6.

Debía salir de ese lugar de inmediato, pudo sentirlo algo le paso a su mellizo, algo grave aunque no estaba seguro que cosa fue. Con el paso de los días y gracias a los conejos que cazaba Milo para él tenia mayor fuerza, la que podria ocupar para escapar de esa celda y de ser posible de la iglesia.

Ningun guardia custodiaba su celda al creerlo tan debilitado que no tendría fuerzas ni para levantarse, que ilusos. Aun así sin la llave no tendría más remedio que empujar la puerta, lo que era muy mala opción cualquier persona que estuviera cerca podría escuchar su escándalo.

- No tengo opción.

Asegurándose de que no hubiera nadie cerca, se preparo para dar una patada a la puerta con la suficiente fuerza para abrirla, esta golpeo contra la pared. No perdió el tiempo y salio corriendo del su celda. Se detuvo en seco al segundo, no tenia ni la menor idea de en que parte de la iglesia se encontraba, que tan lejos podía estar de los cazadores o aun peor de su sacerdote.

Debía ir con cuidado si no se quería encontrarse con alguien de frente o con muchos cazadores a la vez, los que simplemente acabarían con su vida sin importarle nada. Saco esos pensamientos de su cabeza, debía salir de ahí y encontrar a su hermano, juntos eran más fuertes que por separados.

Trato de aprenderse el camino por si tenia que volver a esconderse o fingir que seguía encerrado, iba con todos sus sentidos alertas, los que eran por mucho más agudos que los de un humano. Escucho pasos cerca y las voces de personas que iban en su dirección.

-Mierda.

Se escondió tras una pared, cuando los vio pasar salio lo más pronto que pudo. Volver a su celda ya no era una opción, esos dos cazadores podrían verlo al volver. El lugar parecía un maldito laberinto, con escaleras y varios pasadizos más, tal parece que era verdad cuando dice que las iglesias guardan una serie de túneles.

Al fondo del pasillo se podía ver una luz, por primera vez en su vida esperaba que fuera la del sol, aunque si esta le llega muy directa podía ser una grave problema.

- ¡Escapo!

Esa grito le puso los pelos de punta, ahora  en cualquier momento alguien lo encontraría, tendría que arriesgarse a saber si esa luz era su libertad o su perdición.

Corrió los metros que lo separaban de esa puerta, encontrando una habitación amueblada, la luz entraba por una enorme ventana, la misma que lo lastimo un poco al entrar, cubrió su rostro  con sus brazos de inmediato, creyó que no había nadie dentro y que podría esconderse sin problemas hasta que escucho unos  pasos.

Su sangre se congelo por un segundo al ver al dueño de esa habitación.

-  No puede ser...

Fue a meterse a la boca del lobo. No era el sacerdote pero si un hombre que se le parecía mucho, el que le apuntaba  con una estaca y una daga directo al corazon, un movimiento en falso y estaba  muerto.

Saga noto que la luz lo lastimaba pero que no acabo con él al instante, ese debía ser el puro del que hablaba su hermano, cerro la puerta con un empujón de su pie. Notando como la luz solar lo afectaba cada vez más. Bajo sus armas cuando cayó al suelo.

- Si vas a matarme hazlo de una vez.

Ladeo la cabeza, él no era un cazador como tal pero Lemur se encargo de enseñarle todo lo que sabía con tal de que estuviera a salvo.

Camus lo vio caminar en dirección de la ventana, cerro las cortinas solo dejo una abierta, con eso la luz entraba mucho menos pero seguía lastimandolo. Cuando se acerco creyó que lo matarían, intento defenderse pero fue lanzado al rincón de la habitación con una fuerte pata. Un segundo después tocaron la puerta, intento hacer el menor ruido posible.

- Saga, ¿viste pasar a un vampiro pelirrojo?

Negó, estaba apunto de cerrar la puerta cuando un pequeño gemido de dolor  se escucho, las dos personas que estaban ahí supieron que no fue hecho por el, nunca lo hania escuchado hablar.

- ¿Que estas ocultando?

Esa voz si la reconoció, y por alguna razón se sintió seguro con saber que lo tenia cerca, que podría salvarlo de esa posible tortura. Se quejo apropósito esta vez  y pudo ver los inconfundibles cabellos rubios y rebeldes entra por la puerta.

- ¡Maldita sea contigo Saga!, sabes que no puedes hacer lo que quieras aunque tu hermano sea el sacerdote.- Milo grito al verlo en el suelo, no tardo en quitarse su gabardina y cubrirlo un poco con ella de sol- sabes que Lemur lo quiere vivo, Que ibas a hacer tu, ¿Matarlo?

Saga sonrió, y solo asintió en respuesta, por alguna razón Milo sintió que le recorría un frio por la espalda, por las expresiones que tenia sumandole que no hablara lo hacia alguien de temer, donde no era fácil saber lo que estaba pensando.

- Estas loco, ni a ti te perdonaría perder una oportunidad como esta.

Camus seguía escuchando, y no tenia claro si ese cazador de verdad lo decía por la oportunidad del sacerdote de  encontrar el nido o la suya de recuperar a su familia, como fuera tampoco le importaba, solo quería salir de ese lugar de una vez, y encontrar a Dégel sabia que su hermano lo necesitaba.

- Milo hay que sacarlo de aquí, y llevarlo a su celda. Lemur sabrá que hacer con él.

Milo iba a seguir hablando pero prefirió hacerlo caso a Aioria y evitar una pelea innecesaria. Por tercera vez  volvio a cargar entre sus brazos a ese vampiro del que aun desconocia su nombre. Cuando estuvieron lo suficientemente alejados de Saga y sin que Aioria se diera cuenta se acerco a su oído para susurrarle.

- Voy a sacarte de aquí.

Volvió a sentirse protegido y no sabia porque, pero esa sensación de seguridad se esfumo cuando la voz de Lemur volvió a llegar a sus oídos.

🔥

Sagita da miedo, hable o no lo da 😨

Se viene un pequeño sufrimiento para el cubito 😣

ScorpioNoMilo.💕

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