14.
Sosteniendose de las paredes de la cueva avanzaba buscando a su hermano. Un poco más de un año separados fue mucho para ambos lo sabia, cada uno fue dañado de alguna manera, Camus se vio obligado a usar su verdadero poder incluso y eso solo lo hacen en situaciones de peligro extremo.
Avanzo hasta que sus pies chocaron con algo, se agacho para saber que era y para su suerte no era nada más que la cama improvisada en la que descansaba su mellizo, con la mano izquierda acaricio su silueta con cariño. Un año sin su hermanito menor, un año en el que se preocupo como nunca al creer que su padre le haría daño, pensando día a día que debió escapar con el también no solo con Kardia.
Suspiro de alivio al darse cuenta de que ese cazador no le hizo daño alguno, estaba en perfectas condiciones incluso con mayor fuerza que él mismo.
- Camus...- susurro bajito, no quería despertarlo- me alegro mucho que estés bien.
- ¿Dégel...?
Camus sintió cuando su mano recorría parte de su cuerpo, al estar medio dormido creyó que quien lo acariciaba era Milo, no sabia porque pero le gusto esa idea, ser acariciando de esa forma cariñosa por parte del cazador. Termino de despertar al escuchar ese tono de voz inconfundible.
Se sentó de inmedito sin poder creer lo que sus ojos venían. Tenia en frente a su mellizo pero este parecía no verlo.
- ¿Estas...?
- Solo un poco. El daño no es grave, creo que hay solución.
Le sonrió para intentar calmarlo, solo pudo sentir sus brazos rodearlo con fuerza y un pequeño "cuanto te extrañe" le correspondió con la misma fuerza, ambos ignoraban lo que hablaban los cazadores fuera de esa cueva, lo único que les importaba a ellos en ese momento era estar juntos de nuevo como siempre debío ser. Por la fuerza Dégel termino cayendo de espaldas con Camus aun abrazado a él. Podía sentir que quería llorar.
No escucharon los pasos que se acercaban y se llevaron el susto de su vida al escuchar el grito de Kardia.
- ¡Me asustaron! Pensé que les había caído una roca en la cabeza.- se agacho al lado de ambos mirándolos desde arriba- un gusto verte de nuevo Camus.
- Lo mismo digo Kardia.
Milo los veía desde la entrada de la cueva, tratando de calmar el impulso de acabar con la vida de esa vampiro que seria su "cuñado" como detestaba esa palabra ahora. Por más que quisiera no podía acabar con él, y no lo hacia solamente por Kardia.
- Milo...
- Callense.
Hablo despacio, se agacho y se escondió en la entrada de la cueva alertando a los demás. Camus rodeo a su hermano con sus brazos, mientras Kardia los protegía a ambos.
- ¿Que pasa?
- Alguien viene.
~•~
Cuando Itia lo dejo solo con Zaphiri el miedo le recorrió el cuerpo entero. Sabia lo que significaba esa mirada, una cargada de rabia, de frustración por no conseguir lo que sea que buscara, la forma en la que se relamia los colmillo no significaba nada bueno.
Lo vio avanzar por la habitación, quitando su ropa en el camino dejándolas tiradas en cualquier parte. Cuando esos ojos rojos se fijaron en él retrocedió en la cama sin querer. Esa actitud asustada le gustaba al otro, lo hizo sonreir de una manera que muy en el fondo encontraba sensual.
- ¿Me extrañaste?-volvió a jugar con su colmillo izquierdo
- Nunca.- un pequeño momento de valentía que le podía costar muy caro o no si lo dejaba pasar.
- Oh, quien lo diría pasar tiempo con Itia te hace mal. ¿Deberías deshacerme de el?
Sabia que solo lo decía para asustarlo. Ese tipo de amenaza era una muy baja, atentar contra la vida de otra persona solo para conseguir lo que quería. Su risa resonó en todo el lugar, eso logro que el enojado fuera esta vez él.
- ¿Que es tan gracioso, maldito chupa sangre?- se levanto de la cama, sin importarle estar casi desnudo, solo enfrentar al vampiro frente suyo es importante ahora.
A la mierda su seguridad. No dejaría que siguiera haciendo con él lo que quisiera mediante amenazas que solo lo asustaban. Claro le temía ese hombre podía terminar con su vida en cualquier momento, pero en ese instante no le interesaba, feliz se reuniría en el más allá con su amada Flourite.
Zaphiri perdió el buen humor. La sonrisa que portaba cambio a una tétrica, la que dejaba al descubierto el par de colmillo en su boca. Avanzo un paso, el que Krest esta vez no retrocedió, permaneció firme haciéndole frente.
- Esto es interesante. La presa se rebela ¿Crees que llegaras muy lejos?- acerco su rostro al mismo tiempo que su mano izquierda se cerraba con fuerza sobre su cuello- lamento decirte que eso no sera así.
Krest ni cuenta se dio cuando cayó en la cama, tratando de soltar esa mano de su cuello. Podía sentir ademas como sus uñas se clavaban con fuerza en su piel, como la otro mano del vampiro recorría su cuerpo sin descaro, acariciaba su miembro mientras reía de nuevo. Reía de su sufrimiento, de su intento de sobrevivir, le daba gracia su patética vida.
Un fuerte dolor corrió por su cuerpo entero, el que lo obligó a gritar con el poco aire que le quedaba en los pulmones. Ese desgraciado entro en su interior sin consideración, sin cuidado, solo con la intensión de lastimarlo.
- Ahhh cariño, sabes que solo hay una cosa que podría salvarte en esta situación... pero se extinguió su poder muchas generaciones atrás.
Las fuerzas se le acababan con cada movimiento, comenzaba a ver borroso y a escuchar menos.
- ¿Sabes por que tu sangre y la de tus hijos sabe tan bien?
La mención de sus niños lo trajo de vuelta a su tortura, aunque las fuerzas seguían faltandole.
- Fui a buscarlos Krest...
"No..."
- A tus cachorros, tus pequeños cachorros...
Esa maldita sonrisa volvió a aparecer.
- Tu y ellos son descendientes de lobos... y solo un lobo puede matarme...
🔥
Iba a hacer esa tortura mas fuerte, ¡Pero tengo corazón de pollo y no pude! 😭
Aquí Milo lobito xd
ScorpioNoMilo.💕
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