12.
- Estamos cerca no te preocupes.
Kardia trataba por todos los medio posibles evitar que los rayos del sol llegaran a su pelirrojo, cosa difícil ya que no podía cubrirlo por completo con esa gabardina, sumándole que desde que mato a esos dos tipos que los seguían no había vuelto a beber sangre humana o animal, comenzaba a cansarse lo notaba. Él mismo habia comido muy poco desde que escaparon de ese pequeño pueblo, pero aún asi tenia más fuerzas que su pareja.
Decidió parar bajo la sombra de un arbol lo suficientemente grande para protegerlo del sol.
- ¿Dégel?- recibió como respuesta algo parecido a gemido somnoliento, quiso reír parecia un bebé.- Deberías beber de mi sangre ¿No crees?
- No, no lo creo, no es conveniente ahora. Solo deja que se cruce en mi camino un conejo o un pajaro, ya veras que ciego y todo puedo cazarlos. Al fin voy a probar la sangre que tanto "le gusta" a mi hermano.
Rió de su propio comentario, sabia las razones por las que Camus solo bebía sangre de animal, no se comparaba a la humana pero era mejor eso a que se muriera de hambre.
- ¿Puedes seguir?
- Tengo sueño.
El menor suspiro, en ese año aprendió que los horarios de sueño de su bello vampiro era muy distintos a los suyos, Dégel dormía en el día y él en la noche, cuando atardecia eras las horas que aprovechaban ambos para estar juntos, de repente alguno de los dos se quedaba sin dormir una horas para poder pasarlas juntos.
Acaricio con cariño la mejilla derecha de ese pelirrojo que se robo su corazon de una forma muy extraña.
- Cuando encontremos un lugar donde descansar podrás dormir, ahora hay que seguir caminando.
~•~
Milo solo pudo dormir unas cuantas horas las que sintió muy cortas. Cuando despertó se llevo la sorpresa de su vida al encontrarse a Camus dormitando muy cerca suyo. Los dos estaban cansados de esa huida improvisada. Estuvo a punto de despertarlo pero se arrepintió, era mejor que descansara lo mas posible para buscar esa supuesta entrada más segura al nido.
Ahora estaba en los alrededores de la cueva que les servia de refugio buscando algún animal que les sirviera de alimento a los dos, ese vampiro podía beberse la sangre y él comer la carne, ganaban los dos. Aunque se preguntaba si no quedaría algo seca después sin una gota del liquido vital.
Iba armado con su escopeta caza vampiros, la que fue modificada con unos cañones un poco mas grandes de normal para que cayeran las afiladas estacas que matarían a sus enemigos, terminaría atravesando de lado a lado al pobre conejo que se le cruzara pero no tenia otra manera de atraparlo. De repente escucho algo parecido a pasos inseguros, algún animal en la zona o persona perdida, mientras no fueran alguien enviado por Lemur estaba bien.
Se escondió detrás de unos arbustos con tal de que no lo vieran, cargo su arma con una estaca improvisada y espero. Los pasos se sentían cada vez más cerca, estaba a punto se disparar cuando lo vio, no era una animal sino una persona, venia cubierta con algo que no le dejaba ver su rostro pero si parte de los rojos cabellos.
- ¿Camus?
No, ese no era Camus y se dio cuenta de ello cuando piso una rama sin querer, el sujeto giro en su dirección, creyó que lo descubriría pero ese pelirrojo era ciego y se notaba que antes tenia un color de ojos muy particular, lo vio murmurar un nombre que no entendió, pero hay los vio un bello par de colmillos sobresalían en su boca.
- Un vampiro, debe ser su hermano se parecen mucho.- pensó en dejarlo ir o hablarle pero se arrepintió, su deber era cazar vampiros y no porque fuera familiar del que lo estaba ayudando quería decir que le perdonaría la vida, volvió a apuntar- Lo siento mucho.
~•~
- ¡Dégel, ¿Donde estas?!
Un segundo que se descuido y desaparecio de su lado, cuando podía ver no le importaba que lo hiciera pero ahora la cosa era distinta podían andar cazadores por todas parte y su pareja sin el sentido de la vista seria blanco fácil. Lo busco como un loco gritando su nombre con la esperanza de que lo escuchara. No recibió respuesta alguna.
Se tiraba los cabellos con fuerza, sin saber que hacer, como necesitaba a su hermano en momentos así, Milo siempre lo ayudaba cuando se quedaba en blanco.
- Concentrate Kardia.
Se quedo callado unos minutos tal vez podía escuchar sus pasos o algo parecido. Para su sorpresa su plan funciono, logro escuchar el sonido de una rama romperse, corrió en esa dirección, encontro a Dégel a unos metros adelante de él, junto con los que más temía. La punta de una escopeta sobresalía de entre los arbusto.
- ¡Dégel!
~•~
Un disparo y ese vampiro moriría. Eso se repetía una y otra vez.
¿¡Por que no podía hacerlo!?
El parecido con Camus le generaba algo extraño evitando que le disparara. No podía ser posible había hecho eso tantas veces. Creía que incluso estaba preparado para dispararle a su propio hermano si llegaba a encontrarlo como un convertido, ahora se daba cuenta que no era así. Volvió a apuntar una ultima vez, si no podía disparle ahora lo dejaría ir.
Estaba listo, la decisión tomada y en posición. Pero un grito lo distrajo y fallo el tiro.
- ¡Dégel!
Vio a una persona caer con el vampiro entre sus brazos, solo pudo distinguir los cabellos rubios, trato de esconderse mejor, sin embargo cuando miro quien era la otra persona quiso morir ahí mismo.
- Kardia, ¿Que estas...?
- Levántate, Dégel. Tengo que sacarte de aquí ¡Hay un maldito cazador cerca!- trato de pararse del suelo mientras lo protegía de cualquier peligro- ¿¡Porque desapareciste de repente?!
- Mi hernno esta cerca.
Kardia se ahorro la maldición que quería soltar, ya no podían escapar como si nada por que Dégel no lo dejaría a menos que encontrara a Camus primero. Estuvo apunto de responderle cuando escucho su nombre.
- ¡Kardia!
Si estaba soñando ojala nadie lo despertará, por poco y no reconoce a su hermano mayor. Milo parecía haber envejecido varios años en uno. No le dio tiempo de nada cuando ya lo tenia en frente, solo pudo cubrir con su cuerpo a su pelirrojo en caso de cualquier cosa.
No se espero que lo abrazara antes de intentar matar a Dégel. No tardo en abrazarlo también.
🔥
¡Estos dos van a pelear, oh si! 😃
ScorpioNoMilo.💕
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