13.

Hace un poco mas de dos días que Zaphiri no volvía, eso en vez de tenerlo tranquilo lo ponía aun más nerviso, no podía estar seguro que le haría al volver, generalmente cuando se tardaba más de unas horas en volver lo hacia furiosos y se desquitaba con él, no con golpes o insultos, sino tomando su cuerpo como se le antojaba, con la brutalidad  que quisiera, algunas de esas noches eran placenteras no podía negarlo, pero algunas sentia que moriría ahí mismo.

- Krest.

Abrió sus ojos a penas, observando el techo oscuro como siempre. Suspiro, aveces olvidaba que no era el único humano cautivo en ese nido: Itia es como él, un hombre que fue reclamado por un  vampiro pelirrojo, pero su "dueño" era por mucho mas considerado que Zaphiri. También era la unica persona que podía acercarse a él cuando el líder no estaba.

- Dejame.

- Lo siento no te escuche.

Ignorandolo por completo trato de acomodarlo en la cama, debía darle algo de comer aunque fuera un poco, si ese vampiro se enteraba que descuido a su consorte el que pagaría las consecuencias seria el y ni Gateguard* podría salvarlo de su furia.

- Vamos Krest no me hagas esto más difícil, sé que lo único que quieres es morir de una vez o escapar, créeme yo también quise eso.

-"Quisiste" tu ya te rendiste yo aun no.

- Solo conseguirás que te mate.- acerco una cucharada de comida a su boca.

- Que lo haga. Así podré reunirme con mi esposa.

El silencio lo rodeo mientras Itia intentaba por todos los medios posibles que comiera algo. La puerta se abrió con brusquedad asustandolos. Un par de ojos rojos enojados los miraban fijamente. Krest ya sabia lo que se venia. Cumpliría su promesa de darle lo que su cuerpo "quería"

~•~

Apretaba el cuerpo entre sus brazos para convercerse de que era real, que estaba ahí, que su hermano menor estaba entre sus brazos con vida, respirando. Ese vampiro no pudo matarlo.

- Kardia, de verdad.

Sintió los brazos del otro corresponder con la misma fuerza, no había duda estaba ahí con él.

- Hola, Milo.

Se separo de golpe del menor, debía responderle una preguntas de inmediato.

- ¿Donde estabas? ¡Te creí muerto!

Lo que más le dolió ese tiempo fue pensar que de verdad se había quedado solo en el mundo, sin su madre, sin su padre o hermano, toda su familia se fue de su lado. Era una felicidad enorme haber recuperado al menos a uno de ellos.

- Escondido.- le sonrió, no era la sonrisa traviesa que recordaba- por su seguridad más que la mía.

Hay fue cuando se dio cuenta de como el vampiro que intento asesinar se sujetaba con fuerza de la ropa de Kardia, mirándolo de cerca noto que era una copia exacta de Camus solo cambiaba el color de los ojos y que estos parecían no ver.

- ¿Como que por "su seguridad"?- pregunto tratando de disimular su enojo- ¡Es un vampiro!

- Kardia...

Dégel apretó la tela entre sus manos con más fuerza, solo pudo tratar de protegerlo con su cuerpo de nuevo. Sabia que Milo enojado no razonaba bien y podría intentar atacarlo, no lo dejaría hacerlo por nada del mundo y si no tenia otro opción intentaría escapar de su propio hermano. Pero recordó que Dégel no querría irse de de ese lugar a menos que encontrara a Camus antes.

- Ya sé donde esta.- susurro tratando por todos lo medios que el cazador no lo escuchara, aunque también pudo sentir el olor de su mellizo en él. Haría algo arriesgado.- Tu sabes donde esta Camus, ¿No es así?

- Si eras su hermano después de todo.

- ¡Llévame con él por favor!

Algo dentro suyo no pudo negarse a esa petición, tal vez fue ese pequeño brillo que volvió a los ojos de ese pelirrojo, o el querer que Camus también experimentara un reencuentro con su hermano. Los guío a la cueva en la que se ocultaban no sin antes advertirle a Kardia que su conversación no había terminado. Noto el cariño con el que trataba a ese vampiro y no le gusto.

- Esta dentro, la cueva no es muy grande no vas a perderte.

-Gracias.

Mientras Dégel entraba a ese lugar, Milo tomo de un brazo a su hermano,  Kardia supo lo que pasaría de inmediato esperaba no tener que irse a los golpes pero de ser necesario lo haría.

- Respondeme una cosa ¿Que tienes con ese?

- Ese tiene nombre; se llama Dégel y te guste o no es tu cuñado.

Milo quedo en blanco por unos segundos, ¿Había escuchado bien? Esperaba que no.

- ¿Mi qué?

- Lo que escuchaste.

-¡Él fue quien te secuestro y ahora me dices que es tu pareja!, ¿¡Que tienes en la cabeza!? - lo sujeto de los hombros con fuerza si poder creer todavía lo que le decía.

- ¿Que tengo en la cabeza, dices? - volvió a sonreírle usando esa sonrisa burlona casi siniestras.- lo que pronto tendrás tu de seguir con Camus. Por que a mi parece muy raro que no lo hayas matado.

- Mi situación con él es muy distinta. Me ayudara a entrar al Nido, nuestro padre sigue con vida.

Esta vez fue Kardia el que quedo sin palabras, Milo realmente no sabia de lo que hablaba, el nido no era un lugar al que podía llegar entrar, si escogia la entrada incorrecta mas de 100 vampiros le caerían encima sin importarles nada solo beber su sangre. Y si su padre seguía con vida posiblemente ya era uno de ellos.

- ¿Como estas tan seguro?

- Algo me lo dice es todo.

- ¡No puedes confiarte de una corazonada! Ese lugar es un infierno del que los mismo vampiros escapan, ¡Dégel escapo de él y por lo que veo Camus también! Me parece que tuvo la mala suerte de encontrarse contigo... solo me alegra que no lo hayas matado sino Dégel perdía una parte suya también.

Cada vez que escuchaba ese nombre las ganas de  matarlo crecian, por unos momentos creyó que podía estarlo controlando de alguna manera, pero al ser mellizo de Camus lo más probable es que tuviera poderes parecidos.

Iban a seguir discutiendo hasta que escucharon un golpe seco venir de la cueva, Kardia entro corriendo primero solo para encontrar al par de vampiros en el suelo prácticamente llorando por estar juntos de nuevo.

- ¡Me asustaron!

~•~

Saga pateaba la puerta de la celda con fuerza, maldiciendo a Lemur en su mente, ese desgraciado le mintió. Le prometió que podría vengar a Aioros con sus propias manos, que el mataría al vampiro responsable de su muerte, se vengaría como no pudo hacerlo con Kanon.

No penso que lo encerraria en una celda con la excusa de protegerlo. Protegerlo como no. Solo quería llevarse el crédito de matar a los vampiros del nido él solo. Estaba muy equivocado si creía que se quedaría a esperarlo, también era un cazador no oficial pero si contaba con las habilidades de uno y una maldita celda no lo detendría. Reunió todo su fuerza  y con una ultima patada la derribo.

Salio del lugar con mayor sed de venganza.

🔥

Pregunta: ¿Quieren ver la "tortura" del enanito?

ScorpioNoMilo.💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top