz y lo guiare al cuarto donde están.
-Hora de tirar algunos pájaros.
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