Los días pasaron y el doctor estaba yendo a paso rápido a su oficina, hoy le daban los resultados de los exámenes de sangre de Timba.
Los necesitaba ya! Quería respuestas claras y concretas. La última sesión del peli azul no había terminado muy bien..

Primero porque logró contactar con el padre de su paciente, por lo que quiso hacerle esa "sorpresa", una pequeña reunión familiar. Pero todo se salió de las manos, especialmente porque en un descuido, sus notas, sus carpetas con la información de todos sus pacientes se cayeron al suelo.. Pues estaban discutiendo.

Y entre esos papeles estaba el de Riusplay.

La pequeña carpeta dónde tenía toda la información sobre Rius, incluyendo notas del avance en su embarazo.. Incluyendo papeles dónde decían claramente que Timba era el padre. Y pues sí, lo es.
Desafortunadamente quién levantó la carpeta no fue él, ni Timba, fue su padre, quién tal cómo leyó eso, empezó a reclamarle a su hijo molesto.
Genial, todo se volvía a repetir.

El peli azul no tenía ni idea de nada hasta que le pasaron aquella carpeta roja. Ya no había vuelta atrás, se vino a enterar que sería padre de la peor forma posible.
Y Derek, se enteraba que sería abuelo.
Los dos tenían expresiones que claramente no se quitaría nunca de la cabeza.
Uno estaba extremadamente furioso, estaba por estallar en rabia, el otro.. No podía descifrar su expresión.

Ambos azulados se fueron de ahí corriendo dejando al doctor solo con su consultorio echo un desastre.

Por obvias razones no volvería a hacer eso jamás.

A las pocas horas Mike lo había llamado alterado y desesperado, pues Timba le reclamó no sólo a él sino a todo su grupo de amigos que se lo estuvieron ocultando.
De ahí no sabe nada más..

Por ello la prisa de llegar a su bendita oficina para terminar con esto de una buena vez por todas.

- Estoy casi seguro que tanto la vida del cachorro cómo la del portador están en grave peligro, Leo.. - Hablaba por teléfono con el ahora, nuevo doctor de Rius.
- Pero nada está confirmado aún.. Escucha, he ido a la Biblioteca cultural nacional de Híbridos y hay mucha información sobre casos cómo estos.. Parece que ya había sucedido antes, pero siempre tapaban la información relevante. A penas tengas el resultado en tus manos, me llamas, ¿vale? Flex me necesita.
- Entiendo, a ya nos vemos.
- Adiós..

Suspiró por milésima vez en el día, este tema si que le cansaba y lo mareaba.

ˎˊ˗ˎˊ˗ˎˊ˗ˎˊ˗꒰Answer me, do you pick up my signals? I'm scared to face the situation..꒱

Observaba el cielo tranquilamente, tenía el suficiente tiempo para decirle la verdad pero sólo escapó y se ocultó dejando a la bomba crecer más y más hasta que llegó a su límite.. Y explotó.

Su cuerpo temblaba, andaba mirando una telenovela mientras comía fresas con Sparta acostado en su regazo cuando recibió una llamada de Mike.
No le entendía, hablaba rápido y se escuchaba temeroso y alterado.
Luego de unos minutos alcanzó a calmarse y le contó todo lo que había pasado en esos días, días que decidió no decirle nada porque no quería alterarlo en su estado.. Pero no podía seguir así, pues Timba esa misma tarde se había ido. Escapó.
O mejor dicho, luego de una charla amistosa con Trollino, supo en qué lugar estaba Rius y fue a por él.

Definitivamente eso le había causado pánico, sabía todo y ya no podía hacer nada.
Por lo que se calmó y se quedó a esperarlo.
Estaba seguro que en cualquier momento se iba a desmayar por los nervios y la tensión que sentía. Oh Dios... Ayuda lo.

Pronto escuchó fuertes golpes de abajo, la puerta principal y en cuestión de segundos oyó los gritos..
Había llegado.

Bajó con cuidado, pues tenía miedo y el peso de su vientre lo molestaba un poco. Se sentía muy débil, no alcanzó a acabarse sus fresas por el miedo.

- ¡¿DÓNDE ESTÁ?! ¡¿TÚ LO SABÍAS, SPARTA?! ¡¿POR QUÉ ME OCULTARON ESTO?!
- ¡CÁLMATE! GRITAS MUCHO! NO TE DEJARÉ SUBIR HASTA QUE TE CALMES! - Le había dado un golpe en el pecho, pero sólo terminó con un dolor en la mano que tuvo que oprimir internamente.- A..ALÉJATE!

Timba: ¡No puedes decirme eso luego de toda la mierda que me ocultaron! ¡RIUS! ¡VEN AQUÍ!
Sparta: ¡Idiota! ¡Está en cinta, no puedes gritarle así! Lo asustarás! Está en un momento muy delicado!
Timba: ¡Pues lo hubiera pensado bien antes de decidir no contarme nada!
Rius: T..Timba!..

Levantó la vista y pudo ver a su querido albino, estaba oculto detrás de uno de los muebles, lo observaba con temor y vergüenza.
Oh, hace tiempo que no veía sus ojos.. Hermosos ojos heterocromáticos. Tan lindos y brillantes, definitivamente preferiría ver esos ojos antes que cualquier otra cosa milagrosa que pase a su alrededor.
Se había calmado y lo miraba con cariño y una pequeña sonrisa.. Lo extrañaba demasiado. Sólo quería verlo de vuelta...

Hasta que vio el bulto en su vientre, pronto despertó a su realidad, su pollito había engordado, claro estaba en Cinta! No le molestaba si su amado era delgado o gordo, lo que le molestaba es que alguien a parte le ocasionaba eso a su querido. Alguien pequeño que prácticamente aún no había nacido.

¡Ese bebé era su problema!

Volvió a su expresión molesta y Empujó a Sparta para que se hiciera a un lado, a paso firme se acercó al más bajo para sujetarlo fuertemente de los hombros.

- Aborta lo.
- ¿Qué...

No entendía, había ido hasta ahí.. Sólo para decirle eso?

Timba: ¡ABORTA A ESA COSA!
Rius: Yo... -Reaccionó y lo vio molesto con los ojos cristalizados, claro que no lo haría.- CÓMO TE ATREVES A LLAMAR "COSA" A MI CACHORRO?! Claro que no! No pienso hacer semejante cosa!!
Timba: ¡¿Acaso te quieres morir?! Eso qué llamas "cachorro" sólo arruinará tu vida y la mía! Debes deshacerte de eso!
Rius: No! Yo me haré cargo de mi bebé! Así que no te preocupes por ti, no tendrás que hacer nada!
Timba: ¡¿Es que no lo entiendes, idiota?! ¡Vas a morir! Prefiero que muera esa cosa a tener que perderte a ti!

El más bajo empezó a llorar, no sabía a qué se refería pero no le importaba perder su vida por la de quien sería su hijo.
Ya lo había estado cuidando todo este tiempo cómo para dejarlo ahora. Pensaba ser firme ante su decisión.

- No.
- ...

Sus rostros lo decían todo, Sparta lo veía y se sentía incómodo y con mucho terror.
En cualquier momento esos animales empezarían a atacarse, sólo se posicionaban para hacerlo.
El castaño no era bueno en eso, estaba solo junto a esos salvajes, pues Flex había ido con el Doctor.

No le quedaba más que rezar por su persona y la del pobre cachorro y la desastrosa vida que tendría con padres cómo ellos.